La tía de Aron 2
parte 3 de la Fraternidad de Aron y Samuel..
Como mencioné la relación con Amelia cambió bastante desde entonces, si bien no era alguien que veía todo el tiempo las veces que se pasaba por la casa de su hermana, era inevitable que no quisiera destaparle el caño, en un principio ella trato de que volviéramos a mantener la relación de antes y que lo ocurrido aquella vez solo fue un error, cosa que ni ella misma se la creyó porque con el mínimo roce se le mojaba la ropa interior.
Pasado 3 mese continuamos con nuestra amistad sexual, ya teníamos casi una rutina de cada fin de semana encontrarnos y hacer lo obvio porque era prácticamente imposible hacerlo en casa del Aron sobre todo porque iba con su esposo. Con Amelia aprendí mucho, su desenvolvimiento en el sexo a veces me abrumaba, pero con el tiempo pude adaptarme a su ritmo y ver por primera vez como se corría una mujer, lo mejor era que no se limitaba al sexo tradicional, sino que con ella probé el anal. Según ella fui el primero que le perforó el culo, pero había jugado lo suficiente con él en sus momentos solitarios que ya estaba acostumbrada desde esa primera vez. Físicamente Amelia era bastante promedio, medía un aproximado de 1.65, morena achocolatada, barriga algo llenita, cadera ancha, muslos grandes y bien culona.
Dos meses después a mediado de Julio curiosamente uno de nuestro encuentro calló justo en su cumpleaños, convenientemente como le iban celebrar una fiesta hicieron que se mantuviera alejada de su casa, ese día luego de que paseáramos un poco nos fuimos directo al motel, aquella vez no fui el mismo de siempre o sea el juego previo fue tan breve como usualmente lo hacía, esta vez le tapes los ojos con antifaz le coloqué tapones a sus oidos, até sus brazos a su espalda un arnés con pelota para amordazarla que se la quitaba un rato para que me la chupara a la vez que tenía su consoladores sus orificios.
Cuando apenas le quitaba la mordaza, solo día “métemela, métemela ya”, pero trataba de mantenerme firme solo jugando con ella y bebiéndome sus jugos hasta que luego de casi una hora de juegos previos tocan la puerta y cuando me asomo era Aron.
—hasta que por fin llegas cabrón—, y le abro la puerta, —tenemos casi una hora desde que empezamos—.
—¿ya cuantas veces te has corrido? —.
—aun ni la primera, te tardabas un pelo más y te la conseguirías bañada en leche—, y ambos nos reímos.
—uf… por lo visto no era coba de que esta vieja aguantaba por el culo— lo dijo al mirar cómo se le retorcían los consoladores.
Amelia tenía solo recostada la parte superior de su cuerpo sobre la cama dejando bien parado su culo para nosotros. Aron no se hizo esperar, se desvistió al instante y se arrodilló para degustar los jugos de su tía que aun desconocía quien era en realidad, luego de su breve degustación dice: —hora del plato principal—, le retira el consolador del culo y comienza a darle unas buenas envestidas, —¡uy!, weon esto está de locos—, decía mientras gemía —primera vez que pruebo un culo así—, aun con la verga enterrada en el culo de la tía hace que se ponga de pie me dice: —¿y si le damos los dos? —. En ese instante levanto una pierna de Amelia y se la entierro, por un momento sentí una leve resistencia de Amelia ya que no le había contado mis planes a pesar de eso su cuerpo lo deseaba por la forma que gemía y se retorcía del orgasmo, al poco tiempo me corrí dentro de ella dado que según era un día seguro y quiso hacerlo de esa manera, poco después Aron se corrió pese a eso ambos estábamos listo para otra ronda y cambiamos. Tras un rato batiendo la leche de Aron dentro del culo de Amelia mi el extraño gesto de Aron mientras se la está cogiendo y de pornto se detiene mas no se la saca y le retira el antifaz, en ese momento sentí como el culo de Amelia me apretó a la vez que sentí como la verga de Aron palpitó en el coño de su tía.
—Samuel, ¿Qué hiciste? —, dice todo sorprendido, —me cogí a mi tía—.
Amelia no podía decir nada porque aún estaba amordazada. —¿o sea que te has estado cogiendo a mi tía todo este tiempo? —.
—¿Qué te puedo decir?, una cosa llevó a la otra—.
—¿Qué clase de excusa es esa?.
—pues podrías empezar por dejar de metérsela—, como que andaba en su mundo porque lo único que decía era: “es mi tía” con cada embestida. En ese momento le había retirado la mordaza y ella le día que se detuviera mientras gemía y teniendo cruzada sus piernas en su sobrino. Y así estuvimos hasta corrernos, Después vino el incomodo silencio.
—¿Cómo se te ocurre? —, me pregunta Amelia.
—¿Que?, era una sorpresa y una doble penetración no es problema para ti—.
—¿desde cuándo lo hacen? —, preguntó Aron.
—no me vengas con eso, si ok estuvo rico, ¿pero mi sobrino? —.
—¿y quién mejor, es mi mejor amigo? Vamos Amelia no me vengas con ataque de moralidad que ni siquiera deberíamos haber iniciado en todo esto y aun así aquí andamos —.
a pesar de que parecía que terminaríamos discutiendo nuestra tonalidad fue bajando de intensidad, Aron por fin termino enterándose de como todo inició y gradualmente los manoseos volvieron por ende lo volvimos hacer.
Ya cuando íbamos en el auto de regreso a casa aun persistía un silencio incomodo aun así también como que había cierto alivio y alegría.
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