MARAVILLOSA EXPERIENCIA CON UNA MUJER CASADA
Por la época de mis veintisiete años fui a una fiesta con mis padres, la verdad yo no quería asistir y solo lo hice porque mi madre me insistió con la condición que si estaba aburrido me podía regresar a casa. Llegamos al club, una fiesta que pintaba ser excelente, buena música, el sitio agradable.
Por la época de mis veintisiete años fui a una fiesta con mis padres, la verdad yo no quería asistir y solo lo hice porque mi madre me insistió con la condición que si estaba aburrido me podía regresar a casa.
Llegamos al club, una fiesta que pintaba ser excelente, buena música, el sitio agradable, licor todo el que uno quisiera y más tarde cuando vino la cena, maravillosa. Poco a poco me fui adaptando, mis padres me presentaron con algunos amigos y amigas y después de tomarme confianza decidí a la hora del baile invitar a una señora de unos cuarenta y cinco o cincuenta años, muy bonita, además con un porte que me sorprendió. Sin pensarlo mucho me decidí invitarla a bailar ya que no le vi a su lado ningún acompañante, solo mujeres que conversaban con ella unos minutos y seguían su camino.
Cuando me acerqué a invitarla a bailar le dije muy respetuoso… ¿Puedo invitarla a bailar o soy indiscreto?
Ella me respondió con una sonrisa y una frase que me sorprendió… Como me voy a negar a un joven tan atractivo.
Eso elevo mi ego a diez mil y le extendí mi mano para ayudarla a levantar del asiento. Al estar bailando hablamos de cosas intrascendentes y como vi que tenía argolla, le dije, me da pena que de pronto tu esposo se pueda disgustar porque te haya invitado a bailar. Pero me respondió, si estoy casada pero mi esposo no vino, siempre son mas importantes sus negocios que su esposa. Vine por la amistad que tengo con los dueños de la fiesta, pero gracias por invitarme a bailar, ya me estaba aburriendo.
Con este cruce de frase me sentí confiado y me quede bailando y conversando con Patricia, ese es su nombre, y hasta me olvide de mis padres. A la media noche ella dijo que se tenia que retirar porque al día siguiente debía presentar una conferencia en la empresa que trabajaba.
Le dije en broma…No sabía que tenía el honor de estar bailando con una alta funcionaria de alguna empresa muy importante. Ella se rio y me respondió, ni soy una alta funcionaria, ni trabajo para ninguna multinacional, es una empresa pequeña que aprecio mucho y le dedico mi tiempo con mucho gusto.
Qu bueno eso me alegra, lamento que te tengas que ir porque estaba muy entusiasmado con tu compañía. Ella me respondió… pero podemos volver a hablar más adelante anota mi número de celular. Luego beso en la mejilla y ella se dio vuelta, al verla alejar disfrute mucho observar su hermoso cuerpo, con unas piernas espectaculares. Cuando regresamos a casa no podía de dejar de pensar en ella, pero con el paso de los días la olvide hasta que una noche que regrese de una fiesta con unas cuantas copas encima revisando mi celular vi pasar el numero de Patricia, incluso sin apellido lo había anotado y se me ocurrió enviarle un mensaje de WhatsApp, pero como estaba mareado por el licor escribí algo indebido, pero cuando lo quise borrar ella ya lo había abierto.
Pensé es la final de mi relación con ella, cuando de pronto veo su respuesta que decía… estoy desvelada y tu mensaje me hizo reír mucho, claro una risa silenciosa porque a mi lado duerme mi esposo como una foca jajajaja.
Vi que no la había embarrado con mi mensaje y decidí, seguir diciéndole…es que acabo de llegar de una fiesta, me tomé unas copas y recordé el día que te conocí en la fiesta eres una mujer maravillosa. Ella respondió…Gracias, ojalá mi esposo pensara lo mismo de mí. Jajajajaja
Mas atrevido le dije que si me podía enviar una foto. Ella dijo, pero estoy en baby doll.
Le respondí excelente y si es de cuerpo entero mejor.
Oye, no crees que te estas pasando, me respondió.
Entonces yo te envió una mía y si te decides me envías la tuya.
No te rindes fácil, fue su respuesta
A continuación, me pare frente al espejo y me tome una foto desnudo solo con el bóxer notándose mi erección. En ese momento estaba envalentonado y dispuesto a todo, si me cortaba no perdía nada.
Su reacción fueron unos emoticones demostrando alegría y a continuación, creo se fue al baño y allí se tomo una foto de cuerpo entero y gracias a su baby doll semitransparente podía notar sus senos paraditos, no sé si de excitación.
Le respondí, también con emoticones de emoción, pero de pronto un poco atrevidos. En ese momento estaba muy excitado y no pensé en ningún momento ninguna consecuencia.
Ella solo respondió. Gracias, me voy a tratar de dormir. Y unos emoticones de abrazos
Días después, le volví a escribir a media noche, tirando el anzuelo y ella enseguida me respondió. Aún estoy despierta, me contó que a esas horas ella continuaba despierta en la cama y no le molestaba mi mensaje. Estuvimos un buen rato hablando de todo y de nada, pero fue suficiente para que me empezara a interesar en ella, a más que observar su foto me excitaba, esos hermosos senos asomando sus pezones.
A los dos días, en la tarde le volví escribir y le pregunté si podía llamarla. Al momento me respondió que si, pero que la esperara media hora, terminaba un trabajo y hablábamos. Esperé un poco más de media hora y la llamé
Ella contestó encantada y estuvimos una hora hablando. Me contó de su matrimonio que tenía dos hijos y descubrimos que vivíamos a escasos 5 minutos el uno del otro.
Al día siguiente por la tarde, mientras iba al trabajo me la encontré, ella iba con prisa y nos saludamos rápidamente, pero después de nuestras conversaciones no pude evitar fijarme en ella más detenidamente. Era una mujer un poco más bajita que yo, no era una modelo, pero guapa y se mantenía en forma. Una mujer mayor que yo, pero no pude dejar de sorprenderme al mirarla marcharse, tenía un culo que muchas de veinticinco quisieran tener. Se notaba duro y bien puesto. No pude no imaginarlo sin pantalón…
Esa misma noche estuvimos hablando por WhatsApp y la conversación empezó a subir de nivel. Ella me contaba que su marido no le hacía demasiado caso y que alguna vez había estado a punto de serle infiel. Yo le contesté:
– ¡Que tonto tu marido! ¡Cuántos quisieran poder tener una mujer así!
– Jajajaja No me digas eso. ¡Que eres muy joven y me ruborizo! – replicó ella.
– Cuantas mujeres quisieran estar tan en forma como tú, uno es joven, pero no tonto.
Ella me dio las gracias y se despidió con alguna excusa. Yo creí que se había molestado y no insistí más.
Al mes siguiente no había vuelto a tener noticias de ella, pero tampoco me preocupaba demasiado. Me fui de vacaciones con unos amigos, estuvimos cinco días de playa y fiesta y subí alguna que otra foto a las redes sociales.
Ella entró la página de internet donde había colgado las fotos del paseo y me escribió diciendo que le gustaban mucho que había subido, que parecía que estaba disfrutando el verano. Yo le respondí.
– Hola Patricia! La verdad es que si, estuvimos disfrutando mucho. Si te gustan las fotos, tengo alguna más… Si te apetece, en esta semana podemos acordar una cita y te enseño las demás. Aunque te puedes sentir incómoda… Como soy más joven que tu… Quizá la edad es un problema para ver fotos…- le dije para picarla.
Se le sentía animada y decidida. Contestó
– Claro que no, yo encantada, me gustan mucho las fotos que has subido. Ser un poco mayor que tu no es un problema, para nada.
– ¿Para nada? ¿Seguro? – le dije.
– Para casi nada… jajajaja. Si quieres el jueves en la mañana tengo libre, podemos quedar y me las enseñas.
Yo accedí porque como puedo trabajar a distancia. la invité a que se acercara por mi apartamento.
El jueves solo podía pensar en lo que había quedado con Patricia. Nada más despertar me metí en la ducha, me arregle, ordene el departamento y esperé a que llegara.
A eso de las diez llamaron al timbre, era ella. Abrí la puerta y la invité a pasar y se sentará en el sofá. Saqué un par de bebidas y nos pusimos a charlar y a ver fotos en mi ordenador. Al ir pasando nos encontramos con una sorpresa, una foto de todos desnudos en la playa de noche. La pasé rápido y me reí. Ella me dijo también riéndose:
– ¡No la pases! ¡Que no la he visto!
Yo me armé de valor y volví hacia atrás. Allí estaba ella mirando el centro de la foto, donde yo estaba. Se sonrió y dijo:
– ¡¡Vaya grata sorpresa!!
– ¿Te gusta? – le respondí.
– A nadie le amarga un dulce… y si lo tienes cerca, menos- me dijo agachando su vista hacia mis piernas.
Yo estaba cachondísimo, tenía la polla que se me iba a reventar. Nos quedamos unos segundos en silencio y nos abalanzamos el uno sobre el otro. Empezamos a besarnos, a entrelazar nuestras lenguas húmedas. Ella me dijo entre jadeos «Creí que no te ibas a atrever». Cada vez estábamos más cachondos. Patricia se colocó encima de mí, con una pierna a cada lado y se quitó la blusa. Empecé a lamerle el cuello con ansia, bajando hacia su pecho y retirando el sujetador para dejar sus tetas delante de mi cara. No eran muy grandes, pero estaban en su sitio y me encantaban. Las estuve lamiendo durante un buen rato, rozando el pezón con la punta de mi lengua y mordiéndolos. Me las metía una y otra vez en la boca, como si se acabara el mundo. Ella jadeaba y apretaba mi cabeza contra su pecho. Estaba tan cachonda como yo.
Nos levantamos del sofá y fuimos hacia la habitación mientras nos desnudábamos. Al llegar al dormitorio y sin mediar palabra, terminó de quitarse la falda, se agachó y me retiró el bóxer saltando mi verga como un resorte. La miró con deseo y empezó a lamerla, desde la base hasta la punta, una y otra vez hasta que, por fin, se la metió entera en la boca. Yo no podía dejar de mirar con que ansía se la tragaba entera una y otra vez, le estaba gustando y yo estaba a punto de correrme en su boca cuando ella afortunadamente paró.
Se levantó y empezamos a besarnos de nuevo mientras yo le metía la mano en la concha. La cual tenía perfectamente depilada, pero sobre todo estaba mojada. Muy lubricada. Nos tiramos en la cama mientras yo jugaba con mis dedos dentro de ella. Cerraba los ojos y jadeaba una y otra vez, quería que la follara y yo le daba a probar sus jugos metiéndole los dedos en la boca para que me los probara, cosa que hacía sin oponerse.
Bajé recorriendo su torso hasta las caderas y hundí mi cabeza entre sus piernas. Le lamía de arriba a abajo una vez, y otra vez, y otra vez… No quería dejar de comerle su concha, y era toda para mí. Mientras movía mi lengua le metía dos dedos dentro y los movía tan rápido como podía. Ella estaba a punto de explotar cuando paré.
Ella entendió perfectamente lo que quería, así que se dio la vuelta y se puso a cuatro patas. Ahí lo tenía, delante de mí. Ese culo que había imaginado tantas veces desnudo. Ella lo acercó a mí, me cogió la verga y la puso a la entrada de su concha y luego yo comencé a bombear. Yo no tardé en reaccionar, la cogí por las caderas y empecé a chocar una y otra vez contra ella. Oía mis huevos rebotar contra su culo y eso me ponía aún más cachondo. Ella gemía y me pedía más y más. Mojé mi pulgar en su flujo y se lo introduje en el ano mientras no paraba de follarla. Una y otra vez. Sin parar y con todas mis fuerzas. Le besaba la espalda sin parar mientras ella pedía que la follara y me decía:
– Vamos, lléname mi concha con tu semen. Préñame si quieres, pero hazlo ya
No pude más y con un grito de placer me corrí dentro de ella. Al sentir mi semen en su interior ella disfrutó su orgasmo y se corrió entre espasmos y jadeos.
Nos quedamos allí conectados un buen rato, exhaustos y sin decir nada. Luego ella se levantó, se bañó y desnuda salió a vestirse, pudiendo yo admirar su maravilloso cuerpo luego se acercó a mi que continuaba tirado desnudo sobre la cama me dio un beso en la boca y tocando mi verga dijo…Adiós amigo, pronto espero volver a tenerte dentro de mí.
Había sido el primero de nuestros muchos encuentros. Pero afortunadamente, para mi ella lograba disfrutar a pleno el sexo conmigo, porque su marido anda ocupado con sus negocios así que una vez cada semana Patricia me visita y disfrutamos al límite.
Recientemente, sus hijos se fueron a una excursión del colegio, y coincidió con un viaje de negocios de tres días del esposo, así que ella se trasladó desde el primer día a mi departamento después de dejar a su esposo en el aeropuerto, y ese día y la noche fueron maravillosos.
Para comenzar ella llegó al medio día y yo había pedido un maravilloso almuerzo que ella disfruto al límite acompañado con un vino que también fue de su agrado. Desde un comienzo todo parecía el comienzo de una luna de miel. Los abrazos, las caricias, los besos todo con mucha ternura así que la tarde la pasamos hablando, incluso jugamos cartas apostando prendas de forma que la llegar la noche los dos estábamos totalmente desnudos, iniciando una noche de pasión inolvidable.
En medio de caricias y besos, vinieron confesiones de parte de ella diciendo que cuando yo la invite aquel día en la fiesta a bailar, ella desde ese momento pensó…quiero que este joven me haga suya y me folle y yo le confesé que cuando ella se despidió y dio media vuelta al ver su culo, pensé como será desnudo. Y ella me dijo… ¿De verdad? Eres un morboso, jajajaja
Y yo le replique ¿y tu deseo que te follara qué?
Eso es pasión jajajaja.
Le propuse ir a la cama y cambiando de posición iniciamos un sesenta y nueve delicioso, esta mujer mamaba mi verga de una forma increíble, me acercaba a explotar dentro de su boca y luego calmaba las aguas con sus caricias. Mientras tanto yo buscaba meter mi lengua en su concha y luego me concentraba en chupar su clítoris y escuchar sus quejidos aajjj, aajjj, aajjj y por momento paraba de mara mi verga y decía cosas como… me fascina tu lengua en mi concha y que chupes mi clítoris, pero no lo hagas muy seguido porque voy a tener un orgasmo y quiero prolongar este momento. Nos detuvimos ella se sentó sobre mi y comenzamos un beso eterno, yo le acariciaba los senos y ella me decía que rica verga tengo dentro de mí. Me la voy a llevar para mi casa jajajaja.
Cada cosa que hicimos cada posición fue tan excitante que cuando nos dimos cuenta ya era media noche. Entonces le pedí que se acostara boca arriba y en posición de misionero comencé a follarla y le dije… estando así creo que eres toda mía y ella me respondió… si soy toda tuya, pero me debo a mi familia, particularmente a mis hijos.
Pues hoy te voy a preñar para que tengas un hijo mío. Jajajajaja
! Vamos hazlo ¡. Me reto, y yo comencé a follarla con mucha efusividad, nuestros sexos chocaban con furia, sentía que mi verga entraba hasta lo más profundo de su concha y ella fue elevando el tono de sus gemidos, aaigg, aaigg, aaigg, aaigg, y decía… eso, eso, destroza mi concha, que es toda tuya, vamos, vamos, dame más verga, quiero que te corras muy adentro y me preñes, aprovecha lo que no sabe disfrutar mi esposo. Y finalmente ella gozo con un estruendoso orgasmo y yo me corrí como nunca antes. Llene su concha con mi semen y nos quedamos pegados hasta dormirnos, manteniéndose mi semen en su interior.
Un mes después de aquel día, ella me dijo… Creo que estoy embarazada, tengo quince días de atraso.
¡Verdad? ¿O sea que vamos a tener un hijo?
Ella soltó su acostumbrada carcajada jajajajaja. Y dijo… eso creí hasta ayer que me llegó la menstruación. Ya no vas a hacer papa, pero hoy tendrás besitos y caricias. Y pasamos el tiempo consintiéndonos como enamorados, porque ella desde un comienzo me advirtió que no fuera a enamorarme de ella, porque jamás dejaría su familia.
Aquí seguiremos disfrutando de esta oportunidad, pero no sé hasta cuándo. Saludos
Que delicia. Muy cachondo. Excelente