Marcela, mi vecina mal atendida!!
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alerocket.
Acá me encuentro recordando una de los tantos encuentros que tuve con una vecina.
Mi nombre es Alejandro, hoy tengo 41 y soy de 1.84 metros de altura aprox., pelo castaño, ojos claros, buen físico y un pene de unos 16 o 17cm.
Marcela vivía frente a casa, en ese entonces tenía 35 años estaba casada y tenían una hija en común. Era una mujer recatada y seria, bastante atractiva, alegre, buena figura, pelo largo negro de tez blanca, elegante para vestir……toda una mujer!!. Darío, su esposo trabajaba de noche y volvía recién tipo 08hs de la mañana. Una madrugada de un día de primavera, aprox. A las 06hs me llama (telefónicamente) mi vecina marcela, pidiéndome si me podía cruzar hasta su casa, debido que escuchaba ruidos en el patio. Yo sabía que su marido no estaba así que me cruce. Ella me estaba esperando y luego de ingresar revise su patio, pero no había nadie, aunque había huellas de que alguien había andado por allí.
Ya revisado y en el interior de su casa, me percate que mi vecinita tenía un camisón bastante traslucido que dejaba ver su ropa interior y su figura. Si bien teníamos buen dialogo y confianza, ella nunca se me había mostrado así, aunque por las circunstancias, no me pareció desubicado. Tenía unas buenas tetas y una cola más que aceptable. Yo me encontraba con un pantalón corto y debido a la presencia de marcela con esa ropa, se me paro la pija y no sabía cómo hacer para disimular la erección. Ella muy agradecida me dijo: –te voy a preparar un cafecito—y enfilo para la cocina.
Mi vista se clavo en su culo, mientras me disponía a sentarme en la mesa. Al rato apareció con el café y pude verla venir……era un regalo para mis sentidos!! Esas tetas firmes que tenia y su tanga con encajes, mantenían mi pija dura.
Le pedí en tono de humor: –marce, podes ponerte algo menos trasparente? Por tu culpa ahora cuando llegue a casa me voy a tener que desquitar con mi mujer y para colmo no le gustan los mañaneros!!—
Risas de ella de por medio, respondió: –a mi me encantan los mañaneros (se puso roja), pero mi marido llega cansado y se duerme!! Así que mira como son las cosas, yo quiero y no me dan y vos queres y se te complica!!—
Ambos nos prendimos, ella se expresaba con sutileza, pero tampoco aflojaba. Viendo que ella respondía a mis indirecta empecé a tirarle palos mas directos: –si yo fuera tu marido y llegara a casa y me recibís así de divina como estas…..sabes cómo te entro!!!—
Ella: –Ale, no me agites más…….que encima, hace rato que Darío no me atiende—
Noooo!! Respondí, y agregue: –sabes cómo me gustaría ponerte al día marcelita— me pare y acerque a ella, quien se percato de inmediato que tenia la verga parada, dirigiendo su mirada a mi bulto y aproveche para decirle ya que no lo disimulo en lo mas mínimo: –no me puedo ir a casa así…..vas a tener que ayudarme para que se baje—
Marcela se levanto y me quemo con su mirada y me dijo, con cierta calentura –lo que te haga falta Ale— la tome de la cintura y probé su boca, manejaba bien su rica lengua. No teníamos mucho tiempo así que no pude disfrutar de su boca el tiempo que hubiera deseado y la lleve hasta un sillón, donde empecé a bajarle la bombachita, diciéndole: –quiero probar tu conchita marcela— ella se puso en cuatro patas arriba del sillón y girando su cabeza hacia mí, con tono atrevido, me dijo: –toda tuya bebe—
De la forma que se dirigió hacia mí me pareció muy lanzada, ella era muy ubicada. Pero claro, ahora estábamos en otra situación y su actitud en la intimidad era otra…….su conducta era bien de puta sensual, y me gusto eso en ella. El contraste que mostraba ella en el trato diario y ahora en este momento, era muy notorio y sin lugar a dudas provocaba un deseo sexual mucho más alto!!
Ante la forma que se me ofreció, mi calentura se puso a mil, allí estaba su concha esperando mi lengua que no tardo en separar sus labios y sentir sus flujos…..chupaba sus labios, su clítoris también recibió mi atención con un trato preferencial que hacía que marcelita, además de gemir dulcemente, arqueara su espalda, reflejo de lo que sentía. El placer que demostraba, me calentaba cada vez más. Su voz dulce y cachonda en la intimidad me encantaba, era muy erótica, y me sentía muy sorprendido de comprobar lo caliente que era marcela en la cama, ni me lo imaginaba!!
Mi boca y cara de tanto disfrutar y estar sumergida en su vagina, estaban embardunadas con sus flujos. Marcela parecía una gatita por los ronroneos suaves de su voz……..me pare y en esa misma posición la penetre!!! Qué bien se sentía estar dentro de mi querida vecina y poseerla de semejante forma. Ella reacciono estupendamente al tener mi verga dentro de su vagina, empezó a mover sus caderas de forma sensacional, demostrando que sabía. Mientras yo con mis manos manoseaba sus tetas y le apretaba con los dedos sus pezones. Salive el dedo pulgar de mi mano izquierda y se lo introduje con cuidado en el culo, que lo tenía bien apretado!!
Al entrar mi dedo, ella largo un corto quejido pero no se opuso. Lo tuve allí un ratito y después empecé a sacárselo por completo y ponérselo repetidamente……..ella dejo de moverse y disfrutaba de lo que hacia mi dedo —que lindo se siente eso en mi culo— me decía. Por lo que, viendo que le gustaba y se la aguantaba, le apoye mi verga y presione de a poco hasta que entro, me empecé a mover. Marcela me decía: —por dios ale….como me gusta, no aguanto…..uhhhh por dios—- mientras con una de sus manos se masturbaba! ! Hasta que marcelita no aguanto más y tubo una acabada digna de una gatita a la que le hacía mucha falta que se la cogieran.
Ahí nomas me baje a su concha y se la chupe para disfrutar su acabada, ella se mostraba muy sensible ante mi lengua y parecía no aguantar ante cada lengüetazo mío, insistí y al rato note que marcela iba en busca de su segundo orgasmo. Me senté en el sillón e hice que se sentara en mi verga, ella gustosa empezó a cabalgarla mientras yo chupaba sus pezones y también me comía su boca. Era sumamente placentera para ambos esa posición.
Mi vecina se movía maravillosamente bien y en unos pocos minutos no aguante más y me hizo explotar con tremenda intensidad. Ella al sentir mi semen dentro de ella incremento sus movimientos, y con mi verga todavía dura, trataba de aguantar ya que mi pija estaba por demás sensible y quería que ella llegue al clímax. No tardo mucho, y sus últimos movimientos fueron muy, pero muy intensos. Marcelita descargo toda su energía y placer en mí. Su cuerpo estaba tembloroso por semejante orgasmo. Ahí quedamos, yo con la pija dentro de su colita y ella recuperándose, pero sin dejar de menearse suavemente. Después de un ratito me dijo: –voy a terminar lo que empecé— se arrodillo en el piso y suavemente me limpio la pija con su boca. Feliz por tan buen mañanero nos despedimos con un lujurioso beso de lengua.
Muy decidida me pidió que la siguiera atendiendo, que ella lo deseaba mucho!!
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