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Heterosexual, Infidelidad

La primera infidelidad de mi esposa

Se alejo de su esposo, no dijo porque, un seductor la atrajo. Que paso al final?.
Para limpiar mi mente y acercar más la solución claro faltan tus palabras pero a falta de ellas, pondré yo las mías, en lo que no sé pero poco sé…

 

Traes condón?, preguntó Yass nerviosa, mientras continuaba masturbando lo

No, así hagamos lo, insistió él, con sus manos buscando quitar la tanga

 

Ella recién casada, él casado pero siempre buscando una presa más para su colección. Se conocieron en el trabajo, una casa de préstamos cerca de la plaza comercial antigua, ella auxiliar de administración, hermosa, alta, delgada, labios carnosos, un cuerpo delicado, sin grandes medidas pero su vestir elegante y sencillo siempre la hace resaltar. Quisquillosa en su trato, de carácter, se nota su sensualidad en cómo se desenvuelve aunque es tímida. Si haces los movimientos correctos, pronuncias las palabras adecuadas, puedes despertar a la ninfa escondida y disfrutar del fuego y placer.

El experto cazador de mujeres, las vuelve tímidas y frágiles. La labia es lo que «seduce», artimañas que usa cada vez que se muestra una grieta, no todas caen y las que caen no es por tontas, sino la forma de envolverlas, de esas pequeñas grietas las hace enormes y debilita a su presa.

Pláticas casuales desde un hola hasta te ves triste, ¿qué te pasa?. No fueron las causas de su infidelidad, la pequeña grieta fue la falta de comunicación de ella con él. No había problemas en el sexo o intimidad, pero ella no se sentia aun comoda y agusto en su nueva vida de casada. Le causaba insomnio, malestares, no estaba a gusto que un hombre la viera todas las noches mientras se ponía el pijama o en las mañanas después de bañarse. Extrañaba su casa pero aun cuando le decía a su esposo y este trataba de animarla, de que es solo una fase el inicio del matrimonio, ella se sentía abandonada, sola, sin comprensión, como si aceptar casarse fuera una mala decisión.

 

Su esposo no era el adonis que deseaba pero cumplía con la mayoría sino que el 99.99% de sus parámetros. Alto, pelirrojo, de manos grandes, inteligente, caballeroso, atento, detallista, buen amante, un hombre antiguo pero con conceptos modernizados. Sus escapadas a los moteles eran agotadoras, tal vez no duraba 30min en la cama entrando y saliendo, pero vaya que tenía imaginación y habilidades.

 

Al no sentirse aún parte de la unión matrimonial, un pensamiento nació…

me casé porque fue mi última oportunidad,

no estoy enamorada.

Me estoy enamorando de otro hombre

me siento atraida por otro hombre

cometí un error al casarme con él

no es lo que esperaba

 

Pero lo principal es la idea de no estar enamorada, eso generó la grieta en la esfera de la relación. Todo pudo pasar por esa pequeña fractura que ella misma generó para respirar, se sintió ahogada en su pensar y su malestar.

 

Este pseudo seductor se dio cuenta de que con el simple hola había generado una grieta, o tal vez no, pero de mínimo vio la oportunidad. Cuando ella le respondió el saludo con un beso, o tal vez solo platico unos segundos del clima o lo pesado que iba el día. Pero solo ese instante él lo vio, lo supo, hizo sentir cosquillas en aquella mujer casada. Yass seguro no se dio cuenta que había caído con un seductor y sus bases se tambalean, por alguien que con un poco más de desenvolvimiento la envolvió en su juego de palabras.

 

Todo fue más sencillo, el esposo de Yass ocupado en el trabajo, tratando de sobresalir, Yass en un trabajo extenuante y aburrido pero esos momentos en los que otro ponía atención en ella se estaban volviendo sus momentos del día. Solo atajo decirle a su marido…

 

– en el trabajo alguien me dijo, «lástima que seas ajena» / «mujer prohibida»

 

Si esposo tratando de no verse celoso ni alterado y controlando su respuesta: mmmmm es algo de lo que deba preocuparme?

Fue la mejor respuesta que pude encontrar, la más madura, creo, con la idea de hacer ver madurez, confianza en ella. Pero ese día no fue la frase «lastima que seas ajena», ya habían pasado días con pláticas, donde cada día Yass dejaba entrar más esa idea de «no estoy enamorada» porque siento esto por otro.

 

Si el día anterior ya no fue el hola con un beso de mejilla,

 

Seductor – hola guapa, qué bien te ves hoy – se acercó a ella de frente y la tomó de la cintura con ambas manos, acercando la cintura de ella a la de él, de frente y ya cerca sin aviso le dio el beso en los labios, un segundo pero ella no se apartó.

Cómo estás hoy? – replicó al separarse

 

Yass – aún nerviosa, sin saber qué había pasado o cómo responder, sintió acelerar su corazón, sus pechos se hincharon, su pensar se nubló el instante que duró el beso y confunde la señal de alerta, de peligro con excitación.

Hola, bien gracias por el cumplido – pero no se aleja y él la sigue teniendo tomada por la cintura, él aprovecha para ir más allá y ver hasta dónde puede llegar. La jala más para él y sus manos bajaron lo suficiente para tocar la parte exterior de las nalgas y saber que vestía tanga y no panty.

Es hora de trabajar – dijo rápido Yass en un intento de aclarar la mente y saber que pasó – es hora ya de estar en el escri… – él se adelantó a su palabra y le dio un beso más en los labios y está vez abrió la boca y metió su lengua en la de ella.

 

Se separó en el instante que sintió la lengua entrar en su boca, sin decir nada dio la vuelta y fue a su lugar de trabajo y él le dijo al vuelo – «lástima que seas ajena». No pudo concentrarse en su trabajo, su mente seguía dando vueltas en “no estoy enamorada”. Siendo que fue un acercamiento ventajoso por el seductor. No tenía idea de que sentir, pero era menos dolor dejarse llevar por el nuevo sentimiento.

 

Ese día, llegando a su departamento y después de escuchar a su marido, sintió el estómago revuelto, no sabía que estaba pasando. Su marido le estaba dando la confianza, no se puso celoso, no se molesto. Todo eso le causó conflicto en su cerebro, no era la reacción que esperaba de su marido. Ella pensó que Yo, le gritaria, me pondría furioso, le pediría salir de trabajar. En la noche con toda esa vorágine de pensamientos encontrados, caóticos, confusos, no estaba bien, estaba nerviosa. debió de confiar en mí, pero la posibilidad de que me enojara le invadió tanto que no pudo pensar con claridad.

 

Su marido, la comenzó a besar en la mano, estando acostados, fue abriendo la blusa blanca hasta que sus brassier se asomo. Se incorporó a lado de ella y la beso lento en los labios, un beso largo (ella recordó inmediatamente el momento «incómodo» de la mañana), aceleró su pulso y abrió su boca para buscar la lengua de su marido. Yass no sabía si su mente le jugaba chueco y estaba saboteandola y sus acciones siguientes eran sus nervios, lo que hubiera querido hacer con él pseudo seductor o su ninfa despierta.

 

Sus manos fueron rápido a las nalgas las apretó y presionó hacia ella, quería sentir el pene de su amante, eso siempre la pone caliente. Cuando sintió la erección en sus piernas no pudo evitar comenzar a lubricar sus labios. La imagen del pene se hizo en su cabeza, cuántas veces ya la había visto de cerca, roja intenso, palpitar y caliente, con el glande grande, que siempre le hace doler y casi un orgasmo cuando la mete entera de golpe. Nerviosa y sin saber que era en su mente, quiso sentir la verga de su amante dentro, lo antes posible. Se incorporó y quitó su blusa de forma torpe pegando a su amante, le quitó la playera y fue a succionar los pezones de él. Con las manos desabrocho el cinturón y abrió el pantalón, sus tetas se hincharon, era necesario que las presionaran, como si su amante le leyera la mente, la recostó y bajando el brassier le beso su pezón derecho, succionando fuerte, sintió que se lo arrancaba, esta muy sensible, se arqueo. Con la mano derecha su marido busco el broche del brasier y por esa vez de forma hábil le quitó el brassier dejando el par de tetas libres, los pezones duros y erectos. Ella se incorporó de rodillas y él sentado, los pezones quedaron a la altura de su boca para que los besara y mordiera a placer. Ella se sentó en la cadera, le urgía sentir de nuevo el pene erecto de su amante, al tener las piernas a lado de la cadera de él, su vagina quedó abierta, antes de estar completamente recargada, ajustó el pene para que quedara en linea y sentir la cabeza con su vagina. El roce del pantalón la estaba masturbando, sentía como se mojaba más y cuando se alineó con las caderas pudo sentir la verga erecta y dura de su marido. Frotó un poco la posición, el clítoris ya se había hinchado, necesitaba desnudarse, perderse en las caricias y besos, le era urgente sentir esa verga dentro suyo.

 

Su tanga ya estaba mojada le era incómodo sentirse así, quería verga, quería sentir ese dolor de la cabeza del pene abrirse dentro de ella. Sin más se puso de pie en la cama y dando la espalda a su amante desabrocho su pantalón, lo bajó con las manos y dando las nalgas a la cara se agachó para dejar a la vista el ano y su vagIna abierta. Sin más bajó la tanga y pidió que pusiera las manos en la pared, puso la lengua en el ano y bajó despacio hacia el clítoris no sin antes pasar por la vagina y meter la lengua lo adentro que pudo . No me puedo contener (su mente quería decir todo lo que deseaba) «metela, metela, cogeme». Se dejó caer de rodillas y se puso en 4, así es como le gusta que se la meta. Así aún con la tanga en los muslos, puse algo de saliva en mi pene, con la mano abierta le doy una nalgada antes de penetrarla, otra más en la otra nalga (escucho su queja por la fuerza) «dolió mmmm, ya metemela». Tomó mi pene y lo frotó contra su abertura como tratando de abrir paso a su túnel pero sin mucho esfuerzo pues estaba tan mojada que entró muy fácil, resbaló despacio, hasta llegar al fondo.

-«aahhh, si,» Yass siente como cada centímetro entró sin conflicto hasta llenar su cuello.

– mmmm «ese ligero dolor que tanto le gustaba sentir

 

Echó para atrás su cuerpo para sentir todo el pene, recargo su cadera en mi cuerpo, está al fondo de lo que alcanzaba. No se movió en unos segundos, lento levantó su cadera y el pene casi quedaba fuera, cuando sintió que todo estaba fuera volvió a bajar la cadera, le sensación de que recorriera toda mi verga con su vagina se sintió como el orgasmo mismo. Le tomé las tetas con ambas manos y me recosté en mi espalda mientras ella seguía dando el ritmo al sacar y meter solo la verga. Pellizque sus pezones en círculo. Respiraba en su nuca y forcé a mi cadera adelante para que no se saliera ni un cm de mi pene, me incorpore de rodillas de nuevo y jale su largo cabello, eso hizo que se levantará y sus gemidos se oyeron más fuertes, jadeaba lentamente. La abrace de su cintura y baje mis dedos hasta su clitoris. Se sentía hinchado listo a explotar. Di un par de arremetidas y escaparon algunos gemidos más…

-aaahhhh

-ssiiii, dame

 

Le azote la mano en su nalga un par de veces, más fuerte que antes, se quedó marcada la mano, pero sus arcadas y gemidos decían que ese dolor había sido delicioso. Le saqué de tajo me pene, la lleve al borde de la cama, separe sus nalgas tanto como pude y se abrió su ano, solo un poco. Esa vista hizo que se pusiera más duro el pene, salive y sin pensar mucho me fui de lleno a degustar ese manjar, que rico sabe…

-en su mente ella «no, por favor, siento pena, aahhh carajo, delicioso, mete más la lengua, no esta sucio, mmmmm esta caliente la lengua, no, no está bien… que rico se siente.

 

Su mente no quiere más que gozar, sentir el placer, el calor… de pronto

 

-aaaaaahhhhh – que es esto

 

Metí de lleno dos dedos en su vagina y frotando en círculo los dedos en su su pared vaginal sus gemidos se volvieron más fuertes y constantes

 

-aaaaahhh

-mmmmmmm

-así así asi

 

Sus ojos cerrados muy fuertes, agarraba la colcha como si de ella dependiera no caerse. Con la mano libre comencé a jugar con su clítoris que palpitaba, está muy mojada, su cabeza estaba tendida en la cama, apretando la colcha y el culo (tenía atrapada mi lengua), frote más rápido su centro, con dos dedos y atrapado entre ellos, su hoyo comenzó a aprisionar mis otros dedos, sus movimientos están más erráticos, las caderas las movía en círculo, como buscado un punto donde donde presionara mis dedos y explotar de gozo..

 

Mi lengua entrando por su ano tratando de abrirse más camino, mis dedos quitando esa comenzó en su interior, ella apretaba sus chichis con mucha fuerza, el clitoris hinchado

 

-más, más, más chaparrito

-si así ahi

-nnnnniiiiiiigggghhh

 

Un segundo de silencio, ella se calmó, se detuvo como si todo hubiera desaparecido… mis dedos pasan de nuevo por su botón y aprieta todo su cuerpo, muy fuerte, y me baña en sus jugos, explotando en mi cara y llenando me de ella,

-aaaaaahhhhhh

Aprieta con toda su fuerza la colcha, se tira para delante, no soporta más mi lengua en su ano, mis dedos le queman sus entrañas, el clítoris arde… la reacción en cadena dentro de ella, le funde el cerebro, por instinto su mano cubre el clítoris, han pasado unos pocos segundos desde ese estallido, si mente no está clara… Algo se está abriendo espacio por sus piernas, mis manos separan las piernas y quiero ver de nuevo todo su esplendor, su vagina en orgasmo. Meto mi pene muy lento y ella con sus manos me empuja para dentro en un solo movimiento, mis manos se fijan a sus tetas y las amasan con fuerza, tiró de sus pezones, mientras mi cadera no deja de bombear dentro de ella. Junto sus piernas y las gira a un lado y otro, parece que se desvanece al movimiento, toma una de mis manos y la aprieta tan fuerte que duele, busco su otra mano y la tiro hacia mi. Siento que ya no puedo más y muevo más rápido mis caderas, mi pene entra y sale rápido, sus ojos están casi en blanco, jadeamos ambos, mis testículos reboten en sus nalgas, se mueve de un lado al otro… abrazo sus piernas y con toda mi fuerza, reviento dentro de ella… empujó con todo, se arquea de nuevo, aprieta la colcha y aprieta con su vagina mi pene para sentir el palpitar en su largo.

 

Caigo a su lado, con lo que me queda de aliento la jalo a mi, abrazando su cuerpo con mis brazos y piernas. Beso su cuello, no quiero que el momento avance, quiero disfrutar de ella.

 

Ella soltó una lágrima en mi abrazo, lo disfruto mucho ese momento de placer, pero la idea de que no estaba enamorada no solo estaba implantada sino además germinando.

 

El cansancio y la noche por fin acallaron sus ideas y pensamientos. parecía que fue un sueño esos besos de la mañana, lo real fue sentir el cuerpo de su esposo, sentir los besos, las caricias reales, pero si fuera otro, algo prohibido, “soy una mujer prohibida”. la sola idea, antes de caer en el sueño profundo, hizo que sintiera algo de excitación.

 

Han pasado algunos días desde aquella mañana en la que otro beso sus labios. No ha habido más encuentros furtivos y prohibidos, pero su cabeza sigue recordando como el pene de su esposo se abría paso en sus adentros y pensaba en los labios del “seductor” abriendo los suyos para meter la lengua. No la dejan sola esos pensamientos. Desde ese entonces varias veces habia tenido sexo con su esposo, la mayoria muy satisfactorio siempre llegaba al menos 2 veces al orgasmo con todo y las restricciones que ella misma ponia. Pocas las ocaciones que habia sido sexo, sexo, triste.

 

Pero su mente quería ser la mujer prohibida, ser de alguien que no fuera su esposo. Sus sentimientos la estaban traicionando, al final su esposo no hizo mucho por eliminar ese personaje de su vida, y ciertas cuestiones con la familia de él y algunas acciones de él que no le agradaban le empujaban al engaño, ser desleal. Eso le excitaba, le estaba moviendo, en casa dejo ser atenta y cariñosa con su esposo, al final él se lo merecía.

 

Poco tiempo pasó antes de que volviera a cruzarse con el “seductor” en la cafetería, lo vio y le pareció que estaba bien, seguro tendría un pene más grande que su marido. Aprovecho para acercarse a él, pero fue tan rápido y precioso el movimiento del “seductor” que se encontraba a sus espaldas arrimando su cintura a la de ella, Le abraso por la espalda.

 

seductor – rato de no verte prohibida, donde te me escondidas?

yass – no me escondo, cuando salimos?

(que hábil, sentí ese bulto en mis nalgas)

seductor – eres casada, no?

yass – ese es mi tema, quiero salir a divertirme

dando la vuelta para quedar de frente, dejó que el quedara lo suficiente pegado para embarrar su pene a su vulva y que sintiera sus pechos también.

 

Conservando las apariencias no hablaron más, pero se sintió atraída, le gusto a otro hombre. Quería coger con él, tener un momento de pasión loca. ya lanzó la primera carnada para que salieran juntos. No le importó si su esposo la descubre o lo que pasará, su pensamiento era, se lo merece por no atenderme.

El plan de ella era decir que iría con los de la oficina a un bar para relajar el estrés del mes, así quedaría libre un rato en la noche y podría ir a un motel con el “seductor”. El plan se desvió un poco, algunos en la oficina se dieron cuenta de algo raro entre ellos y del plan de salir a un bar, por lo que se apuntaron más. No es un problema al final, un rato allí, se distraen y me voy con él.

Insistió mucho en acompañarme mi esposo, pero que se quede en casa. No tiene ni idea de que va a pasar. Porque no habrá pasado por mi el “seductor”?. Dejaré que mi esposo me lleve, total no sospecha nada.

 

yass – (La semana se me ha hecho eterna, ya quiero que me lo meta y sentir es pedazo de carne en mi, que me haga suya, sentirme mujer de otro, que si me ponga atención)

 

Durante el tiempo de oficina trataban de mantener la apariencia y no estar mucho juntos y en la hora de salida que no los vieran juntos y menos yo, no querían que nadie pensara de más. Pero los días antes de verse en el bar, ella estaba muy ansiosa por el momento, anticipando las caricias, los besos, sentir entrando el pene grande de su amante, cuanto se humedeceria al sentir la lengua en su vagina, las expectativas eran muchas, su cabeza ya no estaba sino en el día del placer. Los días anteriores no había tenido intimidad conmigo, puso dolor de cabeza, chorrillo, malestar general, cansancio, pero sus ojos brillaban como cuando fuimos novios. El miércoles antes de la salida se vieron en la cafetería, ella lo vio entrar y observó que nadie más estuviera cerca, una vez “seductor” estuvo cerca le dio un beso largo con lengua y puso sus manos las nalgas de ella como pidiendo que apretara hacia él y le dejará sentir su paquete. El reaccionó al beso y lo alargó unos segundos, no sin voltear a ver si alguien los veía, ya que ella puso sus manos en sus nalgas les dio un buen apretón para sentirlas y fue hasta separar las para tentar su línea del culo. Esto la hizo saltar pues no esperaba tanto y algo la sacó de su ansiedad del momento. Fueron unos 2 o 3 segundos pero el ”seductor” estaba listo para bajarse los pantalones y que le dieran su felación. Se separaron y sin decir nada cada quien tomó camino para su lugar.

 

seductor – (con que vistes tangas, el viernes te pondrás la más cachonda)

 

yass – (que paso?, no sentí su bulto ni esas cosquillas, ha de ser por mis nervios)

 

Así pasó el día con esos nervios y la idea de que no sucedió como ella lo había imaginado, sus nervios se repetía. La estaba esperando en el patio de entrada para que nos fuéramos a comer unas crepas, salieron sus compañeros pero ella no salía, tardó unos 20 min más que el último que salió, casi siempre sale con sus amigas de la oficina en plática. Me saludo, un beso muy seco, un hola! apenas, su silencio fue un no quiero nada y agarramos camino a la casa. Durante el trayecto no hubo conversación y la noté muy nerviosa, evitaba tener contacto visual conmigo y lo que le preguntaba eran respondidos con monosílabos apenas entendibles. En la noche de nuevo se negó, indispuso, me ignoró para tener intimidad, ya eran 10 días con falta de ganas y dando pretextos.

Parte 2 pronto

12 Lecturas/26 agosto, 2025/0 Comentarios/por TheWolfee
Etiquetas: culo, infidelidad, madura, mayor, metro, orgasmo, sexo, vagina
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