Las lesbianas III
La noche es joven..
Nati se come a besos a Sandi jugando con su vagina y mi semen regalándome la escena más erótica que he visto en mi vida. Mi semen escurre por la vagina para ser recolectado por los dedos de Nati que lo esparcen por los labios vaginales de su chica.
Los gemidos y sonidos propios de la acción resuenan en mis oídos, mi pene recupera la erección en cosa de nada, estoy listo para Nati, pero me toca aguardar paciente.
Ambas chicas degustan el semen acumulado en la mano de Nati, en mis años de conocerlas y verlas hacer el amor, jamás me imaginé está posibilidad, nunca las ví con otros ojos que no fueran amistad, ahora se besan degustando mi semen extraído directamente de la vagina de una de ellas.
- ¿Te gustó mi amor?
- Sí, más de lo que esperaba.
- Sí mi amor, te entiendo.
Entre risas las chicas tocan sus cuerpos como tantas otras veces ví, salvó que está ocasión me toca presenciarlo en primera fila, escucharlo, apreciar detalles como las proporciones de ambas, Natalia tiene senos más grandes que Sandi, la cintura de Sandi es más esbelta, las nalgas de Sandi son femeninas, suaves, paradas y más grandes que el trabajado y firme trasero de Nati, las piernas de ambas son hermosas, más delgadas las de Sandi en comparación de las torneadas y firmes piernas de Nati.
El color de piel contrasta, el blanco tono de Sandi se pierde con el moreno claro de Nati, las vaginas de ambas son hermosas, limpias, arregladas huelen y saben delicioso, en estos momentos me siento en un sueño, no logro entender cómo es que conseguí llegar aquí, pero no importa.
Sandi está a cuatro degustando la vagina de su amante que recibe su boca feliz. Está vez el coito es diferente, Sandi es agresiva y dura con ella cuando le da sexo oral, en cambio Mari es dulce con su chica a quien colma de caricias miembras mueve sus caderas con una parsimonia que no creí fuera capaz.
Dos dedos de Sandi entran con fuerza en el interior de su chica distorsionando su rostro con placer. Con los ojos cerrados Nati gime de forma femenina pero de alguna forma se siente con fuerza, muerde los labios, castiga sus senos apretando con fuerza, tortura sus pezones pellizcando con fieresa, me recuerda a cuando me montó y me cogió con violencia, se nota que está cerca del orgasmo.
En un momento sus ojos se entreabrieron e hicimos contacto visual, la varonil Nati me sonríe ruborizada, estoy viendo esa parte frágil y dulce que es solo para su chica, esa entrega al placer que en nuestro primer encuentro me permitió ver solo por encima por un breve periodo.
Mordiendo su labio inferior acaricia la cabeza de su chica mientras la degusta, nuestras miradas no se han apartado, no hemos parpadeando, en estos instantes entendí mucho de la relación de las chicas y el rol de cada una en la cama, la inversión de sus papeles.
- ¿Te gusta lo que ves?
Natalia rompió su trance, entendí que sería mi momento de actuar pero a decir verdad estaba demasiado absorto disfrutando lo que veía que solo asentí con la cabeza.
- ¿Qué pasa? ¿Se desmayó o qué?
Sandi dejó de ser la dulce chica y ahora es enérgica, dominante.
- Anda, ven a devolver el favor, cómete lo que tengo para tí.
Agitando su trasero al aire Sandi demanda que me coma su vagina con restos de mi semen, será la primera vez, ignorante que no sería la última.
De rodillas detrás de ella me incliné para probar el sabor de mi semen mezclado con los jugos de esta hermosa mujer. Si sabor cambio de acidulce a sal con azúcar y limón, el sabor de mi semen está totalmente mezclado con sus jugos, no soy capaz de distinguir un sabor de otro, pero no importa, la textura de vagina cogida por primera vez por una verga es delicioso, me encanta sentir su interior en mi lengua, sus jugos brotan limpiando el semen de su interior, poco a poco el sabor fue cambiando, al mismo tiempo los gemidos de Nati se intensificaron.
Mientras yo me como a Sandi, Sandi se come a Nati, aunque tengo los ojos cerrados en ese momento puedo ver perfectamente la imagen, los dedos de Sandi entran y salen con furia de la vagina de Nati, sus jugos brotan y son aspirados por Sandi con desesperación, sus caderas se mueven con ritmo suave y van acelerando a medida que se aproxima su orgasmo.
Mi pene me duele, erecto, duro, babeante, jamás había logrado este tipo de erección, deseaba penetrar a Sandi, pero mi rol en este trío apenas se está desarrollando, estoy aquí para incorporarme en su relación y seguir su juego.
Los movimientos de ambas se aceleran, Nati gime como desquiciada, con fuerza, estoy seguro que mis vecinos escuchan sus gemidos, por primera vez en años se enteran que tengo una relación sexual, Sandi cambió su estrategía, ya no usa su boca, con 2 dedos dentro la fricción es acelerada, con su mano libre da palmadas con fuerza sobre el clítoris, el cuerpo de Nati tenso expulsa con potencia un chisguete de flujo que baña el rostro de Sandi que lo recibe sonriendo con la boca abierta.
La feroz y ruda Nati es ahora un gatito que se acurruca en la cama, sobre ella Sandí me abandona y baja a besar su cuerpo con dulzura, pequeñas marcas aparecen sobre la piel de Nati, los besos son chupetones que su hembra dominante le deja en su camino hasta sus labios. Ambas chicas se abrazan, pequeños besos, risas, caricias y yo de pie al borde de la cama esperando ser llamado.
- ¿Estás lista?
- Creo…
- Déjate llevar, va a ser el papá de nuestro bebé.
- No sé…
- Hazlo por mí, yo te quiero ver disfrutar…
Entre gemidos y suspiros de placer Nati se dejó hacer, Sandí pasa sus manos por todo su cuerpo separando sus brazos y piernas, la vagina de Nati quedó hermosamente expuesta y disponible, mi pene brinca como nunca, gruesas gotas de líquido preseminal escurren hacia mis testículos, Nati se muerde los labios, se saborea mi pene, lo desea, puedo leerlo en sus ojos.
Sandi pasa sus dedos por la inflamada vagina de su chica, con sus delgados y suaves dedos separa los labios exponiendo el rosa interior donde perladas gotas recorren el camino hacia afuera, sus dedos recolectan estas pequeñas perlas y las esparce.
Su mano libre me llama, con sus dedos me invita a unirme a la pareja, caminando de rodillas sobre la cama llego a su encuentro, Sandi sujeta mi pene y lo masturba con su mano empapada de fluidos de Nati.
- Sé rudo, le gusta que se lo haga fuerte, si vas suave se va a resistir.
- Basta, no digas e…
- Shhhhh, tranquila mi amor, déjame, yo le ayudo.
Motivado por Sandi me dejó llevar y tomo control de la situación levantando las piernas de Nati hasta mis hombros, a quien se le escapa un grito de asombro con mi atrevimiento y rudeza.
Expuesta e indefensa ante mí Nati me mira con ojos de animal suplicante a su depredador, está agitada, su único consuelo es Sandi, pero ella la abandonó, está detrás de mí, me abraza por el pecho, su monte de venus pegado a mis nalgas, su lengua me lame la oreja, los pies de Nati.
Con fuerza inclino mi cuerpo, sus piernas están aún más abiertas que antes, mi pene hace contacto con la entrada de su vagina, mis brazos soportan mi peso y el de Sandi que sonríe a su amante de forma perversa desde mi espalda.
- Te van a coger mi amor, me voy a asegurar que te dejen abierta y adolorida, como a ti te gusta.
- No amor, solo tú ve…
- Shhhh, tranquila mi amor, yo te quiero ver feliz… Empuja hasta el fondo, de uno solo.
Sandi palmeo mis nalgas con su mano derecha y con la izquierda sujetó mi pene justo en la entrada, mis brazos hacen de soporte al resto de mi cuerpo, vacilo un poco, giro mis caderas y de pronto Sandi toma mis nalgas empujando hacia abajo, entiendo su intención dejando caer mis caderas empujando mi pene hasta el fondo de un solo empuje hasta que mis huevos se estrellaron con sus nalgas.
Un ahogado gemido de dolor y sorpresa se escaparon de la boca de Nati, mi pene esta dentro de la empapada vagina, la sorpresa del impacto tensaron el interior dandome mas placer que la vez anterior.
Tibio, ajustado, mojado, no sabría decirme por cuál vagina me gusta mas, pero no me voy a detener a hacer comparativas. Con las piernas de Nati afianzadas en mis hombros y brazos, con mi peso sobre ella abriendo totalmente su cueva, mi cadera sostenida por mis rodillas, con libertad absoluta sin esperar instrucciones adicionales comienzo un bombeo brusco y firme contra la deliciosa vagina que me estoy cogiendo.
Nati gime, berrea, puja y llora, me pide ir más lento, ser más suave, es su segunda vez con un hombre, no obstante, su vagina rezuma sus juegos en señal que lo está disfrutando, lejos de bajar la intensidad bajo mas mi espalda para apoyarme con mis codos y con mis manos aferrarme a sus hermosos senos con fuerza mientras pellizco con mi índice y pulgar sus pezones.
- Piedad, piedad, es demasiado
Pero no era verdad, Nati me muestra quién es en realidad en la cama, una niña sumisa que le gusta la dominen y la cojan con fuerza, así lo hace Sandi, la coge con fuerza, pero su delicado cuerpo no puede someterla de la misma forma que yo puedo, con mi salvajismo. El sonido de los impactos se mezcla con los gemidos de Nati, seguramente todos los vecinos me van a reclamar por la mañana, pero no me importa, en estos momentos estoy experimentando el mejor sexo de mi vida.
No es que Sandi sea una mala experiencia, pero es una mujer en toda regla, tener a la ruda y fuerte Nati sometida a traves del placer es una experiencia única, no es solo más fuerte y resistente que yo, también es algunos años más jóven, si ella quisiera me derriba sin mayor problema, pero se lo está pasando tan bien con la cogida que simplemente se deja hacer disfrutando de mi pene entrando y saliendo de su exquisita vagina.
Sandi sigue detrás de mí, me anima a seguir cogiendo con fuerza a su “macho” me pide que la rompa como ella no puede, que la haga venirse como la hembra que es, que sepa su lugar, me dice que yo seré el macho de Nati, la cogeré con fuerza cada vez que ella me lo pida.
- Pero todo tiene un precio cariño
Mientras arremeto contra la vagina de Nati que escurre jugos mojando mi cama un dedo aventurero entra de un solo golpe en mi ano tomándome por sorpresa forzándome a dejar caer mi cuerpo de golpe sofocando a Nati que recibe mi pene en el fondo de su interior.
Sin poderme mover, antes de reaccionar, Nati con su fuerza se liberó de mi abrazo y se afianzó con fuerza de mis cintura “sigue a lo tuyo”, mientras Sandi viola mi ano con 2 dedos sin cuidado o calentamiento previo, Nati me jala con fuerza hacia ella para seguir penetrándola.
Resignado a entregar mi virginidad anal a cambio de disfrutar de ambas mujeres y poder embarazar a alguna de ellas le pedí a Nati liberara mis caderas para poder seguir haciendo lo mío. Apenas me liberó volví a sujetarla con fuerza reactivando mis violentas arremetidas que la transformaron en ese gatito sumiso de hace un rato.
Sandi violando mi ano con su mano y pegada a mi oído me susurra lo rico que se la va a pasar cuando pueda meterme algo mas que sus dedos. Su mano sigue el ritmo de mis embestidas, me empuja con fuerza cuando reingreso en la empapada vagina de su amante, el orgasmo de ambos es inminente, dejándome llevar por el calor del momento bese a Nati que respondió el beso.
El culo me arde con los dedos de Sandi que entran y salen de mi con violencia, intento ignorar el ardor centrando mi atención en el placer que me proporciona la apretada y jugosa vagina de Nati. Vagamente recordé que el punto G de los hombres está en la próstata, tenía esperanzas de en algún momento disfrutar con los dedos metidos en el culo pero Sandi es una salvaje. En lugar de titubear incrementé la velocidad de mis embestidas sacando gritos de placer de Nati que explotó en un violento orgasmo abajo de mi.
Similar a hace un momento, Nati se acurrucó en la cama, su hermoso rostro ruborizado por el placer dibuja una hermosa sonrisa de satisfacción que me invitó a besarla por todos lados, si bien ella no es una gata para ronronear, su gemidos de placer y satisfacción me incitan a besarla de la misma forma en que lo hacía Sandi, todo habría sido muy rico de no ser porque aún tenía su dedo metido en mi ano.
- Aún no tengo la vagina llena de semen… Exigo mi ración
Descubrí que después de tener un orgasmo Nati tiene una voz muy sensual y femenina, desea terminar, mis testículos me lo demandan, pero no logro alcanzar mi propio placer por el dolor de tener tres dedos que entran y salen con fuerza de mi recién estrenado ano.
- ¿Qué te pasa? ¿No te gusta tener un par de dedos en el culo?
- Me arde, nunca lo había hecho antes.
- Aaaaaaw ¿Quieres que sea cuidadosa?
- Si, por favor.
- Eres un buen niño, obediente, me gusta… Voy a probar algo que leí por ahí…
Sus dedos cambiaron de rumbo, ahora presionan suave hacía el frente, se mueven erráticamente, como buscando algo, el ardor sigue ahí, ya no entra y sale con violencia, ahora recorren mi recto con suavidad, Nati me besa deliciosamente, soporta el peso de mi cuerpo, acaricia mi nuca, sus pechos hacen presión contra el mío, mi pene sigue dentro de ella, erecto, listo para eyacular si reciben el estímulo adecuado.
Ese momento no tardó mucho en llegar, en algún momento Sandi presionó en el lugar correcto y gemí de placer mientras empujo suavemente mi cadera hacia dentro presionando el útero de Natalía que gime suavecito en mi oído.
- Ala… Parece que lo encontré… Esto va a ser divertido…
Con una determinación endablada, Sandi movió en círculos sus dedos haciendo presión sobre el mismo lugar arrancándome gemidos de placer, desarmando totalmente mi postura mientras Nati disfruta de los espasmos de mi pene en su interior, acariciando mi cabeza, pidiéndome que lo disfrutara, que pronto llegaría y ella quedaría completamente saciada.
No entiendo en qué momento aprendieron de esto, pero esos movimientos me están llevando al orgasmo a pasos agigantados. Al ataque de placer que sufro se sumó la mano libre de Sandi que acaricia y juega con mis testículos, sus suaves manos revuelven su contenido, se contraen preparados para expulsar todo su contenido en el interior de la cueva que aceptar feliz al resto del aparato.
Nati besa mis oídos y cuello, susurra, me pide su ración de leche, “dejame sentirme como mujer, sólo así quedaré contenta”, cuando el placer llegó a mi umbral no me contuve, simplemente me dejé llevar en uno de los orgasmos más deliciosos de mi vida escupiendo una cantidad de semen que no creí fuera capaz de producir, mucho menos después de haber eyaculado casi una hora atrás.
- Mi amor, me está llenando, puedo sentir lo mismo que tú…
- Es un buen chico, nos va a dar mucho placer un hijo, hay que tratarlo bien…
Agotado, acostado en mi cama con dos hermosas mujeres de cada lado que me besan y se besan entre ellas, el sueño comenzó a vencerme, luchaba para mantenerme despierto, no quería ser un mal anfitrión. En algún momento los suaves ronquidos de ambas me dieron luz verde y caí profundamente dormido.
Por la mañana Nati duerme conmigo abrazados de cucharita, mi pene descansa cómodamente en sus nalgas, el olor a desayuno inunda el departamento, son las 9 de la mañana, Sandi no está con ellos, los sonidos en la cocina evidencian que se encuentra haciendo desayuno.
Con cuidado remuevo mi brazo del cuello de Nati que sigue durmiendo plácidamente y salgo desnudo a la cocina. Usando una de mis camisas Sandi prepara huevos y fríe jamón.
- Buenos días ¿Cómo dormiste?
- Bien, Natalía sigue durmiendo.
- Sí, siempre que bebe y hacemos el amor.
- ¿Anoche hicimos el amor?
- Ja ja ja ja, tal vez, no lo sé… ¿Te gustó? Ten bebe jugo.
- Sí… Fue bastante bueno.
- Mmmm sí, me la pasé bien… Ve a despertarla, con besitos, suaves.
Con cariño y besos Natalía se estira con pereza dándome los buenos días pensando que soy Sandi, cuando por fin abre los ojos se echó a reír y se disculpó “perdón, la costumbre”.
Desayunamos tranquilamente sin tocar el tema, ambas chicas con mi ropa, sin bañarse, olemos a sudor y sexo, el desayuno esta delicioso, la conversación es amena, reímos, nos miramos a los ojos de manera pícara, complice, mi pene comienza a reaccionar, Sandi se muerde el labio inferior, Nati se mueve inquieta en su silla…
Continuará…
Espero la continuación de esta historia. Tiene potencial para varios capítulos. Ojalá las chicas desarrollen sentimientos por el hombre y lo busquen por separado. Sería excitante que tengan sus sesiones por separado sin que la otra lo sepa y al final terminen embarazadas las 2, formando una familia de 3, dónde el chico sea su adoración. Ojalá se lo pueda considerar.