LAS NIETAS DE NURIA Y LAURA 4
el folleteo continua.
Como digo el folleteo continuaba a diario, menos los domingos y lunes que también tenemos que descansar. Ya después de mas de un mes en servicio la clientela empezaba a frecuentar mucho el puticlub y todos los días se sacaba un buen dinero, eso la verdad nos importaba poco, nos divertíamos mucho. En un puticlub o casa de putas como cada uno quiera llamarlo se ve de todo pero voy a contar algunas cosas que a mi personalmente me pasaron.
Yo soy en el puticlub Dana, es lo mas parecido a mi nombre real que me gustase.
Un jueves hace ya algún tiempo vi entrar a un hombre de unos cincuenta años algo agobiado y mirando a todas parte sin saber muy bien a donde acudir, así que me dirigí a el. Ese día llevaba puesto un batita de encajes blanca que no dejaba nada a la imaginación, muy bonita y que me sentaba muy bien.
Me dirigí a el con paso firme y le pregunte que deseaba y si buscaba a alguna chica en particular. Buscaba a la jefa o a alguien con quien pudiese hablar para exponer su problema. Como estaba algo apurado le serví un wiski y me senté con el para que me contase.
Al final se soltó y me explico que quería a una chica para el hijo de su mujer, hasta ese punto estaba en el lugar adecuado, podía escoger a la quien quisiese que todas estaban dispuestas a follar.
Me dijo que el chico en cuestión tiene veinticinco años y tiene el síndrome Down, y que no sabia si alguna chica estaría dispuesta a follar con el, también me dijo que no había tenido nunca relaciones sexuales con ninguna mujer y que lo único que hace es masturbarse y ver porno. Le dije que yo no tengo ningún impedimento y que cualquiera de nosotras estaría dispuesta también.
Una cosa mas me dijo, tiene un pene grande, aquí vemos de todo le comente, al final siguió contando, el pene en cuestión erecto tiene casi treinta centímetros y es así de gordo, me indico con sus manos, calcule unos siete u ocho centímetros de diámetro, me quede callada mirándolo y pensando, bueno me dije la abuela Nuria dice un refrán «nunca digas de este agua no he de beber, ni esta cura no es mi padre ni mucho menos esta picha no me cabe», fui a decir algo pero me interrumpió diciendo, es como un burrito.
Como soy valiente y pocas cosas me dan miedo le dije que cuando le viniera bien que viniese, esta en el coche con su madre me contesto, así que salió y entro con el cogido de la mano. Es un hombretón grande y fuerte, entro nervioso al ver a tantas tías medio en pelotas y se animo enseguida, se restregaba la entrepierna contantemente y el bulto es impresionante.
Se vino conmigo arriba dispuesta a pegarse el primer polvo de su vida, mientras subíamos la escalera me fue cogiendo el culo y dándome cachetes en mil nalgas y repetía sin para follar follar.
Ya en la habitación se desnudo y la verdad la polla es muy grande, de lo mas grande que he visto, mucho mas que la de los negro que yo ya conocía desde niña. Lo mande lavarse la polla y lo espere de rodillas al filo de la cama como suelo hacer, llego y se acerco a mi, la cogi con mis manos y estaba durísima, le di unos lengüetazos en su glande y se corrio en mis labios, se fue al baño corriendo un poco enfadado y volvio enseguida de nuevo empalmado.
El condon xl que era el mas grande que tenia a mano le estaba chico y se iba a partir, así que como me había dicho su padre que nunca había follado antes me deje a pelo. Me puse boca arriba y me penetro poco a poco, entro bien, creí que no llegaría hasta el final pero sentí sus huevos pegados a mis labios vaginales, empezó a darme muy fuerte durante unos veinte minutos, no me dolía nada pero me sentía cansada de tanto ímpetu, me hizo correrme en varias ocasiones lo cual me dilato lo suficiente para aguantar sus embestidas, se corrio abundantemente. Se tumbo unos minutos a mi lado mirando al techo y de pronto se levanto.
Fue al baño y tras unos pocos minutos volvio empalmado, ahora el culo me dijo, lo tenia claro el chaval. Le hice esperar un momento y fui al baño yo, me puse en cuclillas y me salió un montón de semen de mi vagina, me lubrique bien mi ano y me metí un par de dedos para lubricar mi recto, esto me iba a costar pero quería hacerlo, para algo me había metido a puta.
Llegue a la cama lista y dispuesta para un ataque por detrás en toda regla, me puse a cuatro patas y le advertí que fuese despacio, tu no te muevas que ya me la meto yo, le dije. Así poco a poco entro un buen trozo hasta que note que me abría por completo, a partir de ese momento ya era suya y empezó a empujar con fuerza, sentí sus testículos pegados a mi culo, hasta donde me había llegado semejante polla, me fui escurriendo poco a poco hasta que quede tumbaba, mi orgasmo no se hizo esperar ni el primero ni los que vinieron después, no me podía controlar, me corri varias veces y el seguía dale que te pego, me gusto mucho, me dio unos empujones mas fuertes y por fin eyaculo.
Me había dejado destrozada, veinte minutos del vaginal y unos treinta del anal, no podía mas, hoy me colgaba el cartel de fuera de servicio.
Bajamos a la zona del bar donde su padre lo esperaba un tanto nervioso y le dije que se había portado como un campeón. Mientras hablaba con el se sentó en un sofá al lado y con los ojos cerrados simulaba que esta fumando y exhalando virutas de humo. Quedo en venir la semana próxima, lo espere con impaciencia la verdad. Esa noche cuándo se fueron, me fui a mi casa echa polvo. Volvo a follar con el en dos ocasiones mas, después prefirió cambiar de chica, ya las tenia yo advertidas, ninguna puso pega.
Unos días después, el sábado siguiente la abuela organizo una comida como siempre, contamos nuestras experiencias de esos días, cada uno lo suyo y mientras una hablaba, cosa rara la demás te atendían.
De pronto una de ellas pego un respingo y un gritito y es que unos de los daneses se había metido bajo la mesa y le estaba chupando el coño, parece que al olor del conejo cazado empezaron a acudir mas perros de los que había allí y cada uno se fue de caza donde mejor le pareció, pero todos pillaron alguno, las abuelas que estaban al tanto de todo no se quedaron atrás y las vi que se alzaron un poco, lo justo para levantarse la camiseta y abrir sus piernas, en cuanto a mi que puedo decir, no tarde en salir de la mesa y ponerme en el suelo a cuatro patas, me monto enseguida y me penetro rápidamente, como casi siempre me hizo bola, algunas me imitaron y otras se subieron al ático con los canes, un rato mas tarde con todas relajadas y los perros mas nos pusimos a charlar un rato mientras llegaba la hora de irse al puticlub.
Y ya mañana cuento algo mas.
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