LAS HIJAS DE LAURA Y NURIA, el final
Tomamos una decisión.
A petición de Vane donde dice doscientos ochenta y tres tiene que decir doscientos ochenta y tres mil.
Aclarado esto cuento el resto de la historia.
Al verano siguiente decidimos las hermanas hacer un viaje juntas y revueltas, decidimos hacerlo a Islandia, teníamos la intención si era posible de encontrar a nuestro padre, aunque nuestras madres nos decían que mejor no, no sea que le de al hombre un patatús de ver que tiene ocho hijas así de golpe. No lo encontramos por ninguna parte, de cualquier modo han pasado veinticinco años a saber donde esta.
Como alguna de nosotras les había surgido así de pronto el interés por la maternidad, algunas decían que querían ser madres y otras que coser tías se apañaban, pero como todo lo hacemos todo igual y a la vez fuimos a ver a nuestra ginecóloga a que nos quitaran lo dius a todas, eso si, en el mas absoluto secreto. El diu tenia que ser de buena calidad porque el uso que le damos es importante.
En nuestro pensamientos estábamos y deducimos que como mucho dos o pres se podrían quedar preñadas, además Vane que para eso es matemática nos decía que las posibilidades de embarazarnos todas es mas que improbable.
Nos alquilamos una furgoneta con chofer para que nos enseñaran la isla, todo precioso, por las tardes íbamos a alguna disco o bar a tomar unas copas y conocer la fauna local, se extrañaban mucho cuando les decíamos que somos españolas, no les pega nada una pelirroja española y sin embargo existimos.
Lo pasamos los días que estuvimos allí estupendamente, fallábamos mucho y cuando algún chico nos gustaba pues nos lo cambiábamos, es que somos así.
Volvimos a casa al cabo de diez días y super contentas, sin embargo algunas tenían el cuerpo raro, y cuando llego la fecha de la regla esta no apareció en ninguna, Vane nos decía que es imposible que estuviésemos todas embarazadas, no obstante nos hicimos el test y dio positivo en todas, el gen vikingo volvía a aparecer, no dijimos nada a nuestras madres ,esperamos quince días y nos lo hacemos de nuevo.
Como aun era verano organizamos una fiesta en la terraza a la que acudieron un montón de hombres también nuestras madres y nuestras tías mas Mila ella rezaba por todas nosotras. Fue muy divertido pero algo había cambiado en nosotras.
Fuimos días después a ver a Rocío y nos confirmo el embarazo, todas preñadas a saber de quien. En unas de las comidas junto a nuestras madres, Nuria que se olía algo raro, nos pregunto, se que algo pasa y no se el que, así que ya estáis hablando. Fuimos por orden de mayor a menos diciéndoles que estábamos embarazadas, no sabían si ponerse contentas o echarnos una bronca. Fue pasado el tiempo y nuestras barrigas crecían, no por eso dejamos de follar, pero menos y con mas cuidado.
Llego él día de la primera ecografía y allí nos plantamos todas mas Rocío e Isa, nuestras madres y Jacinto, empezó con una y así hasta que ya nos reconoció a todas y nos hizo la eco. Rocío estaba con los expedientes de todas encima de su mesa y nos miraba con cara de preocupación, como no nos decía nada al final salto ya Nuria y dijo, que coño pasa Roció, algún problema!, Roció la miro y dijo, están todas embarazas de dos criaturas cada uno y son todas niñas, no había visto nada igual en mi vida, y por si fuera poco dos embarazos son dobles, es decir que se ha quedado embarazas dos veces , Nuria se desmayo sin mas, menos mal que Jacinto estaba tras ella y la sujeto.
A los diez minutos volvio en si le dijo a unas de mis hermanas, la arquitecta, Elena diseña una nueva planta para el edificio y se desmonta el ático, luego se vuelve a montar, esto podía ser porque la estructura es de acero y cristal, además tienes que diseñar ocho casas para cada una.
Un mes después ya estaba la casa en obras y unos meses después dimos a luz todas, algunas tuvieron las hijas rubias y otras pelirrojas, una de ellas fue una pelirroja y otra rubia y la otra del embarazo raro fue una rubia y una morena, todo muy colorido, aunque ella decía que no le sonaba de nada haber follado con ningún moreno.
Al principio todas nos quedamos en la casa grande en una habitación inmensa con ni mas ni menos que dieciséis cunas y cuatro camas grandes.
Fueron creciendo y ahora con ya casi con cinco años es espectacular verlas, también se juntan con chicos y chicas negritos, hijos e hijas de los trabajadores que tenemos aquí. Todos van al colegio juntos y luego juegan juntos, las niñas en casa van sin bragas, la verdad es divertido verlas con esos culitos correr como pollitos.
No se si en el futuro dentro de unos años tendrán interés en los pollones de los chicos africanos, pero si es así pues que se suban al ático. Nosotras cuando podemos hacemos algún festín, aunque menos que antes, eso si como ya cada una esta en su casita recibimos visitas nocturnas de uno o dos chicos, estamos al día. La chica es la única que se ha casado y lo hizo con Vane, están estupendamente, a ellas la visitan sus dos negritos favoritos.
Y hasta aquí esta historia, si en el futuro hay algo importante os lo contaremos.
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