Las mujeres Monroy 5ts parte
Samantha le cuenta su historia a Dan..
La pareja yacia en el lecho de amor abrazados tiernamente besando y acariciando su existencia.
Samantha se sentía completa, satisfecha como nunca, feliz, su búsqueda había terminado y aún tenía años, décadas por delante para disfrutar de su preciado amante…
Esta es una historia que se remonta años atrás, la hermosa y encantadora Samantha Alcantar era la joya más hermosa de la calle, colonia y ciudad, todo mundo pensaba que si se lanzaba en una carrera de modelaje podría incluso competir por miss mundo, pero a los padres de Samantha esto no les interesaba para su hija, afortunadamente, a Samantha tampoco le interesaba, ella quería una familia, esposo y tres hijos, mínimo dos retoños.
Samantha, manta para su familia y amigas más cercanas, era una jovencita tranquila, se sabía hermosa, pero nunca lo usaba para nada.
Sus altas calificaciones eran producto de su esfuerzo al estudiar, su hermoso cuerpo dotado de una buena génetica estaba esculpido con duras jornadas de ejercicio, su piel suave como la seda era cuidada con 8 horas de sueño, abundante agua, mascarillas naturales y té verde, el cuál bebía imitando a su amiga Sum, una chica asiática con una piel hermosa, pero de lo que más orgullosa se sentía Samantha era de su cabello que bailaba con el viento cuando no lo sujetaba con una coleta.
Cuando Samantha te miraba a los ojos, el corazón se te derretía, sus ojos te desnudaban el alma hermosa y su sonrisa robaban tu aliento.
Nadie en su sano juicio se atrevía a dirigirle la palabra, Samantha era inalcanzable, para tranquilidad de sus padres que no la dejaban a sol ni sombra, temerosos que algún listillo quisiera sacar provecho de la muchacha.
Para desafortunio de los pocos que se atrevían a invitarla a salir, Samantha en automático les daba las gracias, y es que Samantha era una chica recatada y obediente a sus padres que sabían el deseo de su hija, un esposo cariñoso para formar una familia, no tiene que ser guapo, solo debe ser un caballero inteligente con mucha paciencia porque ella no tendría sexo premarital, ella llegaría virgen al altar, eso es lo único que pedía y nada más.
Cuando la joven tenía 17 años un hombre de 22 probó suerte, lo primero que hizo fue hablar con su padre para expresarle su deseo cortejar a su hija, previa autorización del progenitor. Samantha se sintió impresionada, era el primero que se atrevía a eso.
El padre le pidió tiempo al jóven hombre para conversar con su hija y conocer su opinión, a lo que el jóven hombre contestó – Por favor caballero, hágame usted el amable de favor y cominíquele a su hija mis intesiones – Samantha sintió su corazón derretirse, ¡era un caballero! El primer requisito fue cubierto.
Los padres de Samantha hablaron con ella, su padre le compartió a su joven hija todo lo que había tenido lugar en la conversación. Ella escuchaba atentamente sacando conclusiones, si bien conocía al jóven caballero Monroy, no había entablado conversación extensa con él, no sé imaginaba las intensiones del caballero por cortejarla y se sentía aliviada a la vez que agradecida, pues el Jóven Monroy había dado el primer paso de la manera correcta.
Una emocionada Samanthae expresó a su padre su deseo por aceptar el cortejo del caballero, y, previa lectura de cartilla, que fue el Jóven Monroy quién estableció, inició una hermosa relación que concluyó en matrimonio 1 año después.
La jóven pareja Monroy concivio en su noche de bodas y 9 meses después Samantha dió a luz gemelos.
La pareja estaba feliz, pero Samantha quería más, el sexo marital siguió y un tiempo después Samantha quedó en cinta de nuevo, a sus 22 años dió a luz a una hermosa niña llamada por ella Camila.
Por fin, a sus 22 años tenía todo lo que quería, un esposo cariñoso que la amaba y sus tres hijos, todo lo que siempre soño.
En el dormitorio las cosas eran perfectas, su esposo se practicó la vasectomía y la pareja disfrutaba de hacer el amor 2 o 3 veces por semana.
Samantha dejó de hacer ejercicio y se concentró en cuidar su alimentación, atender a su esposo y cuidar de sus hijos, era feliz!
El tiempo pasó y sus hijos crecieron, los gemelos ahora tenían 8 y la pequeña Camila 6, la vida de Samantha era perfecta pero su cuerpo resentia la falta de ejercicio, converso con su esposo mientras hacían el amor y el hombre encantado de saber que su esposa deseaba volver a tener los glúteos parados y los senos firmes, aceptó encantado, sin saber que algo cambiaría en su hermosa esposa.
Apenas llegó Samantha al gimnasio y ya había roto corazones, una hermosa mujer había llegado para captar la atención de ¡TODOS! Hombres y mujeres por igual.
Su vida social se activó rápidamente y compartía un café o té con sus nuevas amigas 10 minutos antes de hacer ejercicio, los hombres pasaban a su lado y la saludaban con miedo al ver la enorme sortija de matrimonio de la mujer que ignoraba a todos los que pasaban frente a ella, por cabe aclarar que el Sr. Monroy tubo éxito en su vida, era un contador con múltiples clientes, el dinero no le faltaba y Samantha vivía rodeada de lujos que ella en realidad, no necesitaba.
Un día de esos en que Samantha trabajaba sus glúteos, conoció a un chico que a simple vista era homosexual, pero era un homosexual con el trasero más hermoso y trabajado que Samantha jamás había visto.
Lo observó hasta que memorizo su rutina y la adoptó como propia. El hombre homosexual se dió cuenta de esto, se acercó a la mujer para conversar sobre el tema, se hicieron grandes amigas, acordaron hacer la rutina juntas, Samantha sentía el miembro del joven en su firme trasero y sin darse cuenta, ahora se encontraba aprendiendo a dar sexo oral de su nalgón maestro que al igual que ella, le gustaba chupar penes.
Este hombre sin darse cuenta sedujo a la señora Monroy y la llevó al camino del pecado, pero no toda la culpa es del hombre, Samantha llevaba años sintiendo, en secreto, que algo le faltaba, sabía perfectamente que era, pero no sé atrevía a decirle a su marido, ella sabía que un orgasmo era su límite, después de hacer el amor, abrazaba y besaba a su esposa para caer profundamente dormido unos minutos después.
Samantha se dejó seducir, ella siguió el juego apenas lo notó, recordemos que Samantha no era tonta, al contrario, era muy lista, además de que la maternidad la enseñó a leer las intenciones de la gente, así que visto de otra forma, Samantha escogió al hombre homosexual para saciar esa sed que tenía.
Masage de próstata y disfrutar el sexo anal fue lo que aprendió Samantha de esta relación antes de que el infeliz se marchara con un hombre del cuál se enamoró, a sus 28 años se sintió urgida de sexo y cometió el acto de la poligamia al tomar a dos jóvenes para satisfacer sus necesidades.
Con estos jóvenes descubrió que los hombres sienten su sexualidad amenazada si te acercas a sus anos, con ellos perfeccionó su técnica anal, cabe aclarar que quién tomó todas las virginidades de las cavidades de Samantha fue su marido, pero con tres penes que la penetraban, tuvo la práctica suficiente para controlar su esfinter y llevar al orgasmo a cualquiera en minutos.
En todo el tiempo que copuló con sus amantes, solo hubo una vez que se sintió saciada, en 1 años de infidelidad Samantha llegó a lo que ella llamó «el final».
Sin su marido en la ciudad Samantha copuló desesperada con sus jóvenes amantes que no la pudieron atender en 5 días, la mujer había pasado 5 días enteros sin sexo y se sentía totalmente desesperada.
Esa sed fue la causante de sentir aquello que la despertó de su letargo eso es lo que le faltaba en su vida.
Los siguientes meses busco con desesperación llegar a eso, cito incluso a sus dos amantes al mismo tiempo con la esperanza de alcanzar ese final, pero ni así lo conseguía, aunque eso sí, las sesiones de sexo extramarital estaban acompañadaa con muchos orgasmos, que de cierta forma calmaban su ancia.
A los pocos días que la pequeña Camila había cumplido 7 años, le marcaron a su celular para decirle que si esposo se encontraba en el hospital, golpeado y delicado de salud.
En el hospital se enteró por la boca de su esposo lo que pasaba con la pequeña Camila y supo identificar por la descripción al culpable.
Samantha se sintió culpable, destruída, se concentró en cuidar su esposo, pero se trago su culpa, se reconstruyó cómo pudo, y siguió teniendo sexo con ambos amantes, mucho sexo, pues Samantha había cambiado.
Al salir su esposo de cuidados intensivos, le propuso cambiar su domicilio, se despidió de sus amantes y resignada a buscar lo que deseaba desfiló por una increíble cantidad de hombres, todos ellos vendedores de casas, hasta que por fin, unos días después del cumpleaños número 8 de Camila, la familia Monroy se cambió de casa, Samantha dejó a sus amantes y se concentró en buscar uno nuevo, hasta hoy….
-Ese fue el resumen de mi vida hasta hoy, espero que no te moleste que haya sido una puta e infiel, pero si es el caso, me puedo ir y nunca más te volveré a molestar Dan.
Dan acarició la cabeza de su amante, la beso profundamente y mirándola a los ojos le dijo
-Me prometiste que se quedaría para siempre señora Monroy
-Alcantar, para ti soy Manta Alcantar.
Relato inspirado en la petición de @AlejandroBoggart.
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Qué rico relato, sin duda!
Excitante con morbo y mucha pasion, continualo.