Mamá se divierte con su bebé… y ahora papá también (PARTE 2)
Salió mejor de lo que esperaba .
Mamá se divierte con su bebé… y ahora papá también (parte 2)
Cuando Gastón volvió de su viaje de trabajo a Uruguay, la tensión entre nosotros era palpable. Ninguno de los dos tocó el tema sobre lo que había pasado… el video tan obsceno y para nada digno con nuestro hijo que le había mandado.
No me puse a pensar en que fue lo que hice o porque lo hice, los días después de lo sucedido, mi hijo se comportó como si no hubiese pasado nada, y yo hice lo mismo. Estuvimos yendo a la casa de sus abuelos, a la plaza, a comer helados y a cenar con mis amigas también con hijos, y en ningún momento Lolo había hecho mención o ni siquiera insinuado nada de lo que había pasado entre nosotros. Como su madre se garcho a sí misma usando su cuerpecito.
Quiero creer que se le olvidó, o tal vez lo vivió como un sueño. Pero al que definitivamente no se le olvidó lo que vio, es a mi marido.
Gastón estaba silencioso y bastante frio conmigo. Casi no hablábamos desde que llegó hace tres días, pero por lo menos me daba los buenos días, habíamos ido juntos los tres a comer a lo de su familia, y veíamos alguna película juntos después de cenar.
Pero me está matando su indiferencia a la hora de coger, de tocarnos. Gastón y yo somos fuego como ya les había dicho. Nos cogemos como conejos en cualquier lugar o situación. Es la manera en la que con solo mirarnos, a mí se me moja toda la concha y él está listo con su pija dura para garcharme.
Lo intente todo en estos tres días para que me vea: salía del baño desnuda, hacia el desayuno en tanga, durante las noches dormí desnuda y restregué mis tetas en su espalda, me eh comprado conjuntos de puta y me los eh puesto frente a él, y nada.
Los nervios no me dejan ni siquiera comer, no soportaría que me pida el divorcio y que nuestro hogar se rompa por la cagada que me mande.
Eh borrado el video y espero que él también lo haya hecho, quiero que dejemos lo que paso atrás.
Por eso, una de esas noches en las que estamos los dos sentados en la cama de nuestra habitación viendo el noticiero, con Lolo durmiendo en el medio de los dos, lo miro con mi mejor cara de arrepentimiento, y le pido para hablar.
-Gasti, ¿podemos hablar?
Él saca la vista de la pantalla y me mira con seriedad. – ¿Qué pasa?
-Necesito que hablemos.
-¿De qué?
-Sabes de que, Gastón. No soporto más que no me dirijas la palabra. Ya sé que lo que hice fue atroz pero yo… no se… yo…
-¿Te arrepentís? -asiento con fuerza. -Es nuestro hijo, Flor.
-Lo sé, amor, lo se.
-Abusaste de nuestro hijo de tres años. Y encima lo grabaste y me lo mandaste comportándote como una maldita puta.
Sus palabras, aunque sé que tienen el propósito de herirme, logran todo lo contrario. Me estoy calentando, pero no digo nada.
-Perdón Gastón, por favor, perdón.
-No es a mí a quien le tenés que pedir perdón, es a nuestro hijo.
-Lo sé, ya lo hice. En el momento en que me di cuenta de mi error, lo hice. Pero él… él parece no acordarse, Gastón.
-No es que no se acuerda Flor, es un niño de tres años con su mamá, piensa que es normal lo que hiciste con él. Dañaste la mente de nuestro hijo.
Asiento con la cabeza gacha sin poder mirarlo. Lo sé, me pedirá el divorcio, me denunciara y me sacaran a mi hijo. Iré a la cárcel y toda nuestra familia se enterara lo depravada que soy. Cruce una línea, el límite.
-Yo…
-¿Te gustó?
Pero su pregunta, me deja desconcertada y levanto rápido la cabeza, mirándolo sin saber que responder. -Yo…
-Decime la verdad.
-Amor, por favor…
-¿Te gustó o no?
Las palabras salen de mi boca con vergüenza. -Si.
El silencio es sepulcral por varios segundos en los que solo se escuchan nuestras respiraciones y la tele.
-¿Sabes la cantidad de pajas que me hice viendo ese video, Flor? No tenés idea lo dura que me pusiste la poronga con ese video de mierda. Te pasaste tres pueblos, pero me calentaste de una manera demencial. Cuando lo vi, tuve que salir de la reunión y hacerme dos pajas. -con una de sus manos me acerca a él, agarrándome del cuello. -Lo guardo como si fuera mi tesoro, y de ahora en más, quiero muchos así. Quiero verte cabalgar la pija de nuestro hijo de tres años como la puta que sos, amor.
La manera en la que entre mis piernas inmediatamente se siente húmedo, como mi conchita se moja con sus palabras, se me seca la boca y lo miro con hambre. Hambre de pija, de su pija. La única que quiero por siempre.
-Amor, te amo. Pensé que me ibas a pedir el divorcio. -el alivio que siento es automático y ahora si podría llorar.
-Nunca. Me encanta lo enferma que sos, gorda. Pero siempre para mí y por mí.
-Si, amor. Te lo juro.
-Y que tengas cuidado. Lo que hiciste con Lolo es demasiado peligroso.
-Lo sé, yo solo, estaba re caliente, extrañaba tu pija y no sé qué me paso por la cabeza… yo.
-Ya está. Te dije, me calentaste demasiado, y quiero que lo vuelvas hacer.
-¿Lo decís en serio? -asiente. -Pero amor…
-Cállate y sacale el pañal. Déjame ver en persona como le chupas la pija a nuestro hijo.
Sus palabras son sagradas para mí, y su aprobación lo único que necesito para que lo que había sentido el otro día cuando la pija de mi hijo de tres años estuvo dentro mío, vuelva. Esa calentura desmedida y enferma la siento volviendo a mi cuerpo.
Mis manos temblorosas se acercan al pequeño cuerpo relajado de Lolo, nuestro hijito. Duerme como un ángel, y ahora está usando su pijama favorito de Paw Patrol, cosa que me enternece y me calienta en partes iguales.
Gastón a mi lado se levanta de le cama con cuidado, y veo como toma su celular. Cuando lo pierdo de vista, procedo a sacarle el pijama a mi hijo, y su pañal que está limpio porque se lo puse hace poquito cuando lo cambie para dormir.
Cuando lo tengo completamente desnudo enfrente mío, los recuerdos de aquella vez vienen con velocidad a mi mente, lo que hace que se filtren mis jugos por mi concha y se deslicen por mis piernas desnudas. Estoy usando un pequeño babydoll de pijama sin nada abajo, unas de las artimañas que estuve utilizando estos días para que Gastón se fijara en mí.
-Hacelo.
Su voz a mis espaldas me sobresalta, me doy la vuelta para mirarlo y veo como sostiene su celular en alto. Esta grabándonos.
-¿Gastón, que haces? No grabes.
-¿Ahora te molesta grabar? Sacate eso y chúpale la pija a tu hijo como te encanta. Hacelo amor.
Lo hago mientras lo miro. Me saco el pequeño vestido y quedo completamente desnuda frente a mi esposo que acerca el celular a mis tetas gordas, mi panza plana, mis caderas y a mi concha depiladita.
-Uff amor, estas muy mojada. Por dios, que puta que sos.
-Si, amor. Me mojas toda.
-Dame un beso. -sus labios chupan los míos con ganas, nuestras lenguas se enredan y la saliva pasa de una boca a la otra. Cuando se aleja, me escupe y me pega una pequeña cachetada que me hace temblar. -Ahora, divertirte con nuestro hijo y déjame ver todo.
Lolo no se entera de nada cuando mis labios comienzan a besar su carita, bajan hasta sus labios semi abiertos y lo beso. Lo beso como si estuviera besando a su papá, mi lengua se adentra a su boca y saborea la suya tan inocente. Su sabor es puro y su olor es ese único a bebé que me está poniendo más enferma de lo que soy.
Mis besos bajan por su pecho, panza, brazos y piernas. Paso de largo la parte más divertida porque quiero acariciarlo y trasmitirle todo mi amor. Amo a mi hijo y aunque nadie va a entender esto que estamos haciendo, sé que es el acto más puro de amor para demostrarlo.
Cuando agarro su pequeña pija con mi mano, escucho como su papá detrás mío resopla. Luego su cuerpo se coloca a mi costado y comienza a grabar mi cara, a nuestro hijo y lo que estoy haciendo.
-Métetela toda en la boca. Mostrame como le chupas la pija a tu hijito mientras duerme. Sos una enferma asquerosa, te voy a reventar la concha pijazos por puta. Por lo que le estás haciendo con nuestro hijo.
Asiento lloriqueado mientras introduzco la pija de mi bebé en mi boca caliente. Las palabras de mi marido me excitan demasiado.
La pija de Lolo empieza a ponerse dura y eso me emociona. Lo chupo sin importarme si se despierta o no. Las palabras de su papá me ponen loca y lo único que puedo hacer es chupar, lamer y escupirlo.
Lo siento moverse y sus ojos se abren. Al principio mira el techo, luego a su padre parado a nuestro costado y luego a mí. Cuando sus ojos verdes se encuentran con los míos, la sonrisa más maravillosa aparece en su pequeño rostro.
-Mami. -balbucea y yo me siento venir.
Mi marido también sonríe. -Mira lo que está haciendo tu mami, campeón. Mira lo que te hace. Te está comiendo toda la pija porque cuando papi no está, vos vas a ser el encargado de cogerte a mami. De mantenerla complacida y con esa concha de puta llena todo el día. Quien sabe, capaz que cuando seas grande le haces un bebito como vos y seguimos el ciclo.
Estoy tan excitada que solo mis dedos y sus palabras son suficiente para que un orgasmo vibrante recorra todo mi cuerpo.
-¿Te acabaste toda, amor? Que puta de mierda, te imaginaste preñada de tu propio hijo y acabaste. Me volvés loco. Vení para acá.
Lolo solo nos mira, sus ojos van de su papi a mí y viceversa, pero no dice nada. Cuando nuestras miradas se encuentran, me sonríe e intenta levantarse. Yo me alejo para que lo haga, pero su papá lo detiene.
-No terminamos. Chúpale el culo mientras yo te cojo.
Pone a nuestro hijo de espaldas, en cuatro y este para sorpresa mía, se queda en esa posición. No rechista ni llora, solo lo escucho respirar con fuerza cuando su propio padre abre su pequeña colita, y escupe con fuerza en su agujerito. El ano de mi bebé es rosita, chiquito y limpio y se me hace la boca agua.
Gastón luego de escupirle, le pasa un dedo varias veces pero sin meterlo. Yo lo miro, sus ojos están desorbitados. Esta extremadamente excitado y su poronga dura y venosa lo demuestra.
-¿Estás pensando en cogerte el culito de tu hijo, amor? ¿Te gustaría meterle la pija como me la metes a mí?
Me mira y una sonrisa pícara se posa en sus labios. -Le rompería todo el orto, no te voy a mentir.
-Pero no podés, lo vas a lastimar. Tenes la pija muy grande.
-Lo sé, por eso por ahora te lo voy a romper a vos. Ponete en cuatro y pasale la lengüita por el orto a nuestro hijo mientras yo te cojo. Te voy a llenar de leche el orto, Flor. Hoy me calentaste más que nunca.
Sus palabras me enamoran, y acariciando con suavidad y amor a nuestro bebé, empiezo a pasar mi lengua desde sus pequeños huevos hasta su culito. Un manjar.
Mi marido detrás mío, escupe y dilata mi ano con dos de sus dedos. Estoy acostumbrada a que me haga el orto muy a menudo, así que cuando su pija entra de forma brusca, solo puedo gritar de gusto. Me siento tan llena y receptiva, que al rozar mi clítoris con uno de mis dedos, y sentir el agujerito virgen de mi hijo en mi lengua, hace que acabe otra vez.
-Uff, trola. Mira cómo me apretás la verga, amor. Pasan los años y seguís teniendo un orto hermoso. Te amo tanto.
-Siii. Me volvés loca, amor. Y ahora con nuestro hijo, estoy en el paraíso.
-¿Si? ¿Te gusta lo que estamos haciendo? ¿Queres que mientras yo te hago todo el orto nuestro hijo te meta la pija en la conchita?
-Si, quiero.
-Hacelo entonces.
Manejamos a Lolo como un muñequito. Él solo dice cosas sin sentido, balbucea, canta y se ríe con nosotros. Piensa que estamos jugando y eso me excita demasiado. Su pequeña pija sigue dura, esta rojo y sudado. Me dan ganas de comérmelo entero. Gastón detiene sus arremetidas y hace que me coloque encima de nuestro hijo sin lastimarlo. Cuando siento como se desliza dentro mío el pequeño miembro, resoplo. El de mi marido se siente mil veces más, pero la imagen de ver al padre haciéndome el orto y al hijo de tres años debajo de mi cogiéndome por la concha, hacen que otro orgasmo a traviese mi cuerpo. Es tan fuerte, que el líquido sale de mi sin poder detenerlo y baña la panza y piernas de mi pequeño hijo.
-¡AH, DIOS! -me siento morir, pero Gastón no se detiene, una de sus manos me masturba por delante y yo sigo moviéndome como desaforada sobre mi hijo.
-¿Mami ta ben?
-Mami está bien, Lolo. Mami esta perfecta. Mami está feliz porque está disfrutando de las dos mejores pijas del mundo. Uff, mi amor no sabes lo que me encanta sentirte dentro mío, ojala tuvieras leche así me haces un bebito como vos, como dice tu papá.
-¡Agh, puta de mierda!
-¿Papi?
-Decile a papi como lo querés, Lolo.
-Te quelo papi.
-Si mi amor, yo tambien te quiero. Voy a llenar toda de leche a tu mamá por vos.
-Si, pero lléname la conchita. Acábame toda la concha así me preñás vos. Quiero que tengamos una nena y vos le hagas la concha desde que nace. ¿Te imaginás, amor? Una nena igual de trola que yo, que aguante la pija gigante de su papá desde bebita.
-Sos una hija de puta. Te amo con mi vida Florencia.
Sus palabras finalizan con un gran grito cuando hace lo que le digo y su pija se mete en mi concha y eyacula ahí. Siento como el líquido caliente invade dentro mío, y rezo para que un embarazo de una nena venga pronto.
Lolo se asusta por el grito de su papá así que empieza a llorar. Con Gastón nos recomponemos rápido cuando lo escuchamos, y rápidamente vamos los tres al baño, nos limpiamos, acomodamos todo y volvemos a ponernos el pijama. Preparo una mamadera para Lolo y lo hago dormir como si no hubiese pasado nada.
Gastón busca mi mirada entre la oscuridad quince minutos después que estamos relajados. -¿Lo decías en serio lo de tener una nena?
Muerdo mi labio y asiento. Ahora estamos en frio y no sé cómo se pueda tomar las cosas, pero no creo que volvamos atrás con esto.
-Si amor, además de que ya creo que podemos tener otro porque Lolo esta grandecito, ¿qué mejor si es una nena?
-¿Y decías en serio lo de dejar que me la coja desde bebita?
-Si.
Silencio.
-Entonces espero con ansias que quedes embarazada.
-Yo también, amor.
Los dos nos reímos, nos besamos y besamos a nuestro hijo que duerme pacíficamente en el medio de sus dos padres que lo aman y harán que crezca en la mejor familia que le pudo tocar.
Junto a su futura hermanita.
No puedo creer que: hoy entré acá por primera vez y leí la 1ra parte. Y justo hoy suben la 2da jaja. Se pueden seguir los usuarios de acá? Hay gente que escribe muy piola. Soy de Argentina.
Creo que no se puede Bro, pero si hay relatos que son excelentes, como este. Ojalá poder seguirse
Me encanta, muy buen relato, al igual que el primero, me genero mucho morbo, también fantaseo mucho con tener una relación así con alguna chica algún día y ser cómplices de lo morboso. Espero que sigas escribiendo más relatos de esta historia. Y esta bueno saber que hay gente cerca de mí que tiene los mismo morbos y fantasías (también de Bs As). Saludos y espero tus próximos relatos.
Estuve esperando semanas está segunda parte pero valió la pena. Se pone cada vez mejor, tiene buena pinta para una tercera parte.
Me encanta como escribis.
Saludos desde Bs As
graciasss 😉
Uno de los mejores relatos que lei por acá, al igual que los que escribieron comentarios a este relata, te pedimos que sigas con el relato. Yo de, Buenos Aires, amante del incesto.