La perra de mi Amo II parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por amaia.
Aquel piso estaba frio, mi cuerpo desnudo se sentía entumecido, no se cuantas horas habían pasado cuando abrí los ojos después de aquel primer encuentro con mi Amo, me di cuenta que ya no estaba amarrada, él había soltado el collar, sin embargo permanecía acostada en el piso, al lado de aquella columna, me intente incorporar pero aun estaba algo desorientada, así que me senté de nuevo en el piso, desde allí veía que mi Amo dormía placenteramente en la cama.
Mis tripas que sonaban, me recordaron que tenia muchas horas sin comer, y quizás por eso era el mareo, intente ubicarme en el tiempo, estaba todo oscuro, quizás a punto de amanecer, me apoye en mis rodillas y tambaleándome como borracha me puse de pie¸ pude contemplar a mi Amo, ver su rostro tranquilo, aquel hombre guapo, porque definitivamente es muy guapo, con su pecho desnudo, estaba muy bien físicamente, quizás con ropa no se notaba tanto, pero desnudo, su cuerpo era realmente bello, tenia una sonrisa dibujada en su rostro varonil, tal vez estaba recordándolo todo.
Pensé en comer algo, pero recordé que en ese momento era su esclava 24/7 y si el no me lo autorizaba, no podía hacer nada así que me volví a sentar junto a la columna, intentando abrazar mi cuerpo con mis brazos, tenia frio, hambre y necesitaba ir al baño, pero quería ser fiel a mi Amo, quería que el sintiera su poder en mi, así que no pretendía hacer nada.
Por suerte el debió sentirme, por que pasaron pocos minutos, y despertó, clavaba su mirada en mi, yo temblaba, no se si por el frio, o esa sensación que me producían sus ojos clavados en mi, hizo una seña para que lo acompañara en la cama, yo ni lo pensé, me acerque y deje que me abrazara con dulzura, mi Amo siempre había sido muy dulce conmigo debo admitir, preocupado por mis cosas, por mi salud así que no me extraño su actitud, beso mi cuello, mi espalda, cada una de las marcas que había dejado la cera caliente en mi cuerpo, y las pinzas también, me pregunto si quería comer, y si deseaba bañarme que lo hiciera, que tenia que descansar por que aun faltaban dos días, y me quería fuerte para soportar lo que venia.
Así lo hice, me di un baño, y prepare algo de comer para los dos, empezaba a aclarar comimos los dos en la pequeña mesa de la cabaña, el en bóxer y yo desnuda, haciendo caso a sus exigencias, conversamos de nosotros y me dijo que pretendía borrar todos los limites, y que lo que venia era volcar todas mis inseguridades y revertirlas, que era un trabajo psicológico que el pensaba realizar conmigo, convertirme en una mujer fuerte pero siempre a sus pies.
Me aconsejo dormir un poco, y que lo hiciera en la cama me dio una pastilla y yo la vi con cara de susto .- “¿No confías en tu Amo?”.- ha decir verdad aunque confiaba en el, seguía siendo un desconocido, era primera vez que lo veía, no sabia su nombre real, ni nada de el, estaba en otro país, y nadie sabia a ciencia cierta donde me encontraba, todo eso lo había pensado, pero la adrenalina de ser suya borraban esos miedos, tome la pastilla, y me pidió que me durmiera.
Pasaron horas, o así lo sentí , cuando desperté tenia de nuevo el collar de perro que me había colocado el día anterior, tenia también unas pulseras en mis muñecas, y unas tobilleras, todas tenían argollas que pronto descubrí para que eran, él estaba desnudo con su pene muy erecto, había preparado todo para mi segunda sesión, se acercó a mi y coloco la correa en el collar, me dijo : “ ahora si sabrás lo que es bueno Perra, pero primero debes estar limpia para mi, por dentro y por fuera, no quiero llenarme de tu mierda”.- tiro de la correa fuerte, tanto que me caí de la cama, me hizo ponerme a cuatro patas y así ir hasta la mesa del comedor, allí estaba una bolsa con unas mangueras, yo sabia lo que me venia y eso me excitaba mucho, introdujo su dedo en mi ano, y me lo hizo chupar cuando lo saco, luego metió la cánula, sin importar la resistencia que encontró, me dolió un poco pero quería demostrarle que podía resistir así que ahogue mis quejidos.
Al abrir la llave sentí como el agua iba llenando mis entrañas, esta sensación era nueva para mi, sin embargo era tan excitante, había visto en videos como lo hacían, y sabia lo que venia después, mi vagina estaba chorreando, mientras mis tripas se seguían llenando, veía como se inflaba mi estomago, Él tiro la cánula de un solo golpe, y me advirtió que tenia que apretar muy bien mi culo, porque si algo se escaba lo tendría que limpiar con mi boca, eso no me causo mucha gracia, los primeros minutos se me hizo relativamente fácil, pero a medida que pasaba el tiempo mi estomago se estremecía , y las ganas de ir al baño eran incontenibles, sudaba, y mis piernas temblaban, a todas estas yo seguía en cuatro patas en la mesa, me dijo cuenta hasta cien y puedes ir al baño, yo empecé a contar muy rápido, pero cuando iba por cincuenta, me dijo: “mejor me haces acabar y puedes ir al baño” con una mueca que me derretía.
Me baje como pude de la mesa, y empecé a mamar su verga como si la vida se me fuera en ello, por suerte para mi, a el lo había excitado tanto todo el proceso que no duro ni tres minutos, me trague toda su leche y me fui a descargar en el baño, no lo podía creer, aquel hombre hacia lo que le daba la gana conmigo, y yo estaba agradecida por eso, me dijo que me diera una ducha y me lavara muy bien todo, quería poder saborear mi cuerpo de perra, me volvió a colocar las muñequeras y tobilleras y me amarro a la cama.
Saco del bolso que traía un plug anal, de esos que son transparentes, hizo que lo chupara, no cabía en mi boca me puso boca abajo, mi ano estaba adolorido de todo lo que había pasado el pobre desde el día anterior, pero sé que a él no le importaría mucho, lo único que le dije es que me dejara gritar, cosa que a él le pareció maravillosa : “Puedes gritar lo que quieras putita mi”, así boca abajo empezó a introducir de nuevo sus dedos, pero mi ano estaba seco, así que lo escupió, metía uno, y luego otro cuando tenia tres dentro de mi ya yo deseaba su puño completo, yo pedía mas, y el empezó a desesperarse, metia sus dedos como loco, de una mano, de la otra hasta que comenzó a forzar su puño en mi culo, y esto aunque me dolía me gustaba tanto que no podía dejar de gritar, ya yo estaba a punto de acabar cuando el saco el puño e introdujo el plug de un solo golpe, lo que desencadeno un fuerte dolor y mis gritos se convirtieron en gritos de dolor, era insoportable, sentía como mi ano se desgarraba, latía, eran muchas mis lagrimas y podía escuchar su jadeo, el estaba disfrutando mi dolor.
Yo me retorcía de dolor, sin embargo aquel juguete me hizo acabar de una manera descomunal, había líquidos por todas partes, y mi Amo exprimía su pija descargando toda su leche en mis nalgas, en un segundo saco el plug de mi culo y beso mi cuello dejando que su peso descansara sobre mi cuerpo…
Continuara…
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