Las mujeres Monroy XII
La historia sigue, Camila comienza a desarrollar ideas y deseos propios, pero primero debe aprender una lección..
Relato extenso…
Samantha salta sobre su verga feliz con su vientre inflado y sus enormes senos cargados de leche. Es una noche especial, Samantha «festeja» que su hija dejó de ser virgen con la verga que ahora ella usa para darse placer, la preñada mujer disfruta después de varios días de abstinencia, los cambios de humor del embarazo la tenían sin ganas, pero ver a su hija ser desflorada y tener un orgasmo en su primera vez a los casi 10 años resultó ser un potente afrodisíaco.
Dan disfruta del ímpetu con que su ahora esposa salta sobre su verga, le soba el vientre dónde crece su bebé, aprieta sus aún más grandes nalgas, chupa la leche de los senos, dulce, tibia, deliciosa.
- ¡Te amo Dan! ¡Te amo!
- ¡Yo a ti Samantha!
La abstinencia tiene sensible y hambrienta a la señora Barrera, se ha venido 3 veces, las 3 veces se ha venido con fuerza, tres deliciosos orgasmos «finales» y va por un cuarto.
Los testículos de Dan están tan llenos, después de desvirgar a Camila descansó, no los ha vaciado desde entonces, el descanso, ejercicio y buena alimentación, sumado a todo el estímulo sexual que recibe todo el tiempo, sus huevos producen una buena porción de semen constantemente.
Samantha está desesperada, su cuarto orgasmo está cerca, desea que su esposo se venga con ella. La pareja está bien compenetrada, Dan conoce el deseo y límites de su esposa, la abraza y ayuda a montarlo, se besan con pasión, le encanta sentir la panza de Samantha, los senos goteando leche mojando su pecho, sus nalgas regordetas y firmes, gimen con pasión, disfrutan de su coito de esposos, están cerca de su orgasmo y lo van a disfrutar juntos.
Camila puede escucharlos, no la dejan dormir. La pequeña fierecilla se tapa los oídos, le gusta el sexo con Dan, pero escuchar a su madre es otra historia, es su madre y ella sigue siendo una niña.
La pareja de amantes gime con fuerza anunciando su fuerte orgasmo, Dan proyecta con fuerza su semen en el preñado útero de su esposa, Samantha tensa sus músculos vaginales con los espasmos exprimiendo hasta la última gota de su semen.
Así sentados, Samantha con la verga de su esposo Dan metida hasta el fondo, escurriendo semen y jugos vaginales, la pareja se besa tiernamente, con mucho amor.
Por la mañana Samantha está feliz, le hacía falta su ración de sexo, cocina el desayuno para su hija que sufre para despertar, está totalmente desvelada, lo único bueno es que es Sábado y tendrá su ración de sexo.
Dan por otro lado está totalmente renovado, anoche tuvo un solo orgasmo, durmió como un bebé, incluso durmió horas extras a diferencia de Camilia que fue despertada por su madre temprano para que la ayude en las labores domésticas.
La pareja de adultos se da los buenos días con un beso juguetón, Dan juega con los enormes senos de Samantha que acepta las caricias riendo a carcajadas.
Camila sonríe al ver a su madre feliz, en sus pocos años de vida nunca la había visto reír de esa manera, tan llena de vida, alegre, por un momento se siente culpable de robarle parte de la atención de su nuevo esposo, pero la niña espabila deseosa de sentir la verga de Dan dentro por segunda vez en su vida.
Samantha tararea, se pasea por toda la casa limpiando, bailando, cantando, su esposo e hija la observan, sonríen entre ellos de verla tan felíz, plena.
A las 10 de la mañana los 2 acuden al gimnasio, Camila se fue a su cuarto a dormir un rato, sabe que por la tarde vendrán sus hermanos, siempre es lo mismo, llegan a su casa y se van con su madre dejándola a solas con Dan.
Samantha está orgullosa de su esposo, dieta, descanso y ejercicio han formado su cuerpo, músculo y condición física para satisfacer a ambas mujeres, se moja de verlo sudando, levantando pesas, su paquete marcado en el short deportivo, pero así como Camila respeta el acuerdo, ella también. Besa a su esposo, toca sus peludos y sudados pectorales, soba el paquete ya erecto por debajo del short y de manera súbita, lo deja ahí, caliente, con la verga parada, se ríe y lo manda a bañar.
1 de la tarde, el ex esposo de Samantha trae a sus hijos, saluda a su hija y se retira. Samantha habla con sus hijos sobre su día a día, les hace de comer, los mima, se ponen de acuerdo sobre a qué lugar ir el día de hoy, los chicos no tienen ganas de nada, solo quieren pasar el día con su madre y su hermana.
Ambas mujeres se miran a los ojos, Samantha puede ver la frustración de su hija y la entiende perfectamente, cuestiona a sus hijos sobre su decisión y ellos reafirman su deseo.
Camila está en su cuarto, grita en la almohada para mitigar el ruido, su vagina de casi 10 años le arde, palpita de deseo, esperaba sentirla llena de semen para la comida y ahora llora de frustración por culpa de sus hermanos.
Los chicos, Samantha y Dan ven televisión en la sala, miran de reojo a Dan con recelo, este maduro y musculoso hombre les robó a su madre. Paradójicamente Dan les agrada, conversa con ellos más que su propio padre, los hace reír, lo ven como un buen amigo.
Más tarde ese día la malhumorada Camila ve la televisión con su familia recostada en el regazo de Dan, específicamente sobre sus piernas y pecho. La niña se mueve de manera discreta sobre el paquete de Dan que lentamente va reaccionando. Samantha es un cervero en su casa, nada se le escapa, nada se le va, se da cuenta de inmediato de lo que Camila hace, pero finge demencia, ignora a su hija a quién ni siquiera voltea a ver cuando se levanta y va a su recámara.
Samantha es adicta al sexo, disfruta haciendo el amor con su esposo, sabe perfectamente que su hija también, Samantha también es una alcahueta, ama a su hija tanto que la va a ayudar de una manera inteligente. De su closet sacó 2 mantas ligeras, de regreso, le entregó una a sus hijos y otra a Dan y Camila, cerró las cortinas, encendió el aire acondicionado y regresó con sus hijos.
Dan entendió de inmediato la situación, se sentía incómodo, pero en el fondo también está caliente y desea desfogarse con la apretada vagina de Camila. El frío surge su efecto y los dos grupos se acurrucan. Samantha atrajó a sus hijos al otro extremo del sillón mientras que Camila se acomodó sobre Dan de una forma descarada, por suerte sus hermanos estaban ocupados con la película, por eso no se dieron cuenta que su hermana se estaba quitando la ropa interior, subiendo su falda y sacando el pene de Dan, pero su madre es otra cosa, ella sabe exactamente lo que pasa debajo de esa manta, sonríe y besa a sus hijos que son inocentes e ingenuos.
El pene de Dan es presionado por las nalguitas y puchita de casi 10 años, Camila aprovecha que con los fuertes brazos de su amante crean un efecto de carpa ocultando todo lo que pasa debajo.
Camila se desliza por la erecta verga, sus jugos lubrican el falo que dilata la tierna cuevita con su grosor, la chica se muerde los labios ante la mirada discreta de su madre y el estoico Dan que sostiene el peso de la niña.
Con habilidad heredada de su madre aplica los conocimientos heredados de las películas pornográficas que ve los domingos con Fecha.
De rodillas avienta su culito hacia atrás y arriba colocando la cabeza del pene en la entrada, se aferra al brazo de Dan con una mano y con la otra sujeta el pene que la desvirgó evitando se desvíe mientras ella baja sus nalguitas metiendo la cabeza.
Mordiendo su labio superior derecho y con el cenó fruncido Camila siente como entra la verga a su interior separando sus labios y expandiendo el interior de su cuevita de casi 10 años.
La inexperiencia de Camila la hicieron perder el equilibrio pero fue salvada por Dan que la sujeto por su vientre con un brazo evitando que se ensarte toda la verga de un solo viaje.
Dan, quien tampoco tiene mucha experiencia pero una buena capacidad de solucionar problemas le propone a Camila recostarse para «ver la película» más cómodos.
«Ok» fue la respuesta de la niña que no sabía que hacer y se llevó una gran sorpresa cuando el hombre que tiene una parte de su verga metida en su puchita la jaló hacia la derecha para recostarse en el sillón. Al tenerla sujeta por la cintura Dan no permitió que el miembro saliera, al contrario, otro poquito entró para la sorpresa de Camila que solo pudo suspirar de sorpresa.
Con los conocimientos que dan los años, Dan hizo un efecto de carpa con su pierna y brazo libre mientras que con los otros dos ancló su peso al sillón.
Camila tenía su cuerpo libre para hacer lo que quisiera bajo la clandestinidad de la manta proporcionada por su alcahueta madre y estaba dispuesta a aprovechar la situación. Con la oscuridad de su lado y el sonido de la película, la niña inició un vaivén matandose sola con la verga que la desvirgó.
Menos de la mitad es suficiente para ella, sus inmaduros labios se expanden para permitir el ingreso de la verga de su amante que la ayuda empujando discretamente invadiendo cada vez más el interior de su cuevita.
Dan suspira en silencio, Camila se muerde los labios, el coito sigue su cuerpo y poco a poco la verga se va perdiendo en el interior.
Unos minutos después Camila gime de dolor/placer al sentir que los 17 centímetros de verga están albergados en su interior, los huevos de Dan caen en sus muslos, sus nalguitas sienten el depilado pelvis de su amante, suave, sudado por el calor de la manta y corporal. La niña no es capaz de moverse, su ajustado interior le impide hacer cualquier movimiento sin dolerle forzándola a parar, pero la niña es terca, obstinada y caliente.
Astutamente Camila levantó su pierna sobre la cadera de Dan hasta el respaldo del sillón con el cobertor enredado en si pie liberando presión sobre su puchita, su mano libre se aferró al descansabrazos, ahora es ella quien hace el efecto de carpa y sin discreción o reparo alguno le dijo a su amante «ayúdame».
Dan y Samantha cruzaron miradas, él busca la aprobación de su esposa y madre de la menor, ella entiende el mensaje, pero quiere que sea Dan el que decide «ya hice mi parte», eso es lo que Dan pudo leer en los labios de su esposa, pero eso no es suficiente para él, está confundido, no sabe que debería hacer.
«Daaaan ayuuuú-da-mé», el cantado de palabras de Camila, ese jueguito que tiene la niña de hablar cantando distorsionando las palabras.
Dan recuerda la primera vez que conoció a Camila, lo sorprendió saliendo del en ese entonces terreno baldío, su pene expuesto en su short roto, la hermosa nena de 8 años, chimuela, su vestido blanco precioso, la conversación.
Más allá de su deseo sexual por esta niña, en la actualidad Dan la aprecia, tanto como a la madre, desea estar con ella, disfrutar de su cuerpo, enseñarle a disfrutar del sexo, de pronto Dan ve esto como una deliciosa responsabilidad, coger a escondidas con un alto riesgo de ser descubiertos, la emoción, eso será sin dudas una excelente lección.
«Muy bien, pero tranquila, yo me encargo», Dan usó su brazo derecho para sujetar el cuerpo de la niña, con su pierna izquierda se aseguró de mantener la carpa, su brazo derecho a 90 grados mantiene la carpa lejos de su cadera, ahora tiene la libertad y control para reanudar el coito y taladrar el inmaduro coño de casi 10 años.
Dan recorrió su cadera sacando un poco de su pene, la niña suspira con el movimiento, un poco de alivio mezclado con placer al sentir que la verga abandona su interior permitiendo que vuelva a su forma, pero Camila sabe lo que viene, a medio camino Dan se detiene y regresa sobre sus pasos saboreando la deliciosa presión de la vulva qué penetra por segunda vez en su vida.
Su verga brinca de la emoción recordando que fue quién desvirgó este coñito tierno, Camila suspira de dolor y placer con el reingreso, los brincos de verga la sorprenden haciéndola gruñir. La niña se mete un pedazo de cobertor a la boca para morderlo con fuerza.
Dan aguarda pacientemente, le da tiempo a Camila, está vez su vagina no está relajada por orgasmos previos, no hay lubricación abundante, tampoco semen de Dan que facilite el acceso, la niña está sufriendo con la cogida partiendole el corazón a Dan y Samantha.
Pero afortunadamente su madre es astuta y sabía, además de muy condescendiente y alcahuete.
En sus años de madre conoció a fondo a sus hijos, los ama y se los demuestra.
El frío del cuarto, el calor de la manta, las caricias de su madre que con mucho amor les rasca la cabeza, la mezcla, bien conocida por Samantha, van surtiendo su efecto desde hace rato causando somnolencia en sus hijos que están acostados de lado con los ojos cerrados. En el sillón Camila gime de dolor y llora un poco, en el sillón sus hermanos roncan suavemente profundamente dormidos.
Con cautela y una agilidad asombrosa una mujer 32 años y 5 meses de embarazo, Samantha se levanta del sillón y va con la pareja de amantes compuesta por su esposo de 43 años e hija de casi 10.
- Ya, ya, ya mi amor, tranquila, es tu segunda vez y estás acostumbrada a estar bien lubricada, pero aquí está mamá, yo te voy a ayudar.
Con amor maternal besa a su hija en la frente y a Dan en los labios con amor, mete su cabeza debajo de la manta para ver la situación.
La mano de Dan toca el clítoris en un intento de mejorar la lubricación mediante placer, toma la mano de su marido y la besa en agradecimiento por cuidar a su bebé.
Aún con la pierna abierta los labios de la vagina de su hija están abiertos de manera grotesca y forzada alrededor del pene de su esposo, rojos por la presión. Unas gotitas de sangre, algo de jugos vaginales, el olor del preseminal de Dan, pero fuera de eso, todo bien.
- No está tan mal, esperenme.
Como graciosa gacela Samantha fue a su recámara por el lubricante más líquido que tienen, uno a base de agua que usan cuando ella no lubrica suficiente por el embarazo.
Al volver Camila sigue llorando, le duele, más queda su orgullo, ella fue quién quería esto y ahora se siente que está en problemas.
Dan acaricia el cuerpo de la niña, en este momento es el único placer que siente, pero los latidos en la verga de Dan la lastiman.
- Ya mi amor, mamá está aquí, Dan mi amor, ve sacando de a poquito, metes cuando te diga.
- Ok amor.
Siguiendo la instrucción, Dan sacó un poco de verga y gimió al cálido, suave y lubricado tacto de los dedos de su esposa que esparcen abundante lubricante en su miembro.
Samantha pasa se atención a la maltrecha vagina de su hija que suspira con alivio al sentir el fresco lubricante en su grotescamente dilatada vagina de casi 10 años.
- Dan amor, saca otro poco.
El hombre obedece y Samantha repite la operación, Dan y Camila suspiran con las atenciones de su madre y esposa. Otro poco más de verga afuera, ya van por la mitad, la puchita se va relajando, los jugos de Camila comienzan a fluir gracias a las caricias de su madre.
Poco a poco y la verga está afuera, hermosa, mojada de lubricante, vaginal y artificial, Samantha sujeta la verga para frotarla por la dilatada vagina de su hija, inyecta una buena porción de lubricante en el interior de su hija y le pide a su esposo que empuje un poco. La verga se desliza suavemente unos centímetros sacando gemidos de ambos, está vez son de placer.
- Listo niña traviesa, ya podrás comertela entera, eso te pasa por impaciente, pude haberme dormido con tus hermanos en su cuarto y dejarte a solas con Dan en la recámara, pero eres una niña impaciente, traviesa, obstinada, necia y ¡Te amo!
Un beso en la frente de la risueña/ruborizada Camila que tiene media verga entrando y saliendo libremente de su interior, otro beso a su esposo que está disfrutando de la presión en su pene por parte de la diminuta vagina y de regreso a su lugar con sus hijos a quienes sigue minando para que se mantengan despiertos.
Camila está en la gloria, disfruta de la verga de Dan que entra y sale suavemente en su interior, un ligero malestar la incómoda pero nada que impida a su vagina soltar jugos que facilitan aún más la labor de su amante. Dan empuja sin reparos o miedo a ser descubierto, ambos saben que no durarán mucho, tal vez 12 minutos y el calor de la leche de Dan inundará su interior.
17 centímetros de pene adulto entran y salen de la pequeña puchita totalmente abierta al diámetro del pene adulto que la perfora.
Gemidos y suspiros silenciosos se mezclan con la película que sólo Samantha ve ignorando a la pareja de amantes que tienen un coito delicioso en el sillón a expensas de que los hermanos despierten y los sorprendan.
El cosquilleo clásico le llegó pronto a Camila que muerde el cobertor para evitar gemir y despertar a sus hermanos, sus jugos salen mojando el sofá, Dan disfruta la presión de los espasmos y los flujos mojando todo. Sin bajar el ritmo Dan continua con lo suyo, desea vaciar sus huevos en el interior de la nena, disfruta mucho de eso, rellenar las puchitas de leche y verlas chorrear, le gano gusto con Samantha a quién le encanta sentir la leche de su hombre en su interior.
Camila se retuerce de placer, los movimientos de Dan extienden su orgasmo que a su vez estimulan al pene en su interior. Dan abraza con fuerza a su pequeña amante, sus caderas ganan velocidad, su miembro llega hasta lo más profundo del coñito de Camila que ya no sufre, solo gime con fuerza con el cobertor en su boca presionando con fuerza con sus dientes.
“Me vengo Camila” seguido de potentes chorros de esperma caliente en el inmaduro coño incapaz de concebir, suficiente como para llenarla dos veces causando que salga por las comisuras de sus labios que rodean con fuerza la verga que la coge. La niña no es capaz de soportarlo más, suelta un mar de fluidos por su concha y una gemido ahogado por la mano de Dan que rápidamente le tapó la boca apenas comenzó a gritar.
Samantha silva con ritmo a sus hijos que reaccionaron al grito de su hermana, rápidamente caen dormidos una vez más mientras su hermana recibe fuertes impactos de semen en su interior, el mismo semen que embarazó a su madre y les dará un hermanastro.
Dan acomoda todo, cubre ambos cuerpos con el cobertor, Camila se está quedando dormida con la verga metida en su interior, escurriendo semen de su pequeña puchita.
Al final de la película los 3 niños duermen, Samantha despierta a sus hijos y los manda a la cocina a llenar una botella con agua, su intención es dejar a solas a Dan y Camila para que se pudieran retirar a asearse.
Cuando los niños dejaron la sala Samantha se acercó a la pareja para besar a Dan con amor en los labios.
- Tenemos que enseñarle a ser paciente, no se pueden exponer así, necesita juego previo, su vagina es muy pequeña, si no está relajada le dolerá.
- No volverá a pasar amor.
- Está bien, llévala al cuarto, que se dé un baño, regresamos en 1 hora.
Mientras los gemelos se bañan Dan llevó cargando a Camila a la recámara del matrimonio, la puchita va chorreando esperma todo el camino hasta la recámara donde despertó Camila.
- ¿Qué pasa? ¿Y mi mamá?
- Saldrá un rato con tus hermanos, regresa en una hora
Camila es una fierecilla, su gusto por el sexo se esta disparando a pasos agigantados, nadie lo nota, pero todo el estímulo de Dan con su madre en su dormitorio, sus encuentros propios con Dan, la pornografía los domingos, los orgasmo con Fercha, la niña piensa en sexo todo el tiempo, si bien no es un nivel enfermo, es el nivel de un hombre de 20 años, todo el tiempo desea un coito y disfrutar orgasmos.
La niña se encerró en el baño y esperó pacientemente, escucho perfectamente cómo intentaron abrir la puerta, primero Dan, después su madre que se despide de la niña pidiéndole que se apure, regresan en una hora y espera encontrarla bañada y cambiada.
Camila se muerde los labios y se moja, tendrá una hora, podrá hacerlo de nuevo con Dan, bañarse, cambiarse y estar lista para la cena, puede escuchar a su madre y Dan besarse “con cuidado, me marcas cualquier cosa”, silencio, “vámonos niños” y la puerta de afuera cerrarse.
Sus dedos juegan en su vagina, resbalosa y dilatada, ya no le arden para nada, sus deditos le dan placer, está lista para una nueva ronda.
Dan está acostado en su cama, su pene sigue embarrado del encuentro anterior, a media asta, aguarda pacientemente a que Camila salga para poder darse un baño, está sudado y su pene pegajoso. Piensa en su esposa y maravilloso de la situación para él, siente que disfruta de Samantha por partida doble, su versión adulta y la versión de niña, su pene reacciona con esos pensamientos, alcanza su máxima longitud y se hecha a reír, a sus 43 años es más caliente que toda su vida de juventud, en sus años de casado nunca tuvo más de un solo orgasmo con su anterior pareja y ahora puede tener hasta 2 por día si así lo desea.
El hombre cierra los ojos y respira tratando de bajar la erección, pero no cuenta con Camila que abre la puerta sigilosamente, la niña esperaba tener que convencer a Dan para hacerlo una vez más, pero se encontró con la verga bien parada de su amante que además tiene la guardia baja.
El movimiento de la cama alerta a Dan que abre los ojos para encontrarse con Camila lista para montarlo guiando con su manita el pene a su entrada delantera.
- Espera Camila, ya lo hicimos, ahora es descanso
- Pero quiero hacerlo de nuevo, siempre tengo 4 orgasmos, hoy tuve solo 2, necesito otros dos para estar tranquiiiii-í-la
- Tu mamá se puede enojar
- N-no-ooo, tu y ella van a estar solos mañana, toooooooo-dó el día, mis hermanos lo echaron a perder, !ANDALE DAN¡
Dan sabía que la niña no cambiaría de parecer, solo se molestaría y haría las cosas de mala gana, pero Dan es un hombre que ama y respeta a su esposa, le pide un momento a Camila para hablar con su madre.
Mientras Dan le marca a Samantha la niña baja sus caderas metiendo la erecta verga de Dan en su interior, 17 centímetros de placer entraron sin el más mínimo esfuerzo u oposición.
Ambos gimieron de placer y sorpresa, sobre todo Dan, su pene es apretado con fuerza pero se deslizó hasta el fondo sin fricción alguna causando una exquisita sensación en su pene que le exige volver a eyacular.
Cuando Samantha contestó el teléfono de inmediato supo que algo estaba pasando, su hija gime sin reparo alguno saltando sobre la verga de Dan justo como ella la noche anterior, su esposo le explica la situación y lo que pasa en esos momentos a lo que Samantha responde con risa, “es igual de caliente que su madre, déjala, pero asegurate de darle la cogida de su vida, déjala exhausta, que sepa lo que es un cogidon de esos que me das a mí para que aprenda a respetar a sus mayores… Métele el plug más pequeño en el ano, dile que ese es MI CASTIGO por montar a mi esposo dos veces seguidas”
Dan sonríe y le dice a su esposa que lo hará, Samantha le dice que extenderá la caminata un poco más para darles más tiempo, ambos se despiden con un te amo y un beso tronado en la bocina.
- Muy bien Camila, tú ganas, te saliste con la tuya, como siempre, pero esta vez va a haber consecuencias ¿Estás lista?
- Si-si-si-si-si
La niña juega con Dan, no sabe lo que le espera, hasta ahora ha sido amable, cariñoso y paciente con ella, pero “si quieres verga, verga te voy a dar”, igual a como abraza a su esposa, los brazos de Dan rodean a Camila que disfruta de la verga en su interior, no sabe lo que viene, no se espera el jalón hacia abajo de Dan que empuja su útero hacia arriba con fuerza sacándole un gemido sofocado, tampoco se espera el subir y bajar rápido controlado por Dan que sacude su cuerpo haciendo bailar su cabello, arrancando gemidos ahogados interrumpidos por la fuerza que Dan imprime en la cogida que le da a esta niña traviesa y malcriada de casi 10 años.
No pasaron ni 3 minutos cuando Camilia explota en un violento orgasmo que casi la desmaya, sus espasmos castigan la verga que le da placer pero no se detiene en ningún momento prolongando su orgasmo que sacude todo su cuerpo con espasmos.
Casi desfallecida, recargada en el pecho de su amante, con el cabello todo enredado, mojado por el sudor, la chiquilla cree que todo acabo, pero la verga sigue dura en su interior, no se ha venido, tampoco a sentido el calor de la leche caliente, teme que esto no haya acabado, y está en lo correcto. Dan, su padrastro, la carga y la sienta con sus piernitas abiertas alrededor de su cintura.
- Esto es el castigo de tu madre por montar a su esposo dos veces seguidas…
Dan abre el cajón de noche, saca un pequeño plug que no le hace ni cosquillas a Samantha pero le usa para evitar que la leche de su esposo salga por la noche mientras duerme, con el plug sobre el mueble de noche y saca el lubricante anal que usa Samantha para masagear la próstata de Dan.
Con el pequeño plug que es del tamaño del dedo gordo de Dan bañado en lubricante, el hombre busca el pequeño ano para abrirlo por primera vez con un objeto y así apartar del camino a medias la virginidad del último orificio de Camila.
Camila se ríe al sentir el latex presionando con su culito, sabe que por ahí también le meten la verga los hombres a las mujeres, pero no esperaba que Dan le fuera a meter, por ese motivo araño los brazos de su amante cuando el pequeño plug hizo presión violando su pequeño esfinter.
- No no no no, por favor no, me duele, me duele.
- Son órdenes de tu madre, eso te pasa por caliente mi amor, así vas a aprender a controlarte.
- No, no, no, no, eso no, por favor, no, mejor tu dedo Dan, tu de do, por favooooo-ó-rrrrr
La niña suplica con lágrimas en sus ojos, no desea perder su última virginidad con un pedazo de plástico, prefiere el dedo de Dan mil veces antes que cualquier juguete.
- Por favor, Dan, Danito, tu dedo, el gordo gordito.
- ¿Segura? es más grueso.
- Si, tu dedo, por fis.
Conmovido con la nena Dan se llena de lubricante uno de sus dedos gordos y masajea el exterior del anito que vibra al contacto.
Con presión estable el dedo va penetrando el interior ante los pujidos y gruñidos de Camila que sin protestar acepta el dedo. El interior de su puchita aprieta con fuerza para mayor placer de Dan, el espacio en su interior se reduce, la uña entera está adentro y de un solo viaje el dedo entero desaparece en su interior.
Camila encaja sus uñas en los brazos de Dan, llora, le arde su culito, pero aguanta, es su castigo. La nena piensa en su madre que le comparte su amante, la ayuda a darse placer con él y ella actuó de manera envidiosa, acepta su castigo, controla su respiración, trata de disfrutar lo que falta, porque Dan sigue con la verga parada muy adentro de ella y seguro querrá darle más.
No está equivocada, Dan tiene instrucciones, si bien su madre no está enojada, desea darle una lección a su hija, debe aprender a respetar su turno y tiempo así como su madre lo hacé. Dan alza la pierna de Camila y la gira sin sacarle el pene o el dedo del ano, la niña está sorprendida, el pene de Dan está girando en su interior, no sabía que se podía hacer eso, ahora le está dando la espalda a su amante que acomoda unas almohadas para acostarla quedando con su culito parado y la verga bien metida.
Sin sacar el dedo del ano, usandolo como gancho, Dan sostiene el cuerpo de la niña y comienza con sus embestidas que son realmente profundas. Camila no se esperaba eso, su interior es empujado con fuerza, le da una especie de placer y dolor que la vuelve loca, berrea de placer y dolor, cierra sus ojos con fuerza, el dedo en su ano le arde pero se está acostumbrando a tener eso metido.
Ella no lo sabe, pero esto es lo más cercano a una doble penetración, su culito perforado mientras taladran su conchita es algo que ella nunca ha visto ni en el porno, su imaginación vuela pensando en todas las formas en que se la pueden coger y ella lo ignora, el castigo de su madre le está dando más de una lección, la chiquilla berrea prometiendo que no volverá a abusar del esposo de su madre, pero en el fondo piensa en todas las cosas que quiere ver y probar lo antes posible.
Un nuevo gruñido de placer y Camila de casi 10 años se viene de nuevo con una verga en su infantil puchita y su culito apretado, pero la cosa no acaba aquí, Dan decide que es hora de cumplir la órden de su esposa, saca su dedo del apretado ano y lo sustituye por el plug que entra sin problemas. Camila protesta con la nueva invasión, su esfínter se cierra en la parte más delgada y ahora sus dos entradas están llenas con algo dejando las manos de Dan libres para maniobrar el pequeño cuerpo de Camila que ahora está a 4 cuatro, con el pechito en la cama, espalda arqueada y culito paradito agarrado fuertemente con las manos de Dan que comienza un nuevo bombeo en la puchita que se aferra a la verga que la desvirgo y ahora la está torturando con placer.
El plug en su ano reduce el espacio en su puchita incrementando el placer de ambos, la niña llora a cántaros, son lágrimas de placer, dos orgasmos en la sala y otros 3 en la cama, un cuarto aproximándose, su interior arde, le quema, disfruta pero sufre, su maltrecho interior ha tenido demasiado, está sensible y los orgasmos, si bien son placenteros, la dejan cada vez más sensible.
La niña de casi 10 años se aferra a las sábanas con fuerza presa de un nuevo orgasmo, su cuerpo tenso por el exceso de placer le dice que está agotada, necesita parar, ha sido demasiado para un solo día, es demasiado jóven. Admitiendo su derrota la niña pide clemencia, piedad, ya no lo volverá a hacer, no volverá a abusar de su tiempo con él.
Pero Dan tiene otros planes, saca el plug del ano que ahora está ligeramente abierto, sabe que no hay forma que su pene entre ahí, pero igual se va a divertir un rato, ya le falta poco y le quiere dar una sorpresa a su esposa.
Con cuidado saca su pene del interior de la nena que se queja durante la retirada, una hermosa vaginita inmadura totalmente abierta y roja queda detrás, Dan fue por su celular para tomarle una foto y se la envía a Samanta, culito un poco abierto y vagina totalmente dilatada.
Acto seguido Dan acomoda su verga en medio de las nalguitas de Camila y cepilla toda la raya de la nena con su verga, juega con su cabeza en el anito que se dilata un poco con la presión de la verga, no obstante, penetrar el culito no es el deseo de Dan.
Camila está demasiado cansada como para reaccionar o protestar, deja a su amante hacer, confía en él, sabe que no le haría daño, la cogió hasta que ya no pudo y se detuvo a la primera que ella se declaró derrotada.
Dan disfruta de lo que hace, su pene está sensible, al borde del orgasmo, un poco de fricción y salpicará todo de semen, pero de nuevo, Dan tiene otros planes. El glande de Dan juega con mucho énfasis en la entrada del culito para mantenerlo abierto, está cerca, cada vez mas, suspira, su pene disfruta de la suave piel de la raya de en medio de estás nalguitas que en futuro estrellará sus huevos con fuerza y se comerá el ano hasta llenarlo de semen, pero si la primera descarga de semen fue reciente y por accidente, la primera descarga de semen en el recto de Camila será un “accidente” también.
Dan gime con fuerza de nuevo, está cerca de su orgasmo, Camila lo sabe, aprendió a distinguir cuando su amante está cerca de venirse, el teléfono suena, sin perder su ritmo y concentración Dan lee el mensaje, un puñado de corazones y la leyenda “así quiero que me dejes mañana que estemos solos”, pensar en que puede cogerse a su embarazada esposa con la misma fuerza y que tiene a su hija de casi 10 años a su disposición para ser cogida 3 veces por semana.
Es demasiado, con su mano derecha sujeta a Camila, con la derecha apunta su pene a la entrada del año y presiona. El glande se hunde hasta la mitad para la sorpresa de Camila y Dan que disfruta de la deliciosa presión, 7 potentes chorros llenaron el recto de Camila que sorprendida pela los ojos, inmovil, recibiendo la leche de su macho en su parcialmente virgen ano.
Dan toma otra foto de la unión y se lo envía a su esposa, con cuidado retira su miembro para contemplar y tomar foro del resultado, el culito de Camila abiertito rebozando de semen. Dan toma un vídeo, con su mano separa las nalguitas causando que el culito se abra más, su semen se desliza hacia el fondo, Camila gime con el calor del semen, las manos de Dan salen de la escena y toma el plug que mete con suavidad en el culito ante los gruñidos de protesta de la niña.
- Está hecho… ¿Aprendiste tu lección Camila?
- Si, no vuelvo a abusar de mi turno.
- Muy bien, ahora, sin sacarle el plug, date un baño y cámbiate, cuando regrese tu madre veremos que decide.
- Si.
Camila lava su cuerpo, su vaginita le arde, pero es un ardor diferente, siente placer combinado con ardor, se siente como cuando se desvela con Fercha masturbandose y dandose sexo oral hasta no poder más, pero sus labios están separados, no tanto como hace un momento, pero separados. Siente la leche en el interior de su ano, el plug impide que se salga, sonríe con malicia mientras lo juega en su culito, cree que con un poco de práctica podrá meterse la verga de Dan en su interior.
La niña piensa sobre sus actos, su madre no es celosa, pero Dan es su hombre, su esposo, lo comparte con ella, pero no es suficiente para Camila, ella desea más, tiene a Fercha, pero ella quiere más, Dan es muy grande para ella, grueso en realidad, necesita otro amante, uno que tenga una verga mas delgada, pero por ahora necesita descansar, mañana tendrá a Fercha, podrá disfrutar sin sufrir.
La familia entera come pizza en el comedor, los gemelos sorprendidos ven a su pequeña hermana devorar la comida, no es de comer mucho, hoy está desatada, 3 rebanadas de pizza en un cuerpo pequeño que suele comerse una y media muy a fuerza.
Camila siente la presión en sus nalguitas y anito, el plug presiona hacia adentro con fuerza, es incómodo, pero nada que no pueda manejar.
Esa noche los gemelos cansados de la caminata se van a dormir, Dan por fin se da un baño y espera a su esposa en la cama.
En el cuarto de Camila madre e hija conversan acostadas en la cama.
- Espero que no vuelvas a abusar mi amor, Dan es mío, mi esposo, mi amante, te lo comparto, pero es un ratito nada más.
- Si mami, perdón, pero es que mis hermanos lo echaron a perder.
- Lo sé mi niña, pero aún así, debes ser paciente, pudiste tenerlo toda la noche, dormir con él, pero te ganó la calentura, debes aprender a controlarte, recuerda todos los problemas que tuve por no controlarme
- Si mami, me controlaré.
- Bueno, ahora, vamos a quitarte ese plug de tu culito para que duermas agusto.
En el baño Samantha remueve el plug anal del culito de su hija con sumo cuidado, la pequeña Camila a cuatro cierra los ojos y aprieta los dientes, ya no está excitada, su ano se cierne con fuerza impidiendo que el plug salga suave, pero necesita removerlo para poder hacer del baño.
Poco a poco el esfínter cede extendiéndose para permitir que salga el pequeño invasor, apenas lo mas grueso sale la presión expulsa al invasor dando alivio y satisfacción a Camila que suspira aliviada.
Samanta le da un beso de buenas noches a su hija que sentada en el retrete evacua el semen almacenado en su interior, detiene a su madre en la puerta del baño para una última petición.
- Mami
- Si mi amor
- ¿Me puedo quedar con esa cosa?
- ¿El plug? ¿Para que lo quieres?
- Necesito que mi culito se abra para que Dan me pueda meter su pene por ahí.
Su madre se echó a reír, su hija aprendió la lección y algo más, el sexo anal.
- Claro que si mi amor, te lo puedes quedar, pero no lo uses mucho tiempo, cuando te acostumbres a el te conseguiré algo especial para que puedas practicar mover tu recto y darle placer a tu amante.
- Ok mami.
Los gemelos duermen ignorantes de lo que pasa en casa de su madre, su hermana que hace unos días dejó de ser virgen duerme en su cuarto con la vagina maltrecha, totalmente saciada de verga y con un plug anal metido en su culito, su madre, que le fue infiel a su padre muchas veces con varios hombres, le da una deliciosa mamada a su último amante que además la preñó, les dará un hermanastro y desvirgó a su hermanita.
Dan disfruta de las atenciones de su esposa que mama su verga con verdadera devoción y entrega, sus dedos masajea su próstata con dulzura dándole un placer único, acaricia la cabeza de su esposa, jala con cariño el lóbulo de su oreja, él sabe lo mucho que le gusta cuando hace eso.
Samantha suspira, le encanta tener la verga de Dan en su boca, no es solo el sexo, realmente ama a este hombre, como la trata, sus caricias, la atención, sus conversaciones, disfruta de todo lo que hace con este hombre, por eso de desvive en darle placer, es el primer hombre que le da todo en un solo lugar.
Compartirlo con su hija por un tiempo le molesta, pero es un pequeño precio que está dispuesta a pagar.
- Samantha, ven acá amor, deseo besarte en tus labios.
- Voy…
El beso es apasionado, siente el sabor de su líquido preseminal en la boca de su esposa, soba su vientre con amor, saluda a su hijo que crece en su interior, sopesa los inflados globos cargados de leche que tiene por pechos. Samantha se derrite en sus manos, es una barra de chocolate que se deshace en las calientes manos de su esposo.
- Ahora quiero probar tus otros labios, siéntate en mi rostro.
Feliz por la petición de su esposo, Samantha coloca sus regordetas pero firmes nalgas sobre el padre de la criatura que crece en su interior, la respiración en su ano, la lengua metida en su interior recolectando sus jugos, sus fuertes brazos que le sirven de apoyo, sus rasposas manos que soban sus cántaros de leche, Samantha suspira de placer, ya no es la hembra en brama que busca sexo con sus amantes, es la madre de familia que se entrega a su esposo que le regala deliciosos orgasmos fuente en cada encuentro con suma facilidad.
El manantial de Samantha explota llenando la boca de Dan con sus jugos que bebe sin reparo alguno, ella pierde el equilibrio pero encuentra apoyo en los musculosos brazos de su esposo que la soportan sin problema. La preñada mujer tiembla con el orgasmo que su esposo le regaló con la boca, desde que está con él sus orgasmos son más frecuentes y fáciles de alcanzar.
Con cuidado se baja del rostro de su esposo que la ayuda hasta quedar acostada sobre la cama, su enorme panza es sobada con amor por Dan por un rato hasta que la toma de los pies, le abre las piernas y la penetra de un solo movimiento suave hasta el fondo.
- Señora Barrera ¿Quién le infló su barriga?
- El hombre mas maravilloso del mundo, mi esposo.
- Que hombre tan afortunado, ¿sabía que es usted mas hermosa con esa enorme barriga de 5 meses?
- Si, mi esposo me lo dice todo el tiempo mientras me hace el amor.
- No sabe la envidia que le tengo a ese hombre.
- Todo el mundo lo envidia, sobre todo mi ex esposo, pero yo soy solo de él.
- Lo sé, amor mío.
En la pose del misionero, con las piernas bien abiertas y su panza separándolos, Dan le hace el amor a su esposa Samantha que espera preñada de él. Estos encuentros son comunes, Samantha se viene rápido varias veces seguidas y al final Dan dispara su esperma, el mismo que la embarazo y que inunda las entrañas de su hija.
En la casa Barrera todo mundo duerme tranquilamente, los gemelos, Camila saciada, Samantha y Dan saciados y feliz, por la mañana desayunan juntos y por la tarde el padre de los niños vendrá para llevarse a los 3 a su casa… Fercha espera ansiosa que su pequeña amante regrese, desea sentir sus manos en su cuerpo y su boca en su vagina.
Continuará…
Excelente muy excitante con morbo y erotismo.
Woooooooooowww, sin duda da para una serie de Netflix!