LAS HIJAS DE LAURA Y NURIA 8
Preparando nuestro viaje al puticlub.
Al final Vane se decidió, quería venir conmigo los tres meses de verano al puticlub, para mi sorpresa una de mis hermanas también quiso venir, tengo que decir que cualquier mujer por el motivo que sea decide prostituirse es en mi opinión un mujer muy valiente, a mi y a mi hermana no nos hacia falta eso pero quisimos la experiencia y la tuvimos, en el caso de Vane es distinto, ese dinero le supone pagarse la carrera y poder comprar o alquiler un piso.
Unos días antes de emprender nuestro viaje y por recomendación mía fuimos a arreglarnos nuestra zona intima en cuanto al vello se supone. Yo me hice la zona anal y las ingles, no toque nada mas, así los hombre puede n ver que el pelirrojo es natural y eso atrae clientela. En cuanto a mi amiga que tiene mucho vello y además negro como el carbón le recomendé dejarse el chocho sin vello alguno. Primero me toco a mi, tarde poco y luego a ella, lo primero fue ponerse boca abajo y la chica que nos lo hacia le dijo que se abriera las nalgas para empezar con la depilación, como yo estaba junto a ella me di cuenta y seguro que la chica también que se ano cuando se abría las nalgas también se abría un poco, me empecé a ponerme húmeda, me encanta ese cutete que tiene.
Al final ya boca arriba se loquito todo, no dejo ni un solo pelito, allí descubrí la belleza de ese chocho tan bonito y tan gordito, vas a tener mucho éxito le dije.
Nos fuimos para casa, pero antes le dije que no se pusiese las bragas, te lo voy a comer en cuanto lleguemos a casa, fuimos a por mi coche, un mercedes descapotable y cogimos la autovía, por el camino yo le iba cogiendo su chochete todo el tiempo, me puse a adelantar un camión y supongo que el chofer nos vio porque se puso a tocar el claxon sin parar.
Llegamos a la finca y aparque, la cogí de la mano y nos fuimos al ático corriendo, nos desnudamos y le comí el chocho y el culo hasta que se corrio en mi boca, luego ella me lo hizo a mi. Ya estábamos satisfechas cuando oí a mi madre decir que ya estaba la mesa puesta y que nos bajásemos a comer, que os a pasado nos preguntaron, os a dado un apretón, mas o menos le contestamos. Las dos nos bajamos con lo justo, una camiseta y nada mas.
Luego mas tarde nos fuimos a ver a los dos negritos que tanto nos gustan, allí estaban, los provocamos y nos indicaron que le siguiésemos, allí nos fuimos al pajar, prepararon unas balas de paja y nos pusimos a cuatro patas, nos follaron varias veces, casi todas anales y al final la oral reglamentaria.
Ya en el puticlub desde el primer día tuvimos mucho éxito las tres, el primer día cuando ya volvimos al hotel Vane se quedo mirando el montoncito de billetes que había reunido en esa tarde, mil setecientos euros, no se lo creía, ya con eso tenia para vivir un par de meses, fue pasado el tiempo y cada día trabajamos mas, bailábamos las tres en la pista, los días eran agotadores pero nos juntábamos con mas de veinte polvos diarios.
A la vuelta a casa como otras veces nos esperaban nuestra hermanas y madres en el aeropuerto, todas nos recibieron al grito de putis putis, estábamos super contentas. Nos reunimos todas a comer en casa y empezamos a contarles nuestras experiencias, yo conté las mis y mi hermana las suyas, estaba encantada y con ganas de repetir, parece que nos va el puterio.
Llego el turno de Vane y como buena matemática que es había llevado la cuenta en la cabeza de todo, resulta y según nos dijo había follado dos mil setecientas veces, una media de veintisiete polvos diarios y siguió contando, de los cuales han sido trescientos veintitrés anales puros, así lo dijo, doscientos noventa y un orales, ochenta y tres lesbicos conmigo y con mi hermanas, el resto y si la memoria no me falla algo mas de dos vaginales. Nos quedamos todas calladas por la precisión, y tengo en la mochila doscientos ochenta y tres euros. Tengo que decir que mi hermana y yo teníamos cantidades similares, eso es porque llegaron unos rusos con mucha pasta y soltaban billetes a cada momento. Le pidió a nuestra madre que le guardase el dinero en la caja fuerte. Fuimos Vane y yo una vez mas al puticlub al verano siguiente, se compro un piso y un coche y se pago su carrera con tranquilidad, yo la vei muy feliz siempre, además estábamos juntas, quiero decir que somos pareja.
Al año siguiente nos fuimos todas alas hermanas a Islandia, pero esta historia la va a contar otra de mis hermanas-
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