LAS HIJAS DE LAURA Y NURIA, LA ULTIMA AVENTURA
Jacinto vino a convencerme.
Jacinto vino a convencerme de que follara con los chavales, a mi me parecía un disparate, tienen catorce y quince años y yo cincuenta y seis, me dijo que con esa edad están siempre tiesos y con ganas de follar, además ya se han follado a tus nietas, lo harán con tus hijas y con Laura y si me dejo a mi también me follan, me dio la risa. Total que aunque no estaba para nada convencida y tenia serias dudas al respecto accedí a cenar con uno de los chicos.
Prepare una cena en la terraza del ático y a las nueve en punto el chico llego, yo me puse un vestido rojo muy ajustado y el venia con un traje que le quedaba grande pero entendí que quería agradar, como ya llevaba unos meses en la finca algo de español ya hablaba y lo que no pues con señas nos apañamos. Después de los postres me indico que si quería entrar con el al dormitorio, yo ya sabia para que pero me hice de rogar un poco, al final y como pensaba que no lo comprendía saco un papel donde tenia apuntado lo que quería y me dijo «follar», tal cual, me tuve que reír, me levante de la silla me dirigí al dormitorio mientras me bajaba la cremallera del vestido, ya dentro el vestido cayo al suelo y me mostré desnuda y sumisa para el, no obstante seguía teniendo serios problemas con la edad el chico, un horror me parecía pero ya no iba a parar.
El se desnudo y pude ver aquella polla grande y negra y durísima que se mostraba ante mi, me puse de rodillas, la cogí con mis manos y empecé a restregarla por mis labios hasta que vi que la eyaculación era inminente y me metí su polla en mi boca, me inundo se semen, una gota cayo sobre mis tetas y el la recogió con uno de sus dedos y me lo llevo a la boca, le chupé el dedo.
Ni diez minutos pasaron cuándo ya me estaba comiendo el coño y las tetas y el culo, me penetro y sentí la dureza de un pene joven como hacia años que no sentía, empezaba a estar muy a gusto con lo que estaba haciendo, mientras me follaba me decía cosas en su idioma que no entendía, no se porque se me antojaba que me decía puta pedófila o cosas así, pero me sonreía con cara de satisfacción así que deseche esa idea. Este polvo fácilmente pudo durar media hora poco mas o menos, me sentía cansada del ímpetu que llevaba pero me estaba procurando muchos orgasmos así que bien.
Los siguientes llegaron poco después y para el cuarto como era de esperar me puso boca abajo, paso sus dedos para humedecerlos y llevarlos a mi ano, me metió un dedo y luego otro, su polla llego a continuación dándome también mucho placer, ya en ese momento yo estaba totalmente entregada y quería mucho mas.
Descansamos un rato, sobre todo yo que ya estaba deshecha, me senté en un taburete de la barra del ático y me serví un bourbon, me revitalizo un poco. Pensé, como le explico a este chico que es lo que quiero para otro día, como no era capaz de encontrar las palabras cogí una libreta de la librería he hice un croquis, el dibujo consistía en un redondel que semejaba la cabeza y la cara una raya vertical y sus brazos y piernas, entre las rayas de las piernas le señale una pequeña raya indicándole que era mi chocho, el asentía, me estaba entendiendo, dos picos junto a los brazos eran mis tetas y dos semicírculos era mi culo, el me dijo «Nuria», eso es le conteste, justo al lado dibuje otro pero este de los rayas que simulaban sus piernas salía otra raya que simulaba su pene y esta raya la dirigí a mí entrepierna, lo entendió muy bien, dibuje otro similar detrás de mi llevando su pene a mi culo, me entendió, con dos quieres hacerlo, se expreso, asentí, y lo emplace para un par de semanas después. En ese momento estaba ya muy empalmado y se puso detrás de mi y penetro mi culete, después de este ultimo polvo tenia que descansar un rato así que nos acostamos, a lo largo de la noche me follo varias veces mas, no sabría decir, quizás cuatro o cinco, ya casi al amanecer se fue para su casa a descansar y yo me dormí profundamente, el olor a café me despertó y estaba Jacinto con una taza humeante a mi lado, le conté todo.
Dos semanas después vinieron dos y fue apoteósico, me follaron un montón de veces, algunas de doblete, ósea los dos a la vez, yo me lo pase muy bien y ellos también. Cogí la libreta donde había echo el dibujo anterior y pinte otros dos rayitas, lo entendieron rápido, quieres con los cuatro me dijeron, y asentí. La noche de los cuatro chicos sin temor a exagerar puedo decir que acabe con alrededor de cuarenta polvos por delante y por detrás y algunos en la boca, también llegue a la conclusión que estoy mayor para estos maratones.
Uno de esos domingos en que comíamos todas juntas, es decir las dieciséis nietas, las ocho hijas mas Laura y yo, también estuvieron Sonia y Luna mas las otras dos chicas Bertha y Lucia, estas ultimas habían quedado con algunos chicos así que después de los postres se fueron.
Estaban las chicas unas sentadas en el sofá de delante y otras en el que esta enfrente mas los butacones, Laura y yo estábamos en unos taburetes. Las nietas contaban que hace unos años cuando tenia unos seis años y ya cuando sus madres las acostaban nos espiaban desde las ventanas, nos decían que era un trasiego de hombre sin para, algunos salían de una casa y se metían en otra, os poníais ciegas de follar mamis les dijeron a sus madres y la chica y Vane mas, venían los dos chicos desnudos y desnudos se iban y a veces luego entraba alguno mas, vamos era un no parar, dijo otra que seguro que en un puticlub no se folla tanto, a eso dijo la chica y Vane y la otra hermana que también estuvo, que mas o menos, conto que lo habitual era entre veinte y treinta hombres cada día, Conto que a veces hacían bukakkes y dijo me ponía de rodillas y unos cincuenta tíos haciéndose pajas y eyaculando en mi boca, a cincuenta euros cada uno, era un dineral. Otras veces era que te querían penetrar ya fuese en el chocho o en el culo, dependiendo del agujero la tarifa varia, el culo se cotiza bastante mas.
En eso estábamos y desde donde yo estaba parecía que había un muestrario de coños cada uno de distinto pelaje, una de ellas tenia una de sus piernas apoyada por encima del reposabrazos con lo que el chocho estaba totalmente expuesto y cuanto esto por lo que vino después.
No se si al aroma de tanto chocho entraron los ocho daneses dispuesto a cazar algún conejo que hubiese por allí, cada perro se fue a una de ellas y les daban palmaditas en la cabeza, a esta que os digo le metió el hocico hasta el fondo y lamia con rapidez canina, después de decir quita varias veces se rindió y se corrio, las otras niñas que tenían uno de los perros entre las piernas no lo pudieron evitar y se corrieron igualmente, las dos madres que estaban en esa tesitura se corrieron igualmente, se hizo el silencio.
Y preguntaron mucho hasta que confesamos que era practica común de las abuelas y de las madres, así que les dije, total sabia que lo harían tarde o temprano, pues si os montan lo flipáis. Así que ocho de ellas y los ocho daneses se subieron arriba y asesoradas por sus madres se dejaron montar por los perros, los jadeos, los gritos de placer no se hicieron esperar, Laura y yo nos servimos otro Bourbon . Cuando las ocho bajaron decían que había sido bestial, a unas les acertaron en el ano y a otras en el chocho, subieron las otras ocho y volvimos a oír los jadeos, Una vez que todas bajaron, raro en ellas estaban super calladas, se les contó la historia al completo, al final la cosa quedo en que querían tener otros ocho perros y poder follar con ellos todas a la vez.
Y hasta aquí puedo contar, ya las niñas que cuenten ellas sus historias.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!