la visita de pepe
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sofiasex.
Hola amigos, soy Sofía.
Tengo 31 años, casada y con 3 hijos.
Anteriormente había contado historias con mi sobrino y con un amiguito suyo, sin embargo mi cuenta fue cerrada, por lo que me vi obligada a crear una nueva, los anteriores relatos los subiré también, espero que los disfruten.
En esta ocasión vengo a contarles una nueva experiencia, pero primero paso a describirme: soy morena, mido alrededor de 1.
60 soy un poco rellenita, tengo un traserito paradito y unos pechos un poco pequeños, últimamente he estado haciendo ejercicio, lo que ha hecho que esta tonificada haciendo mis carnes más firmes y suculentas jejeje.
Esa mañana traía puesto un vestido suelto y ligero que llegaba un poco más arriba de mis rodillas, para sentirme más libre no me había colocado brassier, mi pelo estaba sujeto por un moño.
Cierto día después de terminar de realizar mis quehaceres decidí matar el tiempo viendo tv, como pasa siempre no había nada interesante por lo que Salí a la terraza a mirar la calle.
Al poco tiempo vi que venía caminando pepe.
Pepe es un niño de 11 años muy pobre que ocupa su tiempo vendiendo cosilla por la calle.
La mayoría de casas estaban cerradas por lo cual vino directamente hacia ami.
Dado que siempre estoy en casa casi todo el dia y el pasa diario, nos hicimos de una amistad y confianza.
Él me contaba los problemas de su casa, (y uno que otro chisme de la calle) yo prestaba mi oído a sus palabras, en ocasiones lloraba y yo trataba de ayudarle lo más que podía, claro pero sin que llegara a depender de mí.
Cuando ambos podíamos, nos sentábamos a conversar hasta hora y media, a pesar de su edad era bastante maduro, quizás la mala situación que vivía hizo que abriera sus ojos tan pronto.
En fin, vi cómo se acercaba hacia mí, con su carga para vender.
-como esta señora Sofía
-Muy bien pepe- pude notar que venía un poco agitado, no venía corriendo, asi que no me explicaba el por qué, quizás alguien le había dado un buen susto.
-Qué te pasa pepe, estabas corriendo? Te noto raro
Pepe bajo la mirada y luego me vio a los ojos.
Y luego hablo
-Lo que pasa es que vi algo, pero no sé si pueda contarle…
-que fue, cuéntame, confía en mí.
Pepe seguía agitado, por lo cual lo invite a entrar y darle un vaso de agua.
Ya sentado en el sofá tomando un poco de jugo empezó a contarme.
En ese momento la casa estaba sola, solo toby mi lindo perrito estaba en casa (si quieren saber más de mi lindo perrito tobi, pueden leer “mi perrito”)
La verdad esto me apena, empezó a decirme, pero yo confió mucho en usted y me siento muy mal, no sé qué pensar.
Pepe me conto todo.
Resulta que cuando caminaba por esta calle, dos cuadras antes de llegar a mi casa, lo llamo esteban.
Esteban es un joven de 20 años el cual dicen que es gay.
En fin, pepe venia caminando cuando esteban le pregunto que llevaba hoy.
Pepe le mostro y pareció no interesado en su mercancía.
Esteban lo invito a sentarse a su lado, para que descansara un poco.
Ambos estaban sentados en una casa que estaba a medio terminar, como había dicho, la mayoría de las casas permanecía cerradas a esa hora de la mañana, las calles también poseían una soledad sepulcral que de no ser por el sol daría miedo.
Esteban pudo darse cuenta que nadie los observaba, por lo cual lo invito a que disimuladamente entrara en la casa por la ventana, con la intención de mostrarle algo muy interesante.
Aunque pepe es un poco maduro en su forma de pensar, no sigue siendo más que un niño.
Segundos después de que pepe entro, fue seguido por esteban.
Este tomo un tronco donde ambos se sentaron, de un momento a otro saco su teléfono de alta gama, (no hablare de marcas) y le mostro unos videos pornográficos cortos a pepe.
Tras escuchar esto mi corazón empezó a latir con fuerza y pensé que obligaría a pepe a hacer algo en contra de su voluntad, pero calle y seguí escuchando.
Los videos fueron desde, sexo entre un hombre y una mujer, luego uno de lesbianas y después paso a mostrarle uno de un trio.
La mano de esteban se fue deslizando hasta su pantalón hasta tocar su pequeño pene por encima de este.
De tanto en tanto iba cambiando videos y ya su pantalón estaba abierto y estaba recibiendo una paja, me comento también que le mostro un video de un niño con una mujer adulta.
Ya después de escuchar todo mi enojo fue desapareciendo y fue remplazado por sorpresa y excitación.
Esteban termino de masturbarlo y fue ahí cuando cerro sus pantalones, tomo sus cosas y se fue de aquel lugar.
Esto último lo termino diciendo con lágrimas en su rostro.
Me conto que se sentía mal porque le había gustado.
Yo no podía creerlo, cierta calentura estaba en mi zona intima, mis pezones se había puesto duros y se resaltaban por encima de mi vestido, en la habitación reinaba el silencio, ya pepe había dejado de sollozar y al parecer toby se había despertado por causa de mi olor, pues empezó a lamerme los pies y tratar de meter mi osico entre mis piernas.
En un principio pepe no le dio importancia, pero de un momento a otro toby se subió a mi pierna con intención de montarla, lo que hizo que se le saliera el pene, fue entonces cuando pepe abrió sus ojos de par a par y cuando yo me sentí mas excitada que antes.
Sin embargo no quería dar aquel espectáculo frente a pepe, por lo que opte por sacar al perro al patio.
Rápidamente regrese a la sala donde se encontraba pepe, esta ves me senté junto a el y le acaricie la cabeza y lo hice recostar en mis piernas.
Su respiración era tranquila, acariciaba su cabeza mientras le decía que no había sido su culpa.
Sé que no te gustan los hombres -le dije- pero a veces tu amiguito piensa por si solo, así que no debes culparte, si de verdad te sientes mal, trata de alejarte de aquel joven.
Mi mano paso de su cabeza a su espalda baja y lentamente a su trasero, a pepe parecía no importarle.
Te gustan las mujercitas cierto?- si señora- me decía con voz entre cortada.
Y las mujeres de tu edad o mayores- las mayores, son más lindas
Que tan mayores hijos?.
Mi mano ahora paso de su trasero a su pene, que manoseaba por encima de su pantalón
No sé, mayores.
Así como yo? –si- me respondió soltando un gemido.
Mi mano entro en sus pantalones, mis dedos recorría todo su pene, al parecer tenía un largo aceptable para su edad, aunque le faltaba grosor.
Pepe jadeaba y supe que le gustaba, asi que abrí libremente su pantalón y se lo deje hasta las rodillas.
Mi mano lo pajeaba sin pudor, su pene parecía el palo mayor de un barco.
Pepe tenía su cabeza hacia atrás y mantenía la boca abierta, sin embargo me di cuenta de que ya eran cerca de las doce, por lo que alguien podía llegar a casa, así que decidí terminar rápido, al menos por esta ves.
Incline mi cabeza y empecé a mamarle la verga como una experta.
Sumergía todo su pene en mi boca produciéndome una que otra arcada, mi lengua recorría su base hasta la cabeza y cosquilleaba el hoyito de la punta.
De un momento a otro pepe termino, parecía exhausto y sudaba a chorros.
Fui al cuarto por una toalla húmeda, me limpie y luego limpie todo el desorden además de limpiar el mástil de pepe, el cual solo me miraba sin pronunciar palabra.
Cuando termine le dije que no le contara nada a nadie y que viniera mañana para darle un poco más.
Sus ojitos brillaron y me dio un beso en la mejilla.
No hubo necesidad de hacerlo jurar, ya que conocía la madures que el poseía.
Asi que nos levantamos y antes de llegar a la puerta me dio un abrazo de lo mas cariñoso, pero luego se volvió morboso ya que empezó a alzarme el vestido masajeándome las nalgas, incluso me corrió la panty y me metió un dedo el muy atrevido.
Al fin nos despedimos y corriendo se fue.
Al día siguiente toda mi familia se encontraba en casa, ya que era sábado, pero suponía que todos saldrían con algún plan y terminaba quedándome sola.
Aquella mañana no había quedado tan sola como creí, mi esposo se había ido con unos amigos y mi hijo Andrés y juan fueron al parque a jugar, me quede con mi hija paula, lo cual no sabía si aquello sería un inconveniente, ya que pepe era muy querido en mi casa por todos.
En fin, pepe llego cerca de las 11 a.
m.
yo me puse un vestido similar al del día anterior y como ropa interior solo me puse un hilo.
Pepe llego con una pantaloneta, aquella se parecía a las que usan los futbolistas y una camisilla.
Lo salude de beso en la mejilla y el pícaro no perdió la oportunidad de agarrarme la nalga.
Debido a que mi hija se encontraba en casa no pudimos hacer nada en el momento, por lo cual aproveche su presencia para que me ayudara con los quehaceres de la casa.
Hicimos el almuerzo y barrimos y trapeamos toda la casa, mientras el me metía mano por todas partes y yo lo dejaba hacer.
Cerca de las 12 mis dos hijos aparecieron y comimos todos en la mesa de comedor.
Fue una charla muy agradable.
A la una de la tarde mis hijos decidieron salir de nuevo, pero esta vez con toby.
Pero va a llover muy fuerte, les dije algo preocupada al ver como se aproximaban unas nubes realmente cargadas.
-pues esa es la idea respondió mi hijo mayor (Andrés) mientras se iban corriendo.
Asi que nuevamente me quede con paula y pepe.
Paula subió a su recamara y mientras bostezaba me dijo que iría a dormir ya que el clima estaba delicioso.
Se despidió de pepe y cerró la puerta de su cuarto.
Yo me dispuse a lavar los platos mientras pepe veía la tv.
Cerca de la 1:30 empezaron a caer las primeras gotas y mirando el sucio patio se me ilumino la mente.
En el patio había varios lugares escondidos, como el callejón, detrás de la casa de toby o una pequeña casita donde guardan las herramientas, fácilmente podía hacer una travesura y si alguien llegaba podía sacar una excusa que sería creída sin que quedara espacio para una duda.
Así que subí hasta la habitación de mi hija y comprobé que estaba dormida.
Baje rápidamente y la suerte me sonrió pues empezó a llover, vi la oportunidad perfecta y pensé en aprovecharla.
Cerré la puerta de la calle para que no apareciera ningún impertinente y llame a pepe.
–Me ayudas a lavar el patio- a lo que no respondió, simplemente se quitó la camisilla y me siguió.
El agua estaba fría y puso duro mis pezones al instante.
Lo tome de la mano y lo lleve al callejón, donde solo cabían dos personas a lo largo, con una mano baje su pantaloneta y su ropa interior a la ves y con la otra empecé a hacerle una suave paja.
A continuación empecé a chupárselo, con fuerza y suave a la vez, de cuando en cuando miraba hacia atrás, no estaba de más ser precavida.
Así estuvimos como 5 minutos, le di la espalda y me puse en 4 levantando el culito, las palabras estuvieron de más, pues apunto su pene a mi vagina, no hubo mucha resistencia al entrar debido a grosor, pero debo admitir que lo goce como una buena puta.
Los chorros de agua caían sobre mi espalda, mi tanga hilo estaba hacia un lado y pepe me seguía taladrando, pase una de mis manos y empecé a tocarme el coño para llegar más pronto al orgasmo, sin embargo algo me obligo a detenerme… voces de niños, podían ser mis hijos así que me levante y fue hasta la puerta de la calle.
Afortunadamente no era nada, solo algunos chicos de barrio que habían salido a divertirse.
Regrese y encontré a mi amante en el mismo lugar donde lo deje.
Esta vez fuimos a la pequeña casa de herramientas, entramos y me senté en una rígida silla de madera, quería en la posición de misionero.
Pepe tuvo que agacharse un poco pero no hubo mucho problema, su penetración fue rápida y llena de placer.
Pepe aumentaba su ritmo, su pelvis hacia un fuerte ruido al golpearme, yo seguía masajeando mi clítoris, aquello era demasiado excitante y no aguantaba más.
De un momento a otro me vine mojando su pelvis y su pantaloneta, yo jadeaba pero pepe seguía penetrando con todas sus fuerzas, de seguro estaba a punto, lo cual era cierto porque en un instante trato de suprimir un gemido y luego callo rendido delante mi.
Nuestra respiración era agitada, sentí como su pene se volvía cada vez más pequeños hasta salir de mi vagina.
Nos quedamos un rato así hasta que pepe se separó de mí.
Yo le levante y acomode mi panti, aun seguí lloviendo, tome a pepe de la mano y juntos entramos a la sala.
Pepe se quedó mirando la lluvia y dijo que quería aprovechar el resto de la tarde bañándose con sus amigos, le sonreí y le di un beso de despedida.
Yo fui al baño y pase el resto de la tarde durmiendo junto a mi hija.
Eso es todo por esta ves amigos, espero sus comentarios con críticas constructivas.
Hasta la próxima
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