La pequeña hija de mi novia es adicta al sexo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Llamaré a la hija de mi novia por su segundo nombre, Mishel.
Ella es delgadita, para sus trece años no había casi desarrollado casi nada, pues casi no tenía caderas, senos pequeñitos y con poca colita, pero era muy promiscua, yo por error me metí a una carpeta que ella protegía en la compu y pude ver que tenía descargados varios videos de sexo explícito y de sitios para adultos en internet.
Eso explicaba muchas cosas, como por ejemplo, cuando yo veía tv en la sala, ella se tiraba al suelo enfrente de mi a hacer sus tareas, levantaba las piernas y yo podía verle su braguitas y como se metían entre sus nalguitas blancas.
Cuando me bañaba, dentro de mi recamara, yo la encontré espíandome, queriendome ver desnudo.
También en ocasiones andaba en ropa interior dentro de la casa y pasaba frente a mi, argumentando que había mucho calor y asi podía enumerar varias cosas que Mishelita hacía.
Obviamente cuando no estaba su mamá presente sucedían casi todo lo que he comentado.
Para su cumpleaños catorce, le regalé un iPod, que era lo que más quería en ese momento, se le di llegando a la casa, ella se emocionó la pequeña, que se lanzó encima de mi y me buscó la boca, sentí sus labios y su pequeñita y delgada lengua querer entrar en mi boca, yo, que también he sido cachondo a morir, respondi y se volvió un beso de pareja de novios, con saliva y lengua.
Me senté en un sofá y seguimos dándole gusto al placer, mis manos se metieron debajo de su falda del colegio y acaricie sus duritas nalgas, mi verga rápidamente se puso dura y parada y la pequeña Mishel todavía movía su pelvis como si ya fuera una mujer, no me da verguenza decir que eyaculé bastante líquido preseminal.
Nos enredamos como diez o quince minutos interminables, yo metí mi mano en su diminuta braguita y por atras toqué sus labios vaginales, y me di cuenta que estaban húmedos.
Un ruido, nos puso en alerta, era mi novia, la mamá de MIshel entrando el auto en el garage, nos soltamos y cada quien compuso su ropa, en mi caso me fui al baño para que no me viera con una terrible erección.
Ese día no pasó a más, pero era un aviso claro de que lo pasaría tarde o temprano.
El fin de semana.
Veiamos televisión los tres metidos en la cama, nos gustaba ver peliculas de terror o suspenso.
Y Mishel estaba entre su mamá y yo.
En cualquier escena de miedo, la pequeña me abrazaba y en ocasiones su mano la colocaba en mi paquete, que poco a poco se fue estimulando, mi novia no podía ver eso pues todos estabamos bajo las sabanas.
Y que la pequeña se escondiera en escenas asi era lo común, asi que no habían sospechas.
Terminó la pelicula y la pequeña MIshel le pidió a su mamá si se podía quedar a dormir esa noche con nosotros, total al otro día era domingo y no quería dormir sola, tenía miedo.
-Eso te pasa por andar viendo peliculas de miedo- le regañó su mamá.
Total que ella se quedó durmiendo con nosotros, la cama es tamaño king y hay suficiente lugar.
Todos empezamos a dormitar o dormir.
No se a que horas, pero sentí algo en mi paquete, me lo acariciaban, pensé que era un sueño húmedo, pero desperté y vi un pequeño bulto debajo de las sabanas, era Mishelita.
Me había sacado medio pene por el boxer y lo acariciaba con sus pequeñas manos.
Vi a mi lado y aún en la penumbra vi a mi novia que hasta roncaba.
Decidí no hacer nada y dejar que ella experimentara, además me daba tremendo placer.
Yo solo podía ver el bulto de su cabeza debajo de la sabana y tomandola y empujándola con una de mis manos le fui acercando la cabeza hasta mi pene que ya estaba parado y duro.
Ella entendió muy bien el mensaje y fui sintiendo sus labios y su lengua en mi miembro viril.
Ohhh que rico, pensaba yo cuando su pequeña lengua recorría lo largo de mi erección.
La felación de la pequeña duró unos veinte minutos ininterrumpidos.
Ella la metí en su boquita, chupaba y luego volvía a lamerlo.
Lo repetía y repetía, me tenía cerca del limite.
En eso cuando lo metió en su boca por enésima vez, le puse la mano sobre la cabeza para impedir que la sacara rápido.
Luego comencé a mover mi pene lento para que no moviera la cama.
Lo hice como un minuto y solté un chorro de leche caliente.
Pensé que ella trataría de zafar mi verga de su boca, pero no lo hizo, terminé de eyacular con varios latigazos de leche, y ella los recibió todos dentro de su boca.
Por supuesto que yo no pude ver nada, pero lo sentí como si lo hubiera visto.
Luego hubo calma, ella fue colocándose en su lugar, saliendo de por debajo de la sabana, estaba sudada.
Luego se abrazó a mi y se quedó dormida.
Los días pasaron y yo no volví a ver a Mishelita como una pequeña inocente, intocable, ahora quería tener más cosas con ella.
Una noche, no había podido estar a solas con la pequeña, asi que dije que no hicieran cena, que iríamos a comprar comida rápida, le dije a Mishel que fuera conmigo mientras su mamá se quedaba poniendo la mesa.
La llevé, pero me metí en un callejón oscuro, luego le dije a Mishelita que quería estar un rato con ella, se puso muy contenta y nos pusimos a besarnos como aquella vez.
Lengua y saliva pasaban de mi boca a su boca y viceversa, me puso muy caliente y sacando mi verga de mi pantalón le dije que quería que me la chupara como la otra noche, ella no dudo y se metió entre mis piernas y comenzó a mamar muy rico, me hizo acabar en pocos minutos, debido a que yo estaba demasiado caliente.
Otra vez se tomó la mayor parte de mi venida.
Luego fuimos a comprar la comida.
La pequeña también me ponía duro a cada momento.
Ahora cuando veía tv, se acostaba igual frente a mi y se levantaba la falda y me mostraba que no tenía bragas, me mostraba sus nalguitas y su rajita, yo me sobaba la verga debajo del pantalón y me ponía duro.
Ella se reía.
O cuando estaba sentada de frente a mi, y su mamá no estaba presente, se abría de piernas y me mostraba su rajita y su corta pelambre.
Mishelita, una noche, estando acostado en mi cama, me envío una foto por el whatsapp, era foto de su rajita y uno de sus dedos encima, se estaba masturbando y decía -quiero que me des el beso de las buenas noches-.
Entonces le inventé a mi novia, que estaba despierta, que iría a tomar un vaso de agua y a hacer una llamada del trabajo, ella estaba viendo tv.
Me fui directo a la recamara de Mishelita, ella solo tenía prendida la luz de su lámpara de noche, me subí a la cama, quité la sabana que la cubría y sin decir nada abrí sus piernas, tal como pensé, no tenía puesta ropa interior, su rajita estaba alli lista para recibirme, comencé a chuparle su tierna rajita, ella a los pocos segundos comenzó a gemir suavemente, yo metía mi lengua entre sus labios vaginales, se la pasaba por el clitoris, luego bajaba buscando el orificio de su vagina y luego bajaba más hasta el ojete de su culito el cual chupaba como si fuera un dulce de leche, la pequeña se movía y se quejaba, hasta que la hice correrse, me jaló los cabellos y creo que se quedó con un puñado de ellos.
Luego de lograr que corriera, me fui de su habitación, llegué a la cocina y el agua fría no me la tomé, me la tuve que echar en la verga, para que se bajara de lo empalada que estaba.
El sexo oral se convirtió como nuestra primera opción.
Ella me lo daba y yo se lo daba.
Tenía miedo de cogerla, pero ya deseaba hacerlo.
Los dos estábamos obsesionados.
Ella me mandaba fotos de su tetitas, de sus nalguitas y de su rajita todos los días, tenía que estar borrando a cada momento, por que aveces mi novia usaba mi teléfono.
Yo le decía del peligro que representaba, pero ella seguía enviándomelas, incluso me pedía que le enviara fotos de mi pene, cosa que no hice nunca.
Y sucedió que la mamá de mi novia, se enfermó, ya estaba muy malita de un cancer que padecía.
Mi novia se fue a verla y no sabía que día regresaría, le pidió a Mishelita que la acompañara, pero ella se negó, dijo que tenía examenes la siguiente semana en el colegio, cosa que después me desmintió.
Asi que nos quedamos solos en la casa, la pequeña Mishelita y yo.
Y sucedió lo que tenía que suceder.
Empezamos viendo tv la primera noche solos, nos besamos viendola.
Luego ella me quitó el boxer, y mamó mi pene, le fui diciendo como quería que me la chupara, le pregunté donde había aprendido, y me dijo que en videos en internet.
Mishelita tenia una boquita pequeña, pero a la medida de mi verga, luego fue mi turno, le quité todita la ropa y la dejé en cueros, la besé en todo el cuerpo, desde la boca, el cuello, me estacioné en sus tetitas y le chupé sus pezones hasta dejarselos colorados, luego bajé por su cintura y su vientre, hasta llegar a su rajita, le puse una almohada abajo para levantarle las nagluitas y que su rajita me quedara a buena altura, le comí literalmente su rajita.
Chupé su diminuto clitoris y sus labios vaginales, la hice gritar de placer a la pequeña hasta que se corrió entre gritos y gemidos.
Saqué un bote de aceite de mi novia, me lo puse en la verga parada que ya tenía y luego en su rajita, le dije que quería por fin cogermela, ella me dijo que ella quería ser mía.
Me puse encima, ella me recibió con sus piernitas muy abiertas, puse el glande de mi verga, en la entrada de su rajita y despacio fui empujandola, oí el grito de Mishelita cuando le rompí su virginidad, no me detuve, seguí metiendo mi verga en ese agujerito tan estrecho, ella siguió gritando y mi verga se fue deslizando por el canalito de su vagina.
Cuando se la tuve casi toda adentro, paré un momento y nos besamos mucho, le dije que ya era mia, ella dijo que me amaba.
Comencé a meter y a sacarsela, lento, ella gemía con cada inserción, en ocasiones yo veía que gemía de dolor y en otras de placer.
Seguí bombeandola, despacio pero cada vez más profundo, ella me comenzó a ensartar sus uñitas en mis brazos y en mis costados.
Luego, se la saqué solo para ponerla en cuatro sobre la cama.
Alli me di cuenta que su rajita tenía un color purpura, era un poco de sangre que emanaba del interior de su rajita.
No me importó, se la volví a meter, despacio, pero sin detenerme hasta que se la metí a la mitad, ella gimió y gimió toda la inserción.
Luego la tome de la cintura y comencé a bombearsela, metía y sacaba, metía cada vez mi pene en su rajita.
Era delgadita su cintura que pensaba que se podía quebrar por la fuerza con la que yo entraba dentro de ella.
Yo también gozaba y la estrechez de su vagina me fue llevando a correrme.
Le pregunté en que día le venía su menstruación, yo manejo muy bien la fechas en que una mujer está ovulando, la pequeña Mishelita me dijo que aún no menstruaba.
Entonces aceleré hasta correrme dentro de su rajita, una gran cantidad de esperma fue a parar dentro de su vagina.
Yo estaba muy sudado.
Descansamos y luego le dije que había visto sangre en su rajita, ella se preocupó, pero le dije que era normal.
La llevé a la ducha y nos duchamos juntos.
Yo le enjaboné su rajita, cosa que le excitó a ella, pues tomó mi pene y comenzó a masturbarme, viendo que mi pene se iba parando, se hincó a chuparla, lo hacía tan bien, que en dos minutos yo la tenia lista para más acción.
No se me ocurrió otra cosa que tomarla en peso y dejarla caer sobre mi verga, la penetré ahora de un solo golpe, el agua y el jabón ayudaron para que mi verga entrara casi toda en su rajita.
Ella me rodeo con sus largas piernas y comenzamos a coger alli parados en la ducha.
La pegué contra la pared y la cogí duro.
Ella gritaba y me arañaba la espalda con sus uñitas.
Asi estuve como diez minutos hasta que la oí correrse de nuevo.
Yo también quería acabar otra vez, asi que le di más duro y en tres minutos más otra gran cantidad se semen salió de mi verga y fue a parar a su vagina.
Llegamos a la cama, todavía nos besamos mucho, desnudos, le chupé sus pezoncitos y nos metimos debajo de las sabanas.
Estabamos agotados los dos, nos dormimos asi desnudos.
A la mañana siguiente, ella me despertó dándome una chupada de verga riquisima, la dejé que experimentara, entonces me besó el estomago, el vientre y llegó hasta mis cojones, los lamió y me hizo gemir de gusto, a quien no le gusta que le chupen los huevos, es una sabrosura.
Luego le dije que se subiera encima de mi, puse su rajita en mi boca y le dije que se sentara encima, le di una chupada de raja y de clitoris que la pequeña casi se desmaya alli encima de mi boca, acabó en mi boca y pude sentir por primera vez sus jugos íntimos desde lo más profundo.
Luego solo la bajé hasta mi verga y ella se sentó encima, yo detuve mi verga para que ella se sentara encima, se la metió todita.
Luego la tomé de sus nalgas y comencé a moverla encima, luego ella lo fue haciendo por su cuenta y me cabalgaba la verga, estuvimos cogiendo una media hora asi.
Hasta que ella y yo llegamos a sendos orgasmos.
Todos los días que no estuvo mi novia, cogimos dos o tres veces al día.
Ella me preguntaba si ya eramos novios o si podiamos ser novios a escondidas de mamá.
Yo le dije que asi iba a hacer, pero era un secreto entre los dos.
Como no podíamos hacerlo en la casa, estando la mamá de Mishelita.
Ella llegaba después del colegio a mi oficina, pues tengo un bufete, y alli sobre el escritorio la cogía o en un sofá que está adentro.
No podía yo dejar de cogerme a Mishelita y ella hacía todo lo posible por excitarme, cuando yo estaba por cortar toda relación con ella, algo hacía ella que me excitaba y terminaba penetrándola hasta agotarme.
Las cosas cuatro años después han cambiado, ahora ella ya tiene 19 años, tiene un cuerpecito fragil pero delicioso, pero ahora tiene novio, yo se que coge con su novio y conmigo; desde hace varios meses, ya no lo hacemos con tanta frecuencia como antes.
Ahora hay semanas de una o dos veces, y en ocasiones hay semanas que no nos acostamos.
El agua regresa a su nivel.
El chico, novio de Mishelita, llevó a sus padres a la casa para formalizar el noviazgo, ahora es oficial.
Todo pasa en la vida.
Sin embargo, después de que los padres de su novio llegaron a pedir permiso para el noviazgo, ella me dijo al oido.
-no te preocupes, seguiré siendo tuya aunque esté casada!-.
Espero que cumpla lo que promete.
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