Martina y Valentina, la fiesta en que comenzó un romance con ambas hermanitas – parte I
Me invitan a un cumpleaños de un amigo que lo festeja en una casa quinta. Viene toda su familia, entre ellas una de sus hijas con sus dos nietas. Valentina y Martina de 14 y 11 años respectivamente. Dos hermosas niñas, muy amistosas y por demás pizpiretas.
Valentina la mayor tiene 14 años, y está muy bien formada, sus pechos son grandes y ni hablar de su culo. Es grande y poderoso, encime viene vestida con un short cortito de piernas anchas que permite apreciar el nacimiento de sus nalgas. Martina es la menor, a sus once años copia casi todo lo que hace su hermana. Y pinta para tener el mismo cuerpo, de echo ya lo tiene pero más chico debido a la edad. Yo a mis 55 años y con más de 5 años de viudo, soy como un tío abuelo de las niñas, al cual ven en cada festejo. Convengamos que hace muchos años atrás, cuando las hijas de mi amigo tenían entre 13 y 15 años fueron desvirgadas ambas por mí, y es más, las tuve de novia a las dos por un par de meses y se peleaban entre ellas para ver quien cogía más conmigo. Pero eso ya lo contaré en otro relato posterior a este.
El caso es que al llegar las familias todos viene a saludar, las chicas al verme se me acercan y me dan un par de besos en la mejilla, se los retribuyo junto a varias caricias en sus hombros y al pasar una tocadita de tetas, ellas no dan muestras de molestia ante esto. Pasado el rato de los saludos, nos sentamos a almorzar, y para mi dicha cada una de las niñas se sentó a mi lado. Al haber poco espacio yo podía sentir las piernas de ambas niñas en contacto con las mías. Y eso ya motivó el primer sobresalto, ya que mi lívido comenzó a funcionar a pleno y pronto tenía la verga dura como un riel. Convengamos que mi tripa tiene 20×5,5cms. Y es bastante sobresaliente el grosor de la cabeza. Todo el almuerzo me estuvo dando vueltas una idea por la cabeza, si la madre había disfrutado de mi verga cuando niña. también lo harían sus hijas?
Decidí haciéndome el tonto probar hasta donde las niñas aceptaban algo conmigo. Bajo una mano y la apoyo en la piel desnuda de la pierna de Valentina, temiendo que la niña no tenga buena reacción, pero sonriéndole la acaricio y ella no solo no saca la pierna, si no que con su manita agarra la mía y la frota en su pierna. Estuvo un ratito así, luego directamente sacó su mano y dejó en libertad de acción mi mano, la que simplemente con suavidad se dirigió a su entrepierna, y para mi sorpresa, la niña abre sus piernas y permite que mi mano se aloje en medio de las suyas así poder acariciar su conchita por arriba del short. Todo esto en medio de la algarabía del momento todos ya habían comenzado a beber y a hablar fuerte, la risa era causa común, por lo que nadie prestaba atención a lo que hacíamos en la mesa o debajo de ella. Martina se mantenía sonriente, pero se notaba su respirar algo agitado y su piel tenía un color rosado, estaba ya excitada. La dejé descansar y decidí dedicarle unos momentos a su hermana menor, Martina. Ella estaba riéndose y disfrutando de lo que decían los mayores, también coloqué mi mano sobre su pierna y pareció no importarle, la fui acariciando y ella ni asomo de darse por enterada, llegué a su conchita y allí recién da vuelta su cara y me sonríe. Y se desentiende de lo que hago, acaricio su conchita y sus piernas, de pronto siento su manito que acaricia mi pierna y va en busca de mi verga, la que encuentra totalmente dura. La aprieta varias veces por sobre el pantalón, la acaricia en su totalidad, pero todo esto sin dar señales de sentirse molesta o preocupada, sigue sonriendo ante las ocurrencias de los grandes. Y mucho más osada que su hermana Valentina, mete la mano por dentro de la pierna del short y directamente toma mi pija por el tronco y la sacude, la acaricia con ganas. Pucha que la niña me salió putita. Trajeron los postres y debimos cortar con la estimulación ya que hubo que pararse para brindar por el cumpleañero. Como al brindar todo el mundo se corre y choca las copas, las niñas se ponen por delante de mi para brindar y yo aprovecho y le apoyo la verga bien entre las nalgas a Martina, esta se queda quietecita como sintiendo el pedazo. Luego mueve despacito el culo a ambos lados como frotándose con la pija. Eso ya me puso muy caliente. Finalizado el brindis, me separo de la mesa y me voy a la pileta a refrescarme y así se me baja la calentura. Entro al agua y unos minutos después viene ambas niñas, ya se sacaron la ropa y quedaron ambas en unas micro bikinis que apenas sujetan sus tetas y sus nalgas, otra vez mi pija reacciona y se vuelve a poner dura. Ambas niñas se tiran al agua y se me acercan a jugar. Comienzan a luchar conmigo, una de adelante y la otra por la espalda, siento sus pechos y sus manos por todo mi cuerpo, mi verga es el punto principal de sus manoteos, yo manoseo sus tetas, sus colas, las tomo por las caderas y les apoyo la verga bien fuerte, ambas se ríen. Estamos así un rato largo, de pronto Martina me dice que se va al baño. Entonces Valentina la acompaña, pero no sin antes brindarme ambas niñas una gran sonrisa y mucha picardía en sus ojos. Dejo que salgan de la pileta y puedo observar esas preciosidades tan jóvenes y que posiblemente pueda disfrutar. Unos cinco minutos después voy yo al baño, y puedo observar que ambas niñas están en uno de los tres baños de la casa, me acerco y golpeo suavemente para ofrecerles mi ayuda, siento que se corre el cerrojo de la puerta y esta se abre un poquito, es Valentina, me mira y sonriendo abre la puerta para dejarme pasar. Cierra detrás mío, y al pasar puedo observar a Martina sentada en el bidet totalmente desnuda, guau, sus pechos se ven hermosos, sus pezones están duritos, y presto atención a Valentina y esta no tiene su parte inferior de la bikini, también está desnuda. Martina por su edad todavía no tiene bello en el pubis, Valentina está totalmente depilada. Y se puede observar que sus labios vaginales son mas gorditos que los de su hermana menor. Pero lo que más me llamó la atención es que ambas hermanas están sonrojadas y se nota que tenían cierta actividad no tan lícita. No les pregunté nada. Simplemente me baje el short liberando mi verga, fue la campana de largada, ambas hermanas se me arriman y Martina es la primera en manotear mi verga y meterse lo más que pudo la tripa a la boca, esta chica es un volcán, Valentina deja espacio y tiempo a su hermana y luego se une a la fiesta, ambas comparten mi verga, están arrodilladas frente a mi, lo que me permite apreciar sus culos y sus hermosas tetas, mi pija está re dura. La cabeza está morada y bien gorda. De pronto Valentina se para, se pone de espaldas a mi apoyada en el lavatorio y tira su cola hacia atrás y se abre los cachetes con ambas manos y ahí descubro que su culito ya no es virgen, esta bastante abiertito, aunque sigue siendo pequeño para que mi tripa lo invada sin lubricante, me arrodillo detrás de ella y comienzo a chuparle la conchita, ella se desespera, pronto está a punto de tener un orgasmo, y escucho de su voz, por favor metémela aunque sea un poquito, no me hago rogar, tomo mi badajo, abro con la punta sus labios vaginales y le posiciono la cabezota de mi pija bien en medio de la entrada de su conchita y empujo, cuesta bastante pero la verga comienza a desplazarse hacia el interior de esa pequeña vagina, ella gime despacito, sufre por el tamaño pero logro penetrarla con la mitad de mi verga, ella suspira fuerte, comienza a moverse y logra que la tripa le entre un poco más adentro, finalmente la punta de mi chota choca contra su útero. Siento su vagina apretada, lo que me brinda un gran placer, tengo claro que no debo acabarle adentro ya que puedo embarazarla. La cojo con ganas, ella gime cada vez más fuerte y logro que llegue al orgasmo, eso me pone al borde, le saco la pija rápidamente y se la pongo en la boca a Martina, hago que me la chupe y finalmente le lleno la boca con unos buenos chorros de semen, los que la niña traga sin asco, luego lengueteando mi pija la deja limpita. Pasado unos momentos, nos abrazamos los tres, les recuerdo que nada de esto se puede saber nunca, las niñas asienten, y Martina me dice que en la semana me visitará por que a ella le falta su porción de pija. Yo intrigado les pregunto el por qué saben tanto de sexo y les gusta tanto. Tamaña sorpresa cuando me cuentan que a Valentina el padre la coge desde los 10 años, y que a Martina hace ya un año que la está cogiendo. Pero que la pija de su papá es bastante más chica que la mía. Por eso les gustó tanto cogerme. Así es que a la semana siguiente tuve nuevamente la posibilidad de disfrutar la carne de ambas niñas. Seguir en parte II
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