La Primera vez que comí culo de jeva
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Comienzo diciendo que me llamo Douglas y la dama en cuestión se llamará Juana para proteger su integridad. Este hecho sucedió cuando yo tenía 17 años y mi novia tenía a penas 16 añitos.
Yo era amigo de su padre Ramón, compartíamos mucho, pescábamos, jugábamos pelotas, tomábamos y todo lo demás, una tarde mi amigo me dice que tiene que viajar para otra ciudad porque tenía que ir a buscar a su hija que vivía con los abuelos y regresaba nuevamente a su casa.
Pasó el fin de semana y al llegar el día lunes, después de mis clases en la Universidad, decido ir a la casa de mi amigo para conocer a su hija Juana, al llegar en la casa estaban amigos de la zona que yo ya había visto y que me conocían de allí. Saludo a Ramón y su esposa y ellos me presentan a su hija, una joven de 16 años, buena figura, piel blanca, un poco mas alta que yo, de labios carnosos, desde ese momento comenzó la casería por decirlo de alguna manera, ya que a los días me entero que uno de sus vecinos se había hecho novio de la joven y no le presté en ese momento mucha importancia, no es hasta que en una de esas actividades que realizaba yo con mi amigo, que salimos una noche a pescar y nos llevamos a su grupo familiar que era integrado por su esposa y cinco hijos (3 hembras y 2 varones), ya al regreso de la playa, bien entrada la madrugada, todos los hermanos de la joven se duermen y comienzo a entablar una conversación con la joven y es cuando me cuenta que se había dejado del novio recién ya que el mismo parecía ser muy posesivo, hablamos de todo un poco hasta que tocamos el tema del sexo, cuando ella comienza a contarme que no era virgen y como lo había perdido, el morbo se atravesó en mi mente y desde ese entonces comencé a planear un encuentro mas cercano. Otro día de playa me siento en la parte de atrás de la camioneta de su padre que era de pasajeros y me acuesto en sus piernas quedando mi cara a nivel de sus tetas (buen tamaño, como me gustan) y mientras hablábamos yo rozaba aquellas delicias, en un momento y sin darme cuenta le subí el traje de baños y me llevé a la boca aquel pezón grande y comencé a mamar cual niño chiquito, ella se retorcía mientras yo pasaba mis manos por encima de traje en la parte de su entrepiernas, solo imagino aquello y vuelvo al mismo momento, no paso nada mas, en la noche fui a su casa como era costumbre y sus papás habían salido a una fiesta y ella había quedado a cargo de sus hermano, entonces en algunos momentos que quedábamos solos nos besábamos y yo aprovechaba de meter mis manos por donde podía, así estuvimos muchos días.
En otra oportunidad sus padres viajan y en la zona donde vivían realizan una fiesta popular, yo a eso de las 9:30 pm me hago el dormido en una hamaca que estaba guindada en la sala, entonces escucho cuando entra el ex-novio y comenta que si me van a dejar dormir en su casa a lo que su hermano mayor contestó que si. Ya cuando todos estaban dormidos ella se fue al baño y al regresar paso al lado de mi hamaca y yo saco la mano y la toco a lo que ella respondió tomándome de la mano y llevándome al cuarto que compartía con sus hermanas, eran dos camas litera, en una dormían dos de las hembras y sobre la de ella el varón mas pequeño, que esa noche se quedó con su hermano mayor en el cuarto de sus papás.
Comenzamos comiéndonos a besos sin decir una palabra, luego le fui quitando la ropa y tocando aquella gruta que tanto deseaba, penetré en aquella caverna lubricada demás y era como estar en la gloria, no temíamos a nada las otras chicas dormían, como pudimos hicimos varias posiciones, pude bajar y saborear aquel manjar tan delicioso que se me ofrecía, ya después de tener unas dos horas de coger, besar y sudar llegamos al orgasmo los dos al mismo tiempo, era una locura lo que sentíamos, después de consumada todo el hecho yo me despedí y me fui a mi casa en la soledad de la madrugada.
Al llegar el día siguiente, se presenta ella en mi casa y me comenta que no habíamos usado protección y que temía quedara embarazada, ese fue el susto de esos días hasta que me informó que su menstruación se había presentado de manera normal, que susto, en esos días que ella llegaba de clases al medio día, primero pasaba por mi casa hacíamos el amor y luego nos veíamos en la noche en su casa como si nada. Uno de esos días que estábamos en i casa haciendo el amor, le toco el ojete de su culo y ella me dice que si podemos intentar por allí a lo que yo mas rápido que nada comencé a manosear, sobar, besar, lamer y preparar aquel tan preciado regalo, después de dilatar con dedos y lengua aquel hueco coloque detrás de ella en posición de perrito y comencé la penetración, ella se movía como pidiendo que lo metiera, pero al hacer fuerza le dolía mucho, yo lo sacaba le volvía a lamer y dejaba mucha saliva para lubricar, cuando en uno de esos empujones logro meter la cabeza de mi pene y ella gime de dolor y comienza a sudar, a lo que yo respondí queriéndolo sacar y ella me dijo que no, quedé quieto y dejé que ella hiciera el trabajo inicial,
Con un movimiento de su cintura comenzó a tragarse todo mi palo, ella empujaba a su gusto, cuando faltaba poca para que entrara todo, en mi desesperación empuje y la clavé por completo a lo que ella se abrazó al espaldar de la cama y como loca sacaba y metía y yo respondía a sus deseos, yo comencé a tener confianza y comencé con fuertes envestidas que ella recibía con mucho placer, a los 20 minutos mas o menos cambiamos de posición, le coloque las piernas en mis hombros y la fui penetrando poco a poco, en esta posición creo que le toqué el estómago porque se fue todo y sentía como la punta de mi pene tocaba algo en el fondo, fue así como a los 15 minutas de esta posición llegue dentro de ella como nunca quedamos agotados yo con el pene dentro de ella y recostado por completo sobre su cuerpo, ya después de estar bien en calma nos fuimos al baño donde le lavé toda su cosita y todo su culito que estaba abierto, le podía meter el dedo sin presión, era costumbre mía lavarla después de cada acto sexual, soy muy delicado y eso le gustaba a ella.
Luego esto el sexo anal formó parte de nuestro menú por mucho tiempo hasta que un buen día terminamos y no se porque, pero dejé en ella esa mi marca.
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