MAMÁ E HIJASTRA COMPLACIENTES
Uno de mis mejores sueños húmedos, que una mamá soltera y su hija consientan mi verga hasta sacarle la última gota de néctar lácteo..
Otro de mis sueños húmedos es conseguir una mamá soltera, que deje ver a su hija cuando me mame la verga…
Voy a visitar a mi novia, una mamá soltera, que me presenta a su hijita de 6 a 8 años, bastante bonita y despierta. En la sala vemos una película infantil, pues hay que ganarse el cariño y la confianza de la nenita; su mamá sentada a mi lado derecho y la niña del lado izquierdo.
La película es una en la que sale Tinkerbell, «esa hadita está bastante rica» —pienso mientras veo la película.
De repente, la niña lanza una pregunta:
—¿Qué comen las hadas que se ven tan bonitas, mamita?
—No sé, contesta, su mamá.
—Tú estás más bonita que Tinkerbell, muñequita —le lanzo un buen piropo, para ganármela.
—¿En serio, señor? —pregunta, dudando de sus atributos.
La mamita agradece que halague así a su hija.
—Gracias, su papá le decía lo contrario, siempre la hacía sentir menos.
—Pero, ¡cómo es posible!, sí está hermosa, mira qué figura tiene, y su piel se siente tan tersa y su cabello tal sedoso —acaricio sus mejillas y su pelo, lo hago cariñosamente, pero con algo de lascivia—. Es una morenita muy hermosa, una linda princesita.
La niña se sonrroja, y sigo adulándola…
—Te ves más bonita con esas mejillas rojas, princesita. No dudes, tú eres más bonita que Tinkerbell. Pero, sigamos viendo la película.
Así se hace, todo va transcurriendo con normalidad, pero, la nenita poco a poco se desinhibe cuando me permite acariciar su cabello. Solita se acomoda y se sienta en mis piernas.
Veo a mi novia, y ella autoriza con la mirada.
—Mira, amor, ya te tomó confianza, ya hasta se sienta en tus piernas. Eso es un gran logro, pues cada vez que quería jugar con su papá, éste la rechazaba.
Las nalguitas de la niña, me estaban provocando una erección «oh, demonios, está niña me está poniendo duro» —pensaba mientras mi verga estaba siendo friccionada entre las nalgas de la niña.
La situación se estaba poniendo algo tensa pero placentera.
—Tómala de la cintura, no se vaya a caer, amor. Mira qué bien está jugando al caballito. Se me había olvidado decirte que le gusta mucho ese juego. A mí también me gustaba jugar así con mi papá —noté algo de malicia en las palabras de la mamá de mi bella jinete.
—Mamita, estoy sintiendo cosquillitas en mi colita, qué rico siento al estar sentada en tu novio —mi verga estaba casi en su máxima erección, estaba siendo consentida en la hendidura intergluteal de la niña; la cabeza ya emanaba líquido preseminal.
—¿Amor, sí sabes lo que me está provocando tu hijita, verdad? Es muy notorio, me está usando para masturbarse —le digo al oído de mi novia, para no interrumpir los movimientos de la niña. Yo la seguía sujetando de su cintura y también me la repegaba más a mi sexo.
—Claro que lo sé, cariño. Pero, si te sientes incómodo le digo que se baje de ti.
Al decirme eso, mi erección llegó a su máximo; ya no había que contener nada, al contrario, se trataba de contonearse más.
—¿Quieres sentir más rico, hijita? —pregunta la mamá, mientras la baja de mis piernas y le quita su short y sus calzoncitos— ¿Qué esperas, amor?, quítate tus pantalones y tu bóxer. Libera ese hermoso pene erecto que tanto me llena, y friccionalo entre las nalguitas de mi hija.
Así lo hice, mi novia carga a su hija, la coloca como estaba: dándome la espalda.
Acomoda mi verga, ésta me llega hasta el ombligo. Empiezo a dirigir el tan ansiado recorrido. Ese culito va recorriendo la base de mis testículos hasta mi glande y viceversa. La punta de mi verga, de vez en vez, embiste el estrecho ano de la nenita, mientras dedeo con mucho cariño su incipiente pero excitado clítoris.
La niña es inteligente, capta rápido el movimiento y ella sola se desliza. «Es buen lubricante el sudor y los fluidos de ambos cuerpos, gracias a ellos se intensifica el placer de la fricción» —pienso, y sigo disfrutando este gran momento.
—Eres muy hermosa, princesita, qué rico siento tus nalguitas en mi hongo mágico.
—Yupiiii, yo también siento rico, señor.
La mamá presenciaba mientras disimuladamente se masturbaba, ya que estaba disfrutando una escena de cp en vivo, en la que la protagonista era su hija.
Le dije, al oído, a la chiquita…
—¿Quieres sentir de otra forma? —aproveché para lengüetear su orejita, eso le provocó una contracción— Qué rico, suéltate, princesita, déjate llevar por lo que sientes.
Sus ricos gemidos, me excitaron más; antes de que terminara su mini orgasmo, la cargué frente a frente, para que siguiera montándome. Mi intención era sentir su rajita en todo el tronco de mi verga. La nenita capta el movimiento, y ella sola ya se encuentra satisfaciendo su sexo y el mío, mientras aprovecho para dedear su anito, de vez en vez salivo mi dedo, pues se trataba de no lastimar tan ansiado manjar.
—Qué rico, mi amor, eso es, diviértete con mi hombre, es tu caballito, sigue montándolo así de bien —mi novia ya se descaró, recostada se dedea su clítoris. Está muy excitada, la puta.
—¿Recuerdas?, querías saber qué comen las haditas para ser más bonitas —no me iba a venir hasta sentir mi pene en la boquita de esta niña.
—Uffff, siiií, lo recuerdo, ¿tú sabes lo que comen?
—Claro que sí —interrumpí su cabalgata, cariñosamente la puse en el piso—, chupan este hongo mágico —sacudí mi verga para que supiera a lo que me refería.
Su mamá oye, capta y ayuda para que mi deseo se materialice. Se hinca, toma la base de mi verga, la sacude unas cuantas veces para ponerla más firme y comienza a lubricar con su lengua, la cabecita de mi verga.
—Mira amor, así se chupan los hongos mágicos, si lo haces como yo, el hongo te premiará con un líquido blanco, que podrás untar en tu piel, para que quede más tersa y clara —alternaba lengüeteadas con succionadas—. Ahora inténtalo tú, mi hada; ándale consiente a este lindo hongo.
—Venga, mi amorcito, consiente a mi honguito, y te verás más bonita que Tinkerbell —acerco su diestra a mis testículos para que los sienta un poco, luego deslizo su mano al tronco de mi verga, con mi mano encima de la suya le muestro como debe masturbarme.
Al principio lo hace torpemente, pero luego toma buen ritmo.
—Qué divertido, se siente muy suavecito tu hongo, papito.
—Ahora, chupa hasta sacarle su líquido mágico, mijita —así lo hace— Uffffff, siiií, qué rica lengua tienes, la chupas mejor que cualquier hada, mi amor. Ahora métela y sácala de tu boquita —Aprovecho para tomarle unas cuantas fotitos. Se ve bien ese contraste de verga madura siendo consentida por una boca infantil.
La mamá sigue viendo a su hijita, le encanta cómo me la chupa su hijita, esa situación le causa un buen orgasmo, lanza un grito estrepitoso de placer.
La niña se desconcierta un poco.
—Tranquila, mi amor, no pasa nada malo, todo lo contrario me hace muy feliz verte así; ya que pocas veces te he visto gozar y divertirte. Sigue chupándosela, lo estás haciendo muy bien.
—Mamita, ¿me ayudas? —la niña invita a su mamá a disfrutar del manjar fálico.
Mientras la niña lengüetea mi frenillo prepucial, su mamá lengüetea mi tronco y mis testículos. «estas putitas me están llevando al cielo, que hermosas se ven, madre e hija, haciendo una doble mamada» —pienso.
Ya estoy a punto de tirar el néctar blanquecino y viscoso.
—Pasen sus lengüitas por la cabecita, preciosas —esas lenguas se encuentran lustrando la delgada piel de mi glande. Qué escena tan caliente ver cómo, a veces, chocan punta con punta de las lenguas de mi hermoso par de putitas; casi casi un beso lésbico entre mamá e hija.
No aguanto más, tocó la cabeza de la mamá para indicarle que ya estoy por venirme.
Me incorporo. La niña y la mamá están hincadas. Escucho a la niña exclamar —yo creo que ver un pene desde los huevos hasta la punta ha de ser impresionante para una pequeña niña.
—Oh, mamá que grande y rico lo tiene.
Agradezco el cumplido de la pequeñita, apuntando mi verga a su carita. Su frente recibe las primeras dos descargas; su naríz, la tercera; su mejilla derecha, la cuarta y quinta.
—Ahora untate el líquido mágico —así lo hace y se limpia los dedos con una rica succionada con su boca—. Lo dicho: te ves mucho más bonita de lo que ya estabas. A partir de este momento tienes a un padre que va a trabajar para ti y tu mamá.
—Graciaaaas, papito —su mamá y ella le dan un beso a la verga de su macho.
Fin.
Excitante y con morbo, deberías continuarlo.
Gracias por comentar, pensaba hacer relatos cortos, que plasmaran mis sueños o pensamientos más desviados; pero, podría tomar en cuenta tu opinión.
Xfa dime qué vas hacer más partes . Esta rico.
Voy a pensarlo, la nenita del relato requiere de un trato más sexual, faltaría concederle un buen oral y una penetración.
excelente, espero la continuación
Pensaba dejarla hasta allí, pero voy a ver qué tanto se le puede hacer a la pequeña protagonista.
Rico!!
Delicioso 😋 sonho em ser mãe de uma putinha e levar machos pra casa pra usarem ela 😍
Delicioso 😋 Sueño con ser madre de una putita y llevarme machos a casa para usarla 😍
Esa es la actitud, yo me apuntaría para follarte delante de tu hijita, tan rico, que a ella se le antoje y exija su ración de buena verga.