Las mamadas de Yanela Parte 3, Toda la noche Mamándomela.
Mamadas.
Las mamadas de Yanela
Parte 3, Toda la noche Mamándomela.
Yanela fue a buscar el lubricante a su cuarto, trajo un bote de gel Durex intense a medias, me pidió que le lamiese el ojete otra vez mientras ella se lubricó tres dedos y se masturbaba con ellos, se volvía loca moviendo su trasero, le gustó el beso negro para ser su primera vez ella me dijo que le daba un placer increíble, yo metía su lengua hasta el fondo de su ano abriéndoselo con mis dedos y a su vez le daba lametones, a ella le encantaba así que le metiese toda la lengua y le relamiese bien su culo.
-¿Quieres que te la clave un poco por el culo? – le pregunté
-Si, va venga pero despacio.
La tenía bien dura habiéndome pajeado mientras saboreaba su ano, ella me dijo que me lubricase mejor y me puse gel en mi polla y un poco en su culo, comencé a metérsela poco a poco, la punta, muy despacio entrando y saliendo media polla, se la clavé hasta el fondo pero le causaba molestia, un poco de dolor así que se la saqué despacio y salió limpia, ella me decía que prefería mejor que le lamiese el culo de momento.
Así que continue saboreando ese culazo caliente, ella se estaba corriendo, le salía flujo vaginal, tenia las piernas mojadas del orgasmo, le temblaba todo el cuerpo y suspiraba.
Me dijo de mamármela, ella fue a por toallitas para limpiármela, yo le puse aceite lubricante en sus tetas mientras me limpiaba, me hizo un masaje testicular y pajita suave mientras le sobaba los pechos brillantes resbaladizos del gel, me miraba fijamente, me decía que le pidiese lo que me gustase, que qué cosa me encendía le dijese en confianza, yo le respondí que como me estaba haciendo es como me gusta y me excita, que ella sabe bien como ponerme a tono.
Le dije que comenzase ya a mamarla, ella dijo que no tuviese prisa, ella continuó estimulándome con sus manos, yo la dejé que hiciese, que mandase y llevase la situación, unos cinco minutos así mientras me decía cosas como que mi polla le encantaba que le daba mucho morbo, y se la metió en la boca, mamándola succionando pero despacio, dando un placer increíble pero esta vez aguanté como diez minutos y me volví a correr en su boca.
-Echas mucha lechita. -me dijo ella.
Ya me había corrido dos veces y soltaba cantidad, según ella que lo tragaba y no dejaba ni gota, me seguía mamando como minuto después de haberme corrido sacándole brillo a mi polla.
-¿Quieres más? -preguntó ella.
Le respondí que me diese una media hora de tiempo antes de que se me volviese a espabilar la polla sino antes, pero si quería intentarlo, recuerdo que una prostituta me saco la leche tres veces seguidas esto se lo conté y ella no se lo creía así que se la volvió a meter en la boca, yo teniéndola flácida y comenzó a succionar mientras me hacía un masaje testicular con sus dedos lubricados en gel Durex y daba un gusto tremendo que me hacia vibrar todo el cuerpo.
Estando de pie como antes pero me encontraba cansado, se lo dije y me dijo de ir a su cama y que nos desnudásemos ya que iba a pasar la noche con ella, me ofreció refresco y le dije que si, llevo una botella de Coca-Cola con dos vasos a su cuarto perdió las lamparitas de la mesita de noche y me eché en su cama boca arriba, ella me masajeaba el cuerpo, y continuó mamándomela y masajeándome los huevos y piernas con sus manos lubricadas, me relajé y en pocos minutos le avisé que me corría, y por tercera vez me sacó la leche.
Yo le pregunté si me salía cantidad, y me dijo que bastante para ser la tercera corrida, yo no podía creerlo, pero ella era la que se lo tragaba, me pidió un pitillo y me acerco del comedor un cenicero que tenía de adorno, aunque ella no fuma esa noche se fumó dos conmigo, yo fume otro mientras hablábamos de lo bien que lo estábamos pasando juntos.
-¿Lo estás gozando eh? – me dijo ella.
Yo le dije que nunca había pasado con una mujer unos momentos de tanto placer con el sexo oral, nos relajamos abrazados viendo la tele de su cuarto y bebiendo Coca-Cola, fumando algún que otro cigarro, acariciándonos, besándonos y en cuanto se me ponía dura ella continuaba a la labor, ella me decía que no le importaba que yo me llevase todo el placer que ella estaba encantada de chupármela a cada momento, y me hizo una mamada de casi media hora.
-Te sale leche aunque ya no tanta, eres lechero. – me dijo ella.
Yo le dije que si quería que la follase podría aguantar ya que llevaba varias corridas, ella me decía que se corría conmigo mamándomela y se sentía satisfecha tanto como yo que no me preocupase, que tenemos más días para vernos y hacer sexo, que esta noche era para que la gozase yo por ser su invitado a su apartamento después de tantos años sin vernos, le pregunté si en todo ese tiempo ella se acordaba de mi y me dijo que si, que pensaba y se hacia algún dedo pensando en mi recordando como era.
Le dije que mi polla era toda suya que ahí la tenia que mamase aunque no me empalmase, que se me pondría dura en cuanto me repusiese, me hizo un par de mamadas más hasta dejarme seco que apenas salía gota y nos dormimos abrazados. Al día siguiente después del desayuno me entró el calentón y se lo dije, me hizo una mamada matutina. Yanela me había hecho seis mamadas.
Antes de despedirnos nos dimos los números para estar en contacto, le dije que esperaba pronto verla, ella trabaja desde la mañana hasta la tarde noche de diez a seis de camarera y que seguro ese mismo día al salir del trabajo querrá liberar tensiones conmigo, y que habrá sexo seguro esta vez tengo que estar a la altura y satisfacerla a ella, nos dimos un beso y me marché para mi casa.
En casa me hice varias pajas antes de volver a quedar con ella, para así tener aguante en la cama.
Fin.
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