La sobrinita de mi esposa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Resulta que la sobrina de mi esposa de 11 años viene siempre a jugar a casa con mis hijos pues vive en la misma cuadra que nosotros y sus hermanos son mayores y no comparten con ella, razón por la cual siempre está en las tardes en nuestra casa.
Resulta que una tarde hace 2 semanas, mi hija y mi esposa debían ir a una reunión de la iglesia para la preparación de mi hija para su primera comunión y yo me quedé en casa con mi hijo y la sobrina de mi esposa.
Estando ahí vino la pequeña y me tomo de la mano y me pidió que jugara con ella, mientras mi hijo estaba jugando en el computador.
Me llevo a la sala y dijo vamos a jugar a la clínica, yo soy la doctora y tu mi paciente.
Me dijo que me acostara en el sofá para examinarme y que fingiera tener mucho dolor, lo cual me pareció divertido y así lo hice.
Un rato después dijo debo examinarte y subió mi camiseta dejando descubierto mi estómago y mi pecho.
Paso un par de veces sus manos acariciándome y note que se detenía mucho en mi pecho.
Yo me quedé mirándola fijamente y ella hacia lo mismo.
Un rato después le dije, que me pasa doctora que tengo, y ella dijo aún no lo sé, y seguía acariciando mi pecho.
Fue a la cocina y trajo un vaso de agua para seguir jugando.
Acto seguido humedeció sus dedos índice y corazón para aplicarme una medicina que terminaría con mi dolor de panza (hablo del juego que estábamos realizando).
Empezó a pasar sus dedos mojados por mi estómago y luego por mi pecho y se detuvo en mis tetillas haciendo círculos con el agua.
Yo empecé a emocionarme.
Que haces, le pregunté, y respondió que solo quería asegurarse de que me curaría completamente.
Al rato dijo que ahora ella sería la paciente y que me diría donde le dolía para que yo hiciera el mismo procedimiento “médico” para curarse.
Se acostó y ella misma subió toda su blusita hasta su cuello dejando al descubierto sus pequeños y rosados senos que estaban duritos.
Yo creía saber lo que buscaba la pequeña así que me fui al estudio para cerciorarme que mi hijo seguía muy entretenido, y así fue, así que volví a la sala donde estaba la pequeña y le dije, haber cuéntame donde te duele.
Me duele mucho el estómago y el pecho doctor.
Entonces empecé a frotar su pancita y fui subiendo hasta sus pequeños y duritos pezones.
Cuando empecé a hacer masajes circulares en las aureolas de sus pezones, la niña abría las piernas y su respiración se agitaba.
¿Te sientes bien? le pregunté y ella movió su cabecita diciendo que sí.
¿Quieres que pare? Y ella dijo que no.
Ya viendo el estado de la pequeña yo estaba súper excitado, y me aventuré a lamer sus pezoncitos y la pequeña gemía.
¿Te gusta? Le pregunté.
Mucho respondió.
La senté y la mire a los ojos y le dije.
Sabes que esto que estamos jugando no puede saberlo nadie o si no vamos a tener muchos problemas los dos.
Si tío lo sé, respondió la niña.
Debe de ser nuestro secreto y nadie, nadie, nadie debe saberlo ¿ok? Ok dijo la niña.
¿Quieres que sigamos jugando? Y dijo que si, entonces la acosté de nuevo en el sofá y empecé a lamer sus pezones, luego subí un poco y bese su cuello mientras mis dedos seguían jugueteando con sus pezones, subí un poco más y alcancé su boca, ella abrió los ojos grandes cuando la bese pero no me detuvo, por el contrario fue como darle luz verde a su curiosidad, rodeo con sus brazos mi cuello y abría su boca metiendo su lengüita en la mía, era como un frenesí de pasión la niña en ese momento.
Yo besaba esos pequeños labios y succionaba su lengüita.
Ella acariciaba mi pecho mientras nos besábamos, y luego de un rato le dije que era suficiente que tal vez podría vernos mi hijo.
Paramos y fuimos juntos al estudio y ahí seguía el niño jugando.
Me tomo de nuevo de la mano y me llevo a la sala y cuando llegamos se paró en el sofá y nos besamos de nuevo, sus manos rodearon mi cuelo y sus piernas se enrollaron en mi cintura.
Estando así empecé a acariciar su espalda y poco a poco fui bajando hasta llegar a sus nalgas.
No decía nada solo disfrutaba.
Acaricié su colita mientras nos besábamos.
La baje de nuevo y le dije que si quería seguir y dijo que si, entonces la llevé a la habitación del niño en el segundo piso y ahí la acosté en la cama, y baje sus shorts y lamí sus vagina.
Ese aroma era increíble.
La pequeña se arqueaba de placer y yo estaba a reventar.
Así que mientras besaba su pequeña vagina empecé a masturbarme, y tome sus manitos y le enseñe a hacerlo.
Después de un rato me vine y puse mi verga en su culito para que la sintiera.
La vestí, la limpie, la bese y le dije que no olvidara que era nuestro secreto.
Desde que esto empezó hace dos semanas, hemos tenido 4 encuentros sexuales.
Ella también me ha hecho sexo oral y por iniciativa suya.
Esto que estoy viviendo es algo indescriptible.
Estoy viviendo el despertar sexual de una adolescente y no hay palabras para describir la sensación de estar con un cuerpo perfecto, ese aroma, la suavidad de su piel, sus gemidos, sus besos, en fin todo.
Hay mucha gente solapada en estos foros que ingresan solo a insultar y a condenar estos actos, yo pienso que son personas que tienen los mismos deseos pero no han podido saciarlos, ¿Porque si son tan puritanos como escriben, entonces que hacen leyendo este tipo de relatos? Pues porque vienen a leer estas historias para saciar su morbo, no es por otra cosa.
Creo todos los que hemos tenido este tipo de experiencia no somos violadores pues no obligamos a nadie a hacer algo que no quiere, no lastimamos ni usamos la violencia contra nadie y menos contra esas pequeñas hermosuras que nos llevan hasta el cielo.
Gracias por leer mi historia.
Muy buenos relatos , y tiene toda la razón en cuanto las críticas , no son puritanos se las dan de puritanos , porque con ese relato tuve una gran satisfacción , rico poder ayudar a una púber en su despertar , y enseñarle a tener sexo con sabiduría y amor