LAURA LOS CHICOS Y YO PARTE 6
no lo pensamos mucho.
No lo pensamos nada, de echo unas semanas después volvimos a Islandia, dejamos las niñas a cargo de Jacinto y una de las mujeres que habían venido recientemente. Ya habíamos quedado con el vikingo, nos espero en el aeropuerto. Se alegro mucho de ver a estas dos rubias españolas medio locas que querían ver poco de la isla y follar mucho. Estuvimos cinco días y nos volvimos con la esperanza de que al menos una quedase preñada y fuese un varón, ya con eso estaría la familia completa. Paso un mes y la regla no la vimos ninguna de las dos, positivo dio al primer momento.
Estábamos super calientes, el chocho nos palpitaba solo, necesitamos una merienda nos dijimos.
Salimos a tomar algo con Isa y Roció, nosotras de alcohol nada de nada, le dijimos lo de nuestro positivo, se alegraron mucho. También les dijimos nuestra intención de organizar algo en breve, se apuntaron inmediatamente. Casualmente nos encontramos a Mila, es realmente Milagros compañera de colegio a la que le decíamos la monji, de monjita, estaba siempre en la parroquia y en la capilla del colegio, lo malo es que el cura que estaba allí la convenció de que el diablo lo acechaba y que la única manera de echarlo fuera era por la polla. Se la chupo y la follo analmente, al final la dejo preñada, menos mal que tuvo un aborto espontaneo, tenia trece años entonces. El padre de ella le dio una paliza al cura que no creo que se le olvide nunca.
Ella es profesora en nuestro colegio de lengua castellana ingles y religión. Eso si tiene una gran afición por los caribeños y mulatos, salía todos los fines de semana y siempre follaba con alguno. Le preguntamos que le parecían los hombres africanos, me encantan nos dijo, así que le contamos lo de nuestras meriendas y se apunto. Al siguiente fin de semana ya estaba todo preparado. Tengo que decir que los chicos ya tenían sus mujeres así que estaban excluidos, Jacinto, Andrés y el chico joven si vinieron, mas los diecisiete entre los fijos y los temporeros, total veinte para cinco chicas. Cuando vinieron no tenia mucha noción de lo que les esperaba pero se pusieron super contentos cuando Jacinto les dijo que igual follaban.
Ya estaban todos en la mesa y habíamos cenado, hasta ahí todo normal. algo inquietos pero nada reseñable. Le dije a Jacinto que retiran la mesa incluido el mantel, íbamos a subir a la mesa a bailar para ellos.
Nos pusimos unas camisetas anudadas a un lado, así quedaba por el ombligo y unos vaqueros tanga que había comprado por internet muy interesantes. Eso tapa bien poco, por la parte de atrás es una cinta que cubre solo la rajita del culo y por delante cubre el sexo a duras penas, encima llevábamos los botones metálicos desabrochados, lo que daba un toque erotico importante, Laura y yo como estamos depiladas pues no se veía nada mas, las otras tres si tienen vello púbico así que les asomaba por encina del tanga. Nada vernos bajar escalera se pusieron en pie con gran algarabía, nos subimos a la mesa y bailamos para ellos, nos tocaban por todas partes, las niñas afortunadamente no se despertaron en toda la noche. Nos bajaron de la mesa y bailamos con ellos y fuimos perdiendo las camisetas y los tangas, quedamos desnudas las cinco. A mi que fui la primera me cogió uno de ellos y me puso sobre su hombro y me llevo al ático donde me tiro en la cama y sin mediar palabra me penetro. Las demás fueron llegando después y en un momento estamos las cinco con cinco tíos follándonos con mucha fuerza. Nos hicieron correros varias veces y en cuando estos acabaron vino la siguiente tanda y así uno tras otro hasta quedar todos satisfechos. La monji, o sea Mila nos decía el domingo me tengo que confesar de esto y de lo que viene de camino, que el señor me perdone pero soy muy pía y muy puta, el me comprende y me perdona. Cada uno se consuela como le parece pensé yo.
No paso mucho rato hasta que estábamos boca abajo y nos penetraron analmente, se divirtieron con nosotras toda la noche haciendo lo que les venia bien. Yo entre polvo y polvo me daba unas carrera a ver a las niñas. Se fueron ya de madrugada y las cinco nos dormimos un rato.
Pasaron unos meses y fuimos a hacernos la ecografía, en el fondo presentía que esto iba a pasar, conclusión traíamos dos niñas cada una, el vikingo mejor no ir a verlo mas.
Ya el resto del embarazo fue pacifico, con el único que tenia sexo es con Jacinto, a veces me ponía en el taburete mirando hacia el y restregaba su polla contra mi clitoris que se hinchaba y me procuraba muchos orgasmos. Laura hacia lo mismo, no estábamos para mucho mas, bueno algunas mamadas si que le hicimos a los chicos que querían, pedían permiso y venían y ya se iban relajados, eso de que la jefa se las chupe parece que tiene su morbo.
Habilitamos una habitación para las niñas, solo se iban a llevar un año escaso. Se derribo un tabique y teníamos una habitación muy grande con dos cuartos de baño. Si hubiesen sido siete parecerían los siete enanitos y sus madres putas nieves.
Nacieron, todas preciosas y clavadas a sus hermanas, pelirrojas muy blanquitas y con muchas pecas, me hacia gracia verle esa pelusa en la cabeza de un rojo fuego. Como la vez anterior no tenemos leche, una pena pero es así. Había do chicas recién paridas y se prestaron a amamantarlas, así que durante todo ese tiempo se trasladaron a la casa grande. Se pusieron muy hermosas en nada de tiempo.
Se fueron haciendo grandes y empezaron a ir al cole, al mismo que fuimos nosotras, también iban los hijos de los trabajadores, llenamos el colegio de negritos y negritas, yo me sentía inmensamente feliz.
Compre unas fincas colindantes a la mía para ampliar el negocio y conseguí junto con Laura vender las naranjas directamente en Centroeuropa, el beneficio era muy superior, tuve que levantar una nave para el embasado en cajas muy bien presentadas y en la época de cosecha salían diariamente varios camiones. Necesite mas personal así que la plantilla aumento en muchos hombres mas, también empezamos a producir frutos rojos, almendras y pistachos, también empezamos con la frutas tropicales.
Entre una cosa y otra teníamos poco tiempo para nosotras, pero claro siempre nos ideábamos algo para tener una merienda con los chicos de vez en cuando. Le encargaba a Jacinto que con alguna de las mujeres se las llevase al parque de atracciones y mientras nosotras follamos todo lo que podíamos, pero sentía que aquellos tiempos habían pasado.
Pero a pesar de todo organizamos una fiesta un treinta de diciembre , las niñas ya tenias seis y siete años y dormían como troncos, así que nos fuimos las cinco putis al ático con veinte chicos, nos follaron por todas partes varias veces. Esto lo fuimos repitiendo varias veces a lo largo del tiempo.
Las niñas crecieron y ya tenían poco mas de ocho y nueve años cuando sucedió algo increíble para nosotras.
Ya os sigo contando el próximo día
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