La verdadera historia del Flautista de Mamelín
La historia no contada.
Hay un poco de contexto al comienzo, pero es importante para entender el relato.
Erase una vez, en un pueblito muy pequeño de unas 25-30 familias, donde llegó un Flautista (a partir de ahora FL), este individuo, en sus 30 años, era muy hábil con la flauta logrando pertenecer a los mejores grupos de cámara tocando para las más selectas élites de la ciudad.
FL tuvo un problema muy serio y tuvo que salir huyendo pues la policía iba tras sus pasos. En su huida durante muchos días, fue cambiando su look, se dejó la barba y el cabello largo, bajo mucho de peso y se volvió atlético. Así que huyendo por rumbos aleatorios y por cientos de kilómetros llegó al pueblito de Mamelín. Busco una casa algo grande, una de las pocas con electricidad y pidió que le alquilen un cuarto. Era la familia «A», compuestos por: papá, mamá y su hija llamada Katy (7)
La primera semana todo bien, FL buscaba trabajos de ayudante en el campo y en las tardes y noches tocaba la flauta en su habitación. Gustó tanto a la familia que le pidieron que le dé clases de flauta a su pequeña Katy en las tardes y el aceptó de buen gusto, indicando que para iniciar podrían ser clases de 2 horas y luego bajar a 1 hora según el avance.
Las clases iniciaron, las primeras dos clases la madre acompaño a la Katy y vio que FL era muy amable y atento, a partir de la tercera clase la madre dejaba a su hija teniendo clases en su comedor, le decía a Katy que haga caso al profesor y salía de su casa a conversar con su vecina B. Y es que la señora era la más chismosa del pueblito y no podía estar sin su chisme del día. Mientras chismoseaba en la casa del frente podía oír el sonido de la flauta de los ensayos de su hija; cuando el sonido de la flauta se detenía la madre notaba eso y regresaba a casa para escuchar los comentarios de FL del aprendizaje de la nena.
Y así se hizo costumbre clase tras clase, ya en la clase 20 la vecina B también pidió referencias para que FL le enseñe flauta a su hija Victoria de 8.
Detenemos la cronología un momento, ya que, hasta ahí sería una historia normal, si no fuera porque:
Katy era delgada, blanquita y de bonito rostro, y al conocer y tratar a FL se sintió cautivada. FL ahora hacia ejercicios y estaba con músculos no grandes pero definidos, lo que llamaba la atención de Katy, era una atracción de niños, pero atracción al fin y al cabo. Cuando empezó a saludarla de beso en la mejilla, Katy se sentía como la niña más feliz.
Y, en consecuencia, se detallan sus clases:
A partir de la clase 5, mientras Katy tocaba la flauta, FL la sentaba al borde de la mesa del comedor, levantaba su faldita y le daba unas buenas lamidas a su rajita, era de esperar, que con esos masajes, los sonidos en la flauta de la nena salgan disfónicos y la mamá al oír pensaba que era porque estaba aprendiendo.
A partir de la clase 6, parte de los sonidos de flauta que escuchaba la madre eran generados por FL sentado en una silla, pues en ese momento la nena estaba arrodillada practicando con la flauta de carne del maestro. El entrenamiento era distinto, mientras con la flauta dulce debía soplar, con la flauta de carne debía lamer, chupar y tratar de meterlo todo en su boquita, su primera lección fue esconder los dientes para no raspar a su querido profe.
A partir de la clase 7 se incorpora todo lo aprendido en las clases anteriores y ya se va armando un programa de las clases de 1 hora aproximadamente así: los primeros 15 min es una clase normal de flauta, los siguientes 15 minutos FL se dedica a lamer a conciencia la conchita de la peque, bebiendo sus juguitos, mientras ella sigue haciendo bulla con la flauta para evitar sospechas, los siguientes 15 minutos la nena practica con la flauta de carne dándole una buena mamada a FL mientras éste hace bulla con la flauta, los últimos 15 minutos sirven para acomodarse la ropa y culminar como una clase normal. En esta clase, lo que se aumentó fue trabajar en la profundidad de la mamada y está vez le echó la lechita en las manos de la nena, ella sonriente lo recibió en sus manos, el profe le explicó que esa lechita era muy especial y tenía muchas propiedades, le dijo que se la esparciera en la carita para que cada vez sea más bonita y que lo ideal es que se lo deje en la carita por al menos 5 minutos para que haga efecto, la peque muy obediente lo cumplió al pie de la letra.
La clase 8 fue algo distinta por tres razones: la primera razón es porque la alumna estuvo en la clase con pantalón, por lo que el profesor tuvo que improvisar y la subió sobre la mesa, la puso en 4 y la bajo su pantalón hasta las rodillas, de este modo tuvo acceso a sus nalgas, su rajita y su anito. Y empiezo su buena lamida desde la conchita hasta el ano de la alumna, eso fue nuevo para ella, de sintió nerviosa pero le encantó. La segunda razón es que está vez, le indicó que es importante que entrene su garganta para que cuando toque la flauta no se canse tan rápido, para ayudarle a entrenar tenía que meterse la flauta de carne por completo y que el le iba a ayudar empujando su cabeza para que le entre más. Conocedor de todo lo que podría ganar y perder, FL era gentil y la iba entrenando poco a poco a tragar cada vez más verga. La tercera razón es que FL le indicó que está vez le iba a soltar la lechita especial en la boquita, para que ella lo eche sobre sus manos y recién pueda aplicarse la crema facial. La nena, obediente como siempre le hizo caso y al final le dijo que tenía un sabor raro, FL le dijo que al comienzo era así, pero que luego ella misma le iba a pedir tomarse la lechita, ya que tiene vitaminas para volverse una mujer bonita y atractiva.
Las clases 9 a la 13 transcurrieron sin mayor novedad, la nena empezaba tocando un poco de flauta dulce, luego FL le daba una lamida de conchita y culito hasta que la nena suelte sus mieles. Luego la nena practicaba con la flauta de carne, ya lo hacía de modo más natural y sensual, también con la práctica cada vez entraba más en su boquita y garganta. FL le iba enseñando nuevas posiciones gozarle la boquita: él sentado y ella de rodillas entre sus piernas, ella sentada y él de pie con el miembro a la altura de su rostro. Ambos sentados juntos en el sillón, pero con la cabeza de ella entre sus piernas de él. También la empezó a colocar boca arriba sobre la mesa, echada con su cabeza fuera del extremo de la mesa, de este modo él la iba entrenando en penetraciones un poco más profundas a su boquita, mientras que ella con sus ojitos vidriosos veía las bolas de FL acercarse y alejarse de su naricita. A la hora de recibir su vitamina L (leche) también había mejorado bastante, ya lo podía recibir directamente en la boca o en su carita, lo saboreaba, limpiaba la verga con su boquita para no desperdiciar ni una gota de ese elixir especial. Luego de esperar con su tratamiento facial por unos minutos, iba al baño a asearse para retornar a sus clases de flauta, como si nada hubiese pasado, y esperando el regreso de su mami.
Sin embargo, la clase 14 si fue reveladora, porque estando arrodillada, luego de hacer recibido una abundante corrida de leche caliente y espesa en su carita, y luego de haberle lamido la verga al maestro hasta dejarla limpia sin ningún resto de lechita, se oyó el sonido de la llave de la madre tratando de abrir la puerta de la casa. De inmediato FL le indicó a Katy que corriera al baño, y el se guardo la verga en el pantalón y se acomodó la ropa. Cuando la señora entró él estaba sentado tranquilo en la sala. La señora preguntó por la peque y él le dijo que se había ido al baño. La nena tardó como 10 minutos en salir, luego practicó un poquito más de flauta dulce en presencia de su madre y dieron por terminada la clase. Días después la nena le contó a su profesor que se demoró en el baño porque cuando se vio en el espejo vio que tenía mucha lechita espesa en la cara y no la quería desperdiciar, así que se sentó en el inodoro a esperar que pasen unos minutos y su piel se «hidrate» con esa lechita, luego con sus dedos recogió los restos de vitamina L de su rostro para tomar lo que quedaba, finalmente se lavó la carita para no estar pegajosa. Ese día FL entendió que lo había logrado, su paciencia había dado frutos: en Katy tenía una aliada, que ella guardaba el secreto y no le delataría pues ella disfrutaba tanto como él de lo que hacían.
Hasta aquí está primera entrega, quedó atento a sus comentarios por si quieren saber que pasó en las demás clases o tal vez con su segunda alumna Victoria.
Me gustaría mucho que continúes con este relato al igual que con tu relato anterior de las 3 chicas, tal vez expandiendo más ese mundo
Uffff tremendo relato. Me encantará seguir viendo qué pasa y cómo pierden la virginidad las nenas