Maricarmen, mi vecina, prueba el sexo por primera vez
Maricarmen tiene apenas 12 años. Un cuerpo exuberante, sus pechos por demás llenos para su edad. Sus nalgas redondas y abundantes suelen ser la delicia de los hombres cuando por la calle va moviendo su trasero. Cosa que ella lo hace de inocente, o no tanto?.
Guillermo es mi nombre, aunque todo el mundo me nombra como Guille. Soy un chico común de barrio, algo alto para mis 15 años, bien desarrollado. Pero nada más que resaltar. Maricarmen es mi vecina, la verdad es que la morocha está re buena. Le dedico varias pajas a la semana, me atraía mucho, y a mi edad eso es tremendo ya que no perdía oportunidad de masturbarme pensando en como la poseería. Mi verga está bien entrenada por el uso manual. Tengo un pene de 16×5 cms de pura carne en barra, cuando se pone dura la cabeza se le hincha tanto que parece deforme, se asemeja mucho a un hongo champignón.
Llevaba varias tardes observando a mi vecina cuando iba al mercado, o a la panadería. Siempre vistiendo ropa ajustada a su cuerpo, lo que hacía resaltar ese cuerpazo. Yo no me animaba a acercármele, soy bastante quedado en el tema chicas. Pero gracias a internet tenía un doctorado en la materia sexo. Aunque nunca había experimentado con ninguna mujer el sexo real. Esa tarde en cuestión Maricarmen pasa por la puerta de nuestra casa, yo había estado viendo algo de porno, ya que estaba solo en casa y al estar vestido solamente con un short se podía observar el bulto de mi verga semi parada por la duradera excitación. La niña traía una blusita a media panza, algo sueltita, una calza de lycra y zapatillas. Lo primero es que sus pechos se bamboleaban de arriba a abajo, pesados, llenos. Se podían apreciar sus pezones. Y la calza remarcaba muy bien dos cosas, primero su culo, se veía apetitoso. Pero lo que más me excitó fue que al ser tan ajustada le hacía resaltar los labios de su conchita. se veían gorditos y algo separados. Y ver eso fue demasiado. la pija inmediatamente se puso dura y abultó hacia adelante. Al pasar al lado mío, saludo a Maricarmen y le doy una gran sonrisa, a lo cual Ella responde mostrándome una dentadura perfecta, se puso algo colorada y siguió caminando sin antes pegar de costado una mirada sin disimular a mi entrepierna. Luego siguió caminando pero juraría que se hamacaba más que antes. Quedé muy excitado. Y planee que cuando volviera tendría una charla con la niña para ver que podía pasar entre nosotros.
Al rato vuelve Maricarmen, al verme de lejos en la puerta de casa ya movía más sus caderas, sus pechos me tenían totalmente atrapado. Al estar cerquita salgo del portal y la llamo por su nombre. La niña se para y sonriendo se acerca a mí. La saludo con un beso en la comisura de los labios, a la niña le brillan los ojitos. Le pregunto cosas sin importancia y de pronto le pregunto si tiene novio. Me contesta que no, que los chicos son todos unos tontos. Yo sonrío y le digo que yo soy un poco más grande que los otros chicos del barrio con los que ella se frecuenta. Que a lo mejor yo soy más divertido. Queda intrigada. Yo le ofrezco que vaya a su casa y deje las compras y luego si quiere puede venir a casa a la pileta o podemos ver algo de televisión. Lo piensa un poco y me contesta con una sonrisa que enseguida viene, ya que ella está sola en su casa. Y rápidamente se va. Pensé que se arrepentiría pero no, luego de unos cinco minutos suena el portero y al abrir era Maricarmen, Se había cambiado, traía una camisola muy amplia al estilo hipie de los años 60. Rápidamente nos fuimos a la alberca, la niña se saca la camisola y queda solamente con una bikini infartante. Creo que nadie ha podido disfrutar de su cuerpo así a primera vista, casi desnuda. Nos metemos al agua y yo ya estoy muy excitado, con lo que mi pija hace tremenda carpa en mi short. Eso no pasa desapercibido a mi vecinita, que cada vez que la miro me está mirando el bulto. Me hago el tonto y la invito a bailar, acepta con lo que pongo música en el celu y comenzamos a bailar abrazados, por la radio pasan una bachata, Maricarmen comienza a moverse, y me transporta a las nubes, se frotaba contra mi verga, sus tetas eran una presión constante en mi pecho, la tomé por las nalgas y la apretaba fuerte contra mi rabo y la niña respondía moviéndose más todavía. pronto nos estábamos dando un faje de novela con la música. De pronto la niña me pide de ir al baño, como no conoce la casa la acompaño, entra y no cierra del todo la puerta, por lo que puedo escuchar su orina corriendo, eso es más excitante todavía. Me masajeo la verga, y en ese momento se abre la puerta y mi vecina me descubre con la mano dentro de mi short pajeándome. Se sonroja pero no saca la vista de mi entrepierna. Y con su voz de niña me pregunta Guille, que estás haciendo? Y no supe que otra cosa contestarle, y simplemente le dije que Ella me gustaba mucho, y como me había excitado tanto al bailar me estaba masturbando para que se me pase el dolor de los testículos. Quedó totalmente intrigada por la explicación. De pronto Maricarmen me pregunta cuanto era lo que Ella me gustaba. Le dije que un montón, que todas las noches me masturbaba pensando en ella, en sus pechos, en su cola, y que no me animaba a decírselo por miedo a que me rechace. Surgió de la niña, te gustaría ser mi novio? Obviamente que respondí con un sí rotundo. Mi vecina se me acerca, me abraza, apoya sus hermosas y turgentes tetas que tienen los pezones duros por la excitación y me besa con lengua. Y siento que su pelvis busca el contacto con mi pija. La tomo por las nalgas y la aprieto contra mí. Con movimientos suaves la masturbo con mi pija. Pronto comienza a gemir, pero se afana más en el movimiento de pelvis. Pronto pareciera que estábamos cogiendo. Le digo que entremos al baño, me acompaña, cierro la puerta y la enfrento. Simplemente le pido que quiero ver sus tetas. No se resiste, simplemente se saca el corpiño de la malla. Y allí están, sus enormes pechos, llenos, pesados. Me acerco y se los acaricio, los comienzo a besar y ella acepta la caricia. Siento su mano buscan por mi panza hasta que encuentra mi verga por sobre el short. La acaricia y aprieta con ganas. Me pide verla. No puedo negarme, me bajo el short y mi tripa queda expuesta frente a mi vecinita. La toma entre sus manos y la acaricia, corre el cuero para atrás y libera la cabezota. Yo sigo prendido a sus pechos. Los beso, los muerdo. Ella está totalmente entregada. Con movimientos suaves para no apresurarla le bajo la bombacha y se la saca. Quedamos ambos totalmente desnudos. Nos volvemos a abrazar, ya mi verga se acomoda frente a su vagina y cuando nos frotamos siento su piel suave. La recuesto contra la mesada del baño, me arrodillo frente a ella y me adueño de sus labios vaginales con mis dedos y con mi boca, mi lengua recorre su canal, lengueteo su clítoris y se le doblan las piernas, gime y suspira fuerte. Luego de un rato de chuparle la concha, le digo que ahora le toca a ella darme placer, no se niega, simplemente se arrodilla sobre una toalla y tomando el tronco de mi pija se lo mete a la boca, inicia a mamarme la verga, es inexperta y le pone muchas ganas, pronto se está tragando todo mi cipote. Me lleva a tal grado de excitación que la tomo por las orejas, le meto la verga hasta la garganta produciéndole arcadas y le acabo con furia en la boca llenándosela de leche. Se traga todo, no tiene otra opción. Termino de acabar y se la saco. Tiene los ojos llorosos por el esfuerzo. La tomo de las manos y la levanto. La izo sobre la mesada y su concha queda a la altura justa de mi palo. Le abro las piernas y le chupo otro poco la conchita, que está brillosa de lubricación, Mi palo sigue duro. Se lo pongo frente a sus labios vaginales, le froto la concha y a la vez presiono, pronto la cabeza de la verga se pierde entre esos gordos labios, va entrando suavecito y despacito. Maricarmen tiene los ojos cerrados y disfruta de la acometida del palo intruso. Llego a su himen y por poca experiencia solamente presiono fuerte, tomo su virginidad y la verga se enterró toda en ese ya no virginal túnel. Está caliente, muy húmedo, me brinda un placer nunca antes disfrutado. Ella no emite palabra, solo gime. Me abraza fuerte, ya totalmente penetrada nos movemos al unísono, la naturaleza es sabia. Pronto tomamos ritmo, y no pasan ni tres minutos cuando siento que Maricarmen me dice, me orino, me orino y acaba en medio de temblores y sacudones. La sigo cogiendo hasta que se calma. La bajo y la pongo de espaldas a mí, medio agachada. Mi intención es adueñarme de ese culo. Busco gel lubricante de mi padre en el botiquín del baño. lo encuentro y lleno su agujero trasero con gel. Tomo a la niña por la cadera y dese atrás penetro nuevamente su vagina, mi vecinita la disfruta, ya se mueve con ganas. La penetro a fondo, la cojo fuerte y le gusta. Mientras penetro con dos dedos su preciado aro trasero. Le entraron dos dedos como si nada, está relajada y muy excitada. Pongo un tercer dedo y entra ya un poco más apretado pero Maricarmen se pone como loca, y así logra su tercer orgasmo. Yo no quería acabarle en la concha, podía embarazarla. Se la saco y sin preguntar nada, se la apoyo en su esfínter, al principio no entraba, pero pronto su aro se rindió y comencé a entrar en mi primer polvo anal. Por Dios, como apretaba ese culo. Costó pero entre gemidos y grititos se la metí toda. Quedó empalada y no se movía por el dolor. Pronto se acostumbró al grosor y ya ella misma se movía adelante y atrás, pasamos así unos cinco minutos. Su culo apretaba tanto que no podía acabar, pero habiendo ya logrado mi cometido se me ocurrió que tenía que acabar en sus tetas. Se la saqué, la hice arrodillar, le puse la verga entre sus pechos, le enseñé como apretar la pija en una paja rusa, y así observando la cara y las tetas de mi novia logré acabar con poderosos chorros que le salpicaron la cara, algo cayó en su boca y casi todo en sus tetas. Luego tomó la pija y metiéndosela a la boca la lamió hasta que la dejó limpita. Nos duchamos uno al otro, nos secamos, nos vestimos y fuimos al living a tomar un refresco. Así se inició nuestro romance, ya lleva varios meses, y todas las tarde tenemos sexo. Pero nunca me cansaré de esos pechos ni de ese culo.
Dioooss qué delicia!