La Monjita rebelde II.
Luego de la primera vez que tuvimos sexo en la que la Hermana Isabella Fernández perdió su virginidad, seguimos teniendo nuestras expresiones de amor en cada lugar que pudiéramos, en las sacristías, en el convento o hasta en mi casa. Nos volvimos los amantes perfectos..
Ahora les relatare como fue que me entrego su virginidad anal. Resulta que en una de las ocasiones que estábamos teniendo sexo en la casa cural de una de la iglesia de la comunidad (en la casa cural no vivía ningún cura), estábamos en la posición de misionero donde yo la estaba penetrando despacito y con ternura se dio la siguiente conversación.
Andrés: Hermanita Isabelita, mañana ya cumpliré mis 18 años, que vamos a hacer para festejarlos. (cabe resaltar que cuando empezamos a tener sexo yo tenia 17 años y faltaban 3 meses para mis 18 y La Hermana Isabella tenía 22 años).
Hermana Isabella: Amor te tengo una sorpresa para mañana y se que la vas a disfrutar, será que nos podemos ver aquí a las 12 media noche de hoy. Es que quiero se la primera que te felicite.
Andrés: Claro que si Hermanita. Pero como vas a hacer para que la Hermana Cristina no se entere. Y que la gente no nos vea ingresar aquí a esas horas.
Hermana Isabella: Bueno tú te tendrás que quedar aquí desde la tarde para que nadie te vea entrar ya que tu regalo será delicioso. Y yo pues ya me las arreglare para poder salir del convento sin que se enteren.
Andrés: Dale esta bien mi Hermanita te amo, nada más te doy una copia de las llaves para que puedas ingresar sin ningún problema.
Y esta conversación se dio mientras le estaba penetrando en posición de misionero, y le empezó a dar más duro ya que la hermanita me dijo que iba a tener su segundo orgasmo, luego de esto yo me acosté boca arriba y la hermanita se montó y se la metió y empezó a cabalgarme y a gemir con un poco más de fuerza mientras yo le amasaba sus pechos deliciosos copa C por ratos se los chupaba mientras ella movía su trasero como si fuera al ritmo de una cabalgadura en una yegua y así volvimos a tener un nuevo orgasmo juntos llevándose mi semen en su interior.
Después de un rato de estar acostados ella sobre mi arrecostado sus tetas en mi pecho dándonos besos como novios que recién terminan de expresarse su amor nos disponemos a vestirnos para seguir con nuestras actividades, no sin antes de que la Hermanita Isabella cumpliera su ritual de la redención (así lo bautizo ella este ritual) consistía en ponerse de rodillas a la altura de mi pene, y decir perdóname señor por mis pecados carnales pero es que saben muy deliciosos y te ofrezco este rico sacrificio y procedía a chuparme mi pene, empezando por el glande lo chupa en círculos, luego baja al máximo el prepucio para limpiar bien el surco prepucial ya que en esta zona por la fricción de nuestros fluidos se hacia el requesón y de ultimo me limpiaba el prepucio ya muchas veces en este ritual me hacía eyacular de nuevo y esto hasta dejarlo limpio de todos nuestros fluidos.
Yo siempre quise limpiar su vagina, pero ella nunca me dejo, ya que a ella le excitaba andar por ahí en la comunidad con mi semen dentro de ella y que su sexo oliera a elixir de la vida. Una vez le consultaron en el convento sobre ese aroma que ella emanaba y ella les respondió que es el mismo olor que emanaban Adán y Eva cuando procrearon a Caín, ya se imaginaran la reprimenda que le dio la Hermana Cristina superiora del convento por semejante respuesta a tal punto que la enviaron a psicología por estarse masturbando según la superiora.
Luego de vestirnos fuimos a la sacristía para que ella recogiera los documentos de la planeación que estábamos haciendo para la pascua sobre la noche de alabanza para la pastoral juvenil y se fue para el convento no sin antes darnos un bezo cargado de lujuria y amor.
Esa tarde tuve que ir al convento ya que la Hermana Cristina me solicitó un favor para acomodar una bodega del convento, ya estaba acomodando cajas cuando la Hermana Isabella se entera que estoy ahí y me llega de sorpresa y me da un beso y yo le meto la mano debajo de la falda del habito y le acaricio su sexo por un rato mientras nos dábamos besos tiene su orgasmo y se va, mientras yo sigo acomodando la bodega.
Cuando termino la Hermana Cristina me pide ir a su oficina para conversar acerca de la pastoral juvenil y otros temas. Lo mas interesante de esa conversación fue que la superiora provincial le solicitó que la coordinadora de la pastoral ósea la Hermana Isabella Fernández y el Vicecoordinador ósea yo fuéramos a una gira de evangelización en las zonas rurales del estado de Tabasco en México y que la provincia corría por nuestro gasto ya que nosotros vivíamos en El Salvador. Se imaginarán las cosas que pasaron por mi mente. Terminada la reunión y el trabajo en la bodega ya eran como las 6 pm por lo que según el plan con Isabella me fui a la casa cural a esperar.
En la habitación estaba yo durmiendo porque sabia que la noche iba a ser movida con la Hermana Isabella, en eso llega y me despierta dándome besitos al redor del pene y con sus manos me acaricia para estimular mis testículos, dándole besitos pequeños y dándole caricia con sus labios, también me da pequeños pellizquitos y empieza como a limpiar con su lengua la base del pene hasta llegar al glande donde culmina con un pequeño beso o pequeños mordiscos que culminan con una pasadita de lengua y con la mano baja como masturbándome. Y así sigue hasta que se lo mete de a pocos en la boca y va bajando poquito a poquito llegando hasta medio pene y repitiendo todo el proceso de lamer desde la base hasta introducírselo. Así estamos durante 20 minutos. Luego se derrama saliva en el valle de sus tetas y me realiza una deliciosa cubana con sus tetas o rusas como le conozcan esto con el hábito aun puesto pero que se le facilitaba porque no le gusta usar sujetador y esta acción siempre me pone mucho y me lleva al borde del clímax rápido y le digo ya voy a eyacular entonces cambia de posición y me realiza ya más excitada una garganta profunda y eyaculo en el fondo de su garganta porque a ella le gustaba sentir el semen en esa zona.
Terminado de darme un delicioso sexo oral se me acuesta en sima de mi cuerpo y nos empezamos a besar y en eso le digo.
Andrés: Llegaste antes son las 11: 55 pm.
Hermana Isabella: Si, es que fue la hora perfecta para poder fugarme y como sabía que dormirías quise llegar antes para despertarte de esta manera.
Andrés: Que bella te amo.
Hermana Isabella: Yo más, hablo conmigo la Hermana Cristina que voy contigo a una gira de evangelización a Tabasco que emoción.
Andrés: Si que emoción vamos a llevar el evangelio a lugares complicados.
Hermana Isabella: Si y también a hacer el amor como conejitos sin ataduras.
Andrés: Somos de dios y vamos a ir a evangelizar y no a pecar jajaja
Hermana Isabella: Tontito jaja bueno realizare mi rito de la redención muchas veces jaja.
En eso son las 12 de la media noche y me da el feliz cumpleaños y nos damos un hermoso beso cargado de erotismo y la voy desnudando de a pocos hasta que solo queda con sus pantis le chupo su vagina por encima de la tela del panti para irla calentado de a pocos y con mi boca lo voy retirando del lugar para dejando libre de todo manjar que esta consagrado a la castidad pero que ha roto esa fidelidad para expresar nuestro amor.
Ya estando ambos completamente desnudos en la casa cural al lado del templo, lugar de veneración, le rindo veneración a esta hermosa vagina que solo ha sido usurpada por mí y también le ofrezco sacrificio dándole caricias con mi lengua y mis dedos, chupándole desde el ano y bordeándole primero por el labio mayor izquierdo hasta llegar al capullo del clítoris y haciendo el mismo proceso por el labio mayor derecho, introduzco en ese proceso un dedo en su conducto vaginal y así acariciando sus paredes vaginales, primero un dedo y luego dos y por ultimo tres dedos que es el máximo que ella aguanta, cuando llego al tercer sigo chupando ahora su clítoris y ella arqueando su espalda y gimiendo con fuerza ya que a este punto de tanto placer llega a su primer orgasmo.
Después de el orgasmo violento que tuvo me puse en posición de misionero la penetré primero despacito sintiendo centímetro a centímetro de su húmeda, calentita y aterciopelada vagina. Sintiendo la hermosa presión que sus paredes vaginales me daban a mi pene, dándonos así besos llenos de amor y en eso la Hermanita Isabella me dice quiero que me des duro ya vendrá el momento de que trates con ternura esta noche.
Con esta petición le empiezo a dar duro pero gradualmente, al punto que la cama empieza a chillar de lo duro que le daba (cabe resaltar que es una cama de hierro y lo que chillaba es la fricción en el piso) duramos casi 10 minutos en esta intensidad y tuvo nuevamente otro orgasmo parecido a un escuirt. Cambia de posición y ahora ella me monta, pero se me queda viendo y lleva un ritmo lento lo cual no entiendo ya que a la hermanita siempre le gusta llevarlo rápido y hasta que suenen cada sentón.
Andrés: Que sucede, te hice daño hoy te di más duro que otras veces.
Hermana Isabella: No, nada al contrario hoy lo disfruté más y lo sentí más rico.
Andrés: Entonces…
Se acuesta sobre mi sin sacársela y me da un beso lleno de erotismo.
Hermana Isabella: Te amo feliz cumpleaños, te voy a dar tu regalo de cumpleaños…
Andrés: Yo pensé que este era mi regalo de cumpleaños una velada super deliciosa.
Hermana Isabella: No, hoy te quiero regalar mi última virginidad…
Andrés: ¿Cómo así?
Hermana Isabella: Si mi virginidad anal, hoy va a ser tuya y la vamos a disfrutar ambos, tu siempre has sido muy lindo conmigo desde que llegaste y si no fuera por mi consagración religiosa a dios en obediencia y castidad, me casaría contigo. Pero mejor ser una infiel del señor contigo y poder amarnos. Así que ese es tu verdadero regalo de hoy disfrútalo y regálame muchos orgasmos.
Entonces después de esa conversación me empieza otra ves a montar duro y con movimientos rápidos como ha sido siempre la costumbre hasta llegar ella a un nuevo orgasmo y yo a eyacular en su interior.
Cambiamos de posición a la de perrito para probar mi regalo de cumpleaños, pero caigo en la cuenta que es un túnel virgen y le digo…
Andrés: Hermanita, no tenemos lubricante.
Hermana Isabella: La bolsa de mi hábito hay un lubricante usa ese.
Andrés: Voy… ¿De dónde conseguiste este lubricante?
Hermana Isabella: Me lo robe de la tienda jaja
Andrés: Pecadora te voy a castigar duro hoy.
Hermana Isabella: Que rico igual después hare el ritual de la redención.
Ya teniendo en mis manos el lubricante procedo a estimular el ano, primero dándole círculos con los dedos, y luego usando los jugos vaginales de la Hermanita Isabella para ir lubricando de a pocos, también empiezo a chupar desde la vagina hasta el ano y penetrando el ano con mi lengua, y siento un sabor como a fresa demostrando que venia preparada para este instante.
Luego de chupar y lubricar la zona le meto primero un dedo y la hermanita pega un brinco y sigo chupando la zona y sigo así hasta introducir 3 dedos, cuando tengo los 3 dedos dentro de su ano mi pene ya estaba como un fierro nuevamente, y en esa posición le vuelvo a penetrar la vagina mientras la sigo penetrando con mis dedos el ano, haciendo una doble penetración.
Luego de un rato de tenerla bien estimulada y ella gimiendo de la excitación le saco los dedos del ano y el pene de la vagina, dirijo mi pene a la entrada de su santuario inmaculado virginal y la sujeto de sus caderas y le digo amor estas segura, a lo que me respondió que si que ya no quiere ser inmaculada sino que enculada.
Dicho esto, le empiezo a hacer fuerza en su ano con mi pene para empezar la exploración del tunes inmaculado que solo el espíritu paráclito conocía y daba fe de su virginidad, entrando así mi glande y ella pegando el primer grito, me detengo para que se acostumbre luego de unos minutos besando sus hombros empujo con fuerza y le entra la mitad de mi pene, pega un grito combinado con dolor y placer, nuevamente espero un ratito para que se acostumbre es mi segunda parada donde ofrezco un ave maría por desflorar un túnel inmaculado y al terminarlo la saco un poco y con más fuerza la introduzco hasta el fondo y mis testículos chocan contra su vagina.
La hermana Isabella con lagrimas y resoplando me pide después de un rato que después de que termine de recitar el gloria la siga perforando y así fue apenas dijo amen, le empecé a sacar y a meter primero despacio y cuando ya no habían gritos si no que solo santos gemidos fui subiendo la intensidad al punto que la agarré del velo para tener mejor agarre y morbo, así estuvimos durante 1 hora en la que ella tuvo 2 orgasmos anales bien fuertes yo aun no eyaculaba, por lo que la saque de su ano porque ya lo tenia irritado y le empecé a dar con fuerza en su vagina tuvo un ultimo orgasmo y yo le eyacule en toda su espalda. No se quiso limpiar a esto ya eran las 3 am de la madrugada ella debía volver al convento cuanto antes, realizo el ritual de la redención y no sin antes darnos muchos besos se retiro al convento, cabe resaltar que yo esa noche seguí durmiendo en la casa cural.
Luego les contare como incluimos una monaguilla traviesa a nuestras aventuras.
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