LA PEQUEÑA SOPHIE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sebasstian28.
Mis abuelos habían regresado de Estados Unidos y estando yo en la ciudad de Guadalajara-MEX nos reunimos para irnos a un rancho en Nayarit. Yo tenía 13 años en ese verano y había conocido a Felipe, un chavo como de 16 o 17 años que vivía solo con su papá a las orillas del rancho en una casa muy lejana y con muchos árboles. Tomé una bicicleta para ir a pasear buscando a Gabo pero no estaba por lo que me fui a pasear a la orilla del rancho y ahí me topé a Felipe quien iba en su caballo. Me invitó a su casa y me dijo que su papá no estaba por lo que al llegar sacó unas revistas pornos que tenía su papá y nos pusimos a verlas. Era muy emocionante ver todas las fotos y Felipe comenzó a hablarme de sexo.
-¿Tú ya se la has metido a una morra?- me dijo Felipe.
-Ahora que estuve en Guadalajara lo hice con una amiga de mi tía- le dije.
(pueden leer mi relato a mis 13 con Ofelia)
Y así estuvimos platicando tantas cosas que nos pusimos bien calientes.
-¿Quieres coger?- Me dijo Felipe.
Le dije que traía demasiadas ganas, a esa edad uno quiere andar metiendo la verga en todos lados. Entonces me comentó que tenía una primita y que podíamos cogérnosla si íbamos a las calles y no parar hasta encontrarla. Me prestó un caballo que tenía y nos fuimos muy apresurados, después de casi una hora encontramos a Sophie. La mamá de Felipe y los padres de Sophie murieron en un accidente y ella quedó en casa de su abuelita. Sophie era una niña muy flaquita porque casi no comía, rubia pero con la piel muy quemada por el sol. Se la pasaba todo el día de vaga en la calle porque no le gustaba estar encerrada en la casa de su abuela. Siempre hablaba con malas palabras y era un poco salvaje, igual porque casi no tenía educación ni quien la cuidara. Felipe le dijo que “prima vamos a jugar a la casa, ya sabes a que nomas no le digas a nadie” y así la subió al caballo y nos regresamos a su casa. Cuando salimos del rancho en el camino solitario rumbo a la casa Felipe le dijo a Sophie que la iba a poner a mamarle la verga y que se la iba a meter por los dos hoyitos, Sophie le respondía con malas palabras pero no se negaba a nada. A mí se me había parado la verga tan solo de ver que Felipe y ella iban muy pegados en el caballo, me imaginaba rosándole la verga y metiendo la mano debajo de su vestido. Cuando llegamos a la casa de Felipe nos quedamos cerca de un tejaban (algo así como un granero) mientras el amarraba los caballos yo no paraba de admirar a Sophie, tenía ganas de desvestirla y meterle toda la verga, estaba muy erecto y excitado y ella estaba parada cerca de unos costales de pastura para los caballos y llegó Felipe.
-¿Prima quieres que te meta la verga?- le dijoe Felipe
-¡Métemela! ¿o eres puto? ¿y tu amigo a que viene? Pa’ que chingados lo traes- dijo Sophie
-Él también te la va a meter prima-
-Hey cabrón ¿me al quieres meter? Pero ¿Qué me vas a dar si me dejo?-
Al oírla hablar tan fácil de sexo y siendo una niña de apenas 6 años me puse nervioso. No podía creer que una niña hablara así y menos que quisiera tener sexo con alguien que ni conocía, sin embargo mi verga estaba muy dura y con ganas de entrar en la puchita o culito de Sophie, me preocupaba que me dijera que qué era lo que le iba a dar y a la vez que llegara el papá de Felipe, cuando él me notó preocupado se acercó y me dijo
-No pasa nada Sebas, tranquilo, que mi primita está chiquita pero sabe bien hacer sus jales-
No me podía estar tan tranquilo y comencé a hacerle muchas preguntas. Felipe me dijo que su papá no llegaba hasta ya muy noche y de seguro ebrio y que con Sophie no había problema porque él se la cogía desde que tenía 4 años y que le encantaba que le dieran, que con comprarle algunos dulces ella aceptaba todo y no decía nada. Me puse más tranquilo con todo lo que me dijo.
-Sophie levántate el vestido y enséñanos la puchita- dijo Felipe
-¿Qué me van a dar cabrones?- nos preguntó Sophie
-Unos vergazos cabrona ¡levántate el vestido!- lo dijo Felipe riéndose
-Entonces no me dejo hacer nada- dijo Sophie muy enojada
-¿Qué te gustaría Sophie?- le pregunté
-Me gustan los dulces y las hamburguesas y las cocas (soda/refresco)-
-Yo he traído muchos chocolates pero no sé dónde venden hamburguesas aquí en el rancho- le dije
-Ya ves prima, si te portas bien te compramos muchas cosas- dijo Felipe
Entonces la agarró de la cintura y la subió a un par de costales y le dijo que nos enseñara la puchita. Felipe estaba sobándose su verga y Sophie, nada tímida, se levantó el vestido sucio que traía, tenía unos calzones todos rotos y por un hueco se le alcanzaba a ver su puchita. Se agachó y se bajó sus calzones, se puso de pie y se levantó el vestido. Era muy blanca de arriba de las rodillas, los pies los tenía quemados por el sol pero su puchita era totalmente rosita, tenía los labios muy gorditos y a pesar de estar flaquita tenía una panzita un poco abultada.
-Ábrete la panocha prima-
Y Sophie con una mano sostenía su vestido y con la otra se abría sus labios vaginales, Felipe se acercó y le quitó el vestido, lo puso arriba de un costal y en otro la acostó y la abrió de piernas, comenzó a hacerle sexo oral y Sophie se retorcía de placer, le abría los labios y le metía la lengua, yo me fui acercando para ver bien todo, los ojos de Sophie se tornaban blancos y ella apretaba de la cabeza a Felipe para que se le acercara más, se le veía muy rico su puchita toda húmeda y rosita , sus labios gorditos como los de todas las niñas, esa vaginita abultadita , sus labios interiores que casi no se le notaban y ese pequeño pero rico clítoris. Felipe le metió un dedo y Sophie gemía de placer, después le metió dos y cuando le sacó los dedos se veía su hoyito bien abierto.
-Ahora te toca a ti- me dijo Felipe
-¿A dónde vas?- le pregunté
-Voy por las revistas y a ver si no ha regresado mi apa pero tú gózala-
Apenas se había ido Felipe y comencé a explorar el cuerpecito de Sophie, tenerla ahí acostada y desnuda era inevitable no tocarla, con esa carita de deseo que tenía y las piernas bien abiertas, me agaché para olerle su puchita y empecé a mamásrsela tal como me había dicho Ofelia (la amiga de mi tía), le mordí un poco los labios y le frotaba muy duro su clítoris.
-¿Me la vas a meter?- me preguntó Sophie
-Si me deja Felipe sí- le contesté
-Pero él no me manda, si me la metes ¿qué me vas a dar?-
-¿Quieres que te la meta?-
-¿Qué me vas a dar?-
-Ya te dije que lo que quieras-
-Está rica la Sophie verdad Sebas- dijo Felipe cuando llegó
-Dice qué si se la voy a meter-
-Primero se la voy a meter yo y después tú-
Me hice a un lado y Felipe se bajó el pantalón, traía toda la verga dura y ya bien lubricada, sacó un frasco pequeño con vaselina y le untó en la vagina de Sophie, luego escupió sobre su glande y se la empezó a meter a Sophie. Los labios de Sophie se abrían y se veían más gordos pero sólo le entraba la cabeza de la verga de Felipe, era imposible metérsela más y hasta parecía que la vaginita expulsaba el glande de Felipe pues a cada rato se le salía. De pronto agarró más vaselina y se la untó en el culo
-Ahora sí cabroncita te la voy a dejar caer toda como te gusta-
-Métemela Lipe, toda- decía Sophie
Así sin dedearla mucho fue metiendo lento su enorme verga Felipe dentro de el culito chiquito de Sophie, ella pujaba muy rico y agarraba parte de la verga, la tenía muy peluda y Felipe era moreno por lo que se veía aún más blanca Sophie, yo ya no aguantaba más las ganas, Felipe bombeaba duro a Sophie y ella gemía de placer, luego se la sacó de el culito y se la metió en su puchita y apenas le alcanzó a bombear un poco y dejó caer chorros y chorros de semen dentro de Sophie. Sólo el glande estaba adentro y escurria el semen dentro de ella hacia afuera
-Ahora sigues tú Sebas te la dejé bien lubricadita- me dijo Felipe –mira como está- me dijo mientras le habría los labios y chorreaba semen.
No dude en seguir y me bajé el short, mi verga botó de inmediato la traía muy dura
-Esa está más grande que la de Lipe- dijo Sophie
– Te va a gustar mucho Sophie además ya te dejaron abiertita será más fácil-
-Si bien que el encanta que se la metan ya dale Sebas- dijo Felipe
Escupí sobre mi verga y después la frote sobre los labios de Sophie que estaban llenos de semen, su monte de vens se veía inchadito y abultado, bajé un poco mi glande y comencé a meterle mi verga, se sentía muy resbaloso con los mecos de Felipe, la cabeza entraba y de inmediato se salía, sentía como topaba mi verga en ella y fui abriéndola más. ¡Por Dios! No podía creer que estuviera entrando en una puchita tan apretadita. Felipe le abría los pies mientras yo sostenía mi verga con una mano y con el dedo d ela otra le frotaba su pequeño clítoris. Luego se la metí por el culito ahí si entraba mucho más, Sophie estaba llena de placer y no paraba de gemir. Se la saqué y me senté, luego la tome y me la fui sentando en mi verga, su espalda con mi pecho, la agarré de su pecho que tenía apenas unos pezoncitos y Felipe agarraba mi verga mientras que Sophie se abria para sentarse poco a poco sobre mi verga, sus piernas abierta squedaban colgando mientras que yo del pecho y abrazándola por detrás la iba haciendo bajar más y más. Así hasta que casi le meto media verga, le besaba el cuello y ella decía que sentía cosquillas, luego la empecé a besar en la boca y sin parar de bombear hasta que por fin pude sentir como desde mi interior iban saliendo los chorros de semen a toda velocidad y cayendo dentro de Sophie para luego salir chorreando por mi verga.
Felipe estaba caliente de nuevo que se masturbaba mientras veía, cuando quedé totalmente vaceado y agotado bajé a Sophie y de inmediato la tomó de un brazo Felipe y la incó y le dijo que abriera su boca, Sophie ni lo dudo y de nuevo Felipe le echó chorros de semen pero ahora en su boca y parte de la cara. Los tres quedamos cansados y nos fuimos a bañar a un pequeño estanque cerca de la casa de Felipe para más tarde regresarnos al rancho y cumplir lo que le prometimos a Sophie. Sophie esa niña tan linda y complaciente que era mi motivo desde ahora para no querer que terminaran las vacaciones de verano y para querer volver el siguiente año.
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