La nueva alumna

Relato sobre mi primer encuentro sexual con una menor. Si gusta contare mas.

Me llamo miguel y tengo 46 años, esto que voy a contar ocurrio cuando tenía 34. Por aquel entonces era profesor de biologia en un instituto de secundaria.

Conoci a mi mujer en la facultad  hace ya mas de 20 años, estaba bastante buena en aquel entonces, pero como a todas los años afectan.

Era lunes, entre en clase y empeze a pasar lista. Mientras lo hacia una alumna a la que no habia visto nunca levanto la mano.

– Perdone soy nueva, acabo de llegar a la ciudad

– ¿Como te llamas?—pregunte

– Marta—respondio

– Muy bien Marta, bienvenida a clase

La verdad es que para tener 13 años estaba bastante buena. Su piel era muy blanca y tenia el pelo de color negro. Su cuerpo era delgadito y no mediria mas de 1,50. Llevaba una falda corta de color rojo. Sus piernas eran una preciosidad, tan blancas y lisas que daban ganas de tocarlas.

Miguel intento pensar en otra cosa y abrio el libro de biologia. Hoy tocaba explicar la reprodución. Mientras explicaba marta levanto la mano.

– Profesor dicen que la primera vez que se tiene sexo duele ¿es verdad?

– Marta unicamente me corresponde esplicarte la teoría, ese tema deberias tratarlo con tus padres.

Ella se puso muy roja y hay acabo la conversacion.

Al finalizar la clase Marta se quedo la última. Ella se acerco con su faldita blanca y se sento en una silla enfrente de mi. Estaba realmente buena la niña.

-Profesor, quiero ser directa se que solo tengo 13 años y que podria meterle en un lio, pero quiero que me ayude a dejar de ser virgen

– Por quien me has tomado, eres una niña, deberias irte

– He visto como me mirabas las piernas, puedes tocarlas si quieres.

Deberia haberla hechado, pero me pudieron las ganas. Toque su rodilla y empeze a subir por el muslo, era tan suave que enseguida se me puso dura. Le cogi la falda de un extremo y se la levante para poder ver todo el muslo.

Llevaba unas bragas de color rosa, empece a subir con intencion de llegar ahí, pero ella empezo a respirar fuerte y a temblar.

-¿Estas bien?—Le pregunte

– Si, pero estoy muy nerviosa. Quiero hacerlo, pero despacio

– De acuerdo, espera que voy a cerrar la puerta.

Me levante y cerre la puerta. Cuando volvi ella noto que llevaba la polla dura

– Puedo tocarla si quieres—me dijo

Me sente y me baje los pantalones. Mi polla estaba a punto de reventar. Ella la agarro con su mano suave y pequeña y empezo a masturbarme. Enseguida empeze a segregar semen, su mano se llenaba de el y se ponia pegagosa. Esa niña era una preciosidad tenia que decirle que parara o me correria antes de tocarla.

– Para un momento Marta

– ¿No lo hago bien?

– Lo haces muy bien pero no quiero correrme todavia. ¿Sigues nerviosa?

– Un poco la verdad

– ¿Alguna vez te has masturbado?

– Si

– ¿Como lo haces? ¿Frotas o te metes los dedos?

– Solo froto, una vez intente meterme los dedos pero me duele.

– Sube encima de la mesa y abre las piernas marta

Ella lo hizo y subi sus manos por sus piernas hasta llegar a sus bragas, volvio a temblar pero esta vez no pare. Le baje las bragas del todo y le subi la falda.

Su coño era una preciosidad, los labios vaginales eran una linea fina de color rosado y apenas tenia pelos, algo normal si tenemos en cuenta que tenia 13 años. Pase mi dedo por su coño, estaba caliente y no dejaba de temblar.

– Solo voy a frotarte tranquila

– Puedes probar a meter un dedo si quieres.

Llevaba la polla durisima, no sabia si podria aguantar las ganas de follarla. Empeze a meterle el dedo. Ella empezo a quejarse y me agarro la mano

– Me duele, mejor para y lo dejamos para otro día.

No le hice caso y le meti el dedo entero, ella se levanto de la mesa y se aparto.

– Te he dicho que me dolia, ya no quiero hacerlo

Por un momento pense en dejarla irse pero tenia la polla demasiado dura, asi que la agarre por el brazo y la empuje contra el suelo.

– Por favor para, no quiero hacerlo—me dijo

No pude contenerme, le agarre los brazos en el suelo, pero tenia las piernas cerradas asi que la solte para abrirselas. Ella habia empezado a llorar y no paraba de moverse.

Una vez tenia las piernas abiertas empuje fuerte mi polla contra su coño, pero estaba muy preto y la polla paso de largo. Era imposible follarsela si no paraba de moverse.

Le meti dos buenas ostias en la cara y se quedo atontada.

– Marta si no te estas quieta te volvere a pegar y sera peor

Seguia llorando pero se quedo quieta, volvie a abrirle las piernas y coloque el capullo de mi polla en su vagina.

Empeze despacio pero seguia estando muy preto. Decidi que la unica forma era una buena embestida. La agarre y empuje con todas mis fuerzas. Mi polla logro entrar hasta la mitad y ella enseguida empezo a chichar y a pegarme, no dejaba de decir que parara que le dolia. Le di una buena embestida y mi polla acabo entera dentro de Marta.

Lo que senti fue maravilloso, su coño era una delicia estaba tan preto que el roce era increible. Sus piernas blancas y suaves y mi polla entrando y saliendo, nunca olvidare esa imagen.

Apenas dure un minuto pero fue de lo mejor, estaba muy cachondo y ella no paraba de pegarme.

Al acabar se quedo tumbada en el suelo sangrando y lloriqueando. La ayude a vestirse y le dije que todos dirian que era una puta si contaba lo que habia pasado.

Ella no dijo nada y se fue.

Esa fue la primera vez que me folle a una menor de edad, pero vendrian muchas mas.