LAS HIJAS DE LAURA Y NURIA 3
no paraba de darle vueltas a la cabeza.
No paraba de darle vueltas a la cabeza para conseguir un polvete con el camionero, Gonzalo se llama, lo veía mucho por allí en las épocas de mas actividad empresarial.
Se lo dije a mi madre y me dijo que no le parecía mal que quisiera follar con el, pero te pido que esperes a tener los dieciocho años, el esta casado y tiene do hijas y su mujer tiene problemas de salud, cuando seas mayor de edad yo misma te animare a que folles con el. Es raro que nuestras madres nos pidan algo, y prohibir nunca nos prohíben nada así que acate sus comentarios y me toco esperar unos años. Por cierto el cuándo venia por aquí siempre follaba con Nuria.
Para contar la historia con Gonzalo voy a dar un salto en el tiempo de algo mas de cuatro años, una eternidad para mi.
Cumplimos los dieciocho en octubre y cuando estaban a punto de llegar las vacaciones de navidad me llamo a su despacho, acudí enseguida y allí estaba ella con Gonzalo, me puse húmeda con solo verlo. Me dijo mi madre, le he dicho a Gonzalo que tienes mucho interés en un viaje a Bélgica y Holanda y como sale con el camión pasado mañana, por si quieres ir con el, me lo estaba mi madre poniendo en bandeja, le dije que si lógicamente. Gonzalo me dijo que es un viaje muy pesado pero que por el encantado.
A las seis de la mañana ya estaba el tráiler cargado y empezamos la el camino, ya cuando llegamos a la autovía empezamos a ir bastante mas rápido. Paramos un par de veces para repostar y hacer un pis y también a comer algo.
A poco de pasar los pirineos, ya en Francia paramos a dormir un rato y descansar, temprano saldríamos de nuevo camino de Bélgica. Cogimos una habitación doble y bajamos a cenar.
Ya de vuelta en la habitación le dije me voy a duchar, vale luego lo hago yo.
Estaba supernerviosa, me duche, me mire en el espejo y de forma decidida salí de la habitación totalmente desnuda, el estaba sentado en el sillón con un albornoz puesto esperando su turno de ducha. Se sobresalto al verme y se puso en pie, no decía nada y yo temía que me rechazara, empecé a ver como el albornoz se le iba haciendo un pico, pensé, buena señal se esta empalmando, así que di unos pasos hacia el y me puse a su altura, le desabroche el cinturón del albornoz y lo dejo caer al suelo, me puse de rodillas y empecé a lamerle los huevos y la polla, muy grande pero me cabía en la boca, estuve unos minutos y me fui a la cama.
Me puse de rodillas en la cama con mi cabeza apoyada en el colchón, no tardo, se lo estaba ofreciendo todo, podía entrar por donde quisiera, estaba muy receptiva y muy húmeda. Sentí esa polla grande entrar en mi útero lentamente, el me empujaba hacia delante y yo lo hacia hacia atrás, empecé a tener orgasmos continuos y mi útero se contraía alrededor de su pene, sentía sus testículos como se pegaban a mis labios vaginales, eyaculo dentro de mi y empezó su pene a retraerse un poco, mi útero lo tenia aprisionado así que no se salió del todo. Nuestras respiraciones se fueron normalizando poco a poco pero su polla no se salía de lo comprimida que la tenia dentro de mi. Empecé a notar que se estaba empalmando de nuevo y empezamos a empujarnos mutuamente, el hacia adelante y yo hacia atrás, tardo un buen rato pero se corrio y mientras tanto yo tenia una cadena de orgasmos infinita, casi agotadora.
Y de esta su se salió y Gonzalo se sentó en la cama junto a mi, me miro y le dije, espero que te haya gustado, asintió. voy a entrar un momento en el baño le dije, y lave el chocho que lo tenia lleno de semen. El entro luego a ducharse, yo ya no me entere de cuando se acostó, estaba ya profundamente dormida.
Nos levantamos temprano y después de desayunar volvimos a la carretera y por la tarde ya estábamos en Bélgica, me quede yo en la ciudad paseando mientras el iba a descargar el camión. Nos vimos en el hotel por la tarde y después de cenar nos fuimos a la cama, al la mañana siguiente ya con el camión cargado de nuevo volveríamos a España.
Te puedo besar me dijo, asentí. Se tumbo en la cama y empezó a comerme la boca y por todas partes, cuándo llego al chocho tenia el clitoris gordo y duro, se sorprendió de su tamaño pero le encanto.
Me pregunto, te gusta por atrás, le dije que si que ya lo había echo alguna vez, pero no quiero dejar de besarte también me dijo.
Estando boca arriba plegue mis piernas sobre mi misma, de tal manera que las tenia junto a mi costado. Con mi mano me lubrique un poco el ano con mi flujo vaginal que ya empezaba a mojarme. Me dijo es muy grande, inténtalo le conteste. Se quedo apoyado sobre sus manos para no aplastarme y yo guie su polla a mi ano que de forma receptiva se abrió para el. Me la metió entero, sentía sus huevos pegados a mis nalgas, me corri mucho, temblaba de gusto y gemia de placer. A la mañana siguiente nos fuimos de vuelta y paramos en en un hotel de carreteras ya en España. Junto al hotel hay un bar con pinta de puticlub, le dije que quería ir allí a tomar una copa, montones de mujeres había allí vestidas todas con ropas muy sugerentes, algunas iban desnudas y bailaban con los potenciales clientes, me encanto aquel ambiente, alguno incluso se me acerco para comprar mis favores.
Nos fuimos al hotel al rato y me follo dos veces de forma esplendida, me pidió que no le dijera nada a mi madre, lo tranquilice, nada diré le conteste.
Ya estábamos cerca de la finca cuando le pedí que parase en alguna área de servicio, al poco lo hizo. Le desabroché el pantalón y le saque la polla, se la chupe hasta que se corrio en mi boca, me dejo en la garita y ya desde allí me fui andando hasta la casa, unos quinientos metros, cuando mis hermanas me vieron llegar vinieron todas corriendo para que les contase, todas se querían apuntar a algún viaje. Lógicamente a mis madres también se lo conté.
Es que somos super putis
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!