Madre e hija, dos rusitas que la rompen
Nariya es la hija, tiene 15 años, su madre Stefanía tiene 34. Pero les afirmo que si las ven juntas en la calle, hasta parecen hermanas más que madre e hija. Ambas tiene un cuerpo escultural, flacas, altas, estilizadas, rubias y de ojos grises. Dos bombones..
Como adelanté tanto Nariya como su madre Stefanía son dos hermosas hembras. Nariya comparte escuela conmigo, ella en tercer año y yo estoy en quinto, ya a punto de terminar el secundario. Por medio de una compañera amiga mía, logré que la rusita me diera algo de bola, y de a poco comenzamos a frecuentarnos, no era un noviazgo pero no estaba lejos el momento de que existiera ese compromiso juvenil de decir es mi novia.
Fuimos invitados a una fiesta de cumpleaños de un compañero, ella apareció vestida esplendorosamente. Bueno todo lo que se pone le queda bien. La verdad es que hacemos una linda pareja, Nariya debe medir 1,73mts yo mido 1,85mts. Ella debe pesar unos 62 Kgs y yo peso 84Kgs. Ella es preciosa, yo soy un muchacho de buen físico, bastante trabajado por el gimnasio, ya que soy deportista de elite, formo parte del equipo de handball de la escuela. Reconozco que no he tenido muchas novias, ni tengo mucha experiencia en el tema sexo. Lo único que sí tengo por seguro es que mi pene es una herramienta de importante tamaño, sus 22×6,5cms han satisfecho a las pocas ninfas que lo han probado. Pero convengamos que no soy el gran galán ganador con las mujeres. Es más soy bastante tímido y algo lerdo en el tema relaciones interpersonales.
Y por lo que hasta ahora sabía no se le conocía hombre alguno a la niña. A sus 15 años era una vestal disponible. Su familia proviene de Rusia. Sus bisabuelos llegaron a mi país al finalizar la segunda guerra mundial, escapando del régimen imperial y sanguinario que imperaba en Rusia. Su apellido Romanov se suele leer bastante en algunas crónicas de la guerra. Se afincaron aquí y con mucho trabajo y bastante dinero que trajeron de su país, construyeron una empresa dedicada al trabajo de la madera, hoy tienen una gran fábrica de muebles, con varias sedes en el país. Cuando conocí al abuelo y al padre de Nariya me impresionaron físicamente. Dos tremendos tanques, que con solo pegarte un sopapo te pueden lastimar mucho. Pero luego de conocerlos mejor, descubrí a una familia muy buena y sociable, cariñosa y muy generosa.
Pero volvamos al cumpleaños al cual nos invitaron, Nariya llegó en un Mercedez Benz conducido por un chofer, luego que ella bajó, el auto se estacionó a un costado y el chofer se quedó dentro del auto a esperarla. Luego sabría que era su guardaespaldas también. Nos encontramos en el salón, al verme noté que se alegró mucho, igual yo. Realmente me gusta mucho. Es una linda personita. Nos juntamos con los compañeros y tomados de la mano pasamos largo rato, luego salimos a bailar, nos divertíamos de lo lindo y de repente ponen música para bailar tomados, pusieron bachata. Saben que es una música bastante erótica y sexual, ya que se baila bien pegados los bailarines. Tomé a la rusita en mis brazos y la arrimé a mí. Ella directamente apoyó su pubis contra mi bajo vientre. Tenerla en mis brazos tan pegados, comenzó a martirizarme, en realidad comencé a excitarme, su grato olor mezclado con la fragancia de un perfume de U$D1000 seguramente, hicieron que mi pene se pusiera algo nervioso y comenzara a ponerse duro. La niña lo sintió entre sus piernas, como se iba poniendo duro y creciendo, pronto ya estaba a caballito de la pija, y no se retiraba, al contrario se movía con más ganas y se frotaba con euforia contra mi palo. Tenía su cabecita apoyada en mi pecho, muy abrazados los dos hasta que terminó el tema. Yo estaba muy caliente y ella también, se le notaba, estaba sonrosada y respiraba algo agitada. Nos retiramos de la pista de baile y nos fuimos al jardín, donde casi no había gente, y allí nos dimos el primer beso con contenido sexual. Y nos dimos un faje de novela. La verdad es que casi la violo allí. De ser por que tenía claro que el chofer estaba cerca no sé que hubiera pasado. Y convengamos que ella en ningún momento me rechazó, es más colaboraba con muchas ganas.
Pero todo quedó en eso, aunque a partir de ahí, nos convertimos en novios más formales. Aunque no frente a nuestras familias. Pasaron un par de semanas en que nos veíamos en el colegio y a veces íbamos a alguna confitería a tomar algo, siempre con el chofer cerca.
Y llegó el 5 de diciembre, final de clases y coincidió justo con el cumpleaños 16 de Nariya. Por lo que la niña me invitó a su fiesta al sábado siguiente, lo harían en su casa y me estaba invitando, de paso conocería a toda su familia. Ya que sus padres estaban enterados de que nos veíamos con frecuencia. Y obvio, querían conocerme.
Así que el sábado pedí prestada la camioneta a mi madre, una Volvo XC60 de 5 años de antiguedad, y bien vestido, lo que se llamaría sport informal me dirigí a la dirección que me dio la niña. Me llamó la atención que quedaba bastante retirado del centro de la ciudad. Pero bueno debía concurrir sí o sí. Hacia allí me dirigí y luego de media hora de conducir, llego a un camino que nace en la ruta asfaltada pero es de tierra muy bien mantenido, entre los árboles se aprecia una construcción imponente. Me acerco lentamente y salgo a un prado con una gran fuente, una rotonda donde veo autos estacionados, lo que parecía imponente, realmente es impresionante, es una mansión tipo castillo, estilo Tudor, que debe tener unos 80 metros de largo por al menos cuatro pisos. Es magnífica.
Entrego mi vehículo al valet que me lo recibe y lo lleva a estacionar. Me dirijo al portalón de entrada y sale un ama de llaves a recibirme, toda muy formalmente vestida, con una amplia sonrisa, y para mi sorpresa me llama por mi nombre. Bienvenido Marco, la Srta. Nariya nos avisó que vendría. Sígame por favor. Ingresamos a la casa, me reciben los padres de la rusita y la niña. Todos sonrientes, pero pude darme cuenta que el padre ya me estaba evaluando, y la madre, guauu!!!!! Casi me desmayo al ver el tremendo parecido con su hija. Una mujer preciosa, escultural. Fue ella la primera en acercarse a mí. Me abraza y me da dos besos, uno en cada comisura al costado de la boca. Pude identificar que usaba el mismo perfume que su hija. Y también en sus ojos había un atisbo de intriga.
Pasamos a un salón interior que al menos tiene las dimensiones de una cancha de handball. Allí ya hay varias personas reunidas, el padre de Nariya, Sergi Romanov simplemente con voz potente se dirige a la concurrencia y me presenta como un amigo de su hija, para todos quedó claro que yo era el novio de la nena. La rusita estaba despampanante, vestía un vestido largo de tull color champagne casi transparente que permitía apreciar sus largas y hermosas piernas, y por primera vez pude apreciar en todo su esplendor sus hermosos y no tan chicos pechos. Me llevó a conocer a sus parientes, primos, tíos, a sus abuelos. En definitiva una presentación en la sociedad rusa de ese lugar.
Llegó la hora de la cena, al sentarnos grata fue mi sorpresa, ya que en la cabecera como era lógico estaba sentado el padre de la rusita, a su derecha el padre de Sergi, a su izquierda la madre de Sergi. Luego al lado del abuelo de Nariya se sentó la madre de la rusita, me ubicaron a mí a su lado, y a mi derecha se sentó Nariya. La cena transcurría sin mayores novedades, una cena bastante formal, y de repente siento una mano que desde la izquierda se apoya en mi pierna, pero so solo se apoya, si no que inicia su camino hacia mi pene. Se imaginan el miedo que me entró. Obvio que sabía que era la mano de la madre de Nariya que hablaba con su marido mientras comenzó a masajearme la tripa. Yo no atiné a nada, simplemente puse mi mejor cara de idiota, pero la tripa se me había puesto como un tirante. Y eso le gustó a Stefanía ya que más se esforzaba por pajearme por arriba de la ropa. Estuvo así como cinco minutos hasta que llegó el postre. Recién ahí me dejó tranquilo. Pero un par de veces me miró como sin importancia pero sus ojos decían otra cosa.
Terminada la cena nos trasladamos a un patio interior donde había bebidas como para un batallón, mas comida, cosas dulces y una torta de cumpleaños de tres piso inmensa. Comenzó una orquesta a tocar, la gente comenzó a bailar, toda música de salón, tipo vals, corridos, y bastante música de la madre patria. Con Nariya nos movíamos llevados por el ritmo, pero la verdad es que yo no pegaba un paso. De pronto se acerca Stefanía a nosotros y le pide a su hija que le preste su amigo para bailar. Yo notaba que entre los padres de la rusita no había una relación romántica de pareja, parecían estar bastante distanciados, luego me enteraría que hace mucho tiempo que están separados, pero mantiene las apariencias por la sociedad y los negocios. Entonces comencé a entender por donde venía la mano de las caricias.
Comenzamos a bailar y ponen un vals, Stefania se aprieta bien a mí y me dice dejate llevar, yo le hice caso y comenzamos a bailar alrededor de la pista, es una bailarina espectacular, etérea, es un ángel en mis manos. Y también noto que aprovecha cada movimiento para apoyar su pubis en mi verga. Otra vez con la pija dura. Ella se da cuenta y sonríe pícaramente. De pronto haciéndose la tonta me dice que luego de que corten la torta mientras todos están brindando y festejando salga hacia la parte trasera de la casa por una puerta que se encuentra medio escondida por un cortinado, ella me estará esperando, que tenemos que ponernos de acuerdo en varias cosas.
Al llegar el momento en que todos besaban a Nariya y le entregaban sus regalos, yo me escabullí por la puerta indicada, y por medio de un pasillo estrecho llego hasta un pequeño jardín. Allí está Stefanía, ni bien me ve llegar me echa los brazos al cuello y me mete un beso de lengua que casi me ahoga, luego baja una mano y se adueña de mi tripa, me acaricia por un momento, luego para mi sorpresa, se arrodilla frente a mí y me desabrocha el pantalón, me lo baja junto al calzoncillo dejando mi verga libre, al verla se sonríe y tomándola por el tronco se mete la cabeza a la boca e inicia una tremenda mamada, es una profesional, pronto me tiene al borde de llenarle la boca de semen, no se detiene hasta que logra sacarme toda la leche en potentes chorros. Sigue chupando y mamando hasta que mi pija se pone dura de nuevo, entonces se aproxima a un cantero, se levanta el vestido y puedo ver que no lleva ropa interior, me habla al oído y me pide que la penetre, pronto antes que los demás se den cuenta que no estamos, No me hago rogar, ni pensé en lo que me estaba metiendo. Tener por delante ese hermoso culo, esa preciosa mujer abierta de piernas presentándome su vagina para que la invada, no es cosa que se de todos los días, y sin pensarlo mucho simplemente tomé mi badajo, lo posicioné entre sus gorditos labios vaginales y la fui penetrando, suave pero firme hasta que le metí los 21 cms. Ella suspiraba fuerte y se notaba que estaba muy caliente, enseguida inició un movimiento de caderas tremendo, se sacaba y se metía toda la verga en una estocada, habremos estado unos cinco minutos cogiendo cuando con un largo suspiro se vino en un tremendo orgasmo, yo no aguanté y volví a acabar, esta vez dentro de su concha. Pasado el momento nos separamos, me ayudó a subirme los pantalones, se bajó el vestido y antes de salir de prisa, me dice que si soy inteligente y callado, puedo tener un pasar muy lindo dentro de la familia. Y se perdió en la oscuridad del jardín. Yo volví por el pasadizo estrecho al salón, creo que nadie notó mi ausencia. Me sumé a la fiesta, pero en la mente tenía todavía el calor que esa concha me había otorgado. Continúa en parte II
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