Las hermanitas juguetonas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por usuariofalzo1.
Corria el año 2010, nos habian informado que tendriamos que realizar un servicio social para poder titularnos, asi que acudi con un par de amigos a realizarlo en el ayuntamiento de la ciudad; donde nos asignaron areas para trabajar, a mi amigo y a mi nos toco un area en la cual se encontraba la biblioteca.
En ella acudian algunos alumnos de primaria y secundaria de los alrededores; un dia comun y corriente, Fernanda y Vanessa, un par de hermanas de 12 y 10 años respectivamente, junto con sus amiguitas entraban solo a molestarnos con su actitud infantil y atrevida que te pega bofetadas de vida y encanto.
Siendo estas hermanas las mas destacadas y las que iniciaban las platicas entre todos, las cuales siempre terminaban con insinuaciones inocentes de su parte.
Como yo era el que las soportaba mas, me pidieron que me quedara con ellas a jugar en la escuela cuando terminaran las clases, al principio me negué, puesto que las podrian castigar y a mi me podrian reportar, pero ella lograron convencerme con sus miradas tiernas, inocentes y picaras, con lo cual finalmente acepté por tonto (¿Alguno de ustedes podria negarse?).
Al entrar a la escuela sentia la adrenalina tan solo por la travesura, por sentirme nuevamente un niño; entrar a los salones vacios y hacer maldades infantiles, pero esas chiquillas tenian otra cosa en mente.
Nos encontrabamos platicando sobre que se sentia ser mayor y salir a fiestas, llegar tarde a casa y todas esas cosas que de pequeños imaginabamos que hacian los grandes.
La charla empezo a ponerse mas embarazosa cuando empezaron a preguntar sobre lo que hacian los chicos y las chicas (el tipico "tu sabes"); en ese momento empeze a sentir nuevamente la adrenalina corriendo por mi cuerpo, pero no era una adrenalina como la anterior, era una sensacion parecida a cuando vas a besarte por primera vez con la chica que te gusta, cuando estas por tocar el cuerpo de esa persona que te gusta de forma sexual.
No, no era una adrenalina comun, era excitacion, excitacion cuando empezaron a contarme que nunca habian dado su primer beso, no se si era porque no habia tenido sexo en mi vida, o si era toda la situacion en la que salio a relucir su comentario, pero no podia evitar sentirla, no podia evitar sentirme excitado.
Vanessa: ¿Y tu, tienes novia?
Yo: No, salia con una chica pero nunca formalizamos.
Fernanda:¿Por que?
Yo: Digamos que yo queria algo mas con ella.
Ambas: ¡¡¡Sexo!!!
Me quede sin palabras, mi corazon no dejaba de palpitar fuertemente; asente con la cabeza; no lo negaria, mucho menos ante ellas, que por increible que parezca ellas estaban tan interesadas y abochornadas que se les ocurrio una gran idea, que su primer beso fuera conmigo, y que a cambio, dejarian que las viera semi desnudas.
Sintiendo una ereccion, no pude negarme, estaba fuera de mis casillas, la excitacion se habia apoderado totalmente de mi mente.
Entramos al salon mas cercano y nos sentamos en el escalon frente al pizarron uno frente al otro; y como si fuera el primer beso, Fernanda y yo nos encontrabamos tan nerviosos y avergonzados que iniciamos con un beso de pico con el cual solo nos reiamos mientras no veiamos.
Toda su actitud de aventurera, audaz, alegre y divertida quedo convertida en solo introvertida y sumisa, su cara estaba totalmente roja de verguenza.
Era el turno de Vanessa, quien tenia un caracter mas fuerte, me excito verla aun mas timida que su hermana (me dolia el pene de tan duro que estaba tan solo de verla asi) acercandose lentamente como si se fuera a caer de un gran balcon.
Con ella me senti mas dominante, la tome y me di cuenta que tan solo era una niña de 10 años que fingia tener 20 y que se encontraba tiemblando en mis brazos; la bese de tal forma que no podia resistirse, su brazitos en medio de nuestros cuerpos, solo veia hacia arriba, cuando la deje no podia ocultar que le faltaba el aliento.
Habia cumplido con mi parte del trato, ahora les tocaba a ellas mostrame sus cuerpos como tanto deseaba.
Fernanda empezo a desabrochar su blusa blanca y su corpiño tambien blanco que cubrian sus pequeños pechos que estaban en pleno desarrollo, sus pezones se encontraban parados sin estar totalmente erectos.
Con una mirada inocente y una sonrisa maliciosa empezo a desabrochar su falda, mostrando esos calzoncillos rosados bastante coquetos.
Fernanda: Quitamelos porfavor.
Acariciando tiernamente su delicado cuerpo desde su espalda hasta llegar a la cintura, se los fui bajando lentamente hasta quedar al descubierto esa bella vagina en la que empezaba a salir bello pubico, no puede evitar besarla tiernamente, ella solo guardaba silencio y sonreia con tanta inocencia.
A su vez Vanessa empezo por quitarse su pants, mostrando que no usaba ropa interior dejando a relucir su piel blanca sin bello alguno, sin decir alguna palabra y solo con verme a los ojos y desviar la mirada de manera avergonzada, me dejo entendido que queria que le quitara su playera, asi como en la parte inferior no usaba prenda alguna, solo tenia un par de botones rosados como pezones, unos pezones invertidos y rosados los cuales la hacian ver aun mas deseable de lo que era para mi en ese momento.
Sin dudarlo me le acerque y le pegue un apasionado beso.
Su hermana se acerco a mi desde mi espalda, me beso y me dijo que solo faltaba yo que me quitara la ropa.
La excitacion era tal que sin pensarlo, empece a quitarme el sueter, la camisa y la camiseta, las niñas solo mostraban una sonrisa picara, que reflejaba su morbosidad al ver a un chico por primera vez.
Al empezar a quitarme los pantalones y los boxers, sale rebotando mi pene debido a la ereccion; las hermanas se quedan sin habla, era el primer pene que veian; Fernanda no sabia que hacer ni que decir, estaba estupefacta, mientras que Vanessa es la primera en acutar, tomandolo con sus delicadas y diminutas manos, que hacia ver que mi pene era gigantesco; siento como su mano empieza a temblar.
Yo: Vane.
(alza la mirada) ¿quieres probarlo?
Vanessa, como toda inexperta, introduce mi pene en su diminuta boca, tomandola de la cabeza le empiezo a dirigir, siendo esta la primer mamada de nuestras vidas, sus dientes me lastimaban pero sabia que si le decia algo seria capaz de morderme.
Su hermana reacciona cuando ve en mi rostro el mismo gesto que tenia su hermana cuando la bese.
Fernanda: Oye, yo tambien quiero probarlo.
Cuando ella tomo el control de la felacion, sabia que estaba a punto de acabar, asi que la aleje de mi pene, le dije espera, quiero probar algo contigo.
La recoste entre nuestra ropa y le empeze a besar sus piernas, hasta llegar a su vagina, la cual acariciaba de tal forma que ella emitia un ligero gemido.
Con mis dedos helados empece a separa sus labios, quedando al descubierto el rosado de su vagina la cual empece a lamer lentamente.
Tenia un sabor salado muy ligero, que no podia dejar de probarlo.
Ella gemia mas y mas, teniendo ligeros espasmos, le dije quiero que seas la primera, tome mi pene y se lo meti lentamente, deslizándolo y jugando hasta que entro todo, ella con la boca y lo ojos cerrados para no genir fuerte hacia que me exitara aun mas, sentia que acabaria aun mas rapido que cuando me lo chupaba su hermana.
Me detuve y la empece a besar, besaba sus pechos suaves como la seda, su fino cuello de ganzo, hasta llegar a esos labios tiernos que reflejan la inocencia de una niña, ella solo me abrazo con sus brazos y sus piernas pretandome, queria que acabara dentro de ella, y asi fue, con una corrida muy espesa habia terminado mi primera vez.
Necesitaba un ligero respiro para poder recuperarme y hacerlo con Vanessa.
Fernanda solo me beso su hermana se acerco y me pregunto cuando seria su turno, sin responderle con palabras la agarre a besos y caricias, pero algo habia cambiado en ella, ya no era la niña timida que era durnte su primer beso, era la misma chica fuerte que tubo la idea de hacer un trato para recibir su primer beso, era la misma chica capaz de morderme el pene cunado tuvo la oportunidad.
Vanessa: Quiero sentir lo mismo que mi hermana.
Se posiciono sobre mi cara y empezo a bajar lentamente su vagina en mi cara, tenia un sabor parecido al de su hermana, pero con una ligera diferencia, algo indescriptible.
Saboreaba sus jugos mientras acariciaba su pequeño cuerpo, asi como sus pezones, que estaban duros, tal vez por el frio del salon, o tal vez por la excitacion; no gemia, solo mordia sus labios para contener sus gemiditos.
Cuando se le escapo el primero empece a sentir como mi pene comenzaba a endurecerse otra vez.
Estaba listo para tomar la virginidad de Vanessa, una niña de 10 años, mi niña.
Nuevamente era el turno de Vanessa, que se sentia tan capaz de hacerme acabar, creia estar preparada para cualquier cosa, pero no para el sexo, como habia mostrado al inicio, tomo la iniciativa de estar arriba, sabia que era una niña fuerte, pues simplemente me empujo hacia atras, quedando recostado sobre el frio piso del salon de clases.
Sin ninguna muestra de delicadeza, tomo mi pene y lo introdujo dentro de si de un solo golpe; quedo en un pequeño shock cuando sintio que algo se habia roto dentro de ella, asustada bajo la mirada hacia donde sentia ese agudo dolor, asustada de ver que donde habia introducido mi pene empezaba a brotar un poco de sangre, estaba apunto de llorar, lo cual era entendible debido a su precipitacion, su hermana trato de tranquilizarla pero ya era tarde, el llanto comenzo a sonar.
Ese llanto me lleno de una excitacion tal que estaba deseoso de hacerla llorar con la penetracion, levante mi cuerpo, pero con una mirada llena de lagrimas logro que cambiara mis intenciones, a solo consolarla con un tierno beso.
Entendi que solo era una niña, que debia hacer que esta ocacion fuera unica y que la recordara con un tierno suspiro, con toda la inocencia y la ingenuidad correspondiente a su edad se tranquilizo; y empezo a moverse lenta pero sutilmente, notaba como su cuerpo blanco tomaba una tonalidad roja, era maravilloso ese cambio tan excitante.
Su rostro mostraba lo que una mujer siente durante la penetracion, mostraba lujuria, satisfaccion, deseo.
Faltaba para que acabara, la voltee de frente a su hermana, que notaba con vergüenza el rostro de Vanessa, todo rojo, con la mirada perdida al aire, soltando lagrimas de felicidad y no de dolor o tristeza.
Cuando vi a Fernanda, note como se frotaba y se mordia los labios, estaba deseosa de participar con nosotros.
Le pedi que se acercara y le diera un beso a su hermana.
Con gran frenesi beso a su hermanita, mientras acariciaba su virginal cuerpo infantil; esa imagen hizo que a acabara dentro de Vanessa.
La hermana menor encima de la mayor, frente a frente besandose, mientras detras de ellas me encontraba yo, apreciado todo ese espectaculo; jamas crei que un par de hermanas se me ofrecieran en esa pocision, era el mejor dia de mi vida; mi pene intentaba erectarse nuevamente, pero era muy dificil, habia acabado 2 veces, y necesitaba un respiro porque queria.
no, deseaba demasiado a esas niñas.
Solo me limite a lamerles el trasero y la vagina, hasta que pudiera penetrarlas una ultima vez, estaban perdidas en su mundo, un mundo lleno de un gran libido entre dos chicas de la misma sangre, era fantastico, parecian expertas.
Cuando recupere energia, estaba listo para un ultimo asalto, penetraba a una y a la otra mientras ellas se besaban, talvez seria la unica vez que podria tener sexo con unas niñas, asi que seguia penetrarlas nuevamente, Fernanda se encontraba en cuatro patas, asi que era una sensacion sin igual, pero era un poco incomodo con Vanessa, ya que me estorbaba su hermana.
Al poco tiempo habia escuchado un auto cerca del estacionamiento.
Parecia indicar que era el conserje asi que tuve que darme prisa, ambas me chupaban el pene, lo que hizo que acabara rapido en sus bocas.
Nos vestimos rapido y salimos del salon, el conserje se nos cruzo en el camino, pero no dijo nada, tan solo un vayanse.
Se me quedo viendo con una mirada y una sonrisa que expresaba "se lo que hiciste".
Jamas me crei capaz de tener sexo con una niña, pero asi fue, tuve mi primera vez pero no con una sino con dos niñas; y ellas a su vez la tuvieron conmigo.
No podre olvidar a esas hermanas.
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