LO HICE CON EL AMIGUITO DE MI HIJO PARTE 2

MI sexo caliente me llevo a cometer un acto sexual con el amiguito de mi hijo que cambio mi vida.
LO HICE  CON EL AMIGUITO DE MI HIJO

PARTE 2  

Ahí comprendí que las barreras estaban rotas, porque tenía en claro que no iba a parar con sus acercamientos, que pensaba podría pararlos, pero mi miedo era como reaccionaria yo, pues  estimaba  que de alguna manera me atraía lo que hizo (el recuerdo de tenerlo en mi boca siempre me persiguió) y ahora su pene parecía tener un tamaño considerable.

Uno días después, saliendo de mi estudio, lo vi parado esperándome:

• Hola Noe, que lindo te queda ese conjunto.

Tenía puesto un traje azul con chaqueta y pollera bastante ajustada.

• Que estás haciendo por acá, Julio.

• Quera verte a solas, para decirte que me tenes muy caliente, cada ves que recuerdo lo que me hiciste y no puedo evitar pajearme recordando como tu boca me la chupaba.

No pude evitar sonrojarme, y mientras caminábamos, trate de ser firme:

• Mira, lo que paso fue un impulso que no pude evitar, del que arrepiento, que paso hace mucho y lo mejor es dejarlo olvidado.

Se rio:

• Imposible, tengo 14 años, nunca estuve con una mujer y lo tuyo me marco para siempre y quiero repetirlo.

Me pare de golpe y casi gritando le dije:

• Vos estás loco soy madre y además quiero a mi marido, así que te pido que no vuelvas a hablar del tema.

Lejos de amedrentarse:

• Seria bueno que Carlitos se entere para que vea que clase madre tiene, por lo que para evitarlo, haremos lo siguiente, el lunes te espero en esta dirección (que es la casa de mi primo que están por alquilarla y esta vacía), vendrás sin ropa interior y ahí veremos cómo podremos solucionar este tema.
• Estas totalmente loco, si crees que podrás amedrentarme, voy a hablar con tu madre y veremos que opina, ni loca voy a ir.
• Hacelo, veremos como te justificas y quien pierde mas, no te olvides de nuestra cita….JAJA.

Se fue y me quede meditando, yo era una mujer con una vida hecha, recién recibida de abogada, con seguridad económica  criando dos hijos, con un marido al que me amaba y respetada.

Quedaban un par días para la cita, que fueron una tortura, iría para cerrar este capítulo y poner las cosas en su lugar,   lejos de cumplir su pedido me vestí muy recatada con conjunto de pantalón y saco y fui decida a terminar con este asunto, tomando los riesgos pero no podía ser chantajeada por un pendejo de 14 años.

Cuando llegue,  se sentó en la cama, muy seguro de tener el dominio de la situación:

• Sabia que vendrías, aunque por lo que puedo apreciar no cumpliste con mi pedido, igual no importa porque en un ratito te tendré en pelotas a mi disposición.
• Mira, Julio, vamos a terminar con esto de una vez, hasta acá llegamos y te exijo que termines de amenazarme.

Se paró y paso sus manos por mi culo.

• No estás en condiciones de exigir nada, además estoy seguro que te gusta sentirme tan caliente.

Allí se me vino el mundo abajo y perdí toda mi cordura, busque sus labios y lo bese apasionadamente, tenía a mi merced a un adolescente virgen al que podría moldear a voluntad, nos desnudamos y esa pija ya no era ese maní de antaño, sino una barra respetable totalmente parada y dura, así que me agache y la puse dentro de mi boca, que placer ¡!!!!!, no era yo sino una mujer  desbocada que quería gozar a pleno, sin medir las consecuencias.

Julio, cerro sus ojos y me dejo hacer, muy lento pase mi lengua de arriba abajo, sintiendo cada pliegue y paladeando  sus sabores (esto nunca lo había hecho con mi marido), me sentía en una nube, mi sexo ardía, sentí que dominaba la situación a voluntad, mientras el me agarraba de la nuca moviendo mi cabeza, de pronto un volcán exploto en mi boca, el se arqueo levemente mientras largaba todo lo que tenia y que yo engullí sin dejar una gota, ahhhhhhh……relami todo lo que largo, y ese sabor salado invadió mi garganta, lo trague desenfrenadamente, estaba espeso y caliente, mis espasmos me llevaron a un  tremendo placer que yo tenía oculto y que aquí se soltó en todo su esplendor.

Julio también temblada y chillaba cosas inentendibles, mientras gritaba;

• Noe que bárbaro nunca sentí esto, que delicia, tragaste todo ……….

Todavía faltaba lo mío, así que lo lleve a la cama, lo puse de espaldas y comencé a pasar mi lengua por sus labios y la  introduje  en boca,  para que sienta el gusto de su semen, allí le enseñe lo que era un beso verdadero, al tiempo que nuestras lenguas se enroscaban con desesperación,   mientras acariciaba su pecho  y de mi vagina emanaba un calor insoportable, al acercarme a su pene, el impulso de su juventud, hizo que nuevamente estuviera pronto, otra vez lo agarre y otra vez el placer superaba a mi razón, empecé a   pajearlo y cuando estuvo duro, me monte y de un golpe me lo metí (su tamaño era superior al de mi esposo), arranque con  un vaivén desenfrenado, mientras el jadeaba.

• Aguanta pendejo, hacerme acabar, aguanta que quiero gozar ¡!!!!!!!!!! . No era era la madre recatada y esposa fiel, era una loba en celo que quería romper todas las barreras y gozar como una loca

Julio, estaba expectante, el primer polvo que le saque, le daba margen para alagar de nuevo su calentura,   todo lo hacía yo, y lo que sentía era indescriptible, mi concha chorreaba, mi clítoris estaba hinchado, trate de extender  el placer pero fue imposible, sentí lo que nunca había experimentado y mientras una bomba explotaba  en mi interior largue un grito gutural:

• Hijo de puta ¡!!!!!! Me rompiste toda ¡!!!!!

Mientras temblaba aun. apoye mi cabeza en su pecho y lo volví a besar, el largo lo que le quedaba en mi interior, lo que hizo que aumentara mi placer, jamás había sentido tanto y con esa intensidad, yo ya estaba  dominada por una sed de sexo, que yo desconocida y que un compañerito de mi hijo adolescente, despertó de su letargo.

Lo que paso luego ya no lo podía frenar, necesitaba sentir su pija en todos mis agujeros en las posiciones mas inverosímiles  y le fui enseñando todo para hacerme gozar, mientras trataba de mantener mi vida profesional y familiar indemne de toda esta locura.

Julio fue creciendo y llego el momento de elegir una carrera, lo cual hizo que se fuera del país, que  para mi fue un alivio, porque sabía muy bien que todo esto debía terminar (y no me animaba a dar el paso final, además por suerte nunca trascendió esta doble vida de madre y puta).

Las cosas volvieron a su normalidad, seguí con la vida sexual que me daba mi marido, en donde por supuesto nunca saque mi instintos ocultos, aunque mi consolador servía de paliativo para cubrir mis fantasías.

Pero siempre llevaba conmigo esa sensación de Como pude Hacer Eso que marco parte de mi existencia (y que descubrió una parte oculta de vida).

Julio volvió después de un tiempo, pero eso es otra historia.