Las dos hermanitas que cuidaba mi tía (4 y 2 años) (Parte 2)
Esta historia es sobre una niña de 4 años y una de 2 años que cuidaba mi tía durante la semana en la casa de la niña..
Al siguiente día que volví a casa de les bebes no hubo ningún tipo de problemas. Ambas me recibieron con mucho cariño. Y apenas se fueron los papas me jalaron al cuarto y como es costumbre, Maryori cerro la puerta.
Maryori: Ven, y háblame de los chinitos. ¿Le hablaste de mí? ¿Cuándo vendrán a mi casa?
No era costumbre que, en lugar de interesarse en mí, mis putitas se interesaran en una supuesta amistad mía. Me sentía algo decepcionado. Pero la verdad lo que quería era comerme esos dos culitos y sapitos ricos que tenían esas dos niñas. Así que poco me importaba en realidad. Y si tenia que usarlos como motivación para ellas, pues venga. Igual mi venganza es que al final nunca vendría sus amados chinitos. (Si no sabes de que chinitos habla, lee el primer capítulo.
Yo: Bueno mira, me dijeron que quiere que grabe videos de como tu juegas conmigo a lo que jugamos ayer. Y otros juegos más. Que quieren saber si sirves para casarte con uno de ellos.
Maryori: Dale. Vamos a jugar pues. ¿Qué tengo que hacer?
Yo: Debes quitarte la ropa y quitársela a Katia.
Cuando ya estaban desnudas acosté a Katia en la cama boca arriba y le abrí las piernas pudiendo ver su vagina rosadita. Katia se dejaba en todo. Y acerqué a Maryori y le dije que iba a filmar, como ella le chupaba la concha a Katia. Saque mi cámara.
Yo: Pero chúpala sin dudar cuando comience a grabar. Sin asco. Porque si ellos ven asco no querrán venir.
Maryori estaba con la cara achurrada como queriendo decir que no quería. Y le pregunte si lo haría para los chinitos y dijo que si, obligada. Y le conté hasta tres y comencé a grabar. Y ella fue a la entrepierna de Katia y comenzó a pasarle la lengua a los labios vaginales. Así estuvo por un momento y luego le dije que chupara como yo hice ayer. Y pego la boca a la vagina de la hermanita y comenzó a chupar el clítoris. Katia le agarraba la cabeza a Maryori, pero no se negaba a recibir tal placer. Así estuvo por 10 minutos hasta que la verga se me paro. Me quite el short y el suéter quedando desnudo, sin ella darse cuenta, pues estaba concentrada en lo suyo. Luego la detuve y le dije que me escribieron para decirme que ahora tenia que chupar mi pene.
Yo: ¿Has visto uno de estos?
Maryori: Si. Mi papa tiene uno.
Yo: ¿Y cuándo se lo viste?
Maryori: Cuando se le cayo la toalla en el baño. Pero estaba para abajo y el tuyo esta para arriba.
Yo: Los chinitos me escribieron para decirme que ahora tienes que chupar mi pene. ¿Lo harás?
Maryori: Si.
Es increíble lo que esa niña hacía por esos chinitos. Seguro uno de ellos venia y se dejaba penetrar, aunque no le cupiera en la vagina. Putita del carajo. En vez de desearme a mi anda deseando chinitos.
Puse la cámara a grabar y le dije que primero pasara la lengua por toda la cabeza de mi verga. Y luego la hice meter toda la cabeza en su boca y le dije que tuviera cuidado de no rozarla con los dientes. Y que le pasara la lengua con mi verga dentro de su boca. Mientras tanto Katia solo veía lo que hacia su hermana. Luego le agarre la cabeza a Maryori y hacia que mi verga entrara y saliera de su boca. Le dije que me acostaría y que ella siguiera sola, porque los chinitos la iban ver en el video. Me acoste en la cama y agarre a Katia y la acosté boca abajo en mi pecho de tal forma que su concha quedo a la altura de mi boca. Le agarre esas nalguitas y se las apretaba mientras le chupaba su deliciosa vagina y Maryori aprendía poco a poco a chupar mi verga. Allí estuvimos mucho tiempo hasta que me satisfice y me dio ganas de más.
Luego me levanté y agarre a Katia y la puse boca abajo, colocándole almohadas bajo su cadera para levantarle el culito y a orilla de la cama. Le abría ese culo y le veía el hueco de su anito. Comencé a chuparlo, mientras Maryori solo veía lo que le hacía a su hermanita sin decir nada. Luego me unté saliva en la cabeza de mi pene y comencé a follar ese culito sin penetrar. Veía como esas dos tapas de nalga se tragaban mi verga, llegando a rozar su vagina. Le apretaba los muslos uno contra otro para sentir aún más esa piel inocente y tierna mientras mi verga profanaba su entrepierna. Era la primera vez que esa niña de dos años sentía un trozo de carne caliente entre sus nalgas y entrepierna y rozando su vulva. Todo estaba siendo grabado por la cámara y por los ojos de Maryori. Luego viré a Katia boca arriba y le metí mi verga, pero por delante. Rozando esos labios vaginales y su clítoris. Katia solo me veía directamente a los ojos. Hubiera dado mucho por saber que pasaba por su mente. Esa mente de niña pequeña que por primera vez estaba siendo robada su inocencia y profanado su cuerpo inmaculado. Había tenido antes niñas de esa edad, pero que respondían con ganas de sentir lo que les hacía. Pero esta bebe ni mostraba esas ganas, ni se resistía y tampoco mostraba que estuviera molesta por lo que le hacía. Solo se dejaba. Luego le acerque su rostro al borde de la cama, hice que mirara hacia afuera de la cama, le abrí la boca y le metí la cabeza de mi verga. Ella ni se inmuto. Comencé a meter y sacar mi verga. Sus dientes me rozaban a veces, pero era más el gusto del calientito que el dolor. Igual trataba de abrirle un poco más la boca cuando sentía sus dientes. De pronto quede sorprendido cuando Maryori le abrió las piernas a Katia y comenzó a pasarle la lengua por sus labios vaginales mientras le violaba su boca con mi verga. Eso me excito aún más y comencé a darle más velocidad al mete y saca. Ufff se oía el sonido del chuccu chucu cuando entraba y salía de esa boquita mi verga. Su baba salía por todas partes de sus labios. Y cuando de pronto me vine dentro de su boca sin sacar mi pene en ningún momento. Comenzó a toser por ahogarse con la cantidad de leche que le dispare a la garganta. Y la pare y le pegaba en la espalda.
Que delicioso fue hacer el amor con esa bebe. Aun no le cabe mi verga por ninguno de sus dos huecos más ricos, pero me logra satisfacer como es debido con su boquita.
Le pregunté a Maryori que por que había saboreado la concha de su hermanita si no se lo pedí. Y respondió que quería que los chinitos la vieran a ella también jugando con nosotros. Yo le respondí que mañana le tocaba a ella. Y ella dijo acepto. La verdad ya me había venido con tanta fuerza que no tenía para más. Además, todas las noches me tenía que coger a mi prima de 10 años porque de otra forma se enojaba. Esa si tenía los huecos ya bien cogidos por mi verga. Desde sus 7 años.
Seguiremos otro día.
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