LAZOS INQUEBRANTABLES: (CAP 6) EL LARGO VIAJE A LA CIUDAD:
Matías emprende el largo viaje nocturno a la ciudad donde estudiará en la universidad, y Ana María acompaña virtualmente a su hijo durante el viaje, haciéndoselo más placentero aún..
CAPITULO 6:
EL LARGO VIAJE A LA CIUDAD:
Matías emprende el largo viaje nocturno a la ciudad donde estudiará en la universidad, y Ana María acompaña virtualmente a su hijo durante el viaje, haciéndoselo más placentero aún.
El viaje continúa a lo largo de la noche, y cuando el teléfono del chico vuelve a tener señal recibe varios mensajes de su mamá.
“¿Hijo por donde vas ya? ¿Por qué no contestas?”. Le escribe ella preocupada.
“Mi amor, espero que estés bien, me preocupa que no tengas señal”. Le escribió ella en otro mensaje varios minutos después.
“Ya estoy acostada en la cama mi amor te amo, te extraño y te deseo, que duermas bien”. Le escribió ella más tarde.
“Mamá perdón la señal se interrumpió, Yo estoy bien, sólo dormí un poco, te amo, te extraño y te deseo”. Le respondió su hijo.
Al recibir el mensaje de Matías Ana María se despierta.
“¡Ay hijo, mi amor, no puedo dormir sin Vos, me siento tan triste y sola en esta cama tan grande y sin que estés acá a mi lado”! Le escribe Ella.
“Mamá ¿Qué te pusiste para dormir? ¿Estás cómoda?”. Le pregunta Matías, acordándose de cómo disfrutaba viéndola desvestirse antes de dormir juntos.
“¡ Jajajaja! Me puse tu camiseta y mi pijama favorito, pero no es lo mismo sin Vos acá ¿Te acordás de cómo me mirabas cuando me sacaba la ropa en frente tuyo?”. Le responde ella con tristeza y picardía al mismo tiempo.
“¡Jajajajaja, si me acuerdo, ¡cómo voy a extrañar esas noches en tu cama mamá! Y ¿Qué bombacha y corpiño te pusiste esta noche?”. Le escribe Matías.
“Me puse la bombacha roja que tanto te provocaba y un corpiño blanco”. Le responde ella.
“Me encanta… Me hace sentir que estás pensando en mí y que seguís siendo mía”. Le responde él.
“Siempre pienso en Vos mi amor, para mi Sos mi todo2. Le escribió ella.
“Mamá ¿Te acordás de la cogida en la cocina? ¡Fue tan especial…! Le escribe Matías.
“¡Si mi amor fue un revolcón inolvidable, fue mi primera vez fuera de la cama, me sentí tan libre y emocionada!”. Le escribió ella.
“Yo también mamá, ¡me encanta recordar cómo te dejaste llevar por el momento, y cómo tu cuerpo reaccionó de manera tan natural!”. Le respondió él.
“¡Ay si hijito mío, fue cómo si mi cuerpo hubiera tomado el control y no pude contenerme, hasta mearme! Pero ¡Fue tan liberador, tan único…!”. Le escribió su mamá.
“Me encanta cómo te abandonas al placer mamá, ¡es tan hermoso verte y escucharte así!2. Le escribió Matías.
“Gracias mi amor, me siento tan segura con Vos en la “cama”, puedo ser Yo misma sin miedos ni tabúes”. Respondió Ana María.
“¡Eso es lo que me encanta mamá, que puedas ser Vos misma sin reservas!”. Le responde Matías.
“Si mi amor, con Vos es con quién quiero estar, me siento tan libre en la cama y tan segura en todos aspectos, Te amo cómo madre y mujer”. Le escribió Ana María.
“Mamá, me encanta que seas tan abierta conmigo, me hace sentir tan especial y tan cercano a Vos en la intimidad…”. Le escribió él.
“Gracias hijo, me siento tan cómoda con Vos, puedo confesarte cosas que jamás le he dicho a nadie”. Le escribió Ano María.
“¿Cómo que mamá, que secretos me vas a revelar?”. Le escribió intrigado él.
“¡Nunca antes me había pasado lo que me pasó en la cocina, nunca antes me había “dejado ir” de esa manera…”! Le escribió ella, en clara referencia a cuando se meó con su orgasmo acostada sobre la mesa de la cocina.
“¡Ah mamá me encanta ser el primero en experimentar eso con Vos, me hace sentir tan especial!”. Le respondió Matías.
“Si mi vida, la verdad que fue todo tan increíble, me siento tan afortunada cómo madre y cómo mujer de tenerte cómo hijo y cómo hombre”. Le respondió ella.
“Yo también mami Sos la mujer más hermosa y amorosa que conozco”. Le escribió Matías.
“Gracias mi amor, me haces sentir tan especial”. Escribió Ana María.
“¡Lo Sos mamá y siempre vas a ser mi gran amor!”. Escribe Matías.
“Y Vos siempre vas a ser mi hijo, mi amor, mi amante, mi razón de vivir”. Respondió ella.
“Mamá, el recordar tantos momentos que hemos vivido juntos y las tantas encamadas y cogidas, todo eso están teniendo sus efectos en mí, y creo que necesito un momento para mí mismo”. Le confesó Matías, advirtiéndole de la erección que tenía en ese momento.
“¿Qué pasa mi amor, todo bien?”. Pregunta ella sin entender a lo que su hijo se estaba tratando de referir en ese momento.
“¡Si mamá todo bien, solo que necesito ir al baño a echarme una buena paja, porque la verga no se me baja con nada!”. Le respondió Matías.
“¡Ah, entiendo! Bueno andá al baño tranquilo y hacé lo que necesites mi amor”. Escribió Ana María.
“Gracias mamá te amo”. Escribió el chico.
Pasan unos minutos y entonces Matías vuelve a escribirle a Ana María:
“Mamá mientras me pajeaba en el baño pensaba en Vos, en nuestra última vez en la cocina ¿Te acordás?”. Le escribió él.
“¡Si claro, ¡cómo olvidarlo, a propósito, ¡Yo tampoco puedo calmarme hijo, y ya estaba a punto de meterme los dedos allá abajo jejeje!”. Escribe ella.
“¡Ah mamá me gustaría estar en la cama con Vos ahora, pero me alegra saber de qué pensar en mí te calienta!”. Le escribió Matías muy contento.
“Si mi amor, siempre pienso en Vos Sos mi compañero ideal, en la casa y en la cama”. Respondió Ana María.
Entonces pasan varios minutos en los que Matías ve que Ana María está grabando un audio.
Matías veía que ella grababa y grababa, por lo que la duración del audio alimentaba su curiosidad y su impaciencia cómo si tuviera algún presentimiento, alguna corazonada de que se trataba de algo bueno.
“Mi amor, ahí te envié un audio y ojalá disfrutes escuchándolo, ¡pero escúchalo con los auriculares!”. Le escribió ella.
“Que es mamá, ¡Me intriga saber de qué se trata! ¡Ahora conecto los auriculares y lo escucho!”. Escribe Matías y busca en su bolsillo sus auriculares.
Mientras todavía está buscando y conectando los auriculares, su teléfono vuelve a vibrar anunciando el recibo de otro mensaje de mamá.
“Escúchalo con los auriculares puestos por favor, porque es sólo para Vos, ¡es un audio muy íntimo y excitante, ojalá lo disfrutes!”. Responde ella con un mensaje de texto.
“Ok mami, ahí lo escucho”. Le responde él-
Entonces Matías conecta los auriculares y le d play.
- ¡Aaaaaj, Mati mi amor, sólo Vos sabés calentarme de esta manera mi amor! ….. ¿Sabés que está haciendo la mami ahora?, me estoy tocando la conchita por encima de la bombacha, ¡Mmmmmmm hijito, no te imaginás cómo se le está mojando la bombacha a mamá!, ¡Mmmmhhhh, ahora metí la mano dentro de la bombacha y me estoy acariciando la concha, abro mis piernas y juego con los pelitos de mi concha? ¿Te acordás de la concha de mami, de esos pelitos negros que tanto te gustaban ver y acariciar? ….. ¡Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhh, cómo me estoy mojando y sólo de pensar en Vos, cómo calentás a mami, aaaaaaaaaaahhhhhhh, estoy metiendo mi dedito en la zanjita, estoy tan mojada que parece que me hubiera meado, aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh! ¿Te acordás cómo hiciste mear a mamá con el orgasmo en la cocina? …… ¡Aaaaaaaaaaaaaahhhhh nunca me había meado con un orgasmo, me meé cómo una nenita, ¡cómo una borracha, ¡cómo si hasta mi vejiga hubiera explotado de placer, aaaaaaaaaahhhhhh, ni tu padre ni nadie fue capaz de cogerme de esa manera, mmmmmmm, mi amor estoy jugando con los pelitos de la concha y ahora me estoy metiendo el dedo, ¡cómo si fuera tu verga! Decía Ana María en el audio.
Matías escuchaba atónito aquel audio y su verga crecía y se endurecía dentro de su calzoncillo, con aquella menuda seción de autosatisfacción que se había dado su madreen aquella cama que tantas veces había compartido con ella, y que a partir de ahora esa cama, aquella habitación se había convertido en el lugar más añorado por su “corazón”.
-¡Aaaaaaaaj, ay Matías, ay hijo, si mi amor dame duro, dame dura carajo que te necesito bien adentro, ahahahahahahahahahahahahahahaha, aaaaaaaaaaaaaaa, aaaaaaaaaayyyyyy mi amor lo estoy teniendo, lo estoy teniendo, mmmmmmmmmhhhhh, creo que me meo, me meo hijo cómo me meé en la cocina, aaaaaaaaaaaaaaaaaaa!. Dijo ella casi a gritos entre gemidos y jadeos teniendo su orgasmo. Las sensaciones en Matías fueron tales que, al sentirla gritar tan fuerte, instintivamente le bajó el volumen a su teléfono, temiendo que alguien en el silencioso pasillo del ómnibus pudiera orila hacer menudo escándalo, llegó a temer que alguno de los pasajeros que dormía plácidamente en su butaca reclinada, se despertara al oir semejante escándalo de “felina en acción”. Pero pronto sonrió al sacarse los auriculares y ver y oir la paz, quietud y silencio que reinaba a su alrededor, solo interrumpido por el sonido constante y monótono del motor del ómnibus en viaje por la oscura carretera flanqueada por campestres paisajes a ambos lados del camino.
Luego de comprobar que nadie había escuchado los alaridos de su amada mamá auto complaciéndose, él sonrío aliviado y le respondió a su mamá.
“Woow, mamá esto es …… es increíble, me encanta cómo te dejas llevar por la calentura”. Escribió el chico muy excitado por lo que acababa de escuchar.
“¡Me alegro que te haya gustado mi amor, no estaba muy segura de grabarte algo así, pero me siento muy cómoda con Vos para compartir este tipo de cosas intimas”! Escribió Ana María.
“¡ Mamá escucharte así fue muy excitante, creí que todos en el micro te escucharían, realmente me asusté!”. Le escribió Matías.
“¡Matías, te pedí por favor que lo escucharas con los auriculares puestos! ¿Qué carajo hiciste?”. Le escribió desesperad su mamá desde la cama en su casa.
“ ¡Jajajaja, tranquila mamá, lo escuché con los auriculares puestos, lo que pasa es que acá todos duermen, y Vos gemías, jadeabas y gritabas tanto en mis oídos y tan fuerte que pensé que era imposible que la chica que está sentada a mi lado o el viejo que va sentado con su butaca reclinada hacia mí adelante mio, o la mujer que tengo atrás, te escucharían, pero acá todos duermen como verdaderos troncos, las luces del ómnibus están apagadas ya!. Le comenta él.
“¡ Jajajajaja, que comico mi amor, me hiciste reír muchísimo, bueno corazón ¿Vas a dormir?”. Le escribe ella.
“ ¿Dormir, con la calentura que me dejaste con semejante udio?”. Le escribió Matías.
“ ¡Jajajaja, bueno mi amor cómo quieras!….. ¿Vas a ir otra vez al baño a hacerte una pajita?”. Le escribe su mamá.
“¡No sé mamá, no sé! …… ¡Mamá, estoy pensando en algo…….! ¿Te imaginás a nosotros dos en el ómnibus sentados uno al lado del otro y todas las luses apagadas, todos durmiendo y nosotros dos re calientes? ¡Cuántas cosas haríamos!”. Le escribió Matías muy excitado con la cabeza llena de traviesas ideas.
“¡Jajajajaja! ¿Qué me harías, si estuviera ahí sentada a tu lado?”. Le escribió ella muy intrigada, ya sentada en su cama.
“¡te metería mano por todos lados, te desabrocharía el pantalón, te pajearía hasta que te vengas en mi mano, mientras todos duermen a nuestro alrededor!”. Le escribe él.
“¡Woow wooow, y re contra woow, me parece que terminaríamos los 2 en el baño haciéndolo cómo dos desbocados salvajes! …. ¿No te parece?”. Le escribe ella.
“¡Si segurísimo!”. Escribió Matías.
“¡Jajajajaja!”. Escribe la mamá.
“¡Mamá, acá están las luces apagadas, pero permanecen encendidos esos pequeños foquitos que están en el techito de las buauleras que están sobre los pasajeros, dando una tenue iluminación sobre nuestras cabezas, dando un marco especial al escenario para que te subieras sobre mi regaso y me cabalgaras a media luz mientras todos duermen durante el viaje nocturno! ……¡Imaginarme eso me re calienta!”. Le cuenta él sobre la fantasía que estaba teniendo en ese momento.
“¡Mmmmmmmm, mi amor, me estás tentando, estás tentando a tu madre, muchachito perverso! ¡Estás haciendo que sienta que tendría que haberme tomado ese ómnibus con Vos en vez de estar acá solita sentada en la cama, riéndome de tus ocurrencias para no llorar por lo mucho que te extraño! pero, ¿Qué haríamos si los pasajeros se despiertan y empiezan a mirarnos y alguno o alguna quiere participar cómo de un trio con nosotros?”. Le escribe ella sorprendiéndolo.
“¿Te gustaría eso mami?”. Le escribe él.
“¡Jajajaja, mami solo está jugando un jueguito excitante mi amor, a mí no me gustan realmente esas cosas! Le responde ella.
El viaje sigue durante la noche y ellos siguen conversando ahora de otros temas.
Ana María se sentía acompañada por su hijo pese a la distancia cada vez más creciente que a partir de ahora los separaría.
Entonces en un momento dado Ana María vuelve a grabarle un audió y al enviárselo le pide por escrito que vuelva a ponerse los auriculares para escuchar el mensaje.
El mensaje le llegó a Matías, y viendo que era un nuevo audio el chico se puso los auriculares y empezó escuchar el audio de su mamá.
- Hola hijito, espero que te guste lo que te va a mandar mami, estos audios que te grabo son para que los guardes para tus momentos de “necesidad” y te hagan sentirte cerca de la conchita de mamá o cómo a mí me gusta llamarlo, “el jardín secreto de mamá”. Dijo ella y acto seguido todo quedó en silencio durante unos breves instantes y entonces se oye comenzar a caer suavemente un chorro de meo que se prolonga durante varios segundos.
- ¡ Oooooooohhhh, mamá!. Murmuró Matías escuchándola mear a Ana María y sintiendo cómo se le volvía a endurecer su miembro.
- ¡ Aaaaaaaaaaaaahhhh, no te imaginas cómo se le está mojando el yoyito a mamá!. Dijo Ana María cuando todavía se la podía escuchar meando.
- ¡Aaaaaaaaaaahhhh, que hija de puta cómo se mea la yegua esta! Murmuró Matías tapándose la boca para asegurarse de que nadie los escuche, y recordando lo de aquella vez en la cocina de la casa, donde su mamá no pudo contener su meo al llegar al orgasmo.
- ¡Jajajaja1 ….¿Te gustó mi amor?. Preguntó ella en el audio.
- ¡Me encantó mamita! Le “respondió” él murmurando aun escuchando el audio.
- ¡A qué mami adivina en que estás pensando al escucharme mear! ¿A cuando me meé en la mesa de la cocina?……¡Jijijijijiji, no te lo vas a olvidar más! ¿Eh? Le dice ella y finaliza el audio.
“¡ Woow, woow mamá parece que te propusiste no darme respiro esta noche, me vas a hacer explotar la verga!!!”. Le escribió Matías.
“¡Jajajaja! ¿Te gustaría que así transcurrieran nuestras noches mientras estemos separados?”. Le escribe ella.
“Wow, no lo había pensado, pero ¡Sí ni hablar!, Mamá me encanta cómo te dejas llevar por el momento…es tan hermoso escucharte…”. Le escribe él.
“Gracias mi amor, me siento libre y segura con Vos…¡puedo ser Yo misma sin miedo alguno!”. Escribió ella.
“Eso me encanta mamá, que puedas ser Vos misma y sin miedos, ni reservas”. Le respondió el chico escribiéndole.
Allí queda el dialogo, y entonces 2 horas después y ya habiendo amanecido, Matías llega a la gran ciudad, y en la terminal se toma un taxi hasta su departamento donde pasará su estadía en aquella ciudad.
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