Lo que hice con mi hermanita en el confinamiento
Durante el confinamiento mamá trabajaba demasiado y tuve que cuidar de la casa y de mí hermanita menor.
Historia escrita a pedido y en conjunto de @Artycon
Hola soy Gus tengo 19 años y vivo en Valencia, entré a esta página para contar algo que debería ser un secreto a morir pero necesito sacarlo de mí.
Esto pasó hace tres años cuando empezó el confinamiento por la pandemia.
Vivo en Valencia, cerca de la costa, con mi madre y mi hermana.
Cuando empezó la pandemia yo tenía 16 años, mí madre Clara 35 y mí hermanita Ana 9.
Mí madre trabaja de enfermera, es una mujer, mide 1,55, es muy guapa, eso dicen mis amigos para hacerme enojar. Aunque no hace ejercicio tiene un trasero parado y buenos pechos. Varias veces me he agarrado broncas con viejos maleducados por la calle cuando íbamos juntos…
Aún así el idiota de mí papá la engañó con su mejor amiga, eso le rompió el corazón y el autoestima.
Mí hermanita Ana en ese entonces era bien delgadita, de piernas largas y torneadas, de piel blanca, de cabello negro hasta media espalda. Muy inocente, curiosa y risueña. Heredó la colita parada de mamá, aunque la de ella era pequeñita.
Yo tengo físico promedio, atlético, desde la secu crecí mucho, mido 1,75. Las chicas me notaban, muchas querían ligar conmigo pero yo no quería enredarme con nadie, todas querían lo mismo, un par de besos y presumir en instagram y después ya se enamoraban de otro. Yo buscaba algo más estable, una novia.
La pandemia a todos nos pegó duro, en el caso de mí familia también. Mamá prácticamente era esclava en la clínica, cuando volvía no quería tener contacto con nosotros, por miedo al contagio.
Ana no podía ir a la escuela, a sus clases de danza, ni jugar en el parque. Yo no podía ver a mis amigos, ni podía hacer deportes, que era lo que canalizaba toda mí energía, lo cual me frustraba bastante.
Para colmo tenía que ayudar en el aseo de la casa, ayudar a Ana con su tarea, comprar los alimentos, me sentía ahogado. Si bien desde los 10 soy «el hombre de la casa», esta mochila era demasiado grande a mi corta edad.
Necesitaba un cable a tierra, fumar un porrito con mis amigos, patear un balón, mirar los culos de las morras. Recuerdo que a las semanas ya me había visto todo lo interesante películas y series, y ya me aburrían la mayoría de vídeojuegos.
Recuerdo que empecé a ver mucho porno, cosa que no hacía casi nunca porque Ani y yo compartimos habitación. Aprovechaba a verlas mientras Ani hacia su clase de zoom en la cocina o cuando la amiga de mamá, nuestra vecina, venía a ayudar a bañar a Ana, ya que la conoce desde bebé.
Aunque Ana ya tenía 9 años todavía mí mamá la bañaba, debido a qué cuando tenía 3 o 4, el idiota de mí padre la había dejado sola en la bañadera para ver el fútbol y Ana casi se muere ahogada, así que tiene miedo a bañarse sola.
A mí ver porno se me había hecho vicio mientras Ana se bañaba o estaba en la cocina… De tanto ver porno fui dando en el porno de incesto; Padre con hija.. Hermano y hermana… Madre e hijo.
Todo eso me excitaba mucho y me hacía fantasear al punto de acabar mucho,y me provocaban muchas ganas de coger. En ese momento arrepentía de haber ignorado a esas chicas con las que me había liado y nunca llegue mas que a besos y franeleos.
Mí mejor amigo Bruno también me confesó que estaba perdiendo la cabeza por el encierro y las ganas de coger, la diferencia es que él ya se había cogido a unas chicas de nuestro curso y de cursos inferiores, hasta me dijo que se cogió una de 12. Bruno no tenía problemas ni escrúpulos cuando se ponía cachondo.
Pasando los días, el confinamiento pesaba cada vez más en casa, mamá venía muy poco y muy cansada, a veces le ofrecía unos masajes como me enseñó desde pequeño. Pero ahora su respiración y sus jadeos a sentir mis manos me provocaban excitación y creo que ella lo notaba y lo terminábamos dejando. A lo que yo esperaba a tener un momento de privacidad para ver porno de milfs y masturbarme.
Anita tampoco ayudaba ya que siempre se me sentaba arriba y movía su culito, o se pasaba a mí cama por las noches o las mañanas que estábamos solos, abrazándome y poniendo una pierna sobre mí paquete. Hasta alguna vez me he despertado con ella dormida y su manita sobre mí pene el cual estaba duro pero yo retiraba su manita ya que me daba culpa pues era mí hermanita y solo una niña. Otras veces la encontraba dormida en posición fetal mamandose el dedo pulgar como si fuera un chupete.
Una mañana le saque una foto asi, chupandose el dedo y con su calzoncito de frozen para hacerle un meme chiste de que todavía era La Bebé de Mamá, ya que ella decía que «ya era grande».
Se lo mandé por Whats a mamá, mí abuela y a mis tías abuela, que viven en Barcelona y se lo mandé a Bruno el cual me respondió: -Veo que nunca le perdió el gusto a tener algo para mamar en su boca, hasta dormida lo hace.
Pasó de las tetas buenísimas de tu madre, al chupete y luego al dedo… Ya sabes lo que sigue…😉»
-Qué sigue, la bebida?
-No seas virgen Gus, lo que sigue es el chupete para niñas grandes 🍆
-No seas cachondo Bruno, que es solo una niña.
-Si si, una niña y todo pero… ya está creciendo, de seguro ya le están creciendo las tetitas… no te has dado cuenta? Porque la mía ya tiene sus lindos duraznitos.
A lo que se deja de responder y al momento me envía como 20 fotos de Laura desnuda, su hermanita de 10 años! No lo podía creer, había fotos de ella vistiéndose después de bañarse dónde se veían sus tetitas como duraznitos bien firmes y de pezón puntiagudo, su cabello largo y rubio. Otras dónde ella estaba dormida en su cama con sus calzones de rosados hasta la rodilla mostrando su vagina rosadita y con algunos pocos vellitos rubios muy finos.
Otras fotos de ella buscando algo debajo de su cama en posición de perrito en un primer plano de su ano y sus labios vaginales algo separados. Tenía un culo bastante grande y firme para ser una niña.
Me pareció muy pervertido pero muy excitante, ya que mi pene se endureció en menos de 10 segundos.
-Wow amigo tu si que estas bien enfermo… Cómo hiciste para tomarle esas fotos?
-Ya me conoces que soy cachondo pero apuesto a que tienes el pene duro verdad? Las fotos se las tomé porque perdió una apuesta jugando al Among Us conmigo. Jaja. Si yo perdía le tenía que dar 50 euros.
Yo estaba muy excitado necesitaba masturbarme, me iba a masturbar con las fotos de una niña de 10 años que vi crecer. Pero cuando me encerré en el cuarto una llamada me interrumpió; era la amiga de mamá que me notificó que le dio positivo de COVID y que no iba a poder ayudarnos en casa, por lo tanto yo tenía que en encargarme de la comida del aseo y de la higiene de Ana.
Así que pospuse la paja y salí a comprar las cosas que faltaban, cocinar, el aseo, ayudar a Ana en la tarea… Cuando me estaba por relajar y jugar unas partidas en la PC me llama mí madre y me dice que no llega hasta mañana y si podía ayudar a Anita a bañarse y mandarla a dormir. Yo acepté de mala gana y algo frustrado por todas las responsabilidades y me agradeció y me prometió que me iba a recompensar.
Ana llego con su toalla y comenzó sin más vuelta a desvestirse… Primero se sacó su remerita.. y por primera vez vi sus senitos, nunca los notado… Eran como dos mitades de ciruelas, de color blanco crema con unos pezoncitos rosados, planos pero amplios, del diámetro de una moneda. Yo me quedé duro, mientras Anita se sacaba su calza y procedía a bajarse su calzoncito de conejitos ya algo gastado…
Ufff… Tenía frente a mis ojos su conejito… Era cortito pero abultado y de rajita larga y rosadita.
Era la primera vez que veía un coño, o mejor dicho un coñito frente a mis ojos. De hecho era la primer chica que veía frente a mí desnudarse.
Ese minuto mientras mi hermana Ana, mi hermanita de 9 años, se desnudaba me hizo eterno. Estaba flipando… No sé si me estaba subiendo o bajando la presión, pero me sentía como colocado.
Anita cruzo los brazos y dijo:
-Oye Gus… Te has quedado tarao o qué? Jajaja
-Vamos que me tienes que bañar- agregó sacándome del trance, a la par que veo como mira hacia mí cintura percatandose de mi erección que estaba como una carpa.
Anita entra en la ducha, me toma del brazo y me dice:
-Vamos Gus, que esperas? Métete conmigo
-Tas loca niña, mira que si me voy a meter contigo
-Y si tontito, tu me tienes que bañar, mamá ya lo dijo. Desafiandome burlonamente con la mirada.
Yo me esforzaba pero fracasaba en mí intento a qué mí mirada no se posicione y sus senitos o en su coño. No quería que piense que su hermano era un pervertido.
-Yo no me puedo bañar contigo porque soy niño y tu niña- intenté excusarme inocentemente
-Que tiene? Eres mí hermano, mamá es mí mamá y se mete conmigo, y la tía ni siquiera es nuestra tía y también se mete conmigo así que vamos- me decía jalandome.
Yo no supe que responder.
-Si no me voy a ahogar… Tu quieres que me ahogue? – agregó fingiendo que estaba por llorar como cualquier chiquilla manipuladora.
Yo entré, pero no me desvestí, entonces Ana me regaño -Asi no sé vale tu estás vestido y yo desnuda… Como te vas a bañar con ropa?
Yo me negué, la verdad que yo no quería que me viera con la verga dura.
Pero ella respondió tirándome agua hasta mojarme.
-Ups! Ahora no te queda más remedio que sacarte el short- dijo estirando del elástico
Sin más opción y con la mente ya caliente me despoje de mí short y mí boxer de un tirón liberando mí pene en su máximo esplendor
Anita se quedó mirandome
-Gus… Tu pilila está enorme…
Y era verdad, las fotos que me mandó mí amigo y ver a mí hermanita desnuda habían hecho que no fuera una erección normal, tenía la verga hinchadisima. Digamos que eran unos 15×5.
Luego Ana se dio la vuelta y me dijo que la enjabone… Tomé la esponja y comencé a pasarla por su espalda, baje hacia su culito, se la pase un buen rato por sus nalguitas, y baje a sus piernas.. y volví a subir a su culito.
-Me la tienes que pasar por entre las nalgas y lavarme el culito como hacen la tía y mamá.
Sin decir palabra metí la esponja y con el dedo del medio le fui lavando el culito, era un anillito cerradito y duro.
-Lavamelo bien con el dedo, en circulitos cómo hace la tía.
?Acaso mi vecina la lavaba o le estimulaba el ano a Anita cuando la bañaba?
Comencé a hacer los movimientos y Anita se apoyó contra la pared abriendo las piernas para que yo le «lave» bien.
Mí pene y mí moral estaban bajo una dulce tortura.
Tenía ganas de apoyarle mí verga entre sus cachetes y hacerme una rusa
-Dejame probar algo- le dije y me agache un poco detrás para alinearme con ella y apoyé mí pene entre sus nalguitas.
-Ey, me estás poniendo tu pitote en mí colita.
-Si así se lavan juntos vale?
-Bueno, tu pito está muy caliente Gus tienes calor?
-Algo así hermanita- le dije totalmente habiendo perdido el control. Ahí estaba yo, en la ducha abusando de mí hermanita de 9 años, con mí pene erecto en su traserito blanquito y suave.
Empecé a hacerme una rusa con mí pene en su trasero y ella dijo -Por que te mueves tanto?
-Uff … Es que estoy lavando la bien.. diosss.. mmm
-Lavame la rajita también Gus. Con la esponja No porque me raspa la cosita.
Así que pasé una mano por delante y por fin toqué su rajita, se gomosa y esponjosa nunca había tocado nada igual. Metí mis dedos por sus labios interiores y empecé a tocarla suavemente ya que nunca había tocado una vagina y tenía miedo de lastimarla.
Anita empezó a jadear y moverse pero provocaba que mí verga se saliera de lugar. Así que opte por deslizar mí verga desde atrás hacia adelante de su rajita. Anita sintió mí pene y lo vió salir por delante de sus piernas separando sus labios vaginales
-Wow, me vas a lavar la rajita con tu pitote Gus?
Tomandola de las caderas empecé el vaivén, sentía el calor y la suavidad de su coñito, era el mayor placer que había sentido en la vida! Aunque no haya penetración sentía que la estaba follando, éramos dos personas desnudas con sus sexos en contactos, para mí ya valía como follar, el inconveniente era que se lo estaba haciendo a una niña prepuber y que esa niña era mí hermanita.
Pero en ese punto poco me importaba, lo estaba disfrutando al máximo y ella tambien. Nos vi por el reflejo del vidrio y parecía una película porno ella con sus dos manos en la pared sosteniendo y aguantando mí ritmo sosteniéndola de la cinturita. La diferencia de tamaños también era muy morboso de ver
-Ay… Gus… Me gusta… como me lavas… Siento rico en mí rajita… Umm
-Si… Ani? A mí también… Dios… Tu coñito es tan suave… uff
Aumentamos el ritmo, lo digo así porque Ana ya me acompañaba moviendo su cintura. En un momento ella se baja una mano y comienza a acaricia mí pene, ese estímulo me hace excitar más por lo que aumentó la velocidad de la follada a su coñito. Ana junta sus piernitas y levanta un poco la cola
-Qué calentita es tu pilila Gus… Ay.. aaay.. Me están dando ganas de orinar… Me hago pipí guuus.. aaay… perdóoon.
En el momento que siento sobre el glande el calor y humedad de su corrida me provocan las ya incontrolables ganas de acabar.
-Aaah hermanita te gusta mí pene ? Eres una pequeña putita! Eres la putita de tu hermano no? Aaah eres una nenita sexy… Aaah qué lindo coñito tienes… Dios…! Te lo follaria como una perra… aaaaah aaaaah ahh
Exclamé sin medir mis palabras mientras mí semen salía a chorros sobre los dedos y la mano de Ana que no daba crédito al ver qué de mí pene salían chorros de leche.
-Oye Gus te está saliendo como crema de tu pito, está bien raro. decía mientras juntaba mí semen con ambas manos para mostrarme.
-See.. Ana… Esa «crema» se llama Semen, pero los grandes le decimos leche- le respondo recuperando el aliento.
-Yo también soy grande así que le voy a decir leche… Oye Gus y tu leche se puede tomar lo hacen los bebes de los pechos de las mamás? Preguntó mientras se secaba con su toallón.
-Ssssi… se puede tomar pero no es para bebes… sino para grandes. Y ahora no hagas más preguntas y salgamos que ya es hora de dormir- sentencié aterrado cuando comencé a tomar dimensión de lo que acababa de hacer
-Lo sé… Gracias por bañarme Gus… Es divertido hacerlo contigo. Te quiero – agregó dándome un beso en la mejilla.
-A mí también me gustó «hacerlo» contigo Ana. Te amo hermanita.
Le correspondí con un beso en el cuello mientas la abrazaba. Ana me pidió si la cargaba para llevarla a su habitación para no mojar el piso.
La recosté sobre su cama, ella comenzó a colocarse un calzoncito blanco que tenía un corazón rosado justo en la parte de su vulva, me pareció pervertidamente sugerente.
Después de vestirse la arropé y Ana me dijo…
-Gus… te acuestas un rato conmigo hasta que me duerma?
Qué gran relato
buen relato exitante
Ufff me recuerda a las pajas que me hacía en el culo de mi prima. Qué morbo
como sigue
Woww continua la segunda parte por favor!! Me dejaste muy caliente!!!
Excelente relato, ojalá haya más partes.
Que buen relato hermano, podemos comunicarnos?
Me gusto bastante tu relato, me recuerda los primeros meses que inicie con mi prima de la misma edad de tu hermana aunque yo tenia 12 y también lo que un amigo hizo con sus hermanas.
Quisiera comunicarme contigo si se puede.
Woooooowwwwwwww! fenomenaaaaaaaaaaal!
Me encanta esa creatividad en los relatos con las peques, en mi Perfil esta mi tg por si quieres hacer uno
Excelente relato.
Ojalá algún día hagas más partes de este relato.