LOS SUEÑOS DE MI MADRE QUE SE HICIERON REALIDAD
Esto comenzó una anoche que desperté y escuché a mi madre soñando, y por lo que pude deducir en su sueño estaba disfrutando del sexo con alguien. Pero para ponerlos en contesto les contaré… mi familia compuesta por mi padre, mi madre, mi hermana y yo. .
Esto comenzó una anoche que desperté y escuché a mi madre soñando, y por lo que pude deducir en su sueño estaba disfrutando del sexo con alguien.
Pero para ponerlos en contesto les contaré… mi familia compuesta por mi padre, mi madre, mi hermana y yo. Durante muchos años nuestra vida fue armoniosa, pero no logró ser así en los últimos dos años, cuando la relación de mis padres comenzó a deteriorarse, nunca discutían delante de mi hermana y de mí, pero se notaba el distanciamiento que termino en el anuncio de su separación.
Después de ese día, que al menos yo ya esperaba, ha transcurrido algo más de un año y durante este tiempo me volví más cercano a mi madre y he compartido más tiempo con ella que antes. Mi hermana por su parte, en sus cosas propias de una niña de doce años.
Resultó que los fines de semana aprovechando que en la habitación de mi madre esta el único televisor de la casa, comencé a quedarme a dormir junto a ella los fines de semana.
Como ella los viernes se duerme temprano por que trabajaba toda la semana, yo me quedaba despierto viendo televisión hasta media noche y luego me dormía pegado a ella. Con el paso de los días, yo ya tenía diez y siete años, y estando en desarrollo mi pubertad, disfrutaba dormirme pagado a la espalda de mi madre pegando mi pelvis a sus nalgas, generándome deliciosas erecciones.
Una madrugada me despertaron los gemidos de ella, parecía estar soñando que tenía sexo con alguien y de pronto soltó el nombre de Iván, diciendo… si, si Iván.
Escuchar esto me sorprendió e imagine que quizás mi madre aún deseaba compartir sexo con un hombre considerando su juventud, porque apenas había cumplido cuarenta y dos años.
Mas adelante volvió a presentarse la misma situación, me desperté y como yo la tenía abrazada, sin pensar las consecuencias, mientras ella avanzaba en su sueño comencé a acariciar uno de los pezones que estaba muy duro y esta vez el camino al orgasmo fue muy rápido.
Después al recapacitar sobre lo que había hecho, me pregunte que habría pasado si mi madre se hubiera despertado y dado cuenta de lo que yo le estaba haciendo.
Pero como a mi edad lo impulsivo es lo primero, no me di tiempo para ser consiente cuales podían ser las consecuencias de mis actos, en esos instantes el ímpetu de la juventud resulta difícil de controlar.
Mas adelante se repitió, yo creo que mi madre tenía muchos deseos de sexo acumulados, y al presentarse esta nueva situación como las anteriores, no medí consecuencias y cuando ella comenzó con sus gemidos, deslicé mi mano por debajo de su pijama y comencé a frotar con las yemas de mis dedos sus pezones y esto hizo aumentar sus gemidos y mi excitación y encontrándome pensando solo en sexo me sorprendió la mano de mama deslizándose hacia su espalda buscando mi verga y después de sentirla erguida debajo de mi pantalón de pijama, introdujo su mano, tomo mi verga y comenzó a masajearla. Yo quedé en shok, porque jamás imaginé que llegara a suceder algo así.
Entonces mi reacción fue deslizar por debajo de su pijama mi mano hasta su concha y al sentirla muy lubricada comencé a motivarla y ella de inmediato se acostó boca arriba y separó sus piernas facilitando mi accionar en su sexo, esto acompañado de los masajes que ella le daba a mi verga encendieron al máximo la pasión al punto que sin hablar solo con insinuaciones ella me invitó a subirme sobre su cuerpo y estando así nuestros sexos se tocaron por primera vez. Ella tomo mi verga y la lubrico en sus flujos dejándola justo a la entrada de su concha y yo con muy poco esfuerzo logré penetrarla, era la primera vez que mi verga estaba dentro de una mujer.
Como previamente algo había conocido teóricamente sobre el acto sexual, comencé a moverme metiendo y sacando mi miembro de su concha y pronto los dos respirábamos agitadamente, en ese instante traté de controlar mi excitación ya que fui consiente que si me corría ya no tendría oportunidad de lograr que ella alcanzara su orgasmo.
Afortunadamente lo logre y cuando ella comenzó a gemir como loca y dejo en blanco sus ojos deje que mi excitación aflorara y me corrí dentro de ella sin pedir permiso y sin pensar que la pudiera embarazar.
Al alcanzar los dos el éxtasis quedamos inmóviles y pegados, permaneciendo así hasta cuando mi verga se recogió y salió. Pensé que mi madre se levantaría al baño a secar mi semen, pero se subió el pantalón de pijama, se dio media vuelta y se durmió.
Yo quede despierto pensando, entre sorprendido y satisfecho de haber logrado mi primera follada y mejor aún con mi madre, ¿que iría a pasar al día siguiente?
Cuando yo desperté en ella mañana ella ya se había levantado y cuando vio que yo me moví, se acerco y me dijo… ¿quieres desayunar ya?
Claro, muchas gracias le respondí.
Durante el desayuno esperé algún comentario de ella, pero no dijo nada.
Pasaron dos semanas y no aconteció ningún hecho nuevo. Todo normal, yo durmiendo con ella los fines de semana y aparte de pegar mi pelvis a sus nalgas ninguna novedad.
Pero víspera del cumpleaños de ella, que era un sábado, en la empresa donde trabaja se lo celebraron, de manera que ese viernes llegó a casa como a las once de la noche, se notaba bastante alicorada, al punto que se desnudó delante de mí allí mismo en la habitación y aprovechando que mi hermana se había ido donde los abuelos, ella me dijo… Quiero celebrar contigo esta noche y apagando la luz, quedo la habitación iluminada solo por la pantalla de televisión. Me pidió que me desnudara y yo obedecí de inmediato. A continuación, ella se subió sobre mi y no besamos intensamente, sentí bastante su olor a licor.
Luego ella comenzó a deslizar su cuerpo hacia abajo hasta quedar su cara frente a mi sexo. Tomó mi verga y comenzó a rozarla con su lengua y pronto la empezó a meter a su boca una y otra vez y mi excitación se disparó. La detuve y me acomode en la cama para disfrutar un sesenta y nueve y a ella le gusto. Logré excitarla tanto que dejo de mamar mi verga, afortunadamente ante una corrida inminente, y la lleve a un ruidoso orgasmo.
Por primera vez la escuche en esos momentos de intimidad decir algo … Hummmm, fue maravilloso, te mereces lo que quieras de mí.
Estando ella boca arriba, esperé a que se recuperará y cuando su respiración se calmó, me subí sobre ella, ubiqué mi verga en su concha y comencé a penetrarla, una y otra vez y ella dijo…Disfrútame, te lo mereces. Entonces sin la preocupación de hacerla disfrutar un orgasmo, ella recogió sus piernas y las cruzó alrededor de mi cintura logrando una penetración más profunda.
Disfruté su concha todo lo que quise y cuando llegó el momento de correrme lo hice disfrutándolo al límite. Esta vez cuando mi verga se recogió nos separamos y al hacerlo me pidió le alcanzara su panty, se lo puso y me dijo… me encanta sentir mi concha llena de semen.
Seguramente vendrán nuevos encuentros, pero por ahora quiero compartirles lo sucedido hasta hoy, algo fortuito que jamás imagine. Aun no me lo creo.
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