La pervertida maestra Maribel (Parte 3)
Finalmente, Maribel da rienda suelta y disfruta a plenitud con su pequeño alumno.
La siguiente es una historia de ficción basada en personajes reales.
La maestra Maribel comenzó a chupar la pequeña verga de su alumno Manuelito de seis años todos los días en la escuela, escabulléndose en el baño de maestras o en la enfermería, ya casi llegaba a su final el curso escolar y las vacaciones de verano comenzarían. Maribel disfrutaba cada día la travesura que hacia con su alumnito, pero chupar su verguita ya no era suficiente.
El ultimo día de clases, después de haberle chupado la verguita a Manuelito en el baño de maestras, ya en el salón de clases mientras la maestra Maribel estaba sentada en su silla junto al escritorio, contemplaba a Manuelito como trabajaba en su lugar, pensando en que necesitaba algo más, pensaba en la manera de poder entregarse totalmente a su lujuria por el pequeño y poseerlo por completo. Repentinamente tuvo una buena idea, comenzó a planearlo todo en su cabeza y diseño un plan, mismo que pondría en marcha ese mismo día.
A la hora de salida de la escuela, todos los días, la mamá de Manuelito lo iba a recoger, la señora Diana. Uno a uno los padres de los pequeños llegaban a recoger a sus hijos a la puerta del salón, así que cuando Diana llego por Manuelito, la maestra Maribel parada en la puerta del salón llamo al niño.
Maribel: Manuelito, mi amor, ya llego tu mami por ti…
El niño se levanto de su lugar y se dirigió a la puerta, entonces Maribel le dijo a su mama
Maribel: Hola señora, ¿Cómo ha estado?
Diana: Muy bien maestra, gracias.
Maribel: Me da mucho gusto, ya van de vacaciones los niños espero que las disfruten
Diana: Si maestra gracias, le agradezco porque fue una excelente maestra, Manuelito habla mucho de usted.
Maribel: ¿Ah sí?, ¿y qué le dice de mí?
Diana: Pues todos los días, nos cuenta a mi a su papá que es muy buena con ellos, que los quiere mucho y les tiene mucha paciencia para enseñarles, que sus clases son muy divertidas. Esta muy contento en que usted haya sido su maestra, y su papá y yo también, notamos que aprendió mucho.
Maribel: Me da gusto, pues yo hago mi trabajo con mucho amor, me encanta enseñarles a los niños y en especial a Manuelito, es muy lindo e inteligente. Y a propósito, hay algo que le quería comentar y ver si fuera posible.
Diana: Dígame maestra.
Maribel: Manuelito, fue mi mejor alumno este año, y me gustaría hacerle una pequeña celebración, no sé, si sería posible que me lo prestaran este fin de semana, el sábado por la tarde, me gustaría hacerle una comida especial en mi casa, el se lo merece y bueno, espero que sea posible.
Diana, escucho la propuesta de la maestra Maribel, a ella la maestra le parecía una persona muy dulce y buena con los niños, no vio nada de malo en su petición, por el contrario, le pareció un gesto muy amable de parte de la maestra que quisiera celebrarle a su hijo.
Diana: Ay maestra muchas gracias, no hay necesidad, no quisiera que Manuelito diera molestias.
Maribel: No, no, para nada señora, no sería ninguna molestia, es algo que yo quiero hacer por Manuelito, se lo merece.
Diana: Pues en ese caso, me parecer muy bien, dígame como le haríamos.
Maribel: Mire le doy mi dirección, y que le parece si lleva a Manuelito a mi casa a las 2 de la tarde, le haría una comida especial, y veríamos una película y haríamos algunos juegos, podría pasar por el a las 7 de la noche.
Diana: Ok maestra, me parece muy bien…
Diana y Manuelito se despidieron de la maestra Maribel, quien se quedó maravillada de que su plan estuviera marchando bien, emocionada y excitada.
Y así, el día llego, el sábado, Maribel se preparaba en su casa para recibir a su pequeño invitado, por su puesto que preparo una comida especial, se arreglo y se puso bella, como si de una cita con un galán se tratara, sin verse demasiado sexy, se miraba linda y radiante, con un vestido rosa claro, ligeramente escotado que dejaba ver un poco su preciosas y redondas chichotas, unas zapatillas blancas, se recogió el cabello y se hizo una cola de caballo, ligeramente maquillada y perfumada, en fin, se miraba muy rica pero linda.
Maribel ya tenia todo listo y a las dos de la tarde en punto, sonó el timbre de su departamento, emocionada fue a la puerta y al abrirla, allí estaba Manuelito, acompañado por sus padres.
Maribel: Hola señores, buenas tardes.
Los padres de Manuelito la saludaron y conversaron por unos minutos, Maribel les ofreció pasar a su departamento, pero ellos no quisieron.
Padre: Gracias maestra, pero mi esposa y yo vamos a provechar que Manuelito se va a quedar un rato con usted y tenemos planeado ir a comer y a pasear.
Maribel: Bueno, pues en ese caso no les quito mas su tiempo, me imagino que de vez en cuando necesitan un tiempo para ustedes, así que vayan y disfruten su tiempo a solas, que yo aquí cuido muy bien de Manuelito y celebro con el que haya sido mi mejor alumno este año.
Los padres de Manuelito se despidieron del niño y de la maestra y se retiraron, Maribel cerro la puerta y miro al pequeño niño, sus padres lo habían arreglado y se miraba muy guapo. Maribel se arrodillo y quedo a la altura del pequeño niño y muy feliz y sonriente lo miro.
Maribel: Hola mi amor, me da mucho gusto que estes aquí.
Manuelito: Hola maestra, si, a mí también, dicen mis papis que vamos a celebrar porque fui su mejor alumno.
Maribel: Así es mi amor, así es, vamos a celebrar y nos la vamos a pasar muy pero muy bien esta tarde tú y yo, así que no hay tiempo que perder, te prepare una comida muy especial.
Manuelito: ¡Si maestra yupi!
Maribel: Poniéndose de pie, le dijo al pequeño niño, adelante mi amor pasa, siéntete como en tu casa, mira aquí vivo, ¿te gusta?
Manuelito: Si maestra esta muy bonita su casa, ¿vive sola?
Maribel: Si mi amor, vivo sola.
Maribel llevo al niño a la sala de su departamento y se sentaron en el sofá, platicaron por un rato, Maribel le conto al niño que era soltera y algunos detalles de su vida mientras el pequeño hacia preguntas y escuchaba atento. Después de un rato.
Maribel: ¿Te gustaría comer ya mi amor?
Manuelito: Si maestra.
Maribel: en ese caso vamos…
El niño se levanto del sofá y se dirigió a la mesa del comedor a un lado de la sala, porque vio que ya estaba puesta la mesa, cuando Maribel se levantó también del sofá, camino hasta un lado del pequeño niño.
Maribel: No mi amor, aquí no vamos a comer, bueno, si, pero mas tarde, ahorita vamos a comer en mi cuarto, y es una comida muy especial que estoy segura que te va a encantar, ven acompáñame.
El pequeño niño, dijo que estaba bien, y acompaño a la maestra Maribel hasta su habitación, una vez que se encontraban allí.
Maribel: Ven mi amor, acuéstate en la cama.
Manuelito se subió a la cama y se acostó dejando recargada su cabecita en una de las almohadas, de inmediato Maribel se subió también y se acostó junto a él, a su derecha. Entonces Maribel acerco su cara a la del niño, muy muy cerca, y con su mano derecha comenzó a acariciar el pechito del niño, empezó a darle besito muy tierno en la mejilla y el niño se dejaba y sonreía.
Maribel: Manuelito, mi amor, has sido muy buen niño, no solamente en mis clases, también cuando me has dejado chuparte tu pene, y por eso te merecer un gran premio.
Manuelito: Si, maestra, ¿cuál es ese premio?
Maribel: Dime, has guardado nuestro secreto, ¿no le has dicho a nadie que te chupo el pene?
Manuelito: Si maestra, lo he guardado, no se lo he dicho a nadie porque usted dijo que tendríamos problemas y yo no quiero que tengamos problemas y quiero que me siga chupando el pene, ¿me lo va a chupar hoy?
Maribel: Así es mi amor, te voy a chipar el pene, pero no solo eso, vamos a hacer otras cositas ricas que estoy segura que te van a encantar.
Manuelito: ¿Qué cosas, maestra?
Maribel: Vamos a hacer el amor…
Manuelito: ¿Hacer el amor?, ¿Qué es eso?
Maribel: Es algo que un hombre y una mujer hacen cuando se quieren mucho, tú me quieres y yo te quiero, así que esta bien que hagamos el amor, tus papis también lo hacen, cuando me contaste que has visto a tu mami chupándole el pene a tu papi, eso es parte de hacer el amor, seguramente eso tu ya no lo has visto, pero cuando tus papis están solos en su cuarto deben de hacer el amor.
Manuelito: ¿Y como se hace el amor, maestra?
Maribel: Bueno, pues esa va a ser mi lección final del curso mi amor, las clases ya acabaron y no estamos en la escuela, pero esta lección es muy especial, y no te la podía dar en la escuela, por eso le pedí a tus papis que te trajeran a mi casa, aquí te puedo dar la lección de como hacer el amor con confianza, pero debes prometer que no le dirás a nadie, absolutamente a nadie. ¿me los prometes?
Manuelito: Si maestra se lo prometo.
Maribel: Bueno mi vida, en ese caso te voy a dar esta lección, te voy a enseñar a hacer el amor, tu solo relájate y deja que yo te enseñe.
Manuelito: Esta bien maestra.
Maribel: Para empezar a hacer el amor, primero nos vamos a besar y acariciar nuestros cuerpos, tu puedes tocarme todo lo que quieras y en donde quieras y yo te puedo tocar a ti también, ¿estas listo mi amor?
Manuelito le dijo a Maribel que estaba listo, así que, la degenerada maestra comenzó a darle besitos por toda su cara al niño hasta que empezó a besar lentamente su boquita, dándole piquitos, haciendo que el niño entrara en confianza, mientras lo hacía, Maribel acariciaba con su mano derecha el pechito del pequeño Manuelito y poco a poco iba bajando mas su mano hasta que llego a su penecito y empezó a acariciarlo por encima de su pantaloncito. El niño demostraba estar disfrutando de aquello, no tardo mucho para que empezara a corresponderle los besitos en la boca a la maestra. Maribel tómalas manitas del niño las llevo a sus hermosos y voluptuosos pechos.
Maribel: Recuerda que puedes tocarme donde quieras y como quieras mi amor.
Si maestra, respondió el niño con una voz relajada, se escuchaba excitado. Y así, poco a poco Manuelito fue entrando en confianza y a los pocos minutos ya estaba tocando el cuerpo de la maestra, por lo menos hasta donde sus pequeños brazos se lo permitían.
Maribel: Mmm, que rico mi amor, ¿te gusta tocarme?, ¿te gusta que te bese?
Manuelito: sssi, sssi maestra, que rico, que bonito cuerpo tiene.
Entonces Maribel comenzó a besar con más pasión al niño, al principio Manuelito no sabia como corresponder, pero Maribel, siendo una gran maestra, poco a poco le fue mostrando al niño como besar, con sus movimientos que el pequeño niño fue imitando, no paso mucho para que Maribel y el niño estuvieran ya besándose con pasión, Maribel metía su lengua en la boquita del niño y jugueteaba con la de él. El néctar de Maribel salía a chorros de su chocha, los dos gemían y jadeaban con placer y lujuria.
Maribel: Muy bien mi cielo, aprendes rápido, por eso eres mi alumno favorito y por eso te mereces este premio, ahora.
Manuelito: Si maestra, usted es la mejor maestra.
Maribel: Bueno mi vida, ahora vamos a seguir haciendo el amor, para poder hacer bien el amor, necesitamos quitarnos la ropa, el amor se hace desnudos, ¿me dejas quitarte la ropa?
Manuelito: Esta bien maestra sí.
Entonces Maribel se le acomodo sobre la cama de tal forma que pudiera maniobrar y una a una fue sacándole las prendas al niño arrojándolas al piso. Finalmente, Manuelito, estaba completamente desnudito acostadito en la cama, al ver su tierno cuerpecito desnudo, Maribel se estremeció, la lujuria la recorría de los pies a la cabeza. Sin poder controlarse y sin decir más, Maribel se arrojó sobre el niño, comenzó a besarle el cuello mientras le acariciaba el pecho, poco a poco comenzó a bajar, besándole el pechito mientras miraba la expresión de placer en la carita del niño que gemía y entre cerraba los ojitos. Maribel siguió bajando hasta llegar a la cintura de Manuelito, hasta tener justo frente a su cara esa pequeña verguita bien dura, Maribel la tomo entre sus manos y la acaricio, y la beso un poco.
Maribel: Me encantas mi vida, que lindo eres, ¿te esta gustando hacer el amor?
Manuelito: Siii, sii maestra mucho.
Maribel: Bueno ahora me toca a mí, ¿quieres verme sin ropa?
Manuelito: Si maestra, si quiero
Maribel se levantó quedando de pie sobre la cama, con el niño desnudo acostadito frente a ella, mientras lo miraba con una sonrisa lujuriosa, se quito el vestido, el niño la miraba fijamente con una mezcla de ternura y lujuria indescriptible en su mirada. Finalmente, Maribel se despojó de su ropa interior, al quitarse el panty pudo sentir como esta estaba bañada de sus jugos íntimos. Ya completamente desnuda, Maribel miraba al niño sonriendo, lujuriosa y sumamente excitada.
Maribel: Mira mi amor, estoy desnuda, ¿te gusta lo que ves?, ¿te gusta mi cuerpo desnudo?
Manuelito: Mucho, maestra, tiene un cuerpo muy bonito.
Maribel: Mmm, gracia bebé
En seguida, Maribel se recostó nuevamente junto al niño, y mientras lo acariciaba y le besaba las mejillas le susurro.
Maribel: Mi amor, te voy a chupar el pene, pero ya te lo he chupado muchas veces antes, ahora yo quiero que tu me hagas algo parecido a mí
Manuelito: ¿Qué quiere que le haga maestra?
Maribel: Yo no tengo pene, pero tengo vagina, ya sabes que eso es diferente entre hombres y mujeres, y a las mujeres nos gusta que los hombres nos chupen la vagina, seguramente tu papi, le chupa su vagina a tu mami, quiero que tu me chupes mi vagina muy rico, te va a gustar. ¿me la chupas mi amor?
Manuelito: Esta bien maestra, si le quiero chupar su vagina.
Entonces Maribel se sentó en la orilla de la cama y le pidió al niño se bajara y se colocara frente a ella, Maribel abrió las piernas dejando al pequeño niño mirar su chocha, una hermosa chocha a medio depilar, con pelitos sobre la raja y el resto peloncito.
Maribel: Mira mi vagina mi amor, ¿te gusta?
Manuelito: Si maestra, es bonita.
Maribel se acaricio la chocha con la palma de su mano, y después lamio con su lengua su propio néctar frente al niño.
Maribel: Esta mojadita, cuando las mujeres hacemos el amor nos emocionamos y esa emoción hace que nos salga juguito de la vagina, pero sabe muy rico, ¿lo quieres probar?
Manuelito: Si, si quiero maestra.
Maribel: Pues ven bebé, chúpame muy rico la vagina, estas es la comida muy especial que te prepare…
Increíblemente, el pequeño niño, se había puesto lujurioso, a su corta edad su instinto sexual se había empezado a despertar gracias a su pervertida maestra. Así, que sin pensarlo ni dudarlo, se arrodillo en medio de las hermosas piernas de su maestra, acerco su carita al húmedo y chocho, y siguiendo dejándose llevar por su instinto, comenzó a lamer, con cada lamida podía saborear el delicioso néctar de Maribel, de inmediato encontró muy agradable el sabor y el olor. Las lamidas con su pequeña lengua del niño comenzaron a hacer que Maribel se estremeciera como nunca antes lo había hecho, varios hombres maduros habían tenido el placer de disfrutar de ese rico chocho, pero el niño le estaba provocando algo que jamás había sentido. Maribel comenzó a gemir y jadear como perra en celo, sin control mientras con sus manos empujaba la cabecita de Manuelito contra su sexo.
Marobel: Ayy dios mío, ayyyy que ricoooooo, así mi amor, no pares chúpame, cómeme toda la chocha.
Manuelito: ¿la chocha?
Maribel: Mi vagina mi amor, es lo mismo, cómeme muy rico, lo estas haciendo excelente, me encantas, eres mi favorito…
El pequeño niño, poco a poco comenzó a lamer con mas ganas y fuerza la chocha de Maribel, la lamia, la besaba, recordando que la maestra le había dicho al principio que podía tocarla como y donde quisiera, con sus pequeñas manitas empezó a frotar los labios de la chocha, el néctar que no paraba de brotar y mojaba toda la vulva hizo que sus dedos resbalaran al interior, en ese momento Maribel comenzó a gemir con mas fuerza.
Maribel: Eso mi amor, así, chúpame y méteme tus deditos, me encanta, me haces sentir muy rico.
Manuelito: Mmm, esta muy rica su chocha como le dice maestra, sabe muy rica, me gusta como huele, que rico.
Maribel estaba en éxtasis, tiraba su cabeza hacia atrás y ponía sus ojos en blanco, no podía creer que un niño tan pequeño le estuviera dando mas placer que un hombre maduro, repentinamente todo el cuerpo de Maribel se estremeció, tenia espasmos y sin poderse contener y dando un tremendo gemido de placer, Maribel se vino, y tuvo una eyaculación femenina, un gran chorro de tibio liquito broto sin control de su chocha y baño toda la carita y el cuerpecito de Manuelito, y sin embargo al niño no le pareció desagradable, por el contrario, le gusto sentir ese jugo en su cara y pudo tragarse un poco. Maribel gemía y jadeaba sin control, no lo podía creer, jamás había tenido una eyaculación, y que ese pequeño niño se la hubiera provocado era increíble para ella.
Cuando empezó a tranquilizarse, Maribel miro con lujuria y felicidad a su pequeño amante.
Maribel: Ay mi amor, ay mi amor, que rico, que ricoooo, mmm, eres increíble, tan pequeño, tan lindo, eres el mejor hombre que he tenido en mi cama.
Manuelito no comprendía porque su maestra le decía eso, pero se sentía orgulloso, sin comprender porque, el saber que la maestra le llamaba el mejor lo ponía feliz.
Maribel: Es mi turno mi amor, ahora yo te voy a chupar la verga.
Manuelito: ¿la verga?
Maribel: tu penecito mi amor, así como chocha es otra palabra para llamar a la vagina, verga es otra palabra para llamar al pene, pero eso queda entre nosotros, nunca los llames así delante de tus papis, ¿ok?
Manuelito: Si maestra, esta bien, si, si quiero que me chupe la verga.
Entonces Maribel cargo al niño y lo acostó sobre la cama, se acomodó como perra enfrente del niño quedando su cara a la altura de su verguita y la comenzó a sobar y acariciar mientras con su cabeza levantada miraba al pequeño.
Maribel: Mi amor, te la voy a chupar, pero lo voy a hacer mucho mas rico de lo que lo hacia en la escuela, aquí, que nadie nos ve pudo hacerlo mejor porque nadie nos va a escuchar y nadie nos va a decir nada, te va a gustar mucho.
Manuelito: Si, si maestra
Y en ese momento, Maribel comenzó a devorar como loca la pequeña verga, la chupaba sin control, la lamia, la es cupial, la bañaba en su tibia saliva, la jalaba con una mezcla de delicadeza, pero lujuria al mismo tiempo. De inmediato Manuelito supo a que se refería su maestra cuando le dijo que seria mas rico que en la escuela, los temblores y grandes jadeos y gemidos de placer, le indicaban a Maribel que el niño estaba disfrutando a tope de esa deliciosa y depravada mamada. A su corta edad, y después de haber recibido ya varias mamadas de su maestra, el pequeño niño se había curtido ya, lo que provocaba la grata sorpresa de Maribel al ver que el niño aguantaba sus tremendas mamadas sin venirse. Maribel, estaba decidida a darle la mejor mamada de su corta vida al niño, aprovechando su aguante, después de unos minutos, le pidió al niño que levantara sus piernitas, el niño las levanto y ya en el aire, Maribel las sujeto con sus manos y levanto un poco la cadera del niño, y así, Maribel empezó a chupar el ano y la verga del niño al mismo tiempo.
Manuelito: Que rico, que rico maestra, si esta mucho mas rico que en la esuela. Ayyyyy
Maribel: Si mi amor, siiii, déjate amar, déjame darte mucho placer, mmmm
Después de un rato, Maribel soltó las piernitas del niño que cayeron sobre la cama, y se concentró en la verguita. Finalmente, y como nunca nates había gemido, Manuelito llego a un increíblemente delicioso orgasmo, sin control su cuerpecito temblaba, jadeaba y gemía con una voz tierna y dulce. Maribel, subió sobre la cama hasta quedar acostada junto al niño y comenzó a besarlo en la boca mientas con su mano derecha seguía jalando suavemente a verguita. Los des se besaban de una manera cariñosa pero lujuriosa, no hubo palabras por un rato, solo un instante de disfrute pleno.
Sorprendida, después de unos minutos, Maribel vio que la erección en la verguita del niño no cedía, porque lo que no perdió ni un minuto mas para continuar.
Maribel: ¿estas cansadito mi amor?
Manuelito: No maestra.
Maribel: ¿entonces quieres seguir aprendiendo a hacer el amor?
Manuelito: Si, si, siiii
Maribel: Muy bien mi amor, es hora de que te cojas a tu maestra.
Manuelito: ¿Qué es eso?
Maribel: Pues ahora, vas meterme tu verga en mi chochita, así como tus deditos cuando me comiste, ahora vas meter tu verguita y te va a gustar mucho.
Manuelito: esta bien maestra entonces me la voy a coger como dice.
Maribel se acomodó en la cama, abrió sus piernas y le pidió al niño que se acomodará entre ellas hincado, Maribel tomo con su mano derecha la verguita de Manuelito y la acomodo en su chocha, con gran facilidad esta se deslizo.
Maribel: Ahora muévete de adelante hacia atrás repetidamente mi amor.
Y el pequeño niño comenzó a embestir a su maestra, una y otra vez metía y sacaba su pequeña verga de esa mojada chocha. A pesar de ser pequeña, a Maribel esa verguita le provocaba un tremendo placer, no producto del tamaño, sino de la imagen de ver a ese pequeño niño penetrándola, le parecía mucho mas placentero que las vergas maduras que la habían penetrado antes. Maribel y el niño geminan, el pequeño miraba como su pene entraba y salía del chocho de su maestra y por momentos cerraba los ojos. Un rato después, Maribel comenzó a hacer el trabajo, acostando al niño sobre la cama y poniéndose encima de el para cabalgarlo. Manuelito disfrutaba de ver a su pervertida maestra cabalgarlo, miraba como mientras se movía sus tremendas chichotas rebotaban.
Maribel: ¿Te gusta cogerme mi amor?
Manuelito: Mucho maestra que rico se siente mi verga dentro de su chocha.
Maribel: Ahora dámela como perrita
Manuelito: ¿Cómo así, como perrita?
Maribel: Mira mi amor…
Maribel se acomodo en cuatro sobre la cama, con su espalda en un perfecto arco y su hermoso culo bien paradito y sus nalgas abiertas.
Maribel: Si me pongo en esta forma, parezco una perrita, pero eso se llama así mi amor, ponte detrás mío.
El niño se puso detrás de la maestra, con su pequeña estatura no necesitaba arrodillarse, ya que de pie su verguita quedaba perfectamente a la altura del culo de Maribel.
Maribel: ¿Puedes ver mi chocha mi vida?, acomoda tu verga en ella y métemela nuevamente.
Ver el rico culo de su maestra le encantaba al niño, quien batallo un poco pero finalmente pudo acomodar su verga en el agujero de Maribel y empezó a penetrarla mientras con sus manitas apretaba sus nalgas. Estando como perra las chichotas de Maribel colgaban y se columpiaban muy rico en el aire. Maribel en éxtasis gemía sin control al igual que Manuelito. Al poco raro nuevamente, Manuelito llego al clímax y con un rico gemido tuvo su orgasmo. Escuchar los gemidos de placer del niño, su tierna y dulce voz, su pequeña verguita dentro de su chocha, hizo que sorprendentemente Maribel llegara ala mismo tiempo que el niño, Maribel tuvo un muy placentero orgasmo que la hizo caer sobre la cama boca abajo. Manuelito se desvaneció sobre ella quedando acostado sobre la espalda de su maestra quien podía sentir como su verguita palpitaba sobre su culo. Así se quedaron por un buen rato, Maribel se sentía en el paraíso y se sentía la maestra mas degenerada del mundo, acababa de tener sexo con ese pequeño niño de seis añitos.
Maribel entro en razón, y miro al reloj sobre el cajón junto a su cama, y pensó que era hora de terminar esa rica sesión de sexo. Entonces le pidió a Manuelito que se levantaran de la cama, el niño se paro aun lado de la cama y Maribel se arrodillo frente a él, le dio unos besitos en la boca.
Maribel: ¿te gusto hacer el amor?
Manuelito: Si maestra mucho, fue muy muy rico.
Maribel: A mi también mi amor, me encantó enseñarte, recuerda que es nuestro secreto. Ahora tenemos que arreglarnos antes de que lleguen tus papis, todavía tenemos mucho tiempo, pero es mejor estar listos.
Maribel visto al niño y luego se vistió ella, se volvió a arreglar y al final parecía que allí no había pasado nada. Y así, el resto del tiempo lo aprovecharon para ahora si comer normalmente y platicar hasta la llegada de los padres del niño.
Maribel: Recuerda amor, cuando tus papis te pregunten que hicimos, ¿Qué les vas a decir?
Manuelito: Les voy a decir que vimos películas, que jugamos a los vaqueros y que comimos y que me conto un cuento.
Maribel: ¿Y les vas a decir que me cogiste y te enseñe a hacer el amor?
Manuelito: Noooo, no, ese es nuestro secreto.
Maribel: Muy bien mi amor…
Maribel miro sonriendo al niño y le dio un beso en la boca, en ese momento sonó el timbre, Maribel soltó al niño, y le dijo que sus papis habían llegado por él. Al abrir la puerta saludo a los señores.
Maribel: Holaaaa!
Diana: Hola maestra ya vinimos por Manuelito
Maribel: Si, ya los estábamos esperando, nos la pasamos muy bien, ¿verdad mi amor?
Manuelito: Si maestra.
Padre: Le agradecemos mucho esta bonita atención que tuvo con nuestro hijo maestra, sin duda es una excelente profesora y persona, se ve que le gusta mucho su trabajo y quiere mucho a sus alumnos.
Maribel: Ay, pues muchas gracias señor, si los niños son mi vida, los adoro y en especial a Manuelito, es el mejor alumno que he tenido.
Diana: Maestra abusando de su confianza, ahorita veníamos platicando mi esposo y yo sobre lo que vamos a hacer con Manuelito en las vacaciones, el niño ya no va a tener clases por dos meses hasta en próximo curso, pero su papá y yo vamos a seguir trabajando, así que le queríamos proponer si podría darle algún curso de verano a nuestro hijo, claro que le pagaríamos.
En ese momento una gran sonrisa se pintó en el rostro de Maribel y del niño.
Maribel: Por su puesto, yo no tengo ningún plan para las vacaciones, por mi encantada…
Y así, los padres y Maribel se pusieron de acuerdo en llevar al niño tres veces por semana a su casa para que lo cuidara y le diera algunos cursos de verano, cursos que la depravada maestra ya tenia bien planeados…
Me encanto, no se si aquí termina, en todo caso seria bueno saber como sigue la vida de la maestra después de todo esto. Felicidades por la historia
Muy genial tu relato. si te interesa intercambiar contenido puedes escribirme
Muy buen relato, me encanto la perspectiva desde la mujer pervertida, muy bueno
Aplauso no, ovación. Estos relatos son 100% mi fantasia de babosear a un niño y cogérmelo, y mejor aún si le gusto. Maribel es yo, degenerada pero más osada al avanzar.
Me encantaría si pudieras seguir, e ideal si sale una mediana / larga saga.
Hola me encanto los tres relatos aunque los primeros dos se me hizo muy cortos este me encanto porque hicieron mas cosas , veo que los escribistes en el 2023 lastima me hubiera gustado leer mas relatos y ver que paso en las vacaciones pero te digo que es uno de los mejores relatos que he leido felicidades
un ultimo comentario dices que es de la vida real y despues de tantos años aun sigues viendo a tu alumno o lo has hecho con mas alumnos