Le pongo el cuerno a mi novia con mi mamá Parte 2
Después de todo lo que había pasado, ya no podíamos ignorar lo que pasaba y que rica manera de concretarlo..
Yo me metí a bañar como me había dicho mi mamá y también para ir por ella. Cuando entre al año me sorprendió que no estaba la cortina del baño, pero no le di tanta importancia ya que pensé que tal vez mi hermano la habría tirado como siempre solía pasar. Cerré la puerta, me quite la ropa, abrí la regadera y me quite la ropa dejándola en el piso, entre al chorro del agua y me relaje, comencé a enjabonarme y de pronto siento una corriente fría, volteo y veo a mi madre en la puerta mirándome sorprendida.
Yo: ¡Mamá!
Mamá; Pe-perdón.
Ella no paraba de verme de arriba abajo, yo le di la espalda, apenado y tratando de ocultar mi intimidad y ella salió. Eso me perturbo demasiado, no sabía como reaccionar, todo lo que estaba pasando con mi mamá me tenía consternado. Al salir de bañarme fui por mi novia, le di un beso apasionado y la pegué a mi cuerpo, ella trato de calmarme.
Valentina: Amor, recuerda que no podemos ahorita… Vamos a ir con tus papás.
Yo: Vamos mejor a un hotel, amor.
Valentina: ¡Amor! No… Si quieres después de la carnita azada, ahorita ya controla tus hormonas y vámonos, anda.
Yo: Pero, amor…
Valentina: Ya vi que estás muy caliente amor, pero… No, ahorita no.
En todo ese rato yo la besaba por el cuello, me le repegaba y le agarraba las nalgas, hasta que me aparto bruscamente, al decir aquello ultimo.
Yo: Está bien…
Me molestó mucho, pero nunca fui grosero con ella. Al llegar a casa todos la recibieron bastante y si, sorpresivamente mi madre también.
Mamá: Hola, preciosa. ¡Oye! Mi niña, perdón por la manera en que me he comportado contigo, la verdad es que no quería ser grosera, pero… de verdad quiero que sepas que no quise causarte ningún mal, perdóname.
Valentina: No se preocupe, señora… Esta bien, muchas gracias por las disculpas.
La tarde se fue bastante amena después de dicha disculpa, mi madre estaba bastante cariñosa tanto conmigo, como con mi novia. Incluso se sentó con nosotros, yo tome una cerveza, mi papá las había comprado para esa tarde. De pronto comencé a sentir como mi madre seguí bastante cariñosa, tomando mi mano, acariciando mis brazos, tomaba la mano de Vale, reían mientras conversaban de todo y nada. Mi madre se levanto a servirse un trozo de carne, en eso mi novia se me acerca y dice.
Valentina: ¡Oye! ¿Qué mosco le picó a tu mamá?
Yo: ¿Por qué?
Valentina: Pues, cambio super de la nada ¿no?
Yo: Yo pienso que es solo porque de verdad esta arrepentida de como te trataba.
Valentina: Igual, me parece un poco extraño. Además, como que también anda muy cariñosita.. Es… Extraño.
Yo: Bueno, es mi mamá.
Valentina: Bueno, tienes razón.
Mi mamá regreso, se sento a mi lado, mi novia se fue a servir agua.
Mamá: Que guapo te ves hoy, papi.
Yo: Gracias.
Mamá: Esa camisa negra te queda untada al cuerpo, mi rey.
Yo: Je… si, es algo ajustada.
Mamá: Es perfecta, deja que se noten tus cuadritos y lo bueno que estás.
Yo: Jeje… Gracias
Mamá comenzó a acariciar mi abdomen y sonreí, puse mi mano en su pierna. Ella me dio un beso en la mejilla y sentí como su mano iba bajando con dirección a mi bulto, me dio otro beso cerca de la comisura de mis labios y yo estaba tan caliente que no hice nada por detenerla, estaba deseando que avanzara a más. Pero, se detuvo y se levanto mientras hablaba.
Mamá: ¡Pero súbanle a esa música!
No me había dado cuenta de que mi novia, mi papá o cualquier persona podría habernos visto, me sentí estúpido, mire al piso, mi mamá volvió a sentarse a mi lado, al tiempo mi novia regreso y se sentó al lado de nosotros. Arrastre mi silla hacia la mesa para que mis piernas quedaran más cubiertas por la mesa y el mantel, tenía una erección que no podía ocultar… ¡Y por culpa de mi mamá!
Tanto ella como mi novia platicaban, sinceramente no estaba poniendo mucha atención, una parte de mi quería salir de ahí, encerrarme en mi cuarto y chaquetearmela hasta botar todos mis mecos, que con lo caliente que estaba seguramente llegarían hasta el techo y a ver si con eso ya se me calmaba la calentura y me podía concentrar en la fiesta, pero mi jefa tenía otros planes, sentí su mano en mi pierna, ella acariciaba mi pierna desde la rodilla hasta cerca de la ingle, eso me puso la carne de gallina, asustado mire hacia mi novia que miraba hacia otro lado, creo que mi jefa le estaba contando algo respecto a la casa o no sé… Le estaba contando algo, mientras poco a poco llegaba a mi verga y sobre el pantalón comenzaba a sobarla, yo volteaba a todos lados tratando de ser discreto y cuidar que nadie nos viera y la neta que me ganó la paranoía porque todos andaban en su pedo, yo estaba tan caliente que sentí que me corría. Mi novia volteo a ver a mi mamá y ella poco a poco fue recorriendo su mano hacia mi pierna, se sonreían y creo que mi novia notó algo, cosa que me dejo de piedra, pero trate de disimularlo.
Mamá: Bueno, yo voy al baño chicos.
Yo: Si, ma…
Valentina: ¿Todo bien?
Yo: Si amor ¿Por qué?
Valentina: Noté a tu mamá rara… ¿Tú estás bien?
Yo: Si, si amor.
Karen: ¡Hermano! ¡Cuñada! Venganse para acá… ¿Por qué tan solitos y apartados?
Valentina: No, no. Nada de eso.
Mi hermana nos llevo con el resto de la familia, platicamos un rato con ellos, que si la escuela, que si el trabajo, yo seguía caliente y mi mamá no regresaba. Mis hermanos se pusieron a bailar, mi papá sacó a bailar a mi novia y mientras ellos disfrutaban, yo decidí meterme a buscar a mi mamá que no había regresado. Fui al baño de la planta baja y no había nadie. Subí a la planta alta para ver si estaba en el baño de arriba y mi sorpresa fue que mientras caminaba por el pasillo, noté que la puerta de mi cuarto estaba abierta.
Mamá: ¡Ah! Mmm… ¡Ah!
Ella gemía, estaba ahí y yo con algo de morbo, miedo o no sé que era, me fui acercando lentamente, cuando llegué a donde estaba, veo en mi cama con mi ropa interior sucia en la cara a mi madre, veo que tiene puestos los calzones rojos con los que yo me la había jalado en la noche pensando en ella, estaban recorridos hacia un lado mientras ella metía y sacaba dos de sus dedos en su puchita, si yo ya estaba caliente ver esto me pudo el triple de burro de lo que estaba, ella me miro y sonriendo dijo…
Mamá: Te tardaste mucho en venir, papi.
Aquella mujer deseosa de que me la cogiera, masturbándose en mi cama, con mis calzones en la mano no era otra que mi madre, otros habrían salido corriendo indignados, confundidos, transtornados. Pero al oírla decir eso y con su voz más seductora no me pude aguantar y fui directamente a chuparle la concha, quite sus dedos, no sin antes lamerlos, estaba yo como poseído, loco o no sé. Pero que rico era eso, estar probando sus jugos, tener el olor de su puchita el mi nariz, mi lengua en el interior de esta, era algo adictivo.
Mamá: Ah, ah, ah… Ay, si… así mi rey, así mi vida ¡Ay!
Ella estaba igual de caliente que yo y yo sabía que lo deseaba tanto como yo.
Mamá: Te tardaste mucho en venir, te tardaste mucho en animarte a cogerme, papi.
Yo: ¿Cómo?
Mamá: Ay, nene… Si sabes perfectamente que lo vienes deseando desde hace rato. ¡Tienes tantas ganas de cogerte a tu madre como ella de que la cojas!
Yo: Si, si mami… Que rica panocha tienes.
Mamá: Chupala, es tuya mi rey. Chupala como yo te chupe la verga el otro día que te deje mis calzones en tu cuarto, sabía que te iba a encantar tenerlos, te vi con ellos en la mano, muy cerca de tu cara.
Yo: Ya sabía que no estaba loco, eres una puta perversa.
Ella me dio una cachetada, su cara se veía encabronada pero bien prendida.
Mamá: No me vuelvas a decir puta, mi amor… No si no me metes la verga enterita, papi.
Yo me levante y la agarre de las greñas, me baje el cierre del pantalón y la hice mamarme la verga, esa sensación era única. ¡No estaba loco! Entonces no fue un sueño, esa noche ella me estaba mamando la verga. Que pinche rico lo hacía, su lengua, la calidez de su boca, sentir hasta su saliva me prendía como no tenía idea y yo comencé a darle embestidas en la boca, como me exitaba la situación.
Yo: Sabía que no estaba loco, tú querías la verga de tu hijo, querías que te cogiera ¡Lo sabía! Y si, claro que yo te la quería clavar ya, pero me daba miedo estar loco, que fueran imaginaciones mías, pero ¡No! Si hasta me la chupaste estando dormido.
Ella se saco mi verga de la boca.
Mamá: Claro que si y no solo una vez, esa fue la primera. Cuando te encontré con mis calzones en la mano, pero también te la he chupado en varias ocasiones mientras duermes papi, tienes el sueño pesado.
Yo: Hijo… n´hombre… ¡Eres bien perversa! Y yo pensando que era yo el pervertido, el enfermo que tenía sueños húmedos a cada rato con su jefa.
Mi mamá se fue hacía la puerta de mi cuarto y la cerró, mientras caminaba hacia mi se fue quitando la ropa que tenía puesta, un pantalón de mezclilla, una blusa azul, su ropa interior que era un conjunto del mismo azul de su blusa. Llegó desnuda hacia mi y me aventó a la cama, como pudo me quito el pantalón mientras yo me desabotonaba la camisa, ella me quito los calzones también y volvió a meterse toda mi verga a la boca. Esta vez sentí como si a propósito me la estuviera dejando bien babosa, bien retacada de sus babas. Se levantó, me quito la camisa y vi como poco a poco se fue sentando en mi verga, el calor de su vagina era glorioso, nunca había sentido ese calorcito en ninguna otra vieja, ni en mis ex o en la puta que me cogí una vez, de verdad que era maravillosa y muy humeda, esa sensación me quería hacer explotar.
Mamá: ¿Te gusta mi amor?
Yo: Me encanta.
Mamá: Yo te dije que esa perra insípida no era mujer para ti, precioso… Esa pendeja no es suficiente mujer para mi príncipe.
Yo: ¡Lo sabía! ¡Ah! Mm… Sabía que por algo la odiabas.
Mamá: ¿Qué te digo mi amor? No sé porque nomás de conocerla, pensé que no era suficiente para ti y de verdad, no me preguntes.. mmm…. ¡Ah! Ay… Pero… mmm ¡que rico papi! Ah… Desde que la conocí me cayó mal y no sé porque pero, desde que ella apareció comencé a verte diferente ¡Ah! Ah…. Comencé a ver lo guapo que eras, siempre pensé: Mi hijo es guapo, pero… te empecé a ver como hombre y cuando te vi por accidente bañándote la otra vez, no pude negarlo más…
Yo: ¿Me viste?
Mamá: Si, entre es vez al baño y la curiosidad me ganó. No sabía que te estabas bañando, fue accidente, pero… quería verte, me asome por la cortina y lo logré. Por eso hoy que sabía que íbamos a estar solos en la mañana, antes que te despertaras la quité, mi plan era coger contigo en la regadera, pero te dio tanta pena que me salí.
Ella no dejaba de brincar en mi verga, una y otra y otra vez mientras hablábamos, no podía creer lo que me decía y lo que estábamos haciendo, era delicioso. La tome del cuello y que la volteo, la acoste y le inserte mi verga de una, ella grito y se sentía delicioso.
Yo: Me encantas, eres una mujer deliciosa, me encantan tus nalgotas, tus pezones se ven jugosos, me encanta lo mojada que estás mi amor.
Mamá: ¡Que rico papi!
Sus piernas rodeaban mis caderas, me aprisionaban y yo no podía parar de penetrarla, de darle lo que tanto deseaba, lo que tanto yo quería darle. ¡Que rica cogida nos estábamos dando!
Mamá: Me encanta tu verga, papi. Ah, ah, ah…
Yo: Me encanta tu deliciosa panochita, estás riquísima ma.
Mamá: ¿Te gustá?
Yo: Si… si… ¡SI!
Mamá: Comete lo que se comía tu papá todas las noches ¡Ah!
Yo: Que rico, que rico…
Mamá: ¿Te gusta? Dame más duro, muéstrame lo que te gusta mi hoyito, el hoyito de donde saliste.
Aumente la velocidad, como me encanta, cada vez estaba más mojadita.
Mamá: ¡AH! ¡Que rico papi! Que envidia si así le das a la perra esa, mmm…. ¡Ah! ¡Que rico! Si, si, si… ¡Dame más! ¡Más!
Yo: Que delicia mamita ¡Que rico!
Mamá: Así, así… ¡Así chiquito! ¡Así!
Le saqué la verga, la volteé y la puse en cuatro en la cama, la avente para que quedara más al centro de la cama, me subi a la cama y le comencé a meter la verga de nuevo, se sentía que entraba más profundo, se sentía más rico.
Mamá: ¡Que verga papi! Si, dame más verga mi niño.
Yo: Es tuya, es tuya.
Mamá: No, no me mientas… Es de la perra esa
Yo: No mami, no seas celosa, es tuya. ¡Es tuya!
Mamá: ¿Si? ¿Si? ¡Ay, si!
Yo: No seas celosa, que yo me pondré celoso de mi papá.
Mamá: No, no mi amor… Tiene rato que él y yo ya no cogemos ¡Ah! ¡Ah!
Yo: Que rica estás mami
Mamá: Dame papi, dame, dame.
Yo: Ay, que rica….
Se escucha que la Puerta se abre de golpe, para después escuchar un grito muy fuerte.
Valentina: ¡¿Qué carajos está pasando aquí?!
Sentí como mi verga se descargaba al interior de la vagina de mi mamá, ella me apretó las piernas con sus uñas, sentí chorros y chorros de liquido correr por mis piernas. Mientras mi novia gritaa y gritaba.
Valentina: ¡Que asco me dan! ¡Están enfermos! ¡SON MADRE E HIJO! ¡Cerdos!
Valentina salió corriendo del cuarto, mi mamá sonrío, me tomo del cuello y me dio un beso, delicioso, baboso, lleno de lujuría.
Mamá: ¡Que rico me cogiste papi!
Yo: Mamá… Tengo que ir detrás de ella, no vaya a…
Comencé a escuchar gritos por parte de Valentina afuera de la casa, recordando que ellos estaban en el patio. Trate de vestirme rápido y salí corriendo, sin saber lo que me esperaba…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!