La parapléjica de chat 1ra parte
Hola a todos esto es algo que me paso años atrás, actualmente tengo 46 años, 1.85, tez blanca, 100 Kg., ojos verdes..
La parapléjica del chat
Como todos me preguntan si tengo más relatos los vuelvo a re subir con mi actual Nick para que les sea más fácil buscarlos
Hola a todos esto es algo que me paso años atrás, actualmente tengo 46 años, 1.85, tez blanca, 100 Kg., ojos verdes.
Esto paso hace varios años atrás, allá en el 2005. Una de las tantas noches que me quedaba boludeando en los chats encontré una mujer que despotricaba contra todos los hombres. Que ya no existen los hombres, que son todos iguales, y no recuerdo que otras cosas decía. Como no me considero uno más del montón pedí un privado con ella.
– Yo hola como estas?
– ¡Ella, otro más!!!!!
– ¿Yo veo que arrancamos mal, mi nombre es Pablo, porque tanto enojo?
– ¡Ella es que son todos iguales, no quedan caballeros!!!!
– Yo es muy común en los chats, pero no todos somos iguales
No quiero ahondarme mucho en esa charla dado que no tiene mucha importancia realmente, la cosa es que como no tenía ni mail ni MSN me paso su Tel. y yo el mío. Como siempre estaba sin crédito entonces me llamo ella a mi casa. Seguimos con la charla que no existen hombres, que son todos iguales, que los machos se extinguieron, etc.
Ahí toco mi amor propio, le dije que solo se había topado con la persona equivocada, que no me conocía a mí y por eso opinaba de esa manera, que yo sabía tratar a una mujer y no recuerdo que otras boludeses dije.
La cosa es que la cuestión le empezó a gustar. Preguntaba qué cosas me gustaba de una mujer, y de ahí derechito a hablar de sexo, que posiciones me gustaban, que cosas me gustaba hacer. En teoría tenía 45 años y era virgen obviamente no le creí (después confirmé lo que pensaba), esa misma noche terminamos teniendo algo así como sexo virtual, no me gustaba y no me gusta, pero bue fingí un ratito.
Pregunto si me molestaba la di de edad yo tenía en ese entonces 29 años, le dije que no que me gustaban las mujeres maduras (todavía me gustan) y por tal motivo me metía en las salas de 30 a 40 y 40 a 50 a buscas maduritas.
Seguimos charlando y me confeso que era parapléjica de nacimiento, que si eso me molestaba o incomodaba era el momento de dejar la charla ahí, respondí que eso no implica nada que no me molestaba en absoluto y se puso contenta.
Pasaron varias noches de charlar telefónicas en las cuales teníamos sexo telefónico fingido de mi parte jejeje, y ella disfrutaba muchísimo.
Entonces ella me invita a su casa el fin de semana siguiente, cabe destacar que para todo esto que no teníamos ni idea de cómo éramos salvo descripciones que muchas veces se mienten. En uno de los tantos juegos le dije que el día que vaya a verla apenas abría la puerta le comía la boca, la llevaba a la cama y que íbamos a tener sexo toda la noche, ella respondía que cuando la viera no me iba a animar porque no me iba a gustar y que se yo.
Esa semana me preparé para tener todo el fin de libre así poder ir tranquilo a verla, estaba más caliente que una pipa no me importaba si era linda, fea, alta, baja, como dice el dicho “todo bicho que camina, va a parar al asador”, con esa mentalidad fui a verla.
Ella vivía en Palermo, en un edificio bastante coqueto, toque el portero me dijo que subiera. Llegué a la puerta y ahí estaba ella esperándome en la silla de ruedas, no era linda pero tampoco fea, tetas chiquitas, de mediana estatura pude ver y aparentaba tener un lindo culito. Me hace pasar la saludo con un beso en la mejilla y me dice.
– ella eso no fue lo que acordamos
– yo es que no quería darte el beso sin que antes me vieras vos a mí también y saber si te gustaba
– ella sos muy lindo, ahora dame ese beso y llévame directo a la cama
Fantástico pensé yo, nada de andar con vueltas boludas, empecé a besarla la tome en brazos y la lleve a la cama, le saque la camisa que traía puesta y me dijo:
– ella hácheme una lipo en las tetas chúpalas hasta que se gasten, que se pongan rojas que me duelan.
Quien era yo para no cumplir con semejante pedido, comencé a chupetear, estirar o como dijo hacerle una lipo. La verdad estaban riquísimas no puedo negarlo, mientras le mandaba mano en la chuchi como ella le llamaba, estaba como desesperada.
– ella cuanto hace que nadie me tiene así, por favor, por fin un macho con todas las letras.
Esas palabras cada ves me calentaban mas, seguí masajeando las tetitas mientras iba bajando a los besos por todo su cuerpito hasta encontrarme con su monte de Venus.
– Yo te voy a chupar la chuchi hasta dejarte seca, empecé a chuparle los labios, aletearle el clítoris mientras veía como se le ponían los ojos en blanco de la calentura. Ella me agarraba la cabeza y me presionaba con fuerza para que no dejara de hacer mi trabajo.
Perdí la cuenta de las veces que acabo esa mujer en mi boca, era increíble como chorreaba, hasta que dijo para por favor que me desmayo, ahora me toca a mi.
Me saque el pantalón lo mas rápido que pude, nos acomodamos para que ella quedara de costado y se podía tocar, (cama de una plaza y ella parapléjica, todo un tema para movernos) se metió mi verga en la boca y empezó a chupar, si bien no era una experta y que con uno de sus dientes me raspaba el glande con el paso de los minutos fue aprendiendo.
Le pregunte como sabia tanto si era virgen en teoría, me confeso que me dijo eso para ver si me calentaba desvirgar a alguien mas grande. Que si bien no era virgen hacia fácil 3 o 4 años que no tenia una buena verga, por su discapacidad se le hacia difícil atraer a machos que cuando se enteraban desaparecían. Todo esto mientras me la chupaba, pasaba la lengua por el tronco, me chupaba las bolas. Estuvimos, así como 20 minutos cuando sentí que estaba por acabar se lo dije.
– yo para que si no te acabo en la boca
– ella nooooooo, ahora me la vas a meter hasta el fondo de una y sin contemplaciones, quiero toda tu lechita dentro mío
Puse unas almohadas debajo de ella para tenerla más a mi altura
– yo ahí te va mamita, vas a ver que si quedan machos en el mundo
Se la mande a guardar de una hasta las bolas y a serruchar desesperado.
– ella si papito, partime la Chuchi en cuatro, que rico cuanto hace que no tenía una verga como la tuya (tampoco es la gran cosa 16×5, para que mentir, igual nunca tuve quejas), que rica que esta, quiero que me cojas toda la vida
– yo toma verga putita linda, esto es lo que querías? ¡Ahora ruégame o te la saco!!!!!!!
– Ella no por favor, no seas malo, no me la saques la quiero toda adentro, por favor hace tanto que no me cogían que me había olvidado lo rico que es, así papi mas, mas ,mas, siiiiiiiiiiiiiiiii toda adentro por favor
– Yo, si mamita ahí te va toda, te vas a arrepentir de decir que no hay machos, acá tenes uno que te va a dejar todos los agujeros abiertos y después te voy a romper ese rico culito que tenes
– ella no el culito no mi vida, lo tengo virgen enserio, me va a doler mucho
– yo tranquila, que te lo voy a hacer despacio, pero de acá no me voy sin romperte el invicto de ese culito
– ella está bien, pero ponerme crema fíjate en el cajón de la mesita de luz
Saqué la crema, se puso de boca abajo con las mismas almohadas le abrí los cantos le puse un poco en el culo y lo empecé a masajear, de a poquito le fui metiendo un dedo y se quejaba que le dolía
– yo cállate putita vos querías verga, ahora te voy a dar verga
– ella si papi, pero despacio, quiero que gocemos los dos
Cuando entro el primer dedo el segundo fue más fácil, cuanto ya tenía el tercero adentro mi calentura pudo más. Saque los dedos apoye la cabeza y empuje costaba que entrara lo tenía muy apretado a pesar de que le metí tres dedos, le tape la boca por los gritos que daba de dolor sino iba a despertar a todos los vecinos del edificio. Seguí empujando hasta que entro la cabeza.
– yo ya está mami entro la cabeza lo demás va a ser más fácil
– ella por favor sácala, me estas matando, me partís
– yo no putita, todo tiene su precio, vos querías verga ahora aguántate,
Con todas mis fuerzas empuje y se la mande a guardar de una, la verdad estaba en el colmo de la calentura que ni me importo, espere unos minutos hasta que se acostumbrara a tenerla adentro mientras le masajeaba las tetitas, la chuchi, le daba besitos en el cuello para que se relaje.
– yo viste mami que no era para tanto, y empecé a bombear.
Los primeros quejidos eran de dolor hasta que le entro a gustar y pedir más
– ella si papi cuanto tiempo perdido, nunca imagine que se sintiera así dame más, pero quiero que me acabes en la chuchi, no te preocupes que no puedo tener hijos.
Seguí bombeando un par de veces más y cuando sentí que me venía la saque se la puse en la conchita, y la inundé de leche.
Realmente quedamos rendidos, demás está decir que cogimos toda la noche, sin demasiadas poses raras dada su incapacidad. Nunca vi acabar tantas veces a una mujer, quizás era por la calentura acumulada de los años sin sexo.
Como esta noche repetimos dos más, después nos distanciamos por motivos que contare en otros relatos, si este les gusta. Espero sus comentarios
Aclaración: no me vengan con cosas raras, esto es un relato erótico de algo que me pasó y no un libro de Jorge Luis Borges, entonces no me vengan con cosas raras como le falta argumento y otras tonterías que leí en comentarios de otros relatos.
Si me quieren escribir, @eltecnico en telegram, [email protected].
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