Las hijas de nuestro vecino – (Parte I)
Nuestros vecinos, viven como a 200 mts de nuestra casa, vivimos en un barrio privado. Tienen dos hijas, Marite y María Sol. Son gemelas, tienen 10 años. Yo tengo 14, nos llevamos muy bien. Ultimamente noto el creciente interés que tienen ambas chicas de pasar más tiempo conmigo.
Marite y María Sol, dos niñas muy bonitas, gemelas de 10 años de edad. Están comenzando a desarrollarse, en el inicio de su pubertad. Yo a mis 14 años, vivo para el deporte, por lo que debo reconocer que no soy el más avispado de los chicos de mi clase. Soy un pibe común, ningún atributo sobresaliente. En cambio las pibas, ya se hacían notar en el barrio, tienen el culito repingón, paradito y redondo, como su madre, ella es una mujer preciosa. Marité es un poquito más pechugona que su hermana, ya sus tetitas me generan cierta calentura. Bueno debo reconocer que me masturbo bastante pensando en las chicas, y en su madre.
Este paso al llegar el verano, se terminaron las clases, y obviamente que todos los chicos del barrio buscaron diferentes actividades, el barrio tiene una piscina gigante, yo me la paso casi todo el día allí, nadando y tomando sol. Esa tarde en cuestión, estaba yo medio adormilado, recostado en una reposera, cuando siento cerca mío las risas de un grupito de chicas. Eran las gemelas y sus primas que habían venido a visitarlas. Yo no les presté mucha atención al principio, pero luego de un rato cuando todas las chicas quedaron en bikini, pude apreciar lo hermosa que eran, sus cuerpos juveniles, apenas contenidos en esas micro bikinis, sus colas prácticamente desnudas. Y obvio, no soy de madera, además mis hormonas funcionan perfectamente, eso me llevó a un estado de excitación tal que mi miembro pasó de estar dormido, a presentar una suculenta carpa en mi traje de baño. Yo ese día estaba usando una «Zunga», que es una malla de lycra tipo slip. Muy ajustada, por lo que el bulto se notó inmediatamente, cabe aclarar que para mi edad gozo de un pene considerable. No es para decir que es inmenso, ni que soy un animal, pero mi verga tiene 16cms x 5cms de lomo. Bastante cabezona por cierto. Y claro, las pibas que estaban mirándome haciéndose las modelos, se dieron cuenta de mi erección, y cuchicheando entre ellas, me miraban de reojo y se reían, pero no quitaban la vista de mi bulto. Yo tenía cierta verguenza, por lo que me paré y me tiré a la pileta, enseguida lo hicieron las 5 chicas, las gemelas y sus primas. Comenzaron a nadar, bailar, jugaban a la pelota, yo me sentía un poco intimidado por ellas pero seguía con la verga muy dura. De pronto una de las primas se me acerca y me invita a jugar con ellas, yo medio me quise negar pero aparecieron María Sol y Marite, insistieron y no me quedó otra que unirme a Ellas. Inmediatamente las gemelas me eligieron para que sea su compañero de juego, armamos dos equipos de tres por lado y jugábamos al voley, de pronto Marité se hace para atrás y me pone el culo directamente sobre la verga, al notarlo ella no se retiró, se agachó y me apoyó más la cola. Sonriendo se da vuelta y larga la carcajada, y sigue jugando. Al ver eso de su hermana, María Sol haciéndose la tonta se me acerca, y sumergiéndose en el agua, intenta pasar por entre mis piernas, pero descubrí finalmente que su intención no era otra que tocar con su mano mi pija, que estaba erecta nuevamente, la apretó sin verguenza alguna, luego salió riéndose y se acercó a su hermana, y algo le dijo al oído. Yo no sabía como actuar. Las primas no prestaron mayor atención a ese momento, siguieron jugando, pero a partir de esa situación, yo veía como las gemelas cada vez estaban más cerca mío, me rozaban, me tocaban con sus nalgas o se arrimaban y me ponían sus piernas en mi cola. La verdad es que me estaba calentando mucho, necesitaba hacerme una paja inmediatamente. Diciendo que estaba cansado salí de la pileta y me dirigí a los vestuarios, entré y me dirigí al baño, me comienzo a bajar la zunga y siento una presencia detrás de mí, cuando giro la cabeza era María Sol que no quitaba la vista de mi entrepierna. Y se me ocurrió que quería ver mi palo, entonces sin decirle nada, simplemente bajé mi malla hasta las rodillas, liberando mi verga que estaba totalmente empalmada, apuntando hacia ella. Se acercó sin decir una palabra, extendió su mano y tomo la tripa desde el tronco, la comenzó a acariciar, y sin mediar palabra, se arrodilla frente a mí, y levantando la vista hasta hacer contacto con mis ojos, se mete la cabezota en la boca con media verga detrás, tremenda sorpresa para mí, comenzó a chuparme la pija con un entusiasmo bárbaro, a los pocos minutos se la metía casi toda hasta la garganta, de repente aparece Marite llamando a su hermana y la encuentra con mi verga en su boca, se le escapó un «Hija de puta», te me adelantaste, y arrodillándose a la par de su hermana, le quita mi poronga de su boca y es ella la que comienza a mamarme la verga impetuosamente, la verdad es que muy pronto llegué al climas y sin aviso le comencé a llenar la boca de semen, ella no desperdició ni un poquito, es más al comenzar a lanzarle chorros de leche, ella se la metió más adentro, finalmente cuando mi tripa perdió erección, la limpió bien con la lengua, y sonriendo en complicidad con su gemela, me mira y me dice, Julito, que rica y que grande que es tu pija. Te gustó como la chupamos? Si vos queres, mañana lo hacemos de vuelta. Y poniéndose ambas de pie, se fueron moviendo el culo, dejándome perplejo, con la zunga en el piso, la pija ya blandita y seca. Obvio que les contaré lo que pasó al día siguiente. Yo no podía entender como esta nenas ya tenían claro como hacer una buena mamada. Pero no iba a dejar pasar la oportunidad.
Nmms me sorprendió que ya supieran que hacer, que sean tan calientes y eso que son unas niñas que se veían normales por así decirlo
Excitante