Maestro de escuela pt2
Amanda me deja que la conozca mas a fondo a cambio de ayudarla.
Luego del buen servicio que me dieron madre e hija cambie de manera favorable las notas de Amanda, aunque su madre no estuvo muy contenta cuando vio el boletín porque eran muy bajas las notas mas no causó ningún escándalo. pero algo me tenía intrigado y era las cualidades orales de Amandita, ¿Dónde o quien ha estado abusando de ella? Por lo que comprendí que su falta de rendimiento académico debió haber sido eso y a pesar de que me sentía indignado de que algo así pudiera estar ocurriendo en su casa no podía evitar masturbarme imaginándome a la pequeña haciendo esto y aquello junto a su madre. Con el tiempo me estaba preocupando esos pensamientos porque sentía que me estaba volviendo pedófilo, porque ahora en ciertas ocasiones mirar a alguna que otra niña me provocaba una erección y ya para finales de las vacaciones aquella indignación que sentía por Amanda se había vuelto en celos del que la había corrompido, que si tuviera mi hija mayor ese instante habría empezado a hacerle lo mismo, pero ya no vivían conmigo tras la separación con su madre años atrás.
Para cuando iniciaron las clases estuve algo nervioso por reencontrarme con Amanda, pero no sucedió nada, ella actuaba igual que siempre por lo que yo hice lo mismo. Los días pasaban y había momento que quería preguntarle como había aprendido a hacerlo así mas no tuve chance y si la llegué a tener simplemente se me olvidó, luego de un tiempo cuando les tocaba examen tuve un conflicto interno de si complicarle las cosas para que reprobara o no hacer nada y a la final simplemente preferí no hacer nada, me sentí mal de haber pensado en perjudicar a una alumna por un simple capricho. Los resultados en general fueron muy favorables y después de eso en vez de pensar en hacerle reprobar la apoyaba cuando lo necesitaba y en la hora del recreo le regalaba algún dulce, claro sin que otro se diera cuenta para que no me pidieran.
pasado algunos meses, un día cuando salgo miro desde el auto a Amanda esperando el bus sola, me detengo para llamarla esta viene corriendo y entra ya que no era la primera vez que la llevaba en mi auto hasta la terminal de buses, aunque las veces anteriores iba junta con otras estudiantes u otro docente. De camino hablamos de diversas cosas hasta que pregunte por su noviecito que cursaba el ultimo grado y ella me respondía entre risitas.
—¿también se la mamas? —, y la miro aprovechando que estaba parado en un semáforo.
—¡ay no…! —, y se reía.
Y pongo mi cara de incrédulo y se echa a reír, —mentirosa—.
—¡está bien! Si se lo he hecho, pero solo un par de veces—.
—¿y te gusta hacerlo? —.
—no se—.
—¿Cómo que no sabes? —.
—es que no es algo que quisiera hacer, pero una vez que se empieza simplemente lo sigo haciendo—.
—¿entonces no te molestaría hacérmelo rapidito? —, abro mi cremallera dejando salir a esa bestia que tenía rato endurecida.
—¿aquí? —.
—dale rapidito—.
Y se recuesta a mamármela, —¡ay Amanda…!, eres grandiosa—, la putica se enfocaba en succionar la glande mientras movía rápidamente sus manos por lo que en poco tiempo le estaba llenando su boquita y la pequeña zorrita se traga todo, ya una vez vaciado me quedo respirando boca abierta.
—esto es lo malo de mi novio, que como el no bota nada no se le baja por mucho que se la chupé y se me cansa la boca, por eso me fastidié en volvérselo a hacer —.
Aunque no era la primera vez estaba algo asombrado por su actitud, —entonces te gusta la leche en tu boca—.
—sí, no me gusta el sabor, pero me gusta lo calientico como se siente—.
Le acaricio brevemente la cabeza y la despido, tenía ganas continuar hablando del tema, pero no podía continuar reteniéndola allí. Desde allí me di cuenta que no me importaba su corta edad, si sabía hacerlo tenía que aprovechar, pero en esta vida nada sale como uno quiere ya que en todo el resto del año escolar no se me presento ninguna oportunidad, aunque no la dejaría ir sin por lo menos una mamada de despedida y nada mejor como el ultimo día que pocos estudiantes asisten a la escuela, pero a Amanda siempre asistía hasta el ultimo día. Horas después como tenía varios libros de la biblioteca esperé hasta última hora para llevarlos y cuando Amanda se pasa nuevamente por el salón le pido el favor de que me ayudé a llevarlos, como no había nadie dejo los libros y me llevo a Amanda a un pasillo hago que se arrodille y me saco la verga, lo mejor fue que no tuve que decir nada, ella con solo verme la verga me la comenzó a chupar y dado que los libreros no eran tan altos podía observar la puerta mientras ella hacia lo suyo.
sentir su calientica boca me hacía entrar en debate conmigo mismo porque una parte de mi quería aguantar lo más posible mientras que la otra quería descargarle lo más rápido posible entretanto la niña continuaba recorriendo mi verga y luego la engullía.
—¡ay! Eres la mejor—, le susurraba eso mientras tenía mi mano sobre su cabeza siguiendo. De pronto entra la bibliotecaria.
—¿y eso que esta por aquí? —, me preguntan.
—regresando los libros que había pedido, pero como no estaba me termine distrayendo por acá—.
—bueno, yo regreso luego, tengo que entregar esto—, agarra unas carpetas y se va mientras que yo suspiro aliviado.
—¿y si hubiera venido hasta acá? —, me dice mientras sostenía mi verga.
—aunque no estuviéramos haciendo nada, no se hubiera visto bien—, quito su mano y comienzo a masturbarme rápidamente hasta que sentía que me venía se lo meto a la boca y ella hace lo demás como buena tragaleche —te voy a extrañar en las vacaciones—.
—yo no, usted solo me quiere para esto—, mientras se limpiaba.
—anda, fuera de aquí— y le doy una nalgadita, mientras que yo espere un poco más para salir.
Una vez iniciado el último año escolar por fin la volví a ver, aunque la saludé con naturalidad ya que no estaba sola, la niña había vuelto más linda, ligeramente bronceada y ahora era más alta y delgada, ya con once años la nena media como metro sesenta. Poco después los padres de Amanda tuvieron un accidente de tráfico, su mamá no tuvo nada grave, pero su papá quedó hospitalizado.
Con el tiempo me entero que su padre le dio de alta por lo que Amanda se le veía más contenta, pero como que no le estaba yendo muy bien en su casa ya que Amanda me empezó a pedir dinero que si para comprarse alguna bebida o dulce y cada vez con más frecuencia hasta que le puse freno un día en la que la llevaría al termina ya que tras el accidente se quedaron sin auto.
Parece que, tras los gastos del hospital, medicina, entre otros. Los tenían mal financieramente y ahora ella casi no le daban para la escuela, la consolé un poquito por la mala situación que atravesaban, era lamentable lo que le sucedía, pero era mi momento y mientras acariciaba su cabeza le digo: —si haces lo que me gusta te puedo dar el dinero para que gastes mañana—.
—¿enserio, solo eso? —, lo dice con una gran sonrisa y viene hacia mí, me saca la verga que ya estaba dura y comienza a hacer lo suyo.
Me sentía en la gloria sintiendo su boquita recorriendo mi miembro hasta que me hace venir como de costumbre, al momento que se limpia me pide el dinero, pero yo le dije que para mañana para que no lo llevara a su casa, al principio me peleo hasta que le explique que si le veían el dinero iban a empezar a preguntar de donde lo sacó.
Al día siguiente volvimos a hacer lo mismo y así fue casi todos los días en diversos lugares, incluso cuando su mamá le daba dinero me la chupaba para tener más.
Tiempo después un día veo que Amanda está retenida en la entrada.
— Amanda, ¿Qué haces aquí—.
—no me dejan pasar—.
—no ha pagado—, responde el portero.
Ahí mismo convenzo al portero para que la dejara pasar por hoy y la deja pasar, Amanda me mira contenta y va corriendo al salón entretanto primero tenía que pasar por la oficina.
Horas después en las horas de receso hablé con Amanda para que me acompañara al banco luego de la salida para pagarle el mes de atraso y el actual.
Ya cuando salimos me espero como siempre, aunque esta vez no hicimos nada allí.
—qué raro que no me dejaste chupártela allá—.
—allá es bastante incomodo, tengo que estar super pendiente y no podemos durar mucho—.
—¿y no íbamos al banco? —.
—¿claro, allá vamos? —.
—no entiendo, ¿si quieres que te la chupe como siempre como lo haría en el banco? —.
—¿y donde dejamos el carro? —, le respondo yo con una cara de obviedad.
—ah…—.
Antes de llegar al estacionamiento le pido que se oculte atrás, ya dentro de allí busco un lugar en el segundo piso, al detenerme me quedo un rato quieto mirando a los alrededores y sin moros en la costa me paso atrás.
—hoy haremos algo diferente—.
—¿diferente? —, pregunta extrañada girando inclinando ligeramente su rostro a un lado y mira que empiezo a acariciarle el muslo.
—¿te lo puedes quitar? —, me refería a su shorcito juntos con sus braguitas mientras tocaba su vaginita sobre ellos.
Amanda se le veía nerviosa cuando se lo quitaba sin decir ni una palabra, ya con su entrepierna desnuda toco aquella vaginita toda sudada.
—¿te estás mojando? —.
—¿y no es mejor así? —.
Esa pregunta me desoriento, —¿mejor? —.
—¿me la vas a meter, ¿no? —.
Por mi cabeza pasaba miles de cosa como: esta puta quiere verga, ya no es virgen, ¿desde hace cuánto que lo hace?, entre otras. A la vez que había metido mi dedo en su coñito y no había himen que tocar por lo tanto metí mis dedos a ver si tocaba fondo mientras que Amanda solo respiraba por la boca y se le escapaba uno que otro gemido cuando me la saboreaba. Luego me acomodo entre sus piernas y pongo mi verga en todo su coño y comienzo a penetrarla despacio, acorde iba entrando su prieto coñito le daba una cáldia bienvenida a mi verga, Amanda no mostraba ningun signo de dolor o molestia, solo miraba con atencion como mi verga la penetró mientras que yo escuchaba su pesada respiracion.
—me voy a mover—, y comienzo a ejecutar el típico vaiven.
Acorde el tiempo iba pasando mis movimiento se volvian mas bruscos.
—ay, ay, ay. No tan duro—, pero no le hacía caso y tampoco es que le doliera porque acomodaba su vientre hacia mi y sentia como me apretaba.
Y así la tuve por una hora entera que para cuando acabamos yo que de sentado piernas abierta con la verga muerta mientras amanda dormía entre sudor y leche. Dado que aun recuperaba el aliento la deje descansar un rato y pasado cierto tiempo la desperte porque no quería abusar de mi suerte.
Una vez despierta se limpió y vistió, ya para cuando salimos del estacionamiento abrí las ventanas porque olia a puro sexo y de camino a la estacion del metro bromeaba de lo caliente y pervertida que era y ambos nos reiamos por ciertas bobería, entre esa conversacion trate de preguntar cuando fue su primera vez pero no quiso responder y se mantuvo callada hasta que la dejé en la estacion del metro, luego de que nos despedimos su expresion tras haberle preguntado me generó curiosidad y algo de lastima ya que era muy probable que su primera vez no haya sido tomada de manera muy grata y eso me hacía sentir mal por ella y al mismo tiempo feliz por lo puta que la había vuelto ya que su cuerpo estaba listo para recibir buenos vergazos. En casa estaba claro que una única vez no sería suficiente por lo que me iba a tocar un lugar seguro donde pudiera hacerle todo lo que quisiera porque este sería su ultimo año conmigo.
Porfa! Continúa esta historia tmbn, quiero saber cómo sigue
difícil que lo continúe, no tengo tiempo para esto 🙁 y como solo es un hobby no existe remuneración que me motive, pero veamos si algún día reanudo esto.
Ya hay varios relatos en que pusiste lo mismo de «no tener tiempo». Sin ofender, suena a excusa y hasta algo de hacerte rogar aprovechando los pedidos de la gente.
No hace falta. Si sigues escribiendo, sólo hazlo y ya. Todo sale solo.
Besos.
si, pues en parte tienes una mínima de razón. Una de las razones sería que cuando no estoy seguro de como continuar me termina dando pereza o se me terminó ocurriendo otra y termino abandonando las anteriores. Lo del tiempo no es mentira y ahora menos que en el caso que si quisiera escribir solo tendría medio día en toda la semana y como solo me gusta estrujarme el ganso cuando estoy solo en casa entonces ese sería el motivo del por cual prácticamente ya he abandonado esto