La Monjita rebelde.
Mi sueño mojado siempre fue poder tener sexo con una monja en su celda o en cualquier lugar, de joven siempre fui participe de grupos juveniles que los acompañaban monjas, algunas mayores, otras no tanto y unas más jóvenes..
Mi sueño mojado siempre fue poder tener sexo con una monja en su celda o en cualquier lugar, de joven siempre fui participe de grupos juveniles que los acompañaban monjas, algunas mayores, otras no tanto y unas más jóvenes.
De las monjas no tan mayores algunas me hacían salivar de lo deliciosas que estaban, ya que en las actividades deportivas se ponían ropa deportiva y dejaban de lado sus hábitos por unos instantes, por lo que, aunque no eran sugerentes sus formas de vestir en estas ocasiones se realzaban sus siluetas. Y cuando las más jóvenes se vestían de deporte en algunas ocasiones tenía erecciones, y me tocaba pedir el baño del convento para irme a masturbar y poder bajarlas, ya que a veces hacíamos coreografías y estas se apuntaban a bailar todo tipo de música, tango, reggaetón, bachata, etc. Y teníamos contacto trasero pene.
Siempre fui muy perseverante a los grupos ya que lejos del deseo morboso que me generaba estar cerca de algunas de las monjas y mi fantasía siempre fui muy religioso y respetuosa de ellas a no pasarme de lanza y dejarlo solo en los roces de los bailes y mi leche en el lavado de los baños del convento.
Pero esta situación iba a tomar un rumbo distinto cuando un 20 de abril de 2018 llega al convento La Hermana Isabella Fernández, una monjita de apenas 21 años de edad recién profesa de 1,72 metros de alto, de piel un poquito morenita, unos ojos azules como el lago que refleja las pocas nubes de un día soleado, una carita de niña angelical, pero con una mirada traviesa y la falda del habito no dejaba ocultar su hermoso trasero que son de esos que generan torticolis en los hombres cuando pasan al lado de una bella dama, y para coronar unos pecho de buen ver aunque ocultos bajo el habito y que mas adelante lo pude confirmar en las actividades deportivas. En ese tiempo yo tenía 17 años y estaba en un proceso vocacional para ingresar a una orden religiosa. Yo de 1,89 metros de altura, tenia un cuerpo atlético sin llegar a ser muy musculoso ya que, hacia mucho deporte, color blanco de piel y de un pene promedio de 18 cm por 6cm de circunferencia.
Da la casualidad que en el convento nombran a la hermanita Isabella de coordinadora del grupo y a mí de subcoordinador de grupo juvenil, y empezamos a tener una relación muy cercana ya que nos debíamos reunir muchas veces a la semana para planificar y también nos unía el proceso vocacional, cabe resaltar que a la hermana le gustaba mucho el baile y siempre bailábamos juntos todos los géneros antes mencionados por lo que mi morbo iba creciendo cada vez más.
Un día platicando de la preparación de los temas propusimos dar un tema sobre el noviazgo juvenil, en la platica sobre como dar el tema salto la pregunta en que si ella había tenido novios y yo novias. A lo que me sorprendió cada vez mas por donde se iba dirigiendo la conversación. Era así.
Isabella: Oye Andrés, tu tuviste tus novias llevamos un año de conocernos y no te he visto insinuarte a ninguna chica, bueno creo que es por tu proceso vocacional y estas próximo a cumplir tus 18 años.
Yo: Pues cuando tenia 13 años tuve mi primera novia y ahí he tenido otras 2 más y con la ultima fue la que dure aproximadamente 2 años, ¿y tu tuviste tus novios?
Isabella: Si yo tuve uno en mi adolescencia, pero a escondidas de mi familia con el duré 4 años y fue mi única relación. Y porque terminaste tu ultima relación de noviazgo.
Yo: Yo la termine porque la química se termino y actualmente somos grandes amigos ella pertenece al grupo juvenil.
Isabella: En serio y porque nunca lo supe.
Yo: Porque no lo preguntaste antes y en este momento nos reímos.
Isabella: ¿Y eres virgen?
Yo: Mira lo que preguntas…
Isabella: Pues ya soy adulta jaja y siempre fui rebelde en mi casa y el convento.
Yo: Bueno yo soy menor aun jaja, aunque no ya no soy virgen la perdí con Mónica.
Isabella: Mira tu y esa que se ve que no mata una mosca.
Yo: Pues sí, y dime ¿tú eres virgen?, supongo que no porque dices ser rebelde.
Isabella: Pues lo soy rebelde y aunque no lo creas virgen también.
Yo: que tu novio nunca te propuso tener sexo…
Isabella: Si me lo propuso pero nunca quise ya que quería darle mi virginidad a alguien que lo mereciera ya que el muchas veces era grosero conmigo.
Yo: Y porque duraste tanto con el entonces.
Isabella: Porque no quería estar sola. Y aunque siempre quise perder mi virginidad y aun no pierdo la esperanza.
Yo: Como así que no pierdes la esperanza eres monja.
Isabella: Recuerda que soy rebelde y el solo imaginar que un pene entre en mi boca para saborearlo y vagina que acaricie mis paredes vaginales me éxito montones. Y ahora como monjita me excita más la idea.
Yo: Estas loquita Isabella (no me dejo hablar)
En ese momento me dio un beso bastante lujurioso y me toco mi pene.
Isabella: Hace tiempo que deseaba que alguien me besara con lujuria. Acompáñame a mi celda.
Yo: ¿Isabella tu vocación, y la mía?
Isabella: Tranquilo Andrés yo no voy abandonar mi vocación, pero creo que me llego el momento de perder mi virginidad contigo ya que te aprecio mucho y eres muy bello conmigo.
Y no dijimos mas palabras nos volvimos a besar y no fuimos a su celda. Ahí nos empezamos a besar con mucho morbo y mucha lujuria, le quite su habito y quedo en bragas y sin sostén ya que no le gusta usarlo y por fin pude ver esos hermosos pechos de buen tamaño que muchas veces dese besar y hasta morder suavecito los pezones y que ese día se me hizo realidad.
Chupe sus pechos en forma de circulo le deje un chupetón por debajo de la teta izquierda y le fui chupando con mucho esmero y solo la escuchaba gemir y decir que como era posible que se estuviera perdiendo de estas delicias de la vida. La recuesto en su cama Se quito sus bragas y tenia una vagina bastante húmeda por su excitación con unos labios vaginales carnoncitos y bien rasurados, la cual se la empecé a chupar y ella solo se retorcía del placer que le estaba dando, le fui lamiendo de abajo hacia arriba primero por los lados y antes de llegar al clítoris me retiraba produciéndole sufrimiento por la sensación de excitación, y así hasta que el clítoris salió de su capullo el cual empecé a chupar como un gato a su leche con mucho cariño y despacito y mientras tanto le metía un dedo en su vagina que se sentía bastante estrecha. Y en eso empieza a temblar todo su cuerpo de forma violenta teniendo su primer orgasmo y llenando mi casa de sus fluidos y nada más escuchaba a la Hermana Isabela gritar y gemir fuerte diciendo te amo Andrés dios de lo que me estaba perdiendo.
Y como ella quería chupar mi pene pero yo no quería dejar de probar su manjar hicimos un 69 en el que ella se desenvolvió como toda una experta dándome una mamada de campeonato en la cual me hizo eyacular me chupaba todo mi pene y hasta por debajo del glande, ella se tragaba toda mi leche. Luego me di cuenta que practicaba con las bananas.
Llego el momento esperado por Isabella, perder su virginidad, en este momento me frustre porque no tenia un condón y se lo hice saber y ella me dijo que no importaba que ella me amaba y quería que le acabara adentro de ella. Y entonces la bese con mucha ternura y amor y fui acercando mi pene a la entrada de su vagina y así empecé a jugar con su vagina y su clítoris y esto la llevo a tener otro orgasmo fuerte y en el mismo sin dejarla descansar empiezo a introducir mi pene con mucho cuidado y amor hasta llegar a su himen, y le digo amor estas a punto de ser una mujer monjita y ella con los ojos de amor y alegría me dice adelante quiero serlo y se la dejo ir con fuerza y se la introduje toda pego un grito de dolor, excitación y lujuria y me aruño mi espalda, espere que se acostumbrara y así empecé las penetraciones, sintiendo sus aterciopeladas paredes vaginales y estuvimos en posición de misionero por 20 minutos. Y así cambiamos a la posición de perrito y ahí la agarre de su velo ya que no se lo había quitado para mayor morbo y la empecé a penetrar duro en todo este tiempo le daba nalgadas fuertes. Tuvo 2 orgasmos más y cuando yo ya estaba por eyacular de nuevo se lo dije y ella me pidió que le acabara en su útero y acabamos juntos.
Esa noche dormimos juntos en su celda y al día siguiente fue una odisea poder salir de ahí sin que la Hermana superiora se diera cuentas de lo que había sucedido. Cabe resaltar que hoy en día yo también soy Fraile y mantenemos relaciones sexuales entre nosotros ya que nos tenemos mucho amor.
Luego les contare como le quite su virginidad anal.
Espero muchos comentarios.
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