LAS HIJAS DE LAURA Y NURIA 2
la revision ginecologica.
Fuimos las ocho hermanas y nuestras madres, ya por fin a revisión ginecológica y a que nos pusieran un diu a cada una. Mi madres no querían y la ginecóloga tampoco, éramos pequeñas en edad, pero como somos unas pesadas lo conseguimos, en aquel momento ya nos habíamos desvirgado nosotras mismas sin necesidad de nadie con uno de los dildos que nos compraron.
La doctora se sorprendió con la primera porque tenia el clitoris grande, todas lo tenemos así, pero se sorprendió, le dijo a mi hermana si podía estimularlo con un bastoncillo y ella dijo que se lo estimulaba ella misma, que estaba muy acostumbrada a ello. Así lo hizo y en un momento lo tenia duro y grande, quiero decir que se pone erecto y de unos cuatro centímetros, es como una pollita chica, todas lo tenemos así, nuestras madres no, parece que es de la abuela vikinga de donde nos viene. Nos puso los dius a todas y nos fuimos tan contestas, ya podíamos follar a pelo sin problema de embarazos, también nos mando una cánula que nos debíamos meter después de follar por si pudiese haber alguna infección. Mas que nada por si después del anal nos hacían el vaginal para evitar algún tipo de infección.
Ya por entonces teníamos los doce años mas que cumplidos, y las fiestas con los chicos se repetían con mucha frecuencia, sobra decir que follabamos varias veces cada fin de semana y por todas partes, pero para no aburrir al lector vamos a contar historias concretas.
Ya tenia los trece años cuando fui al despacho de mi madre, de Nuria concretamente a preguntar algo, no recuerdo que cosa. Estaba ella hablando con un hombre muy corpulento, se levanto en cuanto entre, me saludo cortésmente y se volvio a sentar. Este hombre en cuestión de raza blanca, mide cerca de dos metros, muy atlético y grande, me fije sobre todo en el paquetón que tiene, sobre su muslo derecho se extendía como quince centímetros de bulto, parecía un torero. Mi madre se dio cuenta perfectamente de mirada.
Me fui a la biblioteca que esta junto a los despachos y allí me quedé camuflada en el sofá. Cuando terminaron de hablar lo que fuese, algo de trabajo seguramente se acercaron al mueble de las bebidas y se sirvieron algo, siguieron hablando un rato y comencé a escuchar chupeteos típicos de cuando se están comiendo la boca.
Al poco se fueron al ático, y yo me subí a los cinco minutos, me cole por la gatera como hacíamos de chicas y allí estaban en la cama haciendo preliminares. Mi madre que nunca ha sido de llevar mucha ropa acabo desnuda enseguida, ella le bajo los pantalones y apareció nuestro objeto del deseo, un pollón de campeonato, nada que envidiar a los africanos. Fácilmente serian veinticinco centímetros erecto y por lo que supe mas tarde unos ocho de diámetro. Nuria se la metió en la boca pero costaba chupar semejante polla, así que se sentó encima y así se la metió entera, estuvo brincando encima hasta que por los jadeos de ella supe que se había corrido.
No tardaron mucho en repetir, se puso ella a lamerle la polla hasta que de nuevo estuvo erecto, el también se empleo a fondo y le comió el coño, y yo allí escondida haciéndome un dedo desesperadamente.
El se puso encima de ella y le hizo un misionero en toda regla, ambos se corrieron mucho y mientras tanto yo ahogaba mi orgasmo para que no me oyesen.
Al rato el se vistió y se marcho después de varios besos y caricias muy cariñosas, Nuria se quedo en la cama un instante boca abajo y de pronto dijo, ya puedes salir, se que estas ahí. Como te has dado cuenta pregunte, soy tu madre no lo olvides y os huelo de lejos a cualquiera de vosotras.
Se dio la vuelta y vi que se le salía semen de sus chocho, me dejas que olfatee un poco, me dijo que si, le olí el chocho, el olor del sexo recién follado es embriagador, me gusta mucho.
Le pregunte si este hombre era para ella sola, y me contesto que todo es a compartir, menos Jacinto y porque el no quiere follar con nosotras, somos como hijas nos dice. Así que como es un transportista y va a venir mucho por aquí empecé a idear un plan para que me follara a mi y si es posible a mis hermanas que seguro que cuando se lo cuente estarán encantadas.
Ya falta poco para navidad y ya estamos ideando un plan para nosotras y los chicos que quieran venir, ya hemos cumplido los trece años hace unos meses, nuestras tetitas ya son importantes y estamos siempre super calientes.
Ya seguiré contando.
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