Lo que son las vueltas de la vida.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos.
Esto que voy a contar surgió sin haberme propuesto nada.
Me llamo Nery, soy peruana- española, tengo 32 años, separada y madre de dos hijas.
Yo trabajaba en las oficinas de una empresa, donde el jefe de vigilancia era muy amigo mio y de mi ex marido.
Este hombre se llama Eduardo y es argentino.
Yo cuando llegaba al trabajo siempre hablamos de todo un poco, hasta que las cosas con mi ex marido empezaron a ir de mal en peor, una mañana cuando llego, Eduardo me pregunta que me pasa y le cuento que nos íbamos a separar, que ya la vida con mi ex marido era insoportable, hasta me había dado dos palizas que me dejaron tirada en el suelo llorando.
Mi ex también es peruano.
Así siempre le contaba lo que pasaba con mi ex, Eduardo tiene 45 años, vive solo, y es un hombre con el cual se puede hablar sin el miedo de que te va a traicionar.
Bueno, yo me separe de mi ex y me fui de la empresa, una prima mía que vive en un pueblo cerca de Talabera de la Reina me dijo que me fuera a vivir con ella, ya que no tenía donde ir, y acepté, mi ex se quedó con nuestras dos hijas, hasta que me ubique y estabilice mi vida.
En la urbanización en la que vivimos mi prima y yo, es muy tranquila, esta a las afueras y lo que nunca me imagine fue, que una tarde cuando regresaba de trabajar, veo un coche que me resultó muy familiar, me quedé intrigada, ya que es igual al coche de Eduardo.
Estábamos con mi prima sentadas en el balcón de su casa, y veo salir a una persona, que iba hacia el coche, "Eduardo", le grito, y él se voltea y cuando me ve, nos quedamos mirando, baje corriendo las escaleras y nos abrazamos como lo que somos, dos buenos amigos.
Le presente a mi prima, estuvimos hablando como hacía tiempo no hablaba con nadie, le conté toda la historia, bueno, fue una tarde y hasta altas horas de la noche que hablamos.
Quedamos en cenar el sábado, ya que a mi prima le gusta mucho salir a bailar y de vez en cuando viene a casa con algún amigo, y eso a mi no me gusta, yo desde que me había separado, hacía varios meses, jamás estuve con nadie, y no voy a negar que tenía muchas ganas de cachar, pero no me gusta salir y volver con alguien que al otro día se va de mi vida y nunca mas lo vuelvo a ver.
El sábado mi prima se fue a bailar y yo me fui al piso de Eduardo, estábamos con ropa de entre casa, muy informal los dos, estábamos cocinando y tomando unas chelas, me reía como hacía tiempo no lo hacía, estaba muy relajada.
Cenamos, y las chelas seguían, yo estaba un poco mareada, "estas muy linda Nery", me dijo Eduardo, haciendo que me sonría, yo estaba de sandalias y él de pantalón corto, y yo me descalcé un pie y lo pase por su pierna, "que pie tan suave que tenés", me dijo, bajando su mano y acariciando mi pie, apoyándolo en su pierna y pasando su mano por los dedos, haciendo que me estremezca, me mira a los ojos y se acerca a mi, besando mis labios, yo cerré mis ojos y deje que me siga besando, sentí su lengua pasar por mis labios y abrí la boca para que la meta, sintiendo su mano acariciar una de mis tetas mientras su lengua jugaba con la mía, nos fuimos poniendo en pie sin dejar de besarnos, su mano se había colado dentro de mi pantalón y me estaba acariciando las nalgas, siento como me empezaba a bajar el pantalón, los besos seguían cada vez mas apasionados, mi pantalón y mis bragas estaban en mis rodillas, sentía sus manos acariciar mi cola, mi cuca, yo gemía y no dejaba de besar a Eduardo, entre abrí mis piernas para que pueda meter un dedo en mi cuca, le mordí sus labios cuando siento como uno de sus dedos enraba en mi cuca que estaba toda mojada, "que ganas tengo de cachar", le dije, pasando mi mano por su verga, bajando su pantalón y sacando su verga que estaba dura, "estoy muy arrecha", le dije, bajando mi cuerpo y metiendo la verga de Eduardo en mi boca, mamando despacio, saboreando esa deliciosa verga, Eduardo me tenía agarrada de la cabeza y hacía entrar y salir su verga de mi boca, yo disfrutaba mamando la verga de Eduardo, me hizo poner en pie y ahí en el salón de su casa, me desnudo por completo, yo gemía y le acariciaba su cabeza mientras el me chupaba las tetas, sus manos recorrían todo mi cuerpo, "vamos a la cama", le dije, mordiendo la voz, estaba tan arrecha que quería cachar, quería toda esa verga dentro de mi cuca.
Mientras íbamos a su habitación, entre besos y caricias Eduardo se fue desnudando, hasta que llegamos al borde de su cama y nos dejamos caer abrazados, besando nuestras bocas, yo abrí y levanté bien mis piernas, dejando que Eduardo acomode su verga en mi cuca y grite de placer cuando empecé a sentir como me entraba, como mi cuca se comía esa hermosa verga, gemía disfrutando, sintiendo como Eduardo me cachaba, como su verga entraba y salía de mi cuca, estaba tan arrecha que me corrí enseguida mientras Eduardo no dejaba de chupar mis tetas y me seguía cachando, mientras yo estaba corriéndome como loca, "no pares de cacharme, que bien me cachas", le decía con mis piernas levantadas y bien abiertas, acariciando su espalda mientras su verga no dejaba de entrar y salir de mi cuca, haciendo que me vuelva loca de placer, "dame verga así, que rico me cachas", le decía buscando su boca, nos besamos, fuerte, yo gemía sintiendo como Eduardo movía su verga dentro de mi cuca, haciendo que disfrute tanto, que no podía parar de tener un orgasmo tras otro, sentía como mis jugos salían de mi vagina, mojando mis nalgas, las sábanas.
Eduardo endereza su cuerpo sin sacar su verga de dentro mío y siento como me empieza a lamer y besa mis pies, mientras su dedo jugaba con mi clítoris, haciendo que retuerza mi cuerpo de placer, sentí como sacó su verga de mi cuca y la acomoda contra el chiquito, sin decir nada, me siguió lamiendo los pies y acariciando mi clítoris y empecé a gemir y a gritar de placer cuando Eduardo empezó a meter su verga por mi cola, sentía como se abría el chiquito dejando entrar esa hermosa verga, "así mi amor, así, cacha mi cola, mete toda tu verga, bien adentro de mi cola", le decía, abriendo mis nalgas y moviendo los dedos de mis pies en la boca de Eduardo, sintiendo como la verga de Eduardo entraba toda en mi cola, como me cachaba la cola ahora, "así mi amor, así, dame verga por la cola, cacha despacio mi cola y agranda bien el chiquito", le decía, mordiendo las palabras, sintiendo como la verga de Eduardo me estaba abriendo el chiquito, como me estaba rompiendo la cola, sentía su verga entrar y salir de mi chiquito, su lengua lamer los dedos de mis pies y su dedo acariciar mi clítoris, estaba gozando como nunca goce, estaba disfrutando de como Eduardo me estaba cachando la cola, lo que disfrutaba con su verga entrando y saliendo, agrandando bien mi ano, "como me gusta tu culo Nery", me dijo, moviendo su verga dentro de mi cola, "es tuyo mi amor, mi cola es tuya, eres el mejor que me la ha cachado", le dije gimiendo y disfrutando tanto, ya que las otras veces que lo había echo por atrás siempre me dolió, pero con Eduardo solo sentía placer, "hay mi amor, dame verga por el chiquito, cacha bien mi cola, disfrútala todo lo que quieras", le decía, abriendo bien mis nalgas, dejando que me siga cachando por el chiquito, "Nery, me quiero acabar, pero en tu boca", me dijo Eduardo, sacando su verga de mi cola, yo enseguida me puse frente a su verga y se la empecé a mamar, la lamía, la hacía entrar y salir de mi boca, hasta que siento como Eduardo da un grito y sentí los chorros de leche llenar mi boca, yo seguía mamando fuerte, sentía su leche llenar mi boca, como la iba tragando, como disfrutaba de todo lo que hacíamos con Eduardo, él gemía a medida que yo tragaba su leche y limpiaba su verga con mi lengua, "toda la lechita te tomé", le dije, arrodillada en la cama como estaba él, nos abrazamos, nos besamos, "me puedo quedar contigo esta noche?", le dije, acariciando su verga que estaba húmeda de leche y de mi saliva, "claro que si, esta noche y todas las que quieras", me dijo, bajando su cabeza y besando mis tetas.
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