Las clases de repaso de Manu (2)
La historia continúa .
Mientras me lavaba la cara en el baño, deseosa de volver a la habitación de Manu, se escuchó desde abajo la puerta de su casa. Sus padres habían vuelto. Corriendo fui a su habitación y encontré a Manu vistiéndose rápidamente. Yo cogí mi ropa y fui corriendo al baño para vestirme allí. Tuvimos suerte de que nadie nos pilló. Al salir del baño escuché a Manu hablando con su madre tranquilamente.
-Hola, dije sonriendo a su madre.
-Hola Angela! Te has quedado a cenar al final?
-Si… Acabamos un poco tarde de estudiar y me quedé.
-Ah pues eso está genial! Pues hasta dentro de dos días, me voy a la cama.
-Si, yo también me voy ya a casa – dije mirando con una sonrisa pícara a Manu. – Nos vemos el lunes Manu.
-Adios Ángela…
Mi casa se encontraba a un par de calles de la de Manu. Yo estaba hiper caliente aún, pues no me había corrido y solo había chupado la polla de Manu. Me había encantado esa polla tan tierna, que cabía en mi boca a la perfección. Era como comer una golosina. Estaba deseosa de volverla a chupar y Manu no pudo esperar en hablarme por el WhatsApp.
-Angela… Ha sido increíble… Sigo con el calentón…peor bueno imagino que tú estarás peor… Lo siento, quería complacerte también a ti.
-No pasa nada, Manu. A ver si la próxima vez podemos. Hablamos mañana
-De acuerdo…
Cuando llegue a casa me fui directamente a la cama y no tarde en masturbarme como una loca. Frotaba mi clitoris y mi chochito, el cual seguía mojado, aunque no tanto. Pensaba en su polla, en lo que me había gustado comerla y en la sensación tan cachonda de haber recibido su corrida en mi boca. No había tragado el semen porque todo resbaló sobre él, pero me daba curiosidad su sabor. Me imaginaba follando con Manu abrazados, yo encima de él y el sentado besándome y agarrándome las tetas. Pensaba en su cuerpo atlético contra mi, en su polla dentro de mi y en ambos corriendonos al mismo tiempo. No tarde más de dos minutos en correrme como una loca. Me quedé por fin a gusto, deseando el siguiente encuentro con Manu.
La siguiente vez no hubo suerte, sus padres estaban en casa y no pude más que sobarle su polla desde dentro del pantalón. Estaba durísima y ardiente, deseosa de más. Me acerqué a su oído y en un susurro le dije
-Cuando podré volver a chupar este manjar…? . Manu no se esperaba esas palabras tan calientes de mi
-Cuando estemos solos… Es para ti… – me fijo devolviéndome el susurro. Yo le di una chupada en el cuello y le dije
-Mi lengua se muere de ganas de probar esa golosina que tienes entre tus piernas…
-y ella se muere de ganas de volver a correrse así gracias a tu lengua y tu boquita… – el nene estaba aprendiendo a provocarme también.
-No he parado de pajearme estos días pensando en ti, Ángela…
-Bf… Yo también me he masturbado al menos 5 veces… Eso no es normal en mi… Imagínate si me pones…. – todo eso lo dije apretando su polla a través de la pernera de su pantalón de basket.
Nos estábamos poniendo muy cachondos, y como iba a ser para nada, ya que no podíamos hacer nada, decidí irme a mi casa.
Hasta entonces probamos a hacer videollamadas sexuales. Manu se colocaba sentado en su cama, apoyado en la pared y ponía el móvil en una perspectiva lateral, que pudiese ver su polla y ver su tabletita. El nene sabía lo que me gustaba. Yo hacía lo mismo, para que viese como me tocaba y me viese también las tetas. La conversación era muy guarra, yo le decía lo deseosa que estaba de chuparsela, de comer sus huevos. Y él lo deseoso que estaba de sobar mis tetas, comer mi coñito, apretar mi culito redondo y por fin alguien lo dije: su deseo de desvirgarme. Ambos nos desvirgariamos y ambos lo deseábamos, pero también nos paraba un poco hacerlo mal. Yo tenía ganas pero me conformaba de momento con tener esa golosina entre mis labios y contra mi lengua y de que el me comiese el chochito.
Por fin llegó el día, otro jueves que sus padres salían a cenar y a bailar, como la última vez. En cuanto salieron por la puerta, esperamos 5 minutos por si habían olvidado algo y volvían. Ambos fuimos a su cuarto y empezamos a enrollarnos de forma más violenta que la última vez. Estábamos muy deseosos, Manu me había dicho que llevaba 3 días sin pajearse y estaba volviéndose ya loco. Yo llevaba 4 días porque había estado muy liada, pero mi chochito ardía de deseo en cuanto cruce la puerta de su casa aquel día. Manu me desnudó entera y lo primero que hizo fue chupar mis tetas y sobarlas. Estaba muy muy cachondo, respiraba entrecortadamente. Yo le frené y le quite la camiseta. Hice lo mismo lamí y besé todo su pecho y su abdomen marcadito. Quité sus pantalones y calzoncillos y su polla adolescente volvió a saltar. Como una pértiga estaba de dura y de levantada.
-Mi golosina… Por fin… – dije cogiéndola con ambas manos. Ambos estábamos de pie frente a frente. Nos separamos y nos admiramos. El miraba mis tetas, y mi culo, el cual le ofrecía girandome para que lo viese. Yo, solo podía mirar su polla y su cuerpecito perfecto. Me moria de ganas de tenerlo para mí.
-Eres una diosa Ángela… Que tetas…que culo… Que boquita màgica tienes… – me dijo mientras se masturbaba lentamente. Yo me acerqué y quité sus manos de su miembros y me acerqué a su oído
-Cuando yo no esté en este cuarto… podrás pajearte… Pero cuando yo esté aquí, está polla es mía y de nadie más…y solo yo la puedo pajear, chupar, besar, lamer o follar… Me entiendes…?
-Como me pones….te entiendo. Estoy de acuerdo, mi polla es tu golosina y tu juguete…para cuando la quieras… Que ganas tenía de sentir a una chica hacer todo con mi polla… Y vaya mujer me ha tocado… – dijo acariciando mi culo y una de mis tetas.
-Bueno, vamos a dejar la charla ya? Quiero comerme tu polla, si te parece bien…
-Me parece fetén… Pero antes creo que te debo algo. Túmbate.
Yo obedecí y me tumbé.
Notaba como mi chochito chorreaba ligeramente fuera de él. Estaba empapada. Me tumbé y Manu se situó encima de mi. Me besó, lamió mis labios, mi cuello, mi pecho, mis pezones, mis tetas enteras, mi barriga… Todo con su lengua. E hizo una cosa que me puso aún más. Llevo su pollita a mi clitoris y cuidadosamente restregó su cabeza sobre él. Además, pasó con ella por toda mi rajita. Como resbalaba…
-Manu…. Bff….. Increíble….
-Tranquila, solo quería provocarte un poquito…. Ya voy con mi lengua…
Y Manu llevo su boca allí. Se colocó justo en el clitoris y abrió su boca para succionarlo cariñosamente. Saacaba su lengua y la perfilaba por todo él. Yo me estremecía al notar por primera vez a un chico haciéndome sexo oral. Y vaya chico…un chiquillo de 14 años que me volvía loca.
-Dios Manuel…sigue…
Manu siguió un minuto y bajo su lengua a mi rajita. Allí se recreó, metiéndola entera de arriba a abajo, sacando petróleo con su lengua. Todos mis juguitos se los llevaba con ella, además de que con su dedo índice no dejaba de penetrarme.
-Pruebame…pruébame Manuel….
-deliciosa… – dijo lamiéndose el dedo, aunque ya tenía todo en su lengua …
-Me voy a correr Manu….
Manu hundió su boca en mi chochito y no dejó de mover su lengua a toda máquina. Me vine como nunca, menuda sensación, como un diluvio noté en mi interior. Pedí a Manu que fuese más despacio porque iba muy rápido y solo dejo su lengua dentro moviéndola de arriba a abajo lentamente. Sacó su lengua y me la enseño. Estaba un poco manchada con mis jugos. Llevó su dedo a su lengua y me lo acercó.
-Prueba tu manjar…
Yo llevé su dedo de forma muy cachonda a mi boca, mirándole directamente a los ojos. Chupe todo su dedo hasta el fondo y me lleve mis propios jugos a mi boca.
-A que estoy buena Manu…
-Estas tremenda…
Y nos besamos como locos. Notaba mi sabor en su boca y me excitaba aún más. Mientras le besaba llevé mi mano a su polla y comencé a menearla a toda pastilla. El me masturbaba también con dos de sus dedos. Mi chochito era como una piscina de mojado.
-Para… Ahora voy a comerme tu polla …. Me muero de ganas de tenerla en mi boca …
-Adelante cariño, comete tu manjar…
-Quiero que me avises cuando te vayas a correr.
-Vale…
Manu se pensaba que yo quería que me avisará para apartarme, pero no.
Él se apoyó en la pared, sentado como cuando se pajeaba en nuestras videollamadas. Así podía ver su tabletita marcada y su polla bien erecta. Llevé mi mano izquierda a su tableta.
-Que bueno estás mi amor … – y mi mano derecha fue a parar a su polla adolescente. Me ponía mil pensar que nadie había tocado esa polla salvo yo. La agarré firmemente y bajé totalmente la piel, dejando ese capullito que tanto me gustaba al aire. Y así comencé a succionar su polla. Probé a meterme esos 14 cm de carne adolescente en mi boca. Pràcticamente me cabía entera. Era genial notarla casi toda esa polla dentro de mi boca, degustando mi golosina favorita. Me imaginaba la de pajas que se habría hecho pensando en una chica chupándole la polla y me ponía mucho saber que era yo la única que lo había hecho. Lamí toda la cabeza como una loca, mientras de reojo miraba como suspiraba y respiraba de forma entrecortada. El miraba sin quitar ojo de su polla, viendo como una pequeña fiera de 16 años se tragaba su miembro con el mayor gusto de su vida. Besaba su cabeza, la lamía, la succionaba con mis labios, buscado el suspiro mayor en Manu. Chupaba sus huevos, lamía todo su mástil de arriba a abajo, lo besaba lateralmente, lo lamía de izquierda a derecha. Hacía que su polla fuera mía durante estos instantes. Le amarraba los huevos mientras le pajeaba y colocaba mi lengua en su cabeza. Cuando me ponía a tragar su polla de forma más rápida, el me marcaba el ritmo con su mano sobre mi cabeza. A veces aceleraba mucho y me hundía su tranca en mi boca y otras veces decidía que quería lento y con lametones en la. punta. Ambos no sabíamos nada y estabamos experimentando. A mi me encantaba cualquier cosa que implicase que esos 14 cm no saliesen de mi boquita. Al poco tiempo Manu me avisó con cara de pocos amigos. Yo decidí engañarle saque mi boca y le pajee a toda velocidad. Sus suspiros me marcaban cuando iba a salir el semen, así que calculé un par de segundos y hundí su pollita en mi boca. Me la metí prácticamente hasta la mitad y noté la avalancha de lechita que inundó mi boca. Sabía salada y estaba súper caliente aguanté hasta que el último suspiro salió de sus labios y levante mi cabeza. Le enseñé el semen en mi lengua y al segundo tragué todo su nectar y volví a enseñarle la lengua limpia. Pero aún tenía restos de semen en mis labios, por ello decidí hacerle probar su propio nectar como él había hecho conmigo. Antes de que hablase le besé y lamí sus labios. El, sorprendentemente hizo lo mismo, lamió su semen de mi boquita y de mis labios y ambos nos hundimos en un húmedo beso de un par de minutos.
-Ha sido alucinante… No esperaba que te… Que te tragases todo.
-Ha sido lo más excitante que he hecho en mi vida y tú me lo has proporcionado – yo no podía soltar su polla, estaba ya bastante más pequeña pero yo no la soltaba, había algo que me ataba a ella. Mi mano y su polla estaban empapadas de semen pero me daba igual, no quería soltarla.
-Estas haciendome descubrir totalmente el sexo…en la mejor de las formas .. eres alucinante Ángela….
-y tu Manu… Eres tremendamente excitante y me he enganchado a ti y a tu amiga…. – dije acariciando su polla, la cual ya estaba otra vez bastante dura.
Continuará.
como sigue