Maríanela, la amiga de mi hija
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto que me paso con una amiga de mi hija, no fue buscado ni planeado, se dio mas por curiosidad que por otra cosa.
Mi hija tiene 20 años y su amiga Marianela, es de su misma edad.
Es una chica obesa, realmente gorda, pero muy buena persona.
Vive con su padre desde que su madre los dejo, a ella y a su padre, una chica centrada, muy educada, con los rasgos típicos del peruano, ya que ella nació ahí, pero se crío en España.
Por un problema de desalojo, mi hija me pidió para que si podía venir su amiga a vivir un tiempo con nosotros, ya que se quedo sin casa y su padre se iba a casa de unos amigos, pero le daba miedo llevar a su hija por el ambiente poco recomendable, así que la amiga de mi hija se instaló junto a mi hija en su habitación.
Marianela no estudia, ya que los problemas económicos que había en su casa no la dejaban estudiar y mi hija esta estudiando enfermería, la chica siempre esta dispuesta a ayudar en todo en la casa y estamos la mayor parte del tiempo solos los dos, y hablamos mucho.
Marianela me tiene mucha confianza, me cuenta muchas cosas de ella y su familia, que le había prometido a su abuela antes de morir, que hasta no casarse no iba a perder la virginidad, "pero tenes novio vos?", le dije, "no, la verdad que nunca tuve novio, y con lo gorda que soy, ningún chico me mira", me responde con tono resignado, porque realmente es gorda de verdad, su barriga es bastante abultada, se notan sus tetas que son flácidas, pero por la gordura, su culo es de nalgas grandes, pero también se les nota flácidas por la gordura.
Así hablando me cuenta que ella tiene miedo deque algún chico se acerque a ella con el solo propósito de cogerla y nada mas y ella quiere cumplir la promesa echa a su abuela, "pero nunca tuviste nada con nadie?", le pregunto, "como, no entiendo?", me dijo, mirando mi cara, "ya que no queres perder la virginidad, si nunca tuviste sexo anal, o no le practicaste sexo oral a nadie?", le pregunté, a lo que ella se puso colorada, "no, jamás hice eso", me dijo, bajando la mirada, "lo he pensado, pero la verdad no me atrevo a hacerlo, tengo miedo me hagan daño", me siguió diciendo, "como te hagan daño?", le pregunté, "si, supón que la persona que me va a penetrar por atrás no tiene experiencia y me la mete muy fuerte y me hace daño en el ano, o yo con los nervios no me relajo y me contraigo y me fuerza la penetración, a eso me refiero, en vez de disfrutar voy a sufrir", me decía, no sin tener razón, "tendría que ser una persona con experiencia y que me sepa hacer, que me sepa llevar", me seguía diciendo, "no me importaría perder la virginidad del ano, mientras conserve la de mi vagina", me seguía diciendo, "si, visto así, si, y por lo menos sabrías que se siente tener una relación con un hombre", hablábamos, los dos sentados a la mesa, fumando un cigarrillo, "lo que no tendrías que ponerte es nerviosa, es dejarte llevar, relajarte, y disfrutar de los juegos de relajación, antes de que te penetren", le seguía diciendo, "hay, no me veo desnuda frente a un chico con los kilos que tengo, me muero de vergüenza", me dijo, riendo nerviosa y tapándose la cara, zapateando contra el suelo.
"Pero Marianela, no digas eso, sos rellenita y sabes que hay hombres que nos gustan las mujeres rellenitas", le dije, sonriendo, después de su momento de nervios, "o sea que si yo me desnudo delante tuyo, te gustaría?", me dijo, siempre con su risa nerviosa, "si, me gustaría verte desnuda, porque no", le dije, "hay, a ver que dices, lo hago porque tengo confianza contigo", me dijo, poniéndose de pie y con su risa nerviosa se empezó a desnudar, cuando quedó en sujetador y braga, se dio la vuelta, dejando que le vea su enorme culo, dentro de una enorme braga, y se quitó el sujetador dándome la espalda y se quitó la braga, también de espalda, dejando que le vea sus nalgas con mucha celulitís, sus enormes entre piernas, quemadas por el roce, y se puso frente mio, dejando que la vea por delante, con sus enormes tetas caídas por el peso de su gordura, su barriga que casi le tapaba la peluda concha.
Realmente lo único que atraía de Marianela era que era virgen nada mas, porque para su edad no tiene ningún atractivo, yo la miraba de pies a cabeza, empecé a pasar mis manos por sus tetas, ella me dejaba que la acaricie, riendo nerviosa, pasaba mi mano por el pliegue que hace su barriga sobre su concha, pasaba mis dedos por los pelos de su concha, por los labios exteriores de su vagina, ella temblando me pedía que no le toque la vagina, yo la di vuelta y le acariciaba sus enormes nalgas, las apretaba, se las sobaba, la hice agachar y se las abrí viendo su ano, sudado, con bastante bello, pero bien apretado, bien cerrado, pase mis dedos por su concha, así agachada como estaba y la note empapada, gimió y tembló de placer al sentir mis dedos en los labios de su concha, "abrite vos las nalgas", le dije, sacando mi pija que estaba dura, y se la empecé a pasar por sus nalgas, la metía hasta apoyarla contra su ano, sentía lo transpirado y caliente que tenia la parte de adentro de sus nalgas, me agache un poco y le pasaba la pija por su concha, yo sabía que Marianela estaba tan caliente que no le hubiera importado que la desvirgue ahí nomas de parado, ya que cuando sintió mi pija contra su concha, gimió y abrió sus piernas, "estoy loca por dejarme hacer lo que me vas a hacer", decía, pero no cerraba sus nalgas y dejaba que le pase la pija por su ano y su concha, "no te gusta sentir mi pija como pasa por tu ojete y tu concha?", le dije, pasando y apoyando mi pija en la entrada de su concha, ella gemía a medida que yo hacía fuerza y notaba que por lo caliente y lubricada que estaba, la pija le entraba sin problemas, "no, no me desvirgues, rompe mi culo si quieres, pero no me desvirgues", me dijo, pero seguía agachada y dejaba que le siga forzando la concha con mi pija, "te gustaría que te meta toda la pija en la concha, verdad?", le dije, dejando de forzarla, ya que si seguía la iba a terminar desvirgando,
"me encantaría que la metas toda y me folles, pero no quiero romper mi promesa, mejor rompe mi culo", me dijo, moviendo sus caderas con mi pija metida en la puerta de su concha, "que ganas de romperte la concha que tengo", le decía moviendo mi pija, "y yo de que me la rompas, pero no puedo, no quiero fallarle a mi abuela", me decía sin dejar de mover sus caderas, escuchaba sus gemidos, sus suspiros sintiendo mi pija contra su concha, veía sus tetas como colgaban y su barriga, en la posición en la estaba, "vamos a la cama así me la chupas y te rompo el culo", le dije, sacando mi pija de entre los labios de su concha, "si, si vamos, que no aguanto mas, estoy a punto de pedirte que me desvirgues", me dijo, dejando de abrir sus nalgas y nos besamos por primera vez, abrazando nuestros cuerpos, yo sentí sus enormes tetas como se aplastaban contra mi pecho, como su barriga no dejaba que así de frente mi pija llegue a su concha, "enséñame a chupar tu polla", me dijo Marianela, dejando que me acueste boca arriba y ella me acariciaba la pija, le empecé a decir como debía de hacer y sentía la humedad y el calor de su boca en mi pija, sentía como la chupaba, como la lamía dentro de su boca, como me lamía todo el tronco de la pija, yo acariciaba sus tetas, apretaba sus pezones, le arrancaba gemidos de placer, mientras Marianela disfrutaba chupando mi pija, la hice acostar boca arriba, de piernas abiertas como si la fuera a coger por la concha, le mira sus piernas gordas, su entre pierna quemada por el roce, sus pies regordetes, su concha peluda, me fui agachando hasta que Marianela grito cuando le empecé a chupar la concha, "no, no, no, hay sigue, sigue, que rico, hay me matas", me decía retorciendo su cuerpo sobre la cama mientras yo chupaba y lamía su clítoris, gritaba, jadeaba, no dejaba de retorcer el cuerpo, yo le abría bien sus piernas, hasta que siento como empieza a temblar, como gemía parecía que estaba llorando, levantaba su cintura gritando en medio de un tremendo orgasmo, sus temblores parecían estertores, me pedía a los gritos que le meta la pija, la dí vuelta, la puse en cuatro patas en el borde de la cama, haciendo que se abra las nalgas, viendo su ojete virgen, deje caer saliva en su ano y en mi pija y se la empecé a meter, ella hizo un gesto de dolor cuando la cabeza de mi pija desapareció por su ojete para adentro de su culo,
entre ayes de dolor y placer se la iba metiendo poco a poco, estaba tan caliente Marianela que no me decía ni que pare ni que se la saque, seguía gimiendo con sus nalgas bien abiertas y dejando que le siga metiendo la pija rompiendo su enorme culo, "te gusta?", le dije, a punto de aplastar sus nalgas contra mi pelvis, "me encanta", me gritó cundo le termine de meter toda la pija en su enorme y gordo culo, "haaaaaaaa, Marianela, como te rompí el culo", le dije, pegando sus nalgas bien contra mi cuerpo y moviendo la pija dentro de su culo, "si, si, si, que placer, como estoy disfrutando, nunca imagine disfrutar así, follando por el culo", me decía, mordiendo las sábanas y abriendo cada vez mas sus nalgas, "ufffffffffff, huyyyyyyyy, haaaaaaaaaaaaaa", gemía a medida que hacía que mi pija entre y salga de su ojete, "no se si voy a poder seguir con la promesa de seguir virgen, es demasiado el placer que se siente follando", me decía, gimiendo y mordiendo las sábanas, "quieres que te desvirgue?", le dije, sin dejar de meter y sacar mi pija de su ojete, "si, si, siiiiiiiii, desvírgame por favor, rompe mi vagina, hazme mujer, hazme tuya", me gritó, dejando que le saque la pija del culo, que salió sucia de sangre y después de haberla limpiado, le volvía a chupar la concha hasta que me pedía a gritos que la coja, que le rompa la concha, le levanté bien las piernas, se las abrí lo mas que pude y me ubiqué entre sus piernas, apoyando mi pija contra su concha, que estaba tan mojada, tan lubricada, que me fui dejando ir, hasta que encuentro una resistencia para seguir entrando y haciendo algo de fuerza Marianela grito y sentí como mi pija entraba toda en su concha, estaba tan dilatada, tan mojada que se le abrió enseguida la concha, dejando que la coja ahora por ahí, "hoy me has echo tu mujer, me has echo muy feliz, lo siento abuela, pero ya no podía mas", gritaba, dejando que la coja por la concha con sus piernas bien abiertas
mi pija entraba y salía de su concha, mojada, sentía lo caliente de sus jugos mezclados con su sangre, sentía como se acababa, como gozaba como gemía de placer, disfrutando de como la estaba cogiendo, "Marianela, me voy a acabar, te voy a echar la leche en las tetas", le dije sacando mi pija de su concha, con rasgos de sangre y me empiezo a acabar sobre sus tetas, su cara,su pelo, su boca, le metí la pija dejando los últimos chorros de leche dentro de su boca, viendo como no se si por lo caliente que estaba, o no se por que, tragaba sin hacer caras, pasaba sus manos por donde sentía que había leche y las limpiaba con su lengua, "nunca imagine disfrutar así follando", me dijo, dando besos en la cabeza de mi pija, "si te hubieras corrido dentro de mi vagina, me podrías haber preñado verdad?", me dijo, sin dejar de darle besos a mi pija que se iba poniendo flácida, "lo mas probable que si", le dije, acostándome a su lado y mientras nos reponíamos, le acariciaba sus tetas.
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