La posta en la playa y las nenas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por AndresLTU.
En uno de esos días de recorrido nos tocó una de las playas alejadas y asiladas, nos gustó la idea porque así íbamos a poder dormir sin temor a que un jefe nos viera echando una siesta, ya que el servicio no te deja casi descansar.
Y así el camión de la unidad nos dejó cerca en la carretera y teníamos que caminar par de KM.
Luego de caminar escogimos el punto de posta y nos dirigimos hacia allá.
Y entre los matorrales de costa vimos un auto, el cual nos sorprendió y decidimos ir, pero en silencio, sabíamos que allí iban parejas a coger porque esa playa estaba bien aislada y con la idea de masturbarnos con aquello seguimos acercándonos.
Y para sorpresa nuestra no era lo que imaginábamos, era mucho mejor.
Un hombre de unos 30 y tantos años con dos nenas bien peques, (Las edades no se divulgaran).
Una mayor blanquita delgadita, de pelo castaño, unos labios rosaditos, pezones aun en desarrollo y una vaginita donde ya comenzaban a florecer algunos pelitos negros.
La menor aún más bajita sin senos ni pelitos en su vagina, más delgadita que la hermana, y de pelo rubio.
El hombre como ya dije de unos 30 y tanto años, blanco, de contextura normal, cuerpo definido, de un metro y 77cm.
Y una pija de unos 17 a 18cm larga y de punta bien fina.
Como dije antes cuando llegamos ya tenía a la mayor con su verga atravesándola y la nena gozando de lo lindo mientras gemía, mientras que la menor la tenía encima del capo del auto con las piernas abiertas mientras le mamaba su vaginita, nuestra visión era perfecta desde el ángulo en que estábamos, nos sacamos nuestras pijas y comenzamos la masturbación.
En una de los cambios de poses del hombre nos ve y se queda en blanco, yo le hago seña con la mano de que no diga nada y que siga, mientras que mi otra mano seguía jugando con mi verga, y mi hermano estaba deleitado con la suya.
Entonces el hombre no hizo señas de que nos acercáramos.
Guardamos nuestras pijas, para que las niñas no se intimidaran y llegamos.
Él nos las presentó, la mayor era su sobrina y la menor su hija.
Les dimos nombres falsos y que queríamos participar.
El hombre nos dijo que sí que a las nenas les iba a encantar.
Y nos dio la menor, mientras nos decía que su fantasía era ver como se cogían a su nena.
Inmediatamente le abrimos sus piernas y nuestras lenguas a la vez jugaron con su clítoris, mientras la nena se retorcía de placer, entonces mi hermano acerco su pija a la entrada y pidió permiso al papá y él dijo que sí, ya ella está preparada y acostumbrada.
Y mi herma bombeo su pija de 18cm hacia dentro mientras yo agallado justo al lado miraba como se iba abriendo paso y sus labios vaginales se abrían.
Entonces me pare y le puse mi pija en la boca y ella comenzó a mamar de lo rico, era ya una experta.
Entonces sucede que el hombre se viene y le hecha el semen a la nena en los senitos.
Me dijo que antes de que llegáramos ya hacía tiempo que él la penetraba y que ya estaba con la leche afuera y me dijo que ahora yo jugara con ella.
Entonces fui directo a su vagina y la penetre, una delicia sentir como a esa edad sus paredes de la vagina te aprietan y el calor hace que la verga palpite de alegría.
Entonces mi hermano dice que desea cambiar y nos cambiamos de nenas.
Yo deseaba también cogerme a la nena y pusimos a las bellas de frente y el gusto con el que se besaban muy lésbicas las nenas, al parecer el hombre las había enseñado de lo lindo.
Con la Acción ya había recuperado vigor la verga del Hombre y la acerco a la cara de ambas y ellas comenzaron a pasar la lengua por todo el tronco de la verga, mientras que nosotros estábamos detrás de cada una dándole bien rico.
Ya cuando me quiero venir mi hermano me hace seña de que el también y el hombre ya estaba al punto de botarla y arrodillamos a las nenas frente a nuestras vergas y era la gloria ver como recibían los chorros de semen en sus boquitas y caras.
Nos tendimos en el suelo los 5 agotados donde se había puesto anteriormente por el hombre una manta para no ensuciarse y pude observar como tenían rojitas las vaginitas de las nenas, y ellas encantadas riéndose de lo lindo.
Entonces el hombre dijo que ya era tarde, llevó a las niñas a que al menos se dieran un baño de 5min en el agua, él seco sus cuerpos, se pusieron su ropa y se despidió de nosotros y se fueron en su auto.
Para mi hermano y yo, fue la mejor guardia que se podía tener.
PD: Espero sus comentarios y opiniones.
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