Más allá de Tavito (Lado A)
Me había metido en un gran problema del que no sería tan fácil salir..
Sentía que el tiempo corría más lento y las palabras de esa niña rebotaban en mi cabeza: «Yo-Vi-Lo-Que-Le-Hiciste-A-Tavito…Yo-Vi-Lo-Que-Le-Hiciste-A-Tavito…» mientras ella me miraba con cara de seriedad y enojo,
– Que cosa? Estábamos jugando nada más- Le respondí nervioso. No podía ver mi rostro pero estoy seguro que me puse pálido del susto y el labio me temblaba al hablar mientras que trataba de sonar convincente.
– Mientes! Yo te ví, tú estabas violando a Tavito- Dijo la niña con sus ojos dándome puñaladas.
– Oye, no, no digas eso, yo…- Titubeaba.
– Le voy a decir a la mamá de Tavito que tú lo violaste- Dijo Michelle interrumpiendome.
– No, no, no. Estábamos en lo oscuro, a lo mejor te confundiste- Le decía poniendo una mano en su hombro y volteando a los lados nerviosamente para tratar de esegurarme que nadie escuchara eso, pero gracias al cielo todos estaban sumergidos en la fiesta y la música en el patio de la casa.
– Suéltame! Le voy a decir a la mamá de Tavito lo que ví- Decía la niña apartándose de mí.
– Es que no es verdad…- Le decía, pero de nuevo me interrumpió,
– Sí es cierto, yo te ví, le estabas metiendo tu verga por el culo a Tavito, y yo te ví- Decía. Las palabras de Michelle y su actitud me estaban asustando demásiado, el sólo echo de que dijera eso a metros de la familia de Tavo era un peligro muy grande.
– No digas nada, por favor, yo no le hice nada malo a Tavito- Le decía hablando tan bajito como podía con mi voz temblorosa.
– En la escuela nos dijeron que eso es malo, que nadie grande nos debe hacer cosas así, y tú abusaste de Tavito- Me decía. A lo poco que conocía de esa niña sabía que era grosera para hablar y muy explosiva en su actuar igual que su hermano, pero ahora escucharle decir esas palabras combinado con su lenguaje corporal me hacía sentir contra las cuerdas.
– No, mira, yo no hago nada que Tavito no quiera… Si quieres le digo que te explique- Le respondía tratando de calmarla sin pensar que esa respuesta era demasiado torpe.
– No quiero nada, le voy a decir a su mamá- Dijo dándose la vuelta y caminó hacia la puerta.
– No!- Le dije un poco más fuerte y entonces se dió la vuelta, -Entonces que quieres para que no digas nada- Le dije, entonces volvió a caminar hacia mí,
– Dame 200 pesos- Respondió.
– Qué?- Le dije estupefacto.
– Dame 200 pesos o le digo a todos- Respondió. Sus ojos color miel volvían a clavarse en los míos.
– Ok, pero no le dirás a nadie- Le dije sacando mi billetera del bolsillo.
– Si me das el dinero- Me decía, y entonces le entregué un billete que ella tomó de inmediato. Su cara ya no era de enojo, ahora era más de felicidad.
– Ya te dí el dinero, ahora, por favor no digas nada- Mi voz sonaba resignada.
– No voy a decir nada, si me das otros 200 la otra semana, y cada semana- Me dijo viéndome retadora.
– Qué? Me dijiste que solo sería una vez- Le dije. No podía creer que ésta pequeña niña me quisiera estafar así.
– Bueno, si no me das el dinero entonces le diré a la mamá de Tavito- Dijo, – O sino…- Añadió guardando el dinero.
– Si no, qué?- Le pregunté.
– Si no me das el dinero hay otra cosa que puedes hacer- Me dijo con una mirada que me intrigaba.
– Qué cosa?- Respondí.
– Quiero que me enseñes la verga- Me dijo viéndome hacía la entre pierna
– Qué? No, no puedo- Le dije. No entendía como la situación había dado ese giro.
– Bueno, pues le diré a la mamá de Tavito- Respondió y de nuevo comenzó a caminar.
– No! Ya, está bien- Le dije, y de nuevo se giró hacia mí, – Pero aquí no se puede- Le dije, tratando que tal vez me pidiera otra cosa.
– Aquí no, pendejo, en mi casa- Respondió, y comenzó a caminar hacia la puerta de salida, – Ven, pues!- Dijo.
– Pero como que en tu casa?- Contesté.
– No hay nadie ahí, o quieres que diga todo?- Respondió, entonces la seguí.
Nadie en la fiesta se había dado cuenta que nos íbamos, comenzaba a caer el sol y salimos con cuidado a la calle que lucía desolada. La casa de Michelle estaba por atrás de la cuadra de enfrente de la casa de Tavito, el lugar se veía descuidado e incluso parecía deshabitado, Michelle abrió la puerta con una llave y entró mientras yo la miraba nervioso desde afuera pensando en posibles opciones y volteaba a los lados por si alguien me veía, pues lo que menos quería ahora es que me vieran entrando a solas con una niña en su casa,
– Qué esperas?- Me dijo viendome al final de un pasillo con un pie en el primer escalón de una escalera. Tomé aire y entré rápido a la casa cerrando la puerta. Caminé rapido hasta estar cerca de Michelle y siguiéndola entramos a una habitación que no tenía puerta. El lugar estaba igual de desordenado que la sala y las ventanas estaban cerradas pero aún así la luz del sol entraba iluminando todo de naranja. Habían dos camas individuales por lo que deduje que era un cuarto compartido con su hermano, las camas estaban sin hacer y había un olor a polvo, comida y suciedad. Michelle se sentó en una de las camas y me miraba a los ojos,
– Sale, pues, ya sácalo- Me dijo viendo de nuevo a entre mis piernas provocando que me pusiera nervioso. Esperaba que algo se me ocurriera antes de llegar a esa situación, pero seguía mi mente hecha un relajo.
– Se puede dar cuenta tu mamá, o tu hermano- Le decía tratando de persuadirla.
– Mi mamá siempre llega tarde y mi hermano está con sus amigos. Ya, sácala, quiero ver tu verga- Me respondió. Tragué saliva y lento me desabotoné el pantalón. – Apúrate, ya!- Me dijo la niña.
– Ya, ya voy- Le dije, y bajé mi boxer dejando fuera mi pene.
– Acércate y sácate los huevos también, quiero verlos- Me dijo viéndome a los ojos, así que bajé un poco más el resorte de mi ropa interior y mis bolas salieron mientras Michelle clavaba la vista en ellas.
– Bueno, ya viste, entonces no le digas a nadie- Le decía y comenzaba a subir mi ropa,
– No! Todavía no. Así no estaba cuando violaste a Tavito- Dijo.
– Ya te dije que yo no violé a Tavito- Le respondí.
– A ver, sácalo todo otra vez- Me dijo, y yo cansado tuve que obedecer.
– Ya- Le dije y miraba al techo tratando de ignorar su cara. Mi pene estaba completamente flácido, el susto y los nervios me imposibilataban una erección.
– Porqué no se te para? Quiero vertelo parado- Me dijo. Tomé mi pene en mi mano y comencé a masturbarme apartando la mirada volteando a dónde debía estar la puerta. Traté de pensar en cosas diferentes, no podía usar la imagen de Tavito ya que eso era lo que me tenía en esa situación, así que con un poco de trabajo logré una media erección. – Está más grande que la de mi hermano- Dijo Michelle, y entonces bajé la vista hacia ella que miraba con la boca semi abierta mi verga a medio levantar.
– Qué? Se la viste a tu hermano?- Le dije.
– En la noche a veces él se la jala en la cama cuando cree que estoy dormida y yo lo he visto, pero la tiene chiquita- Me respondió sin despegar la vista de mi herramienta.
– Y nada más eso haces?- Le dije.
– Pues si, que más voy a hacer? Yo solo le veo la verga y ya- Me dijo volteando a verme a los ojos.
– Pues… Pensé que a lo mejor algún día se la tocaste o algo- Le dije.
– Nooo. Él se la jala un rato nada más y después le sale una cosa de la punta. A tí también te sale eso?- Preguntó.
– Si… Pero tengo que jalarmela un rato- Le dije, entonces ella hizo un gesto, -O me puedes ayudar- Añadí
– Cómo?- Respondió.
– Me puedes ayudar jalandomela igual como le hace tu hermano, o me la puedes chupar- Le dije. Pensé que si ya me encontraba en esa situación por lo menos los disfrutaría un poco.
– No te la voy a chupar, que asco. Pero si quieres te lo jalo- Dijo, y entonces con un poco de pena acercó su mano a mi verga que terminó de levantarse conforme veía como su mano estaba más y más cerca de mi carne. Michelle apretó un poco mi mástil y después lo rodeó con sus dedos sujetando mi erección en su mano.
– Se puso más gordo, y está duro- Dijo sin despegar sus dedos.
– Mueve la mano, para que salga mi leche- Le dije, ella volteó a verme por un instante y después comenzó el sube y baja cubriendo y descubriendo mi glande con mi piel.
– Así le hace mi hermano- Dijo Michelle, y subía la velocidad de la paja que me estaba propinando y yo comenzaba a disfrutar de esa delicada situación. La forma de actuar de Michelle era brusca, totalmente opuesto a Tavito, a veces bajaba de más mi prepucio haciendo que me doliera y yo daba sacudidas alejando mi pene pero ella lo sujetaba fuerte otra vez y volvía comenzar el movimiento.
– También puedes agarrarme los huevos, así me sale más rápido la leche- Le dije. Ella me vió de nuevo con esos ojos acusadores y bajó su mano para tocar mis bolas. En cuanto su mano estubo en mi escroto se me erizó la piel poniéndose el forro de mis huevos firme pero ante sus dedos mis testículos comenzaron a moverse y miraba como ella hacía una cara de diversión. -No me los vayas a apretar- Le dije, y ella acintió sin despegar la mirada de mi entre pierna. Estaba disfrutando cómo esa niña manipuladora estrujaba mis bolas así que tomé mi verga en la mano y empuñándola me empecé a masturbar rápido sintiendo como mi verga estaba a reventar y en unos pocos segundos empecé a venirme. Trataba de atrapar el semen en mi mano, pero uno de los chorros alcanzó a caer en el brazo de Michelle mientras yo gozaba. Terminé de vaciar mi esperma cuando ví que en un buró había toallas de papel con las que me limpié el semen y limpié también el piso mientras Michelle me veía sin decir palabra hasta que la vi a los ojos notandola sería,
– Esto es lo que le sale a mi hermano?- Dijo tomando algo del semen de su brazo y llevándolo a su nariz para olerlo.
– Si, a los hombres nos sale eso- Le dije limpiando su brazo con otra toalla de papel.
– Mi mamá se lo come- Dijo justo cuando terminaba de limpiarla.
– Qué?- Le dije.
– He visto a mi mamá con su novio, a veces se mete su verga a la boca hasta que le sale esa cosa a su novio y ella se lo come- Decía la niña, y yo comenzaba a entender porqué ella se comportaba de esa manera.
– También espías a tu mamá?- Le pregunté.
– Ella siempre llega tarde y piensa que estamos dormidos, pero a veces yo la he visto cuando llega con su novio y no cierra bien la puerta. Él le mete su cosa por la cosita a mi mamá y se sube encima de ella.- Me decía viéndome a los ojos y yo solo guardaba silencio cuando de pronto dijo algo más -Quiero que me metas la verga igual como el novio de mi mamá- Esa frase me tomó nuevamente por sorpresa e hizo que instintivamente me alejara,
– No, no, no. No se puede, te dolería mucho- Le dije.
– Porqué no? Que no dices que a Tavito no le duele?- Respondió.
– Si, pero es diferente…- Le contestaba
– Porqué? Porque a Tavito se lo metes por el culo?- Me dijo.
– No, es que a tí si te dolería tu cosita- Le respondí.
– A mi mamá no le duele, y si no me lo metes les voy a decir a todos que me violaste a mí también- Dijo. Tal como había pensado ahora estaba en un problema más grande, me encontraba entre la espada y la pared: por un lado no podía penetrar a esa niña sin lastimarla, y por el otro si no le hacía caso a sus chantajes la vida como la conocía llegaría a su fin.
– Ok- Le respondí, de nuevo resignado, -Quítate la ropa entonces- Le dije, ella saltó de la cama y de un tirón se bajó el calzoncito de encaje amarillo que llebaba puesto para después acostarse. Michelle llevaba puesto un vestidito suelto de esos de rallas que llevan un lazo en la cintura y chanclas blancas de florecitas que la hacía lucir linda generando un contraste con su carácter rancio. Me subí a la cama a sus pies y entonces ella abrió las piernas y se subió el vestido permitiendome ver por primera vez su vagina y generando en mi una nueva erección. Michelle era una niña gordita, su barriga era pronunciada y su piel blanca, su vaginita tenía unos labios gorditos, perfectamente libre de ningún pelo y con solo la rayita divisoria de sus labios contrastando el color rosa suave de su vulva. Separando sus piernas con mis manos bajé mi cara acercándome a su vagina aspirando un olor algo fuerte a pipí y suciedad, ese olor era totalmente distinto al olor del piquito de Tavo cuando estaba sucio, era más evidente en ella el aroma a suciedad pero también el aroma a vagina de niña era algo totalmente distinto. Pasé mi lengua por la raja de Michelle y ella arqueó la espalda ante mi legüetazo,
– Qué haces?- Dijo, mientras yo bajaba y volvía a subir mi lengua pasando por todo el largo de su panochita.
– Que no quieres que te la meta? No puedo si tienes la cosita seca- Le respondí y comenzaba a separar un poco sus labios con mis dedos para meter la punta de mi lengua sintiendo un saborcito amargo en ella. Michelle se movía y soltaba algunos sonidos de satisfacción al tiempo que mi lengua saboreaba todos los sabores distintos de su vagina, separaba sus labios vaginales y miraba como su interior era de un rosa más intenso y en el borde escondido entre los pliegues de su piel su clítoris se asomaba un poquito y yo lo estimulaba con mis dedos mojados de saliba haciendo que ella se retorciera más fuerte. Bajaba al borde inferior de su vagina y alcanzaba a oler el aroma de su ano lo que me hizo recordar el culo de Tavito y por instinto bajé a lamerlo. El ano de Michelle era mucho más claro que el de Tavito, pero también de un tamaño pequeño y apretado, ahí sí que era imposible que mi verga entrara.
– El culo no, está sucio- Me decía y yo seguía haciendo círculos en su clítoris. Separé lo labios vaginales de Michelle nuevamente con mis dos manos viendo que ese agujero tampoco podría de ninguna manera soportar mi garrote sin desgarrarse, así que pretendía solo seguir dándole sexo oral cuando en una de las sacudidas Michelle habló,
– Ya, métemela, quiero que me la metas, no que me chupes la panocha y el culo- Dijo. Separé mi cara de entre sus piernas y desabotoné de nuevo mi pantalón y bajándolo hasta las mitad de mis nalgas mi verga quedó fuera completamente erguida apuntando en dirección a Michelle que la miraba con una manita en su labio. Separé de nuevo las piernas de la niña con mis manos haciendo que quedará bien abierta y me acomodé un poco sobre ella y apunté mi verga hacia su panochita ensalibada. Acerqué mi erección a su vagina hasta que mi punta quedó donde sería su agujero vaginal y comencé a rozar su raja con mi glande subiendo y bajando, ella cerró los ojos y yo me movía despacio recorriendo toda la raya de su panocha comenzando a marcar el camino de mi roce con el líquido seminal que emanaba por el ojo de mi verga. Miraba la cara de Michelle como seguía con su mano en la boca y los ojos cerrados y yo bajaba la vista a nuestros sexos. Aún cuando no había penetración la sola idea era suficiente para hacerme disfrutar y mi verga seguía botando su líquido mientras yo comenzaba a restregar el frenillo de mi pene en el clítoris de Michelle y ella movía las caderas gimiendo. Subí un poco más el vestido de Michelle dejando a las vista sus pechitos los cuales ya estában un poco marcados, no solo debido a la edad, sino también por la gordura de su cuerpo, pero aún así me calentaban y estiraba mi mano para apretar ligeramente su pequeño ceno haciendo que su diminuto pezón se levantara y yo lo estimulaba con la punta de mis dedos. Michelle separó su mano de la boca y abrió los ojos viéndome el rostro y después bajó la mirada viendo cómo le pasaba la verga por su vagina y suspiraba. Acomodé mi pene en su entrada sin hacer presión, lo que menos quería era que esa amenaza de decir que la había violado se volviera una realidad, así que solo pegaba la cabeza de mi pene en su vagina y lo retiraba de nuevo. Me recosté un poco más sobre el cuerpo de esa niña promiscua manipuladora y me llevé el otro de sus pechos que no había tocado aún a la boca y comencé a chuparlo haciendo que ella suspirara. Michelle seguía moviendo la cadera y gemía cuando de pronto la escuché como soltó fuerte la respiración. Separé mi boca de su pequeño seno y la ví como estaba con la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados y la boca abierta. Me volví a alejar levantándome un poco y concentré mi mirada en mi verga rozando su vagina y volviendo a darle cabezazos con mi verga en su cosita mi semen comenzó a salir llenando su rayita de blanco. Miraba recobrando el aliento como mi semen bajaba por esa rajita y entonces ella levantó la cabeza viendo su vagina cubierta de leche,
– Me embarazaste?- Dijo con algo de preocupación en su rostro.
– Claro que no- Le dije, pero ella no separaba la mirada de su vagina.
– Pásame papel- Me dijo, y comenzó a limpiarse el semen. Yo ya me habia levantado y tomando otra toallita limpié mi pene y comencé a acomodarme la ropa. -Yo creo que es cierto que no le duele a Tavito- Dijo bajando de la cama y recogiendo su ropa interior comenzó a ponérsela.
– Te dije que no- Le respondí.
– Bueno, no le voy a decir nada a nadie, pero a la otra si me la vas a meter, porque ahora solo me la pasaste por toda la panocha y no me metiste nada- Dijo. Yo no podía creer lo que me estaba diciendo esa niña.
– Cuál otra vez?- Le dije.
– Quiero que me cojas siempre. Si quieres me la metes por el culo como a Tavito, pero quiero que me la metas, es más, a la otra te la chupo- Me dijo riendo con malisia.
– Tu dijiste que ya no dirías nada- Le contesté serio.
– Si, pero me gustó mucho, y si no me lo haces cuando te diga le voy a decir a la mamá de Tavito- Dijo, y caminó hacia la puerta. – Ya vete, el lunes que esté sola volvemos a coger- Me dijo, y yo salí bajando la escalera mientras ella me seguía atrás hasta que llegamos la puerta, -El lunes te voy a esperar afuera a ésta hora, y si no vienes ya sabes, eh?- Me dijo. La miré con un poco de rabia pero finalmente acepté,
– Ok, pero no digas nada- Le dije.
– Bueno- Me dijo, y se asomó por la ventana empolvada, – No hay nadie en la calle, ya vete- Me dijo, y salí rápido. Le dí la vuelta a la manzana nervioso pero no habían moros en la costa. De camino de regreso me dí cuenta de la hora, había pasado casi una hora con Michelle haciendo lo que me pedía pero mi auto estaba afuera de la casa de Tavito así que pensaba en una excusa que dar para cuando llegara de regreso a su fiesta. Llegué de nuevo a la casa de Tavito y su mamá me recibío,
– Hey! Te perdiste de repente. Tavito te estaba buscando- Dijo.
– Perdón, es que me quedé sin saldo en el celular y fuí a recargar y pues hice una llamada que duró mucho- Le dije.
– Ahh, ok- Notaba algo de duda en su voz, -Bueno, ve a que te sirva comida mi mamá porque ya están cenando todos- Me dijo, y yo seguí su indicación. Comía aún pensando en las amenazas de esa niña cuando Tavito vino hacia mí,
– Pensé que te habías ido- Me dijo sonriente.
– Solo un ratito- Le dije regresandole la sonrisa, cuando por dentro aún tenía nervios y miedo.
– Hora del pastel!- Dijo una señora y comenzaron a repartir.
– Éste es para tí- Me dijo la abuela de Tavito y me dió un plato con una rebanada grande.
– Muchas gracias- Le respondí y comencé a comer lento mi postre. Traté de disfrutar el resto de la fiesta, pero no podía dejar de imaginar que toda esa gente podría después verme cómo un abusador si esa niña habría la boca. Trataba de bloquear esos pensamientos hasta que finalmente llegó la hora de abrir los regalos. Cuando Tavito habrío mi obsequio su cara se llenó de brillo y todos los niños se maravillaron, yo no tenía mucho dinero así que había decidido regalarle mi Nintendo DS a Tavito, su mamá volteó a verme con felicidad y vi como moviendo los labios me decia un «gracias». Tavito vino corriendo hacia mí emocionado y me dió un abrazo,
– Muchas gracias, Joel- Dijo, y yo acariciaba su cabeza. No podía manchar la felicidad de mi niño, ni podía destruir esa relación que sin querer había creado con su familia, así que si no quedaba de otra tendría que sucumbir a los chantajes de aquella niña mañosa.
Omg! ayyyy noooo eso no me lo esperaba!.. Ojala no lo logren descubrir por culpa esa mocosa que es una manipuladora y termine la buena historia que ah tenido joel y tavito plis-_-
Te soy sincero… no lo leí bien, solo le di su ojeada en ciertas partes. Haz que esa niña salga de la historia. Que se mude o qué se yo. Ya habías avanzado demasiado y ahora esto. Mejo haz que se la coja el hermano gordito o en el lado B, la niña lo chantajee para que Joel se folle a su hermano. Muchos esperábamos un avance Mario-Joel-Tabito. Ahora esta niña dañó el cuento. Piénsalo, hasta cambiaron este capítulo de categoria a la hétero. Mucha gente se va a confundir al no entender de dónde viene el cuento. Ya mejor regresa con nosotros tus fieles lectores de la otra categoría de solo machos <3
Entiendo si no te gusta, pero no pienso cambiar mi historia solo para darle a gusto a algunos. El relato está en la categoría que lo puse, así que sí, es hetero.
La chantajista esta mocosa, pero es mejor sacarle los trapitos q tiene para después hacerle chantaje a ella misma, pero el Regalo estuvo demasiado bien amigo igual hubiera hecho yo en su cumple ✌✌✌😍😍✌✌✌