LAS HIJAS DE LAURA Y NUERIA 5
convencí a mis hermanas y otra hsitoria.
Convencí a mis hermanas de que tuvieran sexo con los perros, yo ya lo he hecho varias veces aunque no se si es el mimo u otro, son todos muy parecidos y nos los distingo.
Lo hablamos todas y también con nuestras madres de probar con los daneses, así que como somos tan resolutivas nos pusimos a ello, tengo que decir que yo soy la chica, vamos la ultima en nacer, pero también soy las mas alta de todas, soy Virginia, en aquel momento las mayores tenían casi los dieciocho y las otras cuatro un año menos.
Un fin de semana nos preparamos todas y estábamos todas muy dispuestas, estuvimos en el salón de abajo un rato mientras nuestras madres nos daban las instrucciones precisas. Cuando ya estuvimos enteradas de todo, nos atamos la camiseta a la cintura, eso es para que no nos arañen con sus patas mientras nos montan. Salió Nuria a la puerta y los llamo, acudieron todos enseguida, son ocho mas dos hembras que no entraron. Vi que les iba dando unas palmaditas en la cabeza y con eso ya sabían que tenían que hacer. Nosotras estábamos sentadas esperando hasta que llegaron, se pusieron a olfatearnos en la entrepiernas enseguida y empezaron a lamer nuestros chochos de inmediato, alguna de nosotras ya empezó a decir me corro y cosas parecidas.
Cuando a los perros les pareció empezaron a subirse al ático que es el sitio favorito para ellos para follar, también para nosotras y los chicos africanos, discutieron entre ellos para ver quien montaba a quien al final ya estaban listos y nosotras de rodillas y apoyadas sobre nuestro antebrazos, nuestras madres vigilaban. Nos fueron montando a todas y a unas acertaron en el chocho y a otras en el ano pero todas gozamos mucho con la experiencia que se volvería a repetir en muchas ocasiones.
Cuando acabo el ultimo curso y ya teníamos aprobada la selectividad tome una decisión. Aun faltaban unos meses para que cumpliese los dieciocho pero eso no me paro. Reuní a mis hermanas y a mis madres y les conté lo que quería hacer en los meses de verano antes de entrar en la universidad, quería ser puta durante unos meses, exibirme desnuda y follar con desconocidos, no cayo nada bien, pero a pesar de la oposición unos días después me fui a La Junquera donde hay un puticlub muy grande donde podía llevar a cabo mi aventura.
Cogí el avión y llegue a Barcelona y de allí en bus hasta el sitio, ya tenia reservado habitación en un hotel cercano y aquella misma noche me persone en el puticlub, le encante al gerente y a los otros hombres que estaban allí, el negocio consiste en que los cliente pague copas y paguen la habitación y el resto del dinero es para mi. El local en si es muy grande con una pista de baile sobre elevada y el exterior están los jardines que en verano como era había muchas camas con dosel, me enseñaron todo aquello y vi chicas follando por todas partes. La vestimenta de las chicas me encanto así que de vuelta al local me cambie de ropa y me puse una faldita super corta y me puse a bailar, como no llevaba bragas con cada giro se me levantaba y se veía todo, también el vello publico rojo que levanto gran interés.
Media hora después ya tenia mi primer cliente, nos tomamos una copa y nos fuimos arriba a las habitaciones, me desnude y me follo muy rápido, en cinco minutos estaba el hombre listo, yo me había ganado cien euros y la puticlub cincuenta, en la noche y hasta casi el amanecer me hice como decían las chicas diez hombres.
Unos días después se me acerco uno con mala pinta que me dijo que quien me protegía, este ya tenia a varias chicas trabajando para el, le dije ves aquellos dos negros que están allí, se los señale, no los conocía de nada pero conociendo a nuestras madres ya sabia yo el porque no dejaban de mirarme todo el rato, pues esos dos me protegen y si te pones pesado tu o algún otro acabáis en su tribu hechos croquetas para la cena. Ni este ni nadie volvio a decir nada.
A medida que iban pasando los días cogía mas confianza y también me hice de amigas, dos chicas sobre todo también españolas y del sur, algo mayores que yo.
Me ponía a bailar y cuando alguno me enseñaba algún billetes de algún color de mi satisfacción me acercaba a el me ponía en cuclillas y me meraban el chocho, era todo un acontecimiento, algunos pedían tocar así que les decía que pusieran algún billete mas y se lavaran las manos, una vez echo esto volvía a poner me a su altura y me dejaba tocar. Cuando ya lo veía muy caliente les decía al oído, me has puesto húmeda y quiero que me folles, casi siempre funcionaba, poco a poco me estaba convirtiendo en una puta profesional.
Lo fines de semana llegaban mucho extranjeros, sobre todo franceses e italianos aunque también de otras partes. Esos días eran agotadores se follaba sin parar con un montón de tíos, igual me llevaba cinco o seis a los jardines y allí me iban follando uno a uno y a veces de dos en dos, por delante y por detrás, era rápido se corrían enseguida.
Me encontré por casualidad con Gonzalo, este ya se había follado a una de mis hermanas y a nuestra madre, se sorprendió de verme allí y me quiso follar, me deje lógicamente, le pedí quinientos euros, me los pago sin rechistar. Los que mejor pagan son los hombre mayores, no me refiero a cuarentones sino a hombre de entre sesenta y setenta años que también pasaban por allí.
Fueron pasando los meses y ya el verano se terminaba así que ya tocaba volver a casa con mis hermanas y madres.
En los primeros días de septiembre a un mes de cumplir los dieciocho volví a casa. En el aeropuerto me esperaban mis hermanas y madres y también Jacinto. Los dos chicos negros también venían en el avión casualmente, tengo que decir que en ningún momento entorpecieron me labor en el puticlub ni tuvieron que intervenir en nada, todo había ido muy bien.
Cuando ya en el aeropuerto enfile la salida vi a mis hermanas venir corriendo las siete hacia mi al grito de PUTI PUTI PUTI, nos abrazamos y nos dimos muchos besos, también me abrace a mis madres que estaban con la lagrimas saltadas. Vi a Jacinto que se acerco a los chicos negros y les dio un sobre a cada uno, mis sospechas eran ciertas.
Ya en casa vinieron las preguntas y las respuestas, les fui contestando a todo, me lo había pasado muy bien y me había divertido mucho, también tengo amigas nuevas, una de ellas pregunto, con cuantos tíos has follado en todo estos meses, le conteste que con seguridad no lo sabia pero que a una media de algo mas de veinte diarios pueden ser cerca de los dos mil. Se pusieron algo serias pero seguimos hablando, saque de la bolsa que traía unos modelitos de putis que sabia que les iban a encantar, al poco se subieron todas y se los pusieron, con ellos puestos dijo alguna de ellas, tenemos que organizar una fiesta de la grandes, también saque una bolsa con un montón de dinero, Cuanto es eso preguntaron, unos doscientos mil les dije, te has ganado mas de dos mil euros diarios, si conteste. Lo repartí entre mis hermanas, aunque a ninguna de nosotras afortunadamente nos hace falta.
Ya empezamos en la universidad y ahora tocaba estudiar, los fines de semana siempre algún polvete teníamos o bien con algún chico o con los perros, nos encantan son estupendos.
En la universidad conocimos a unas cuantas chicas con la que empezamos también a tener relaciones sexuales, ellas son bisexuales y parece que nosotras también.
Dice una de mis hermanas que quiere contar ella cuando se fueron las mujeres y sus hijos a Ghana y se quedaron todo los hombres solos, pero esto ya es otra historia.
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