Madre e hija, dos rusitas que la rompen – II
En la fiesta del cumpleaños 16 de Nariya, tuve el placer de disfrutar de las carnes de Stefanía, su madre. Pero eso no pasó desapercibido para la hija, y eso trajo a colación una situación algo estresante para mí. Nariya quería su parte..
Luego de haber gozado del cuerpo y sexo de la madre de Nariya, volvimos al salón. Parecía que nadie se dio cuenta de que no estuvimos por un tiempo. Craso error. Nariya sí se dio cuenta, inicialmente no dijo nada, pero pude notar que al verme, sonrió pícaramente y se me acercó. A partir de ese momento no se me despegó más de al lado mío. Bailamos un poco y se notaba acalorada. De pronto me dice que debe salir a tomar un poco de aire, que hace mucho calor dentro. Me toma de la mano y salimos por el mismo pasillo detrás del cortinado, llegamos al mismo patio donde había tenido sexo con la madre, pero la niña no se quedó ahí, siguió caminando hasta unos matorrales y unos árboles que ocultaban todo de la vista de los comensales. Nadie que saliera de improviso podría observar lo que sucedía allí.
Y sin mediar palabra, Nariya me echa los brazos al cuello y comienza a besarme desesperadamente, sentir sus jóvenes y turgentes pechos contra el mío, su pubis buscando tener contacto con mi pija, eso ya era muy excitante, me adueñe de sus nalgas y la frotaba con fruicción contra mi rabo, ella gemía, suspiraba fuerte. Ya mi verga estaba totalmente erecta, y Nariya la sentía entre sus labios vaginales, le levanté el vestido hasta la cintura, ella rápidamente me desabrocha el cinturón, me baja el pantalón y el calzoncillo liberando así mi pedazo de 22×6,5cms. Medio se sorprende por el tamaño, pero no duda mucho y abriendo bien la boca se mete la cabezota y un pedazo de tripa. Intenta mamármela pero le cuesta, y tampoco tiene la cancha de su madre, pero se esfuerza. yo masajeo sus pechos, sus pezones están duros. Sigue chupando por un buen rato, como yo había acabado antes dos veces, la verdad es que no tenía impulso inmediato de acabar. Pero sí la quería coger. La tomé de los hombros y la puse de pie. La di vuelta de espaldas a mi y la hice apoyar en el borde de la fuente que hay, con su aceptación le baje el calzón y ella ayudó a sacárselo, y finalmente pude tener ante mí ese precioso y bien formado culo, y al estar algo agachada, me presentaba un camino de acceso a su vagina que se veía lubricada y bien mojada. No dudé, y tomando la verga por el tronco la posicioné entre sus labios vaginales, y lentamente pero con buena presión comencé a penetrarla. Esperaba encontrar su himen sano, craso error, ya no era virgen, pero para el tamaño de mi verga, su vagina es muy estrecha, comenzó a quejarse cuando la mitad de mi tripa estaba dentro de ella, al llegar a la parte más gruesa del tronco se le escaparon un par de gemidos, pero aguantó a pie firme hasta que la punta de mi pija llegó a topar en su útero. Aproveché la posición y metí dos dedos en su culito, al principio se quejó pero pronto se acostumbró y aproveché a meter un tercer dedo con mucha saliva, mi intención era hacerle hoy mismo el culo. Nariya estaba como si fuera otra persona, de pronto comenzó a moverse como una serpiente, intentaba que toda la tripa le entre hasta el fondo, y yo le daba gusto. Y así llegó a su primer orgasmo, que fue seguido de otro un poco menos intenso, aprovechando ese momento de calentura y placer retiré mi pija de su vagina, la posicioné en su ano y sin pedir permiso directamente presioné y la cabeza entró, Nariya gritó, yo seguí presionando y la verga siguió entrando hasta que mis testículos chocaron con sus nalgas. Ella lloraba y se le doblaban las piernas, yo no aflojé y comencé a sodomizarla con fuerza y ganas, ya pronto se la sacaba toda y se la enterraba hasta el fondo en un solo movimiento, luego de unos minutos mi amiga se acostumbró al tamaño y soportaba mejor el dolor, dejó de llorar y comenzó a suspirar fuerte, se abría las nalgas con ambas manos, yo la penetraba cada vez más profundo y más fuerte hasta que no aguanté más y con fuertes chorros de semen inundé su culo. Ella al sentir mis fluidos logro un pequeño orgasmo anal. Tuve que esperar un poco hasta que mi poronga se ablandó para poder sacársela ya que le dolía demasiado. Pasado el momento de éxtasis, nos sentamos en el borde de la fuente, luego de acomodarnos la ropa, ella se apoya en mi hombro y me cuenta que el primer hombre en su vida fue su tío cuando tenía apenas 11 años. Tuvo el privilegio de desvirgarle el ano. Pero su virginidad vaginal la obtuvo su padre a los 13 años. Fueron un par de veces hasta que la madre lo descubrió y a partir de ahí el matrimonio siempre anduvo mal. Que hacía varios años que no dormían juntos. Por eso la madre tuvo sexo conmigo. Y que a Ella no le molestaba que yo la hubiera cogido, total había pija para las dos. Y así sellamos nuestro noviazgo. Hoy en día mantengo sexualmente a Nariya y a Stefanía. A veces hacemos un trío. Pero la verdad es que las dos juntas al mismo momento son mucha mujer para mí.
Muy excitante pero corto.debiste continuarlo.