La recepción del hotel: Ana, la lavaplatos de 16 años
Una joven madre soltera que la pasa mal se deja ayudar..
Otro día, otra moneda en el bolsillo… Después de la cogida que le puse a Doña Maru la muy putona se calmó, ya no anda de calienta pitos, pero debo decir que nuestra relación siguió, una amistad, entre risas me dice que le gustó la cogida, lo mucho que le hacía falta y me buscará cuando quiera más.
Hoy le toca a Patricia hacer el amor conmigo, espero llegar a cenar algo rico y sano.
Al salir del trabajo me tope comuna chica de 16 años, es el flamante personal nuevo de cocina, es una lavaplatos, con un cuerpo interesante, a decir verdad, esta suculenta, si bien tiene un poco de gordura, sus atributos físicos son exquisitos.
Senos y nalgas medianas, un rostro perverso que grita “cogeme”, es chaparrita, 146, senos y trasero coquetos, todo oculto por un horrible uniforme laboral. Es una madre soltera de un nene de 2 años totalmente irrelevante para la historia.
Lo importante es Ana, la madre soltera desesperada por dinero, el arrendador la presiona para que le pague 3 meses de renta, no tiene gas para cocinar, las propinas no son suficiente, su salario no es suficiente, está desesperada y el estúpido de su ex pareja no le da la pensión, pero lo mejor, lo mas importante, es que esta sentada conmigo en el comedor contandome su historia, a mi y a otras 2 mujeres con las que compartimos mesa.
Discretamente le pedí su número de teléfono, le envié mensajes pero no le llegaban, años de experiencia me enseñan a prever, anticiparse, le hice una transferencia de saldo y la magia fluyó, los mensajes le llegaron.
A las 510 de la tarde me contestó los mensajes
- Hola, eres el supervisor de recepción ¿verdad? ¿Tú me pusiste saldo? hacía mucho que no tengo saldo, me llegaron muchos mensajes, gracias
- Hola, sí, soy el de recepción, no te preocupes por eso, mejor preocupate por venir a mi casa, podemos platicar, queda cerca del trabajo, de ahí te puedes venir.
- ¿Platicar en tu casa? No como crees ¿Qué van a pensar?
- No tienen que pensar nada si no se enteran
- Ja ja ja ja ja, !ay cómo eres¡
- En serio, me gustaría poder platicar contigo, que me cuentes tu historia y veo cómo puedo ayudarte
- No cómo crees, así está bien
Al ver la negativa le hice una transferencia de dinero, 500 pesos, suficientes para pagar 15 días de renta.
- No lo tomes mal, quiero ayudarte, no es justo para ti y para tu nene que la pasen mal, piénsalo y que tengas buen día.
- Graaaaaaaaaacias, no debias hacer esto, pero muchas gracias.
Llegando a mi casa Patricia estaba en la cocina preparando la mesa, hermosa como siempre, vestido azul con escote y partido en las piernas, de inmediato mi pene reaccionó, esta noche sería para hacerle el amor.
- Deliciosa la cena Patricia ¿Cómo ha ido todo en casa?
- Gracias, hemos estado bien, bastante bien, en casa las cosas mejoraron mucho.
- ¿Ya has podido follarte a tu marido?
- Si, justo hoy antes de venirme, eyaculó con fuerza con el dildo metido hasta adentro mientras lo masturbaba.
- Me da gusto saber que vuelven a tener intimidad, al menos de manera inversa.
- Si, gracias a ti, pero hoy no quiero hablar de casa, vengo a que me hagas el amor.
- Y te lo haré mujer
En la cama la pareja se besa mientras hacen el amor con parsimonia, la húmeda vagina de Patricia recibe al pene que le hace el amor en lugar de su esposo, Si bien los besos son superfluos, la pareja disfruta del acto.
- Ah mi amor, me lo haces delicioso.
- Tú eres deliciosa Patricia, me voy a venir adentro.
- Si papi, por favor, el maricón de mi marido va a estar agradecido.
Con besos y caricias la pareja se estimula en búsqueda del preciado orgasmo, para Patricia esto es catártico, es como volver a esos años de juventud con su amado esposo, descarga todos los años en que poco a poco la pareja se fue pervirtiendo hasta llegar a este momento de su vida, disfruta enormemente el pene que la penetra, sus flujos hacen espuma como cuando la hacían con su esposo, puro placer y amor.
Para nuestro protagonista, este coito es una manera de desconectarse de todo lo que ha vivido con la pareja y con doña Maru, los ha tratado de putas, eso le gusta, pero también necesita desintoxicarse de tanta violencia y recibir sus dosis de amor.
- Oh Pati, me vengo
- Yo también mi amor
En un gemido callado por su beso la pareja se deja llevar por el momento, la caverna vaginal de Patricia se llenó de semen caliente.
Acostada ella sobre el pecho de él conversan mientras tocan sus desnudos cuerpos.
- Eso fue delicioso como siempre mi amor.
- Me da gusto que lo disfrutaras… Sabes, me gustaría que fuéramos más que amantes, amigos, íntimos.
- Lo que tú quieras mi amor, me encanta que me atiendas a mí y a mi esposo.
- ¿Te puedo contar mis aventuras con otras personas?
- ¿¡Tienes otras personas!? !No tienes llenadera mi amor!
- No, gracias a ustedes dos, siempre quiero coger, la tengo dura todo el tiempo.
- !Que cachondo mi amor¡
- En fin, ¿Te puedo contar?
- Si, cuéntame.
Patricia escuchó con atención la historia de Doña Maru, en sus ojos pude ver la lujuria de Zorra, el sobrenombre que responde cuando estamos su esposo, ella y yo juntos.
- Pobre mujer, ¿seguro que no fuiste muy violento?
- Seguro, al otro día me buscó, hemos conversado y me buscará cuando necesite otra cogida.
- !Ay mi amor¡ Me puse caliente, pero no quiero que me cogas ¿Me haces el amor de nuevo?
- Con gusto mi amor
- Pero quiero ir yo arriba, aunque me da vergüenza, me duele todo mi amor, comencé en el gimnasio como me ordenaste.
- Me da gusto amor, por eso te sentí tan lenta, ven, te ayudo.
Montada arriba de su amante Patricia disfruta de hacer el amor con su amante, el hombre que la atiende a ella, a su esposo, y a otras mujeres que tenga a su disposición.
Aprovechando la situación, sujeté ambos senos que se mueven libres con la gravedad y los movimientos de Pati sobre mi, mi verga se sacude hurgando el interior de la hembra que se entrega al placer con amor, un placer que su esposo ya no es capaz de entregarle.
- Me encantan tus senos Pati, son hermosos
- Son tuyos, disfrútalos mi amor.
Sentado en la cama muerdo, chupo, beso, lamo, me sirvo de los magníficos senos que se entregan a mí por voluntad propia.
Patricia disfruta las atenciones, se deja llevar, el pene adentro de ella le da amor, los labios de su amante le dan ese sensación que su marido ya no le transmite, sus fuertes brazos recorren su piel de mujer madura, puede sentir sus jugos emanar y mojar la zona genital de su amante, el semen anteriormente vertido se revuelve con sus juegos, forman una pasta blanca que recubre su interior y forra el pene que la penetra.
- Puedo sentir tu pene dentro de mí
- Yo puedo sentir el cálido abrazo de tu interior y tu humedad
En este momento Patricia no recuerda a su esposo, lo ama, la ama, pero esto es culpa de él, si ella está disfrutando con otro hombre es su responsabilidad.
- ¿Quién te da mas placer, yo o Maru?
- Tú paty, tú, nada se compara a tu sabor, tu cuerpo es hermoso, tu piel es suave, impecable, ninguna mujer se compara a ti, tu madurez es exquisita.
Dejándose llevar por lo que esta mujer madura tiene para darle, la recostó en la cama montándola en la pose del misionero, aprisionar con su peso a esta mujer que se entrega en cuerpo, alma y un poco el corazón le encanta.
Sus labios se besan, las suaves manos de ella recorren su espalda, le causan escalofríos que erizan sus vellos, le ponen la piel de gallina, le dan un placer tal que estimula sus recargados testículos.
- Una nueva carga viene mi amor
- Dámela adentro, para que mi esposo me limpie
- Un placer
Abrazando a la mujer por las caderas, los movimientos de nuestro protagonista son firmes y constantes, sus testículos se impactan con sus hermosos glúteos, ella gime a cada embiste con placer, sabe que su amante está cercano a eyacular.
- Si mi amor, sí, eyacula dentro, dámelo todo mi amor!
- Aaaaaaah si, !Toma toda mi leche¡
Con su cabeza sobre los senos de la hermosa Patricia nuestro protagonista disfruta de los cariños que ella le propicia con sus manos, siguen compenetrados en su zona genital, las piernas abiertas ajustadas a la cintura, respirando con regularidad, ambos saciados y felices.
- Eso fue delicioso mujer, siempre es delicioso hacerte el amor.
- Lo mismo pienso cariño, es delicioso que me hagas el amor.
- Te quiero contar algo más
- Habla amado mío
- Hay una chica, madre soltera, 16 años, bonita, tiene problemas económicos, quiero hacerla mi amante, a cambio de dinero ¿Te molesta?
- Ja ja ja ja ¿16 años? No sabía que te gustaran así de jóvenes.
- Me gustan todas las mujeres, creo que mi límite de edad es ese
- No me molesta que tengas otra amante… Me preocupa que no tengas el dinero para costear sus servicios
- No soy rico, pero tengo…
- Tranquilo, estoy aquí para cuidarte, te voy a transferir 30 000, con eso será más que suficiente por un tiempo.
- ¿Segura?
- Si, es mi labor cuidar a mi amante, si le comentas a Arturo, seguro te dará más.
- Gracias Patricia.
La pareja se despide con un beso de amor, ella en el asiento de su vehículo y su amante inclinado por su ventana.
- Estuvo muy rico, debo darme prisa, el semen comienza a escurrir, quiero que mi marido lo limpie.
- Con cuidado.
En la mañana nuestro protagonista se despertó con mucha energía, feliz, la cena estuvo deliciosa, hacer el amor con Patricia siempre lo pone de buenas, despues del desayuno revisó su celular
- Hola buenos días, hoy descanso, si quieres, puedo ir a tu casa a platicar.
El corazón le late rápido, desea cogerse a esta mamá soltera de 16 años, pero necesita trabajarla.
- !Buenos días¡ Este es mi domicilio, pide un taxi, acá te lo pago.
- OKAY
40 minutos después tocan a la puerta, nuestro héroe sale a atender, frente a él está una chiquilla con ropa deportiva ajustada “puta madre que buena está esta vieja”, con ese pensamiento perverso la saludo de beso y la invitó a pasar.
Dentro la chica le cuenta su historia con lujo detalle, un tipo la engatuso, la embarazo y después desapareció, lo encontró para demandar por pensión, pero simplemente no paga, sus padres la corrieron de su casa, encontró un lugar para vivir, trabajo, pero no le ha ido bien, las deudas la tienen presionada y su hijo le consume todo su tiempo, usó los 500 que le dió nuestro protagonista para pagarle a una vecina por cuidar a su hijo y tener un respiro.
Me levanté abrumado por la historia, fuí al pequeño bar, en un par de vasos old fashioned puse un par de hielos y serví dos whiskys.
Volví al sillón y se lo extendí a Ana que de un trago se lo terminó.
- Aaaaaaah, gracias, necesitaba eso
- ¿Quieres otro?
- No sé si debería tomar más
- Tranquila, no va a pasar nada, yo tengo que ir a trabajar, así que no puedo tomar mucho
- Ah bueno, entonces sí, quiero otro
El alcohol le aflojó la lengua a Ana, 4500 de renta, 1300 de servicios, la comida de su hijo, la chica esta llorando, solo tiene 16 años, no tiene la madurez para ser un adulto responsable o mande, la presión es demasiada, apenas tiene la secundaría trunca, su hijo es lo peor que le ha pasado y se siente culpable, mientras recarga su rostro en sus manos y llora, él aprovecha para hacer una transferencia, 10 000.
El teléfono de ella vibra, una notificación, esto rompe el llanto de Ana que se disculpa con su anfitrión por llorar en lo que sería una conversación agradable, la chica mira a su celular y ve una notificación bancaria.
- Que raro, me llegó un mensaje del banco, pero no es día 15, hoy no nos pagan.
- Consideralo una ayuda
La chica no entiende bien qué pasa, con sus ojos rojos y maquillaje corrido mira fijamente al hombre que tiene de frente, al abrir la notificación su celular se traba, espera unos momentos y cuando por fin abre la app bancaria le brillan los ojos.
- Esto es mucho dinero, no puedo aceptarlo, no te lo puedo pagar
- No te preocupes, podemos ver el pago después, por ahora, cubre tus deudas y relajate un poco
Mientras dice esto, le vuelve a llenar su vaso de whisky, Ana, incrédula, mira a los ojos al hombre.
- ¿Qué quieres de mí?
- Que te relajes, eres muy jóven y bonita para pasarla mal
- Crees que con dinero me voy a relajar
- No, creo que unos tragos y conversar lo harán
- No soy el tipo de mujer que piensas
- Creo que eres el tipo de mujer que es hermosa y nada más
Ana, con sus piernas muy juntas, sentada en el sillón, tiene sus manos cerradas sobre sus rodillas, mira al piso, puede ver su reflejo distorsionado en el brillante piso de marmol, razona un poco, la casa es hermosa, lujosa, la bebida que le ofrecen es cara, el dinero que le dieron es su salario de poco más de 3 meses, se siente ofendida, pero, quizá es el alcohol, con el dinero que le ofrecen puede respirar un poco, además que se la está pasando bien.
- Te invite para que te la pasaras bien, un poco de alcohol para que te relajes, voy a poner algo de música y saldrás de aquí con dinero suficiente para cubrir tus deudas y respirar tranquila.
La música de fondo comienza a sonar, un género diferente al que ella está acostumbrada, pero es agradable, la temperatura es agradable, la compañía es agradable, saber que puede descansar de su hijo un rato, del trabajo, es su primer descanso que lo puede disfrutar para ella, lo esta disfrutando, aunque sean unos momentos.
Conversando, riendo, hablando de sus vidas, Ana se siente como una chica normal de 16 años, una chica que le gusta el sexo y tiene ganas atrasadas, desde que el estúpido del padre de su hijo desapareció no ha podido probar sexo, afortunadamente para ella, tiene por compañia a un hombre que le gusta, le dio mucho dinero y le ofrece tan bien rato.
Como una tigresa tras su presa Ana se abalanzó a los brazos del hombre que le está dando un buen rato, se lo está comiendo a besos mientras él la está desnudando, en 3 minutos ambos están desnudos, Ana está dando la mamada de su vida, 10 000 es mucho dinero, está agradecida y se lo va a demostrar con su cuerpo.
Sin problemas Ana se trata toda la verga, su ex pareja es un tipo bien dotado que la entrenó en el fino arte de mamar una verga, con sus manos sopesa los testículos, que son grandes y peludos, más grandes que los de su ex,
Su primera verga en casi 5 años, le sabe a gloria, le llega hasta el cerebro, sus ojos miran fijamente al dueño mientras la lengua de Ana masajea la base y sube poco a poco cubriendo de saliva.
La mejor mamada de su vida, esta chiquilla de 16 años es una zorra bien amaestrada, sabe comer verga mejor que muchas mujeres que le triplican la edad.
- Si sigues así me voy a venir ¿Te importa que me venga en tu boca?
- hmmnoomm
Ana no se molestó en sacar la verga que se come para contestarle, acostumbrada a que se vengan en su boca siguió mamando y mamando, el grito de placer del hombre que succiona anunciaron la llegada de la leche misma que acostumbra a tirar, pero nuestro protagonista es un hombre dominante.
- Quiero que te la tomes, !Tómatela Ana¡ Hasta la última gota.
Las manos de él sujetando su cabeza le impiden retirarse… “Al diablo, son 10 000”, con la motivación del dinero Ana comenzó a tragar toda la leche que le depositaron en su boca.
- Pero qué carajos, qué buena mamada de acabas de marcar Ana
- Gracias, hacía tiempo que no me podía meter una a la boca
- Cuando quieras, tengo espacio una vez por semana.
- ¿Eres casado?
- No, pero tengo cosas que hacer, otras personas que atender, una vez a la semana puedo verte, si gustas, alguna vez te puedo invitar, y claro, puedes contar con mi apoyo a partir de ahora.
La verga del hombre seguía de pie, orgullosa, lista para perforar la flor de Ana por primera vez en casi 5 años.
- De eso hablamos luego… Sigues duro yo estoy mojada ¿Me puedo montar?
- Súbete, quiero mamarte esos senos
Montada sobre un hombre que le duplica la edad, Ana, madre soltera de 16 años, recibe una verga después de casi 5 años y la está matando de gusto.
Sus senos son devorados con notoria hambruna, si bien el hombre tiene un par de hermosos senos maduros a su disposición, los juveniles senos de una mujer que ha dado a luz a los 16 años son otra cosa.
Rodeada por la cintura con sus brazos, el hombre jala a Ana con fuerza para meter su verga con fuerza. Por su parte Ana avienta su cuerpo hacia atrás y se deja jalar para que la penetración sea profunda y violenta.
La diferencia de coger con Maru, Patricia y Ana es notoria, Maru, la más vieja se deja hacer sin cooperar demasiado, Patricia tiene su faceta sumisa en que se deja coger con violencia y su faceta donde hacen el amor. Ana es una guerrera, la juventud la obliga a pelear contra el hombre que la posee en búsqueda de su placer antes que el hombre termine y la deje sin gozar.
Lo que Ana no sabe es que el hombre que la posee es un amante que le gusta hacer disfrutar a las mujeres con las que se acuesta y Ana no será la excepción. Entre gemidos, pujidos, gruñidos y toda clase de sonido gutural de placer la pareja disfruta de su coito. El alcohol relajó a Ana al punto que se dejó llevar, la privacidad y discreción de la casa en que tiene sexo con su compañero de trabajo la hacen olvidarse de su hijo, trabajo, padres y responsabilidades en general por un momento. Mientras recibe verga de su amante es una chica común de 16 años que busca un orgasmo antes de irse a casa.
Su búsqueda no la hace esperar demasiado, a los 12 minutos de violento sexo su cuerpo se tensa en un orgarsmo intenso que anuncia el fin de la sequía, sus fluidos mojan a su amante que escupe semen en su juvenil útero que ya ha sido preñado una vez.
Ana cae rendido en el hombro de su amante, los últimos espasmos sacuden su cuerpo y vagina exprimiendo las últimas gotas de semen de su amante.
- Necesitaba con urgencia un orgasmo, gracias, gracias.
- Te puedo dar uno de estos todos los martes.
- ¿De verdad tienes ocupado el resto de la semana?
- Si
- ¿Tienes más amantes?
- Sí
- Ja ja ja ja, bueno, mientras a mi no me quedes mal, te veré todos los martes.
- Te puedo dar una cantidad de dinero cada vez
- No soy puta, agradezco el dinero, pero con que pongas la casa, la píldora del día siguiente y pagues la niñera, es suficiente.
Besándose como amantes que verdaderamente se aman, la pareja disfruta de sus últimos momentos. Ana se aferra a la cabeza de su amante que estruja con fuerzas agradecida por brindarle un momento de libertad y placer sin responsabilidades.
En su interior siente que el pene despierta de nuevo emocionandola, su exnovio nunca pasó de dos orgasmos y este hombre va por un tercero.
- Te la quiero meter por el culo.
- Soy virgen, no sé si debamos, al menos no hoy.
- Bueno
De pie, Ana sube y baja al ritmo que le impone su amante, su vagina hace espuma mezcla de sus jugos y el semen que tiene dentro, se aferra con fuerza al cuello del hombre gimiendo de placer, gritando incoherencias, disfrutando de la cogida salvaje como hacía años no le daban.
La suave piel de la chica es exquisita, su aroma embriagante, el calor de su vagina acelera su pulso, sus gritos son hipnóticos, nuestro protagonista se está cogiendo a una madre soltera de 16 años de pie en la sala de su nueva casa, está festejando que la perra aceptó venir a verlo todos los martes para coger de manera salvaje y llenarla de leche, incluso dejó abierta la posibilidad de romperle el culito virgen de 16 años que guarda y protege con recelo.
- Tu culito va a ser mío, tú vas a ser mía, más te vale que nadie más te coja
- Aaaay sí, te voy a dar el culito, voy a ser tuya, más te vale que me dejes bien cogida siempre!
De pie ambos descargan su último orgamo y caen al piso agotados, particularmente él.
Ana plancha el uniforme, prepara la comida, lo acompaña un par de cuadras y se despiden con un beso.
En su casa recoge a su hijo, le paga al arrendador los meses de renta, paga sus servicios, hizo su despensa, le compró galletas a su hijo y duraznos en almíbar para ella, ama los duraznos en almíbar.
Sentada en su casa a las 10 de la noche le manda una foto a su nuevo amante, desnuda, con su vagina abierta, comiendo duraznos en almíbar y un mensaje «Gracias».
Continuará.
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