(LTP) Me cogieron a los 9 años y me gustó.
Buscando verga desde los nueve años, la encontré en un amigo pervertido de la familia….
Sarita es una pequeña pervertida…
Desde que tengo memoria he sido una pervertida de corazón. Ya como a los cinco años buscaba revistas y películas porno en los cajones y closet de mi papá. Él no trataba de esconderlas mucho, estaban debajo de los bóxers y tangas de ambos. También de vez en cuando encontraba juguetes y hasta strap-ons, pero eso es otra historia…
Recuerdo masturbarme mirando aquellas revistas y carátulas de los DVD, imaginando que era yo en esas portadas donde se veían mujeres con las patas bien abiertas, recibiendo bukkakes, penes cacheteándolas. etc.
Considero que fui una niña muy afortunada al tener contacto con el mundo adulto desde tan temprana edad. Gracias a las perversidades que a mis padres les gustaba ver y hacer, aprendí mucho de mí misma. Aprendí lo que era: La masturbación, el porno, las poses, el cuerpo humano, mis kinks actuales. etc. Inconscientemente, mis padres habían pervertido a su hijita de cinco años, y por eso, siempre les voy a estar agradecida ♥
01.
Era el 18 de octubre de 2007 cuando unos amigos de mis padres llegaron a mi casa. Era el esposo, la esposa y su hijo Fabián, de 19 años. El hombre del que me enamoré perdidamente apenas lo vi entrando por la puerta de mi casa.
Yo en esos años, como todos los años anteriores desde que tenía cinco años, andaba como una puta en celo. Me frotaba con todo lo que tuviera forma fálica: Cepillos, Planchas para pelo (apagadas, obviamente), termos para agua, cepillos dentales (muy por sobre todo, el cepillo automático de mi mamá. ¡FUF! La cantidad de veces que me pasé ese cepillo con pilas por la concha es innumerable. Si ese cepillo hablara…) En fin, era una completa puta ya a los nueve años, que eran los que tenía en ese momento.
Apenas vi a esos dos hombres entrando por la puerta, mi conchita hizo: «GRRR, papis… 😈«. O al menos eso pensé mientras sentía como mi conchita ronroneaba al ver, lo que en ese momento era para mí dos machos modelos. Dos papis.
Mis padres me pidieron que los saludara, y eso hice. Saludé a los que eran mis nuevos novios imaginarios, los que iban a ser la fuente de muchas pajas por venir. Sin embargo, también tuve que saludar a la mujer que venía con ellos, no sin antes sentir en mi culito los miembros de mis nuevos machos al pedir que me levantaran para abrazarme.
Al padre no le sentó muy bien el rozarme el culito con su miembro cubierto por el pantalón. Me di cuenta de ello cuando me soltó rápidamente al suelo. Sin embargo, sí pude sentir su pito parado por un momento. «Era un pervertido de closet«, pensé. Aunque su hijo sí fue más «abierto a saludarme».
Fabián no dudó por un segundo en aprovechar que me tenía en sus brazos para manosearme y rozarme el culo muuuy disimuladamente FRENTE A MIS PADRES. Fue ahí cuando supe que Fabián ERA un pervertido total. Esa pija parada no mentía.
02.
Quería llevarme a Fabián a mi cuarto y que me desvirgara, pero no podía, recién los conocía, y sentía que a mis padres no les gustaría tener a un adulto joven metido en la habitación de una niña de nueve años, con esa misma niña dentro también, por lo que tuve que esperar la ocasión perfecta para poder «mostrarle mi cuarto». Mientras tanto, quise jugar con él con mis legos y muñecas para pasar el rato, y también para ver si podía agarrarle el pene «por accidente», jeje 😛
Por suerte para mí, mis padres y los padres de Fabián tuvieron que salir a hacer no sé qué cosas acerca de la casa, por lo que nos dejaron solos a mí y a Fabián. ¿Qué podría salir mal? Un posible pedófilo con una niña de nueve años solitos en una casa… Suena como el comienzo de una buena porno, si soy honesta, jaja.
Antes de irse, a Fabián le encomendaron el cuidarme. Ya saben, le dijeron lo típico de: –No dejes que se acerque al gas, pilas con que se salga, no dejes la reja abierta–, blablabla, creo que Fabián tenía otros planes en mente que solo ponerse a jugar en su celular, porque justo cuando ambas familias salieron de la casa, Fabián me miró con ojos de pervertido y me preguntó –¿Jugamos en tu cuarto?– –¡Ni siquiera tuve que pedírselo! 😄– pensé.
03.
Mi conchita estaba súper emocionada, sentía cosquilleos muy lindos al pensar en que esta podría ser mi primera vez con una pija real. Ya estaba cansada de ver las películas de mi papá una y otra vez. Ya ni ver a mis padres cogiendo me ponía cachonda, necesitaba PENE.
Subiendo las escaleras, aproveché para que Fabián me viera el culo, por lo que subí yo primero, y el tipo no se contuvo para nada, sentí sus pervertidos ojos posándose en mi culito. Me encantaba esa sensación de ser deseada por un hombre. Y más por uno al que le gustaban peques.
Al entrar, Fabián simplemente se sentó en mi cama y se puso a ver todo alrededor. Era una pieza bastante típica latina: Paredes blancas que ya necesitaban pintura de nuevo, una cama con colchas rosadas de princesas, un almanaque de perritos. etc. Cosas típicas de niñas 😛
Me senté a su lado muy cerca, puse mi cabeza en su brazo izquierdo y le pregunté: –¿A qué quieres jugar?–
Él, siendo el pervertido que era, respondió: –Al papá y a la mamá– El tipo no perdía el tiempo, jaja. Yo obviamente ya sabía por donde iban los tiros, ya había jugado eso con mis amiguitos de escuela, pero decidí hacerme la loca y pretendí que no sabía cómo se jugaba a eso, por lo que le pregunté: –¿Cómo se juega?– A lo que Fabián no la piensa ni un segundo y me agarra la carita y me da un besote en la boca.
04.
Yo simplemente no pude aguantar ni un segundo, y me le posé encima de la pija mientras él me seguía comiendo la boca.
Agarré sus manos y lo hizo manosearme TODA. La espalda, el cabello, el culo, la conchita, TODO. Quería sentir las manos de ese macho en mí.
Él disfrutaba bastante de meterme mano por debajo de la camisa, y por supuesto, yo lo alentaba y gemía del placer de sentirlo.
Me le posé en su pito parado y empecé a moverme cual actriz porno, o al menos eso intentaba. Era diferente el verlo que el hacerlo.
Fabián dejaba salir su lado más oscuro, y me empezaba a llamar nombres: Perrita, putita, zorrita, mi amor, mi niña. etc. Estaba ido en su fantasía de cogerse a una niña, y yo no se la iba a arruinar, por lo que empecé a seguirle el juego y le dije: –Sí papi, dime nombres, que soy tuya– Esto último hizo que Fabián me agarrara cual muñeca de trapo, me recostara en la cama y me empezara a desvestir. Fue aquí cuando desarrollé un fetiche a que me desvistieran. Me hacía sentir deseada.
Él hizo lo mismo y se quitó la ropa, y fue aquí, cuando supe que de verdad me gustaban los hombres, porque fue aquí cuando vi mi primera verga en persona. Era LAAARGA y gruesa, aparte de estar depilada. Todo el cuerpo de Fabián estaba bien cuidado y depilado, algo que me desilusionó un poco porque ya estaba acostumbrada a ver machos peludos, me gustaban, pero esto no estaba mal tampoco. Su piel y abdominales se sentían muy suaves. Lo descubrí cuando me hizo manosearlo todo.
Nuestros olores empezaron a hacer el amor en el aire, y nosotros no nos íbamos a quedar atrás. Por lo que sin medir palabra, Fabián me abrió de piernas y empezó a comerse mi conchita inundada. Fue la primera y más placentera chupada de concha que he tenido en mi vida. Ya he tenido varios novios y obvio que hemos cogido, pero nada iguala a esa hermosa tarde de octubre con mi primer novio. NADA.
El sentir esa lengua pervertida recorriendo cada rincón de mi coñito infantil hacía que me dieran espasmos de placer cada tanto. Esto era muuuy diferente a masturbarse. Era el siguiente nivel. Yo gemía como la putita en celo que era, y eso a Fabián le encantaba. Le encantaba el estar haciendo un buen trabajo con su lengua. Fue tanto el buen trabajo, que fue Fabián el que me dio mi primer orgasmo y hasta squirt.
Algo que pensé que era un poco de orina salió al momento de venirme. Me sentí apenada, pero a Fabián le encantó. Tanto, que hasta se relamió los labios y los dedos varias veces con el poco fluido de mi concha. Era un total depravado y me encantaba.
Yo ya quería probar esa vergota, por lo que no dudé ni un segundo en apoderarme de ella.
–¡Eh, cuidado! No se va a ir a ninguna parte– Dijo Fabián al momento de sentir mi boca engullendo su pene. Él simplemente me empezó a acariciar la cabeza mientras yo me daba un festín con mi primera verga.
–Mmm, sabe fuerte. Como a picante y a sudor. ¡ME ENCANTA!– Pensé mientras le comía la verga a mi «novio».
–¡Espera! Quiero tratar de cogerte antes de venirme. ¿Está bien si lo hacemos?– Me preguntó Fabián. Se me hizo muy tierno el que me preguntara si podía cogerme. Me hizo pensar que se preocupaba de verdad.
Yo solo asentí como la putita que era y me puse en cuatro en un instante. Esto le debió sorprender a Fabián, porque dijo algo así como: –WOW– al verme en una posición tan morbosa y con el culo tan arriba. El porno me había enseñado bien 😛
Fabián me comió el culo y la conchita unos segundos antes de intentar penetrarme.
–¡MMM!– Decía Fabián al pasarme su verga por mis hoyitos. Yo no me quedaba atrás y también gemía.
–¡Sí! ¡Dame más! ¡Sigue, sigue!– Decía mi yo zorrita a los nueve años.
Hasta que por fin llegó el momento que pienso «cambió mi vida», porque Fabián solo metió la punta de su verga dentro de mi, y eso bastó para querer casarme con él. No había sentido placer más grande nunca en mi corta vida. Quería que durara para siempre.
–¡Oh, oh oh!– Gemía mi rey. Ido, completamente ido de sí mismo.
–¡HMMM! ¡MÁS, MÁS!– Gemía yo mientras sentía solo la puntita de mi «novio» entrando y saliendo de mí.
El momento fue tan erótico para ambos, que ambos nos venimos al mismo tiempo. Fabián sacó su verga de mí y me dio unos buenos lechazos cual película porno. Sentí esa leche caliente en toda mi colita y hasta espalda. Me sentía usada, me sentía pervertida por un hombre, me sentía sucia en el buen sentido… Me sentía toda una mujer nueva.
Todo esto duró unos 15 minutos, pero fueron 15 minutos en los que sentí que fui al cielo y volví.
Aunque fue aquí donde a Fabián le agarró su «claridad post sexo» y empezó a sentir pánico. ¿Pánico de qué? Bueno, pánico de que lo delatara o arrepentimiento momentáneo después de venirse en una niña de nueve años, supongo.
Lastimosamente para mí, después de ese día no lo volví a ver en mucho tiempo…
No se olviden de mi Session por si desean hablar un rato: 0540bd00edebe087d457ddc0b6ec25d670b0fe30facafa24e5399c866fcb37b368